del Sitio Web
MaestroViejo
En las diversas corrientes de pensamiento se sitúa una génesis oculta que encierra en sí las semillas de una unificación casi imperceptible.
Tal hilo luminoso, una especie de cordón umbilical, une ritos, operaciones, simbologías y ceremonias que en apariencia pudieran parecer distantes, pero que a través de una observación más atenta muestran extraordinarias analogías.
Estas conexiones no son fruto de la casualidad, sino que, por el contrario, surgen de un análisis eminentemente práctico elaborado durante años, lejos de teorías estériles y fantasías delirantes.
Estos "pseudo-iniciados" se arrogan el derecho de juzgar y de pontificar sin poseer las claves que certifiquen la validez de lo que dicen.
Desconfíen de ellos...
Las "plantas de poder" sirven para
generar un particular estado alterado de la consciencia, cuya
finalidad es llegar al autoconocimiento. A este respecto es
importante puntualizar que el uso de dichas drogas debe estar
necesariamente en manos de personas expertas, auténticos
chamanes que mediante profundos conocimientos y gran maestría
sean capaces de utilizar las dosis adecuadas para lograr el
mencionado estado.
La drogodependencia nada tiene que ver con el contexto iniciático ni con la sacralidad. Un drogadicto es todo lo contrario a un hombre de conocimiento, conviene aclararlo.
De hecho, la palabra chamán proviene de la expresión tungu saman y significa "el que está en éxtasis".
En el caso de la popular novela 'Alicia en el País de las Maravillas' hallamos algunos elementos metafóricos referidos a la cuestión que tratamos en este artículo.
Por ejemplo, cuando Alicia ha entrado ya en la dimensión paralela, se desespera a causa de sus reducidas dimensiones y pide ayuda a un extraño personaje:
Este pasaje, es evidente, alude a los hongos amanita muscaria, un cactus sagrado ligado a la cultura yaqui y a la de los nativos americanos en general.
Walt Disney, 'iniciado' en
determinados conocimientos esotéricos, muestra lo que decimos de un
modo más evidente en su genial filme de animación inspirado en
Alicia en el país de las maravillas. La oruga, de hecho, está
representada fumándose un narguile (una especie de pipa).
El narguile es un objeto que alude a estados de éxtasis alcanzados con sustancias psicotrópicas. Alicia, además, se sienta encima de un hongo que recuerda de alguna manera al peyote.
Sus propiedades, capaces de agrandar o
empequeñecer a quien lo toma, llevan tanto a la supresión
momentánea del ego como a la expansión de la consciencia, es
decir, al microcosmos (Hombre) y al macrocosmos (Universo).
En este caso la droga debe proveer un
apoyo para trascender la consciencia, permitiendo penetrar en
el reino astral y en los distintos
planos que lo componen. Al igual que en el chamanismo, el éxtasis
asume un valor indiscutible en el contexto alquímico.
Existen numerosos puntos de contacto entre la senda del chamán y el ligado a la alquimia operativa.
El chamán desciende al reino de las sombras o de los arquetipos oscuros, para entrar en contacto con los espíritus de los difuntos, o con entidades extrahumanas que él controla.
A esta primera operación le sigue la
obra en blanco (Albedo alquímica), el estado luminoso que anuncia
una nueva transmutación. Para el chamán, dicho estado se puede
obtener mediante el trance, lo que le permitirá liberar su cuerpo
astral y atravesar el tiempo y el espacio, con el fin de acceder a
los "otros territorios", aquellos situados más allá de la vida y de
la muerte.
Este fuego natural, o azufre vital, combina las formas que están ocultas dentro de su misma sustancia.
El chamán, por su parte, llega a dominar
mediante su adiestramiento el elemento ígneo (o espíritu invisible).
Por este motivo se dice que es amo del fuego. No es de sorprender
que pueda caminar sobre él y hasta tocarlo sin sufrir quemaduras.
¿Es posible lograr un estado de éxtasis sin consumir sustancias psicotrópicas? Definitivamente, sí.
Existen técnicas herméticas que pueden
suplir el uso de drogas, pero para ello se necesita un férreo
adiestramiento. Mencionaremos algunas de estas técnicas de un modo
genérico, pero sin entrar en detalles, pues excederíamos el espacio
asignado para este trabajo.
Así, el principio de la correspondencia
se basa en el hecho de que siempre existe relación entre las leyes y
los fenómenos de los diversos planos. Si se consigue captar el sentido oculto de su funcionamiento, es posible acceder a los secretos custodiados por la naturaleza y sus procesos más velados. Tal principio es universalmente conocido y aplicable sobre varios planos del universo material, mental y espiritual.
Los antiguos hermetistas lo consideraban
como uno de los más importantes instrumentos mentales para eliminar
los obstáculos que impiden el acceso al mundo de los Misterios.
Tal como afirmaban los maestros del hermetismo:
En nuestros días, la ciencia expresa este mismo concepto, aunque con otras palabras.
Lo sorprendente es que la ley en
cuestión fue enunciada en tiempos muy remotos por los maestros del
antiguo Egipto, los llamados hierofantes.
Cuanto mayor es su vibración, más alta resulta su posición en la escala del ser.
Mediante la concentración, la meditación
y una particular respiración, con el tiempo se puede percibir y
dominar este poder, consiguiendo vibrar al unísono con el Todo.
Observamos que hay aquí una referencia
explícita al andrógino alquímico, al igual que una alusión a la
parte femenina lunar.
Esta duplicidad tiene que ver también con el cuerpo físico y el astral, dos caras de la misma moneda.
La primera asociación de ideas que surge en la mente después de haber leído este postulado, nos conduce a las diferentes fases de la luna, a la marea baja y alta, a la dualidad de la mente y a muchas otras cuestiones.
La capacidad de emitir un soplo
magnético frío y caliente se integra en las peculiaridades del
principio que estamos analizando. Tal capacidad es bien conocida por
los magnetizadores, pero también por quienes operan mágicamente de
forma seria.
Basta con pensar en las técnicas de inspiración y espiración, acompañadas por ejercicios de visualización, utilizadas por algunos iniciados para la creación de los elementos (aire, agua, fuego y tierra).
Se trata de una operación muy peligrosa
sobre la que no diremos absolutamente nada. Examinar el mundo de las
causas ayuda al futuro alquimista a obtener la posesión de ese
elemento misterioso que impregna cualquier manifestación física e
hiperfísica.
Cedamos nuevamente la palabra a los sabios maestros del hermetismo:
La regla hermética enunciada pone en
evidencia que existe una causa para cada efecto y un efecto que
preside cada causa.
El verdadero sabio, el auténtico
hermetista y alquimista, conoce el arte sutil y los métodos
operativos para superar el llamado plano ordinario de causas y
efectos.
Elevarse a un plano superior significa
dominar la corriente vulgar y profana, convirtiéndose en dueño del
camino de uno mismo.
Este texto, cuya naturaleza oculta aún
hoy permanece en el más absoluto misterio, es la síntesis de las
leyes secretas de la naturaleza.
El secreto de dicho concepto contiene un conocimiento inimaginable, un poder sin igual.
Transmutación es un término que en
líneas generales se refiere al antiguo arte de la conversión de
metales - especialmente los más vulgares - en oro.
La acción transmutativa, desde un punto
de vista mental, designa la capacidad de transformar los estados,
formas y condiciones mentales, en otros tantos estados mentales,
formas y condiciones. En resumen, la transmutación mental es el arte
de la química mental.
Si lo que es universal lo es por su
naturaleza mental, entonces la transmutación debe corresponder a un
proceso de cambio que actúe sobre las condiciones del universo, en
función de la materia, de la fuerza y de la mente.
Una vez establecido que todo es mental, el maestro tendría que ser capaz de controlar tanto las condiciones materiales, como las mentales.
Sólo quien ha avanzado en la práctica
alquímica puede intervenir con éxito en la realidad circundante,
dominando condiciones físicas de gran alcance, hasta lograr el
control sobre los elementos.
De todos modos, lo verdaderamente importante es estar abiertos al conocimiento.
|