Esto podría revelar algunos detalles hasta ahora desconocidos sobre la historia de la formación y evolución de la Tierra, sugiriendo un importante acontecimiento global al principio de la historia de nuestro planeta.
En el centro, con un radio de unos 1.227 kilómetros, se encuentra el núcleo interno, la parte más densa del planeta, una bola sólida compuesta principalmente de hierro y níquel, que representa menos del 1% del volumen de la Tierra.
Se cree que ese campo
magnético mantiene la radiación nociva fuera y la atmósfera dentro,
permitiendo que la vida prospere. Así pues, los cambios en el núcleo interno podrían desencadenar cambios en la dinamo, lo que a su vez podría tener implicaciones para la habitabilidad de la Tierra a lo largo del tiempo.
Lo llamaron el núcleo más interno, y otros estudios han confirmado su existencia.
Pero ha sido difícil averiguar más sobre él, en parte porque está oculto por muchas otras capas y en parte porque colocar estaciones sísmicas en los lugares adecuados puede ser difícil.
Ahora, los sismólogos
Thanh-Son Phạm y
Hrvoje Tkalčić, de la
Australian National University (ANU), en Australia, han
descubierto una forma de extraer datos del núcleo más interno de
esas grabaciones.
los rayos de reverberaciones quíntuples a lo largo del diámetro de la Tierra. Crédito: Drew Whitehouse, National Computational Infrastructure’s Vizlab, Australian National University
Así es como los científicos han obtenido un mapa tan detallado de lo que hay dentro de la Tierra.
Hasta ahora, los
científicos no tenían constancia de más de dos pasadas de un evento
sísmico por el planeta. Al apilar los datos - sumando una colección de señales sísmicas en una sola traza - Phạm y Tkalčić pudieron amplificar la señal de varios eventos sísmicos importantes, batiendo así este récord.
Por primera vez, identificaron reverberaciones sísmicas triples, cuádruples y quíntuples, lo que a su vez permitió un sondeo más detallado del núcleo interno que el logrado anteriormente.
Esta estructura podría
ser el resultado de un cambio fundamental en el crecimiento del
núcleo interno en algún momento del pasado de la Tierra. La investigación, afirman Phạm y Tkalčić, significa que ahora tenemos pruebas suficientes de la existencia del núcleo interno más interno, y que los esfuerzos futuros deberían centrarse en caracterizarlo, el núcleo interno externo y el límite entre ambos.
Esto demuestra que las respuestas que buscamos pueden estar ya esperando en los datos a que alguien las descubra.
Los hallazgos de la
investigación (Up-to-fivefold
reverberating waves through the Earth's center and distinctly
anisotropic innermost inner core) han sido publicados en
la revista
Nature Communications.
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