por Eduardo Martínez
de la Fe
Editor de
Tendencias21
05 Marzo 2021
del Sitio Web
Tendencias21
Los
científicos iniciarán
una nueva
exploración del centro de la Tierra
para confirmar
que el núcleo interno
tiene algo más
profundo y desconocido
que ha
permanecido oculto
más de 1.000
millones de años...
Más de 80 años después de que la sismóloga danesa
Inge Lehmann descubriera que la
Tierra tenía un núcleo interno sólido, una nueva investigación ha
determinado que ese núcleo interno tiene otro núcleo en su interior.
En aquel entonces, Lehmann dedujo la presencia de ese núcleo interno
observando los sismogramas de terremotos ocurridos en Nueva Zelanda.
Esos sismogramas indicaban que las ondas sísmicas de esos
terremotos se reflejaban al chocar
con el núcleo y entonces podían ser detectadas por sismógrafos
situados en la superficie terrestre.
Gracias a esas detecciones de las ondas sísmicas, y al análisis del
campo magnético terrestre, otros científicos han ido afinando con el
tiempo las dimensiones del núcleo interno:
se trata de una
esfera sólida con un radio de 1.220 kilómetros, que es
aproximadamente el 20% del radio total del planeta.
Su masa representa al
uno por ciento del volumen total de la Tierra.
También se ha podido
establecer que el núcleo interno crece unos 0,05 mm cada año, que
está compuesto por una aleación de hierro y níquel con algunos otros
elementos, y que la temperatura en su superficie está en torno a los
5.000 grados Celsius.
Más núcleos
Después del descubrimiento de Lehmann se ha especulado con la
posibilidad de otro núcleo dentro del núcleo interno, pero una nueva
investigación dirigida por la geofísica de la Universidad Nacional
Australiana,
Joanne Stephenson, ha
encontrado la evidencia que faltaba.
Para llegar a esa conclusión, Stephenson y su equipo utilizaron un
algoritmo de búsqueda muy inteligente que rastreó miles de modelos
previos del núcleo interno y los combinó con datos reunidos durante
décadas sobre el tiempo que tardan las ondas sísmicas en viajar a
través del planeta.
Como resultado, los investigadores apreciaron datos significativos,
como claras diferencias en la composición del material que forma el
núcleo interno, lo que provoca diferentes refracciones de las ondas
sísmicas.
El cambio en la composición se ha percibido en la estructura de
hierro del núcleo interno, claro indicio de que no es homogénea
(como se creía hasta ahora), sino que tiene como dos
estructuras diferentes...
Esta apreciación ha llevado a los investigadores a concluir que lo
que hasta ahora conocíamos como núcleo interno en realidad está
dividido, y que una parte se desarrolló en un momento geológico del
pasado, y la otra parte en otro momento posterior de la formación de
la Tierra.
"Encontramos
evidencias que pueden indicar un cambio en la estructura del
hierro, lo que sugiere quizás dos eventos de enfriamiento
separados en la historia de la Tierra", explica Joanne
Stephenson en
un comunicado.
Interior de la Tierra,
de
otros planetas y de la Luna.
Crédito:
WikiImages en Pixabay.
Nuevo capítulo
geológico
Añade que los detalles de esos dos eventos geológicos que formaron
dos "niveles diferentes" de núcleo terrestre todavía son
desconocidos, pero que abren un nuevo capítulo en el conocimiento
del turbulento periodo de formación que experimentó la Tierra hace
4.600 millones de años.
Profundizar en este conocimiento no es tarea sencilla, advierten los
investigadores en un artículo publicado en el Journal of
Geophysical Research:
la información
histórica de los terremotos ocurridos en la Tierra no es
suficiente para establecer una conclusión definitiva sobre este
núcleo del núcleo interno del planeta.
No descartan que el
desarrollo de nuevos métodos de seguimiento de las ondas sísmicas
pueda en el futuro conseguir mayores datos y permitir la
confirmación de la existencia de ese segundo núcleo interno del
planeta.
Las investigaciones realizadas con anterioridad habían concluido que
ese supuesto núcleo dentro del núcleo ocupaba más de la mitad del
núcleo interno y que contenía cristales de hierro diferentes:
apuntan a una
dirección geográfica que no se corresponde con la de los mismos
cristales del núcleo interno conocido.
Esta constatación
desconcierta a los científicos y todavía hoy sigue rodeada de
misterio.
Cinco capas
terrestres
Puede que en algún momento tengamos que cambiar los libros de
texto porque la Tierra, aparentemente, tiene cinco, y no cuatro,
capas principales:
-
la corteza
-
el manto
-
el núcleo externo
-
el núcleo interno
-
el núcleo dentro
del núcleo interno (todavía sin nombre propio)
Los científicos inician
ahora un nuevo viaje al centro de la Tierra para descifrar
cómo es realmente la capa geológica más interna del planeta, que se
formó hace más de 1.000 millones de años, cuando todavía no era una
esfera sólida, y que todavía nos sigue deparando tanta sorpresas
como las que vivieron los protagonistas de
la novela de Julio Verne,
publicada por primera vez en 1864...
Referencia
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