por Giorgio Agamben
28 Abril 2025

del Sitio Web Quodlibet

traducción de Jordi Pigem

01 Mayo 2025

del Sitio Web BrownstoneEsp
Versión original en italiano

 

 

Giorgio Agamben

(Roma, 1942)

es el único gran filósofo contemporáneo que ha sabido denunciar los elementos totalitarios de muchos fenómenos contemporáneos, incluida la gestión del covid.

Entre sus obras recientes traducidas al español destacan '¿En qué punto estamos? La epidemia como política' (2021) y 'Cuando la casa se quema' (2022).

 

 

 

 

 

 

 

Hoy es evidente el hundimiento

político, económico, energético y espiritual

de los países europeos,

aunque sigan sobreviviendo

durante algún tiempo...

 

 


Un pasaje del libro de Sergio Bettini sobre El arte en el Final del Mundo Antiguo (L'arte alla Fine del Mondo Antico) describe un mundo que es difícil no reconocer como similar al que hoy estamos viviendo:

"Las funciones políticas son asumidas por una burocracia de Estado; éste se intensifica y se aísla (anticipando las cortes bizantinas y medievales), mientras las masas se vuelven abstencionistas (germen del anonimato popular de la Edad Media).

 

Sin embargo, dentro del Estado se forman nuevos núcleos sociales en torno a distintas formas de actividad (germen de las corporaciones medievales) y los latifundios, devenidos autárquicos, preludian la organización de ciertos grandes monasterios y del propio Estado feudal."

Si la concentración de las funciones políticas en manos de una burocracia estatal, el aislamiento de ésta respecto a la base popular y el creciente abstencionismo de las masas se ajustan perfectamente a nuestra situación histórica.

 

Basta actualizar los términos en las líneas siguientes para reconocer también aquí algo familiar...

 

A los grandes latifundios evocados por Bettini corresponden hoy,

grupos económicos y sociales que actúan de forma cada vez más autárquica, siguiendo una lógica completamente desvinculada de los intereses de la comunidad...

Y los núcleos sociales que se forman en el seno del Estado, corresponden,

no sólo los lobbies que operan en el seno de las burocracias estatales, sino también la incorporación en las funciones gubernamentales de categorías profesionales enteras, como ha ocurrido en los últimos años con los médicos...

El libro de Bettini es del 1948...

 

En 1971 se publicó el libro de Roberto Vacca, La próxima Edad Media (Il Medioevo prossimo Venturo), en el que el autor vaticinaba,

una evolución catastrófica de los países más avanzados, que ya no serían capaces de resolver los problemas de producción y distribución de energía, transporte, suministro de agua, eliminación de residuos y tratamiento de la información.

Si Vacca pudo escribir que los anuncios de catástrofes inminentes eran tan numerosos en aquellos años como para haber producido una verdadera literatura "ruinográfica",

hoy en día las predicciones apocalípticas, en particular las relacionadas con el clima, como mínimo se han duplicado.

Aunque los desastres (como los generados por la energía nuclear) son, si no probables, ciertamente posibles, la degradación de los sistemas en que vivimos es concebible sin que adopte necesariamente la forma de una catástrofe.

 

Por ejemplo, hoy es evidente el hundimiento político, económico y espiritual de los países europeos, aunque sigan sobreviviendo durante algún tiempo.

¿Cómo pensar entonces el advenimiento de una nueva Edad Media?

 

¿Cómo puede transformarse el abstencionismo político que vemos a nuestro alrededor en un "anonimato popular" capaz de inventar formas nuevas y anónimas de expresión y de vida?

 

¿Y de qué manera el aislamiento de las burocracias estatales y la propagación de los potentados autárquicos podrá preludiar la aparición de fenómenos semejantes a los grandes monasterios, en los que el éxodo de la sociedad existente produce nuevas formas de comunidad?

No hay duda que esto sólo podrá ocurrir si un número inicialmente pequeño, pero creciente, de individuos será capaz de leer en la disolución de las formas políticas el presagio de nuevas o más antiguas formas de vida...