por Ella Alderson del Sitio Web Medium
traducción de
Adela Kaufmann
El Planeta Nueve (ex-Planeta Diez o X) es un planeta que se predice será aproximadamente 10 veces la masa de nuestra Tierra, y que orbita en algún lugar del distante sistema solar.
Se predijo en '2014' y desde entonces hemos estado encontrando más y más confirmaciones de ello en nuestro sistema solar.
Se ha observado un grupo de estos objetos con órbitas de forma idéntica que viajan en la misma dirección en lugar de tener las órbitas aleatorias que esperamos.
Las órbitas también están inclinadas lejos de la nuestra en lo que parece ser la influencia de una fuente de gravedad más grande.
Si bien hay una posibilidad en 14.000 de que esto podría ser una coincidencia, los científicos están de acuerdo en que, con la creciente cantidad de evidencia, es muy poco probable que esto es todo al azar.
La solución más convincente, de lejos, es la existencia de este siempre evasivo Planeta Nueve.
El
Cinturón de Kuiper (KB - Kuiper Belt) en sí mismo no
puede ser la causa de estas anomalías, ya que tendría que ser 100
veces más grande para tener ese efecto en este grupo de objetos.
Esto significa que sus órbitas entran en contacto entre sí y están sincronizados, pero los planetas y los objetos nunca se tocan.
afectaría las órbitas del grupo
de objetos del Cinturón de Kuiper.
Con la introducción de este nuevo mundo, podría salir a la luz que en realidad son los planetas los que están inclinados y no el sol.
Una colisión al principio de la formación de nuestro sistema solar podría haber causado que la órbita del Planeta Nueve se incline alejándose de las órbitas de los otros planetas, lo que resultaría en una inclinación en todo nuestro sistema para compensar la diferencia.
Las
simulaciones por computadora colocan la inclinación orbital del
Planeta Nueve a 30 grados, un número que encaja perfectamente con
las observaciones actuales que tenemos de las órbitas de nuestros
propios planetas.
También se estima que este nuevo mundo está a una distancia 300-900
veces mayor del sol que la nuestra y su órbita es tan lenta que un
año en el Planeta Nueve equivaldría a 10.000-20.000 años
terrestres.
Nuestro viejo modelo geocéntrico del sistema solar que puso a la Tierra en el centro fue aceptado por más de 1,000 años antes de ser reemplazado por el modelo heliocéntrico en el siglo 17.
Y
sin embargo, el modelo geocéntrico aún era preciso para predecir los
ciclos del cielo, las estaciones, todo lo que necesitábamos en ese
momento para la vida y la agricultura.
Tantos astrónomos en 1800 notaron esto que cuando en 1846 se encontró Neptuno, nadie podía decidir quién había hecho realmente el descubrimiento.
Del mismo modo, las anomalías en las órbitas de Neptuno y Urano llevaron al descubrimiento del planeta enano Plutón en 1930.
Los cálculos para el descubrimiento de Neptuno habían sido tan precisos que se encontró a menos de un grado de donde se teorizó que existían.
Bueno, no sabemos exactamente dónde buscar...
A diferencia de Neptuno, no tenemos coordenadas sobre dónde podría estar este nuevo planeta en la enorme área de búsqueda del distante sistema solar.
Debido a que está tan lejos del sol, es probable que tampoco sea muy visible. También es importante dónde está durante su órbita.
¿Está actualmente cerca del sol, o en su punto más alejado?
Hasta que lo observemos directamente, hay una hipótesis comprobable que dice que si el planeta está allí, los objetos en el lado opuesto del sistema solar deberían tener una órbita similar a la del grupo de objetos del Cinturón de Kuiper.
Otras teorías incluyen que el Planeta Nueve fue en realidad un
planeta salvaje que fue capturado por la gravedad de nuestro propio
sistema solar, en lugar de formarse a su lado.
Sin embargo, es una evidencia convincente y es emocionante pensar que un mundo completamente nuevo podría ser descubierto por nosotros.
Su existencia nos daría una imagen más completa de nuestro sistema solar y su infancia.
También podríamos predecir con mayor frecuencia la frecuencia con la que los cometas nos alcanzarían y nos provocaría la pregunta,
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