|

por David Topí
18 Octubre 2025
del Sitio Web
Emedt

Una de las primeras cosas que uno se propone averiguar cuando se
introduce en el mundo de
los sueños es entender,
precisamente, qué son éstos.
En el curso empezamos su estudio resolviendo esta
cuestión, antes de adentrarnos,
-
en su análisis
-
en cómo inducirlos a voluntad
-
en cómo conseguir la lucidez dentro del
sueño
-
en cómo proyectarnos durante el descanso
nocturno por otros planos o realidades...
Para responder por lo tanto a esta cuestión, y
cómo definición, diremos que,
los sueños son la representación "resumida" y
simbólica, en muchos casos, de los procesos de almacenamiento,
integración, análisis y decodificación de toda la información
acumulada durante el día en el cuerpo mental.
Esa información proviene de múltiples lugares:
-
las experiencias y vivencias recientes de
la persona
-
la información que nos llega de otras
vidas simultáneas y realidades paralelas "en tiempo real"
-
la reubicación de los datos presentes en
la memoria a muchos niveles de profundidad
-
la información captada de otras personas,
entornos y planos por nuestro sistema energético...
Su origen está en los mecanismos que se dan, por
la noche, para organizar toda esa información.
Es decir, puesto que los programas de las esferas
mentales tienen como objetivo archivar, catalogar y procesar todos
los paquetes de datos que recibimos continuamente, se aprovechan los
momentos de descanso del cuerpo, generalmente durante la noche, para
ejecutar éstas acciones de mantenimiento de la psique,
filtrado de datos y limpieza de paquetes de información
presentes en ella.
De ello se encargan los programas de la esfera
mental subconsciente, que es la que siempre está activa y trabajando
en nuestros procesos internos aun cuando los programas que dirigen
la personalidad están "descansando",
haciendo que los procesos de la esfera mental
consciente que nos dirige en "vigilia" se ralenticen y/o
apaguen, para permitir la recuperación, descanso y
reequilibrio de todo el sistema físico y energético.
Esos procesos, y diferentes mecanismos que
estudiamos, son los que producen los sueños que tenemos cada noche
y, gracias al traspaso de información entre partes de la psique
mientras estamos durmiendo,
nos podemos hacer semi-conscientes de los
sueños porque siempre hay una parte de la personalidad que está
pendiente del desarrollo de todos los procesos externos e
internos del cuerpo.
Por lo tanto, aun estando dormidos, recibimos
información de esos procesos mentales internos y de la información
que está siendo analizada, procesada o decodificada.
Sin embargo,
¿porqué no siempre recordamos lo que soñamos?
Como la creación de los sueños es un producto
resultado de procesos de revisión y archivado mental de información,
en general, la parte de la personalidad "interna" que está
supervisando el trabajo de análisis y procesado de los datos
subconscientes, no está pendiente, normalmente, de transferir a la
memoria a corto plazo de vigilia el contenido de la información
analizada por la noche,
ya que ésta no es necesaria, generalmente,
para la gestión del día a día, por lo que el contenido de estos
procesos, que a veces percibimos como recuerdos de algo que
hemos soñado, se suele disipar rápidamente en cuanto volvemos a
despertar cada mañana.
Si, por cualquier motivo, parte de la información
que los mecanismos subconscientes de la psique han estado analizando
y archivando tiene un alto impacto emocional o energético, o existe
la intención y necesidad de comunicar esta información, entonces es
más sencillo que,
la parte "consciente" de la psique que
monitoriza el proceso guarde esa información durante más tiempo
hasta el momento del despertar, lo que provoca que podamos
recordar algunas cosas (algunos sueños) con más viveza y
claridad, mientras otras con menos o nulo recuerdo porque se
disipan más rápidamente.
Esto no significa que soñar no sea un proceso que
valga la pena monitorizar conscientemente, o que no valga la pena
acordarnos de cada pensamiento que analizamos por la noche, sino
que,
en un alto número de ocasiones, su origen y
creación es un proceso automático de mantenimiento de la psique
que se da simplemente por la configuración de nuestras esferas
mentales, y por la forma de trabajar del cuerpo mental,
archivando todos los datos que éste recibe para un óptimo
funcionamiento de nuestra psique y estructura energética.
Por otro lado, y cómo todo siempre,
puede servir tanto a la parte consciente como
a nuestros niveles subconscientes, si el alma o
el YS creen que puede ser
importante para la personalidad de vigilia acordarse de algo que
ha sido analizado o procesado por la noche, aunque sea de forma
simbólica, puede guardar en un "buffer" (almacén o repositorio
mental) parte de esa información,
...para que sea transmitida al "yo" que esté al
mando de la psique al despertarnos por la mañana, de forma que
recordemos esa información (ese sueño) que puede tener algún dato
importante para nosotros dentro del conjunto de cosas que tenemos
archivadas en nuestra psique.
Este "buffer" o pequeño almacén mental se ubica en la capa
consciente del cuerpo mental, y se usa como lugar de intercambio de
datos entre la esfera mental consciente y la subconsciente, de forma
que, si nuestro subconsciente quiere enviar algo a la personalidad
"de vigilia", deja esos paquetes en esta zona, y los programas de la
esfera consciente los recogen y los pasan a los yoes activos
de la personalidad, que, entonces,
reciben ese "dato" desde el subconsciente sea
en forma de recuerdo, intuición o "certeza interna".
Así, entonces, al despertarnos, tendremos vivo
recuerdo de lo que hemos soñado, pues los mecanismos internos de la
mente lo han almacenado expresamente dentro de una zona a la que la
personalidad "de día" tiene acceso más fácilmente.
Gracias a ello se puede aprovechar mucho mejor el
potencial que tiene para nosotros acceder a la información que
maneja nuestra estructura interna durante el periodo de descanso, y
aprovecharla durante el periodo de vigilia.
Y esta explicación es solo el principio de un increíble viaje de
descubrimiento interno que podemos llevar a cabo con la
exploración del mundo onírico.
Desde,
-
técnicas para recibir respuestas a
problemas o cuestiones que tengamos en la cabeza
-
hasta la forma de inducir
sueños lúcidos para tomar
el control del proceso,
...o entender cómo durante la noche nuestro
sistema energético, al regenerarse y recargarse, influencia el
contenido de lo que soñamos.
El mundo de los sueños son una puerta fascinante
para el descubrimiento de múltiples facetas del ser humano que
existen en nosotros pero a las que, en general, no tenemos acceso
durante la vigilia...
|