por Avi Loeb del Sitio Web ElConfidencial
por inteligencia artificial de una sonda orbitando un planeta.
(MidJourney/Novaceno/JD) El prestigioso astrofísico Avi Loeb explica las conclusiones de su último estudio, en el que abre la posibilidad a la presencia de una nave nodriza alienígena en el sistema solar...
Una solución a la paradoja de Fermi, "¿dónde está todo el mundo?" sostiene que las civilizaciones tecnológicas duran poco debido a las heridas autoinfligidas.
Esta tendencia disminuye la esperanza de vida de las civilizaciones detectables en la ecuación de Drake y limita su capacidad para aventurarse en el espacio interestelar.
Nuestras propias tecnologías emergentes abrieron tres heridas concurrentes:
Pero,
Las oportunidades para identificar tecnologías extraterrestres cerca de la Tierra se discuten en un nuevo artículo científico (Physical Constraints on Unidentified Aerial Phenomena) que escribí con el Dr. Sean Kirkpatrick, quien se desempeña como,
Nuestro artículo, que aún está en proceso de revisión, describe las restricciones físicas que pueden establecerse sobre los objetos que se mueven a través de la atmósfera terrestre o los océanos basándose en datos de radar e infrarrojos.
Estas restricciones podrían guiar la interpretación de los Fenómenos Aéreos No Identificados (FANI) basándose en la física estándar y en las formas conocidas de materia y radiación.
Mostramos que se espera que la fricción de los FANI con el aire o el agua circundantes genere una bola de fuego óptica brillante, así como una cola de ionización con señales de radio asociadas.
La falta de todas estas señales observables podría implicar mediciones inexactas de la distancia y la velocidad para sensores de un solo emplazamiento sin un indicador fiable del alcance.
Oumuamua como una vela solar. (EFE)
En 2005, el Congreso estadounidense encargó a la NASA que encontrara el 90% de los objetos cercanos a la Tierra (NEO) de más de 140 metros.
La tarea del Congreso dio lugar a la construcción de los telescopios Pan-STARRS en Hawai.
Tres años después, Pan-STARRS descubrió un objeto definitivamente artificial, concretamente,
Una recreación artística de 'Oumuamua, el primer objeto interestelar que nos ha visitado. (EFE)
El 9 de marzo de 2017, siete meses antes del mayor acercamiento de 'Oumuamua a la Tierra, un meteoro interestelar de un metro de tamaño, IM2, colisionó con la Tierra, según un reciente artículo (Interstellar Meteors are Outliers in Material Strength - IM1 and IM2) que publiqué con mi estudiante Amir Siraj.
Sorprendentemente, IM2 tenía una velocidad relativa al Sol a grandes distancias y un semieje mayor heliocéntrico idénticos a los que tenía 'Oumuamua.
Pero la inclinación del plano orbital de IM2 alrededor del Sol era completamente distinta a la de 'Oumuamua, lo que implica que ambos objetos no están relacionados.
No obstante, las coincidencias entre algunos parámetros orbitales de 'Oumuamua e IM2 plantean la posibilidad de que,
Estas "semillas de diente de león", mencionadas en mi libro Extraterrestre, podrían separarse de la nave madre por la fuerza de la marea gravitacional del Sol o por su capacidad de maniobra.
Con un diseño adecuado, estas diminutas sondas llegarían a los planetas del Sistema Solar para su exploración, al pasar la nave madre a una fracción de la separación Tierra-Sol, como 'Oumuamua.
Los astrónomos no podrían advertir el rastro de las minisondas porque no reflejan suficiente luz solar para que los telescopios de sondeo existentes las detecten si se encuentran en la escala de 10 centímetros de los CubeSats o más pequeños.
Los objetos de este tamaño que reflejan una décima parte de la luz solar que incide sobre su superficie desde una distancia comparable a la separación entre la Tierra y el Sol, producirían un flujo que es varios órdenes de magnitud demasiado débil para ser detectado por el telescopio espacial Webb.
En cambio,
Estos objetos también podrían ser detectables ópticamente a medida que se acercan a la Tierra, especialmente si se calientan como resultado de su fricción con el aire.
Con la gran relación superficie-masa de un paracaídas, las "semillas de diente de león" tecnológicas podrían ralentizarse en la atmósfera terrestre para evitar quemarse y luego perseguir sus objetivos dondequiera que aterricen.
El meteoro IM1 era más duro que todos los demás 272 meteoros del catálogo CNEOS. (NASA/Ron Garan)
A poca distancia de una estrella, las sondas tecnológicas extraterrestres podrían utilizar la luz estelar para cargar sus baterías y el agua líquida como combustible.
Esto explicaría por qué podrían dirigirse a la región habitable alrededor de las estrellas, donde podría existir agua líquida en la superficie de planetas rocosos con atmósfera, como la Tierra.
Los planetas habitables serían especialmente atractivos para las sondas transmedias, capaces de moverse entre el espacio, el aire y el agua.
Desde una gran distancia, Venus, la Tierra o Marte resultarían igualmente atractivos.
Pero si se inspecciona más de cerca, la Tierra mostraría firmas espectrales de agua líquida (a través de la reflexión de la luz azul) y vegetación (a través de su borde rojo) que podrían atraer más la atención.
¿Cuál sería el objetivo de un viaje interestelar?
El viaje interestelar desde el borde del disco estelar de la Vía Láctea lleva 50.000 años a la velocidad de la luz, y 500 millones de años a la velocidad de los cohetes químicos.
Por lo tanto,
Basándome en la tasa de detección de objetos interestelares, estimé en un artículo (The New Astronomical Frontier of Interstellar Objects) con mi estudiante Amir Siraj que por cada NEO interestelar hay mil NEO del sistema solar del mismo tamaño.
Buscar meteoritos interestelares entre los muchos más meteoritos del sistema solar sin información sobre su velocidad de impacto, es como buscar una aguja en un pajar.
Por ello, el primer meteorito interestelar (IM1), confirmado por las mediciones de velocidad del Mando Espacial de los EE.UU., es el objetivo de una expedición oceánica totalmente financiada por el Proyecto Galileo.
Es de esperar que la recuperación de los fragmentos de IM1 durante el próximo año nos permita saber si su extraordinaria resistencia de su material se debió a que estaba hecho de una aleación artificial, como el acero inoxidable u otros materiales compuestos aún no desarrollados por el ser humano.
La expedición para encontrar el meteorito interestelar IM1 arranca en un mes.
¿Hay sondas extraterrestres en funcionamiento cerca de la Tierra? Todavía no lo sabemos...
Pero el Proyecto Galileo, que tengo el privilegio de dirigir, se propone utilizar el método científico para explorar esta posibilidad, siguiendo el informe UAP 2021 de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional al Congreso de Estados Unidos.
Mi trabajo con Sean restringe las propiedades físicas de los UAP (Unidentified Aerial Phenomena) con parámetros que rigen su movimiento e interacción con la atmósfera y los océanos de la Tierra.
Ante lo desconocido, es fácil adoptar el prejuicio de un creyente o de un escéptico, pero es mucho más difícil reunir pruebas fiables que nos guíen hacia la respuesta correcta.
Parafraseando el discurso de John F. Kennedy sobre la Luna pronunciado el año de mi nacimiento, 1962:
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