por D.M. Murdock (Acharya S)
2013
del Sitio Web
TruthBeKnown
traducción de Editorial-Streicher
01 Octubre 2015
del Sitio Web
Editorial-Streicher
Versión original en ingles
Presentamos
en castellano un texto que se encuentra
publicado en el sitio truthbeknown.com de su
autora D. M. Murdock, alias Acharya S.
Habla acerca de la
génesis de la religión coránica y repasa algunos
aspectos de la misma, citando diversas fuentes
accesibles por cualquiera. No es un estudio
profundo sino un trabajo de divulgación.
Nos parece
importante que se conozcan diversos tópicos
relativos a una religión caracterizada por su
insensatez y obnubilación, todo fruto de su
psicología profundamente ignorante y de la
rudeza de sus costumbres, siendo como es,
también, una "religión" racialmente centrada,
otro credo solamente étnico, imposible de
adoptar por mentes más evolucionadas (y no nos
referimos a su mística, único aspecto que podría
ser invitado a un coloquio racional).
LOS ORÍGENES DEL ISLAM
"El mundo islámico ya no está en
otra parte... en cambio, Chicago, con sus 50 mezquitas y casi
medio millón de musulmanes, es parte del mundo islámico".
The Harvard Pluralism Project
"Una encuesta de Abril de 2001 efectuada por CAIR encontró que
el 69% de los musulmanes en EE.UU. dice que es 'absolutamente
fundamental' o 'muy importante' tener enseñanzas salafistas
(similares a la ideología islámica radical Wahhabi) en sus
mezquitas (el 67% de los encuestados también expresó su acuerdo
con la afirmación de que 'Estados Unidos es una sociedad inmoral
y corrupta')"
Doctor Moorthy Muthuswamy
"El Corán nos dice:
'No hagáis amistad con judíos ni
cristianos' (5:51), 'matad a los incrédulos dondequiera que
los encontremos' (2:191), 'asesinadlos y tratadlos
severamente' (9:123), 'combatid y matad a los paganos,
apresadlos, asediadlos, y acechadlos en cada estratagema'
(9:5).
El Corán exige que luchemos contra
los incrédulos, y promete que,
'Si hay veinte de ustedes,
ustedes vencerán a doscientos: si hay cien, ustedes vencerán
a mil de ellos' (8:65)"
Institute for the Secularisation
of Islamic Society
Puesto que el Islam es una de las
religiones de más rápido crecimiento en el mundo, por medio de
conversiones, pero sobre todo por medio de la reproducción de sus
adherentes, hay una necesidad enorme de abordar este asunto, el
cual, debido a enloquecidos fanáticos islámicos, produce temor en
los corazones de muchos no-musulmanes.
Rivalizando con el cristianismo y con
aproximadamente 270 millones de personas muertas en su nombre, el
Islam representa una de las ideologías más sangrientas y represivas
que la especie humana haya presenciado hasta ahora. [1]
Este asunto es muy importante no sólo debido a la expansión del
Islam y a la integración de sus líderes de todo del mundo, sino
también porque ciertos líderes musulmanes, preocupados por
rectificar la mala reputación del Islam, hacen declaraciones como,
"Existen 1.800 millones de
musulmanes en el mundo, y el 99,9% es amante de la paz".
Haitham Bundakji
Si fuese verdadera esta declaración,
sería atemorizante por su enormidad como tranquilizadora por su
docilidad.
Sin embargo, la doctrina islámica es
cualquier cosa menos "amante de la paz", ya que constantemente pide
la matanza de "idólatras" e "infieles" (p. ej., Q 2:191, 9:5, 9:73),
entre otros desagradables comentarios en el Corán así como en otros
textos, como los hadiths (hadices).
Si bien esta cifra de 1.800 millones parece ser alta por el momento,
según diversas predicciones y los objetivos islamistas declarados,
el Islam barrerá el mundo, pero, contrariamente a los buenos deseos
de algunos de sus adherentes, esta invasión no será pacífica.
Sería seguro decir que a pocos
no-musulmanes les gustaría ver este mundo a cargo del Islam, el
cual, junto con el cristianismo, representa lo peor del despotismo
oriental. A muchos futuristas y visionarios les gustaría ver a este
planeta libre de religiones, sobre todo de aquellas que están
pegadas en la Edad Media.
En efecto, para aquellos que disfrutan
de la mayor libertad de expresión, estas predicciones y
depredaciones son escalofriantes, porque el Islam es una teocracia
ferviente con poco espacio para la individualidad, sin mencionar que
él denigra completamente el aspecto femenino de la creación.
Opresión de
las Mujeres e Intolerancia Cultural
Esta represión de la mujer es tristemente irónica cuando uno
considera las raíces del Islam, pero no es inesperada en un mundo
que, durante los pasados mil años, ha hecho todo lo que ha estado
dentro de su poder para subyugar a las mujeres simplemente debido a
diferencias físicas, una necesidad de dominación masculina
compartida con los monos y otras "bestias menores".
Mientras algunos pueden afirmar que esta
subyugación y esclavización de las mujeres es una tradición cultural
más bien que una religiosa, aquello no importa, ya que esto viene de
la mano con religiones que enseñan que hay un separado dios del
espacio exterior que es exclusivamente masculino.
En el Islam, este dios es interpretado
por las mentes de los musulmanes como que es un hombre árabe o
persa, a diferencia del hombre judío de la ideología
judeo-cristiana. Esta interpretación racista, etnocéntrica,
culturalmente intolerante y sexista de algún dios "infinito"
parecería ser un completo absurdo.
Sin embargo, en lo que parece ser
arrogancia suprema y megalomanía, a muchos individuos les gustaría
que el mundo entero creyera que esto es verdadero.
Mujeres en el infierno, quemándose
y atravesados sus
pechos con garfios,
según visión de
Mahoma en su visita al infierno,
junto al ángel
Gabriel y el caballo mitológico Buraq,
según una ilustración
persa del siglo XV.
Según Mahoma, el infierno estaba poblado
en su mayoría por mujeres.
¿Cuáles son los orígenes del Islam?
Bien, la religión musulmana está
obviamente construida sobre la tradición judeo-cristiana, pero es
también una reacción a dicha tradición, que excluyó y vilipendió a
las diversas culturas árabes.
Tal como sus hermanos y hermanas judíos,
los árabes semíticos remontan su linaje hasta el patriarca bíblico
Abraham, que es descrito en la Biblia como habiendo copulado con
Agar la egipcia, engendrando al progenitor de la raza árabe, Ismael.
Mientras los judíos interpretan ese
cuento para justificar su propia ideología etnocéntrica, los
musulmanes lo interpretan para que calce con la suya, afirmando que
"Dios" haría del pueblo de Ismael una "gran nación" (Génesis 21:18).
De manera típica, en vez de buscar la
verdad acerca de este cuento, sus defensores lo han convertido en
una competencia política para la dominación global.
El Patriarca
Ficticio
Como numerosos personajes bíblicos, Abraham es evidentemente un
constructo mitológico, no una "persona real".
Como la investigadora independiente
Barbara G. Walker declara en The Woman's Encyclopedia of
Myths and Secrets (pp. 5-6) acerca de Abraham,
"Este nombre que significa 'Padre
Brahm' parece haber sido una versión semítica del patriarcal
dios Brahma de la India; él fue también el Abrama islámico, el
fundador de La Meca.
Pero las leyendas islámicas dicen
que Abraham fue un intruso tardío en el santuario de La Kaaba.
Él lo compró a las sacerdotisas de su Diosa original. Sara, 'la
Reina', era uno de los títulos de la Diosa, que se convirtió en
un nombre de la 'esposa' bíblica de Abraham.
Los escritores del Antiguo
Testamento pretenden que las alianzas de Sara con príncipes
egipcios fueron sólo amoríos arreglados por Abraham para su
propia ganancia, lo que lamentablemente lo presentó a él como un
alcahuete (Génesis 12:16) así como un potencial asesino de su
hijo (Génesis 22:10).
"En el cuento del cuasi-asesinato de Isaac, Abraham asumió el
papel del sacerdote de sacrificio al estilo druídico, para lavar
los árboles sagrados de Yahvé con la Sangre del Hijo: una
antigua costumbre, de la cual el sacrificio de Jesús fue
sólo una variante tardía.
Yahvé primero se apareció a
Abraham en el roble sagrado de Siquem, donde Abraham construyó
su altar. Más tarde Abraham construyó un altar al roble dios de
Mamré en Hebrón.
Incluso en el siglo IV d.C.,
Constantino dijo que la casa de Abraham en el Roble de Mamré
era todavía un santuario:
'Se cuenta que los ídolos más
condenables están establecidos al lado de ella, y que un
altar está muy cerca, y que sacrificios impuros son
constantemente ofrecidos'."
Alá, Nueva
Versión de la Diosa Luna
Esta descripción de los orígenes de Abraham significa que el
judaísmo fue construido sobre muy antiguos mitos, de manera que
ninguna de sus religiones descendientes, el cristianismo y el Islam,
pueden afirmar verdaderamente que son de origen divino o
"inspirado".
En cuanto al dios del Islam, Alá, Walker
tiene lo siguiente para decir (p. 22):
"Más tarde ocurrió la
masculinización islámica de la Diosa árabe, Al-Lat o Al-Ilat -
la Allatu de los babilónicos - anteriormente adorada en La Kaaba
en La Meca. Se ha mostrado que 'el Alá del Islam' fue una
transformación masculina de 'la primitiva deidad lunar de
Arabia'.
Su antiguo símbolo, la media luna,
todavía aparece en las banderas islámicas, aunque los musulmanes
modernos ya no admiten ningún simbolismo femenino relacionado
con el Alá totalmente patriarcal".
En efecto, el Corán verifica el status
de Alá como lunar o del cielo nocturno:
"Recuerda el nombre de nuestro Señor
mañana y tarde; en la noche adóralo: alábalo toda la noche".
(Q 76:23)
Y en Q 2:189:
"Ellos te preguntan acerca de las
fases de la Luna. Diles: 'Ellas son períodos fijados para la
Humanidad y para la peregrinación'."
En Pagan Rites in Judaism (p.
97), Theodor Reik afirma, en un capítulo llamado "La Antigua
Diosa Lunar Semítica":
"Todos los semitas tuvieron una vez
un culto a la Luna como el poder supremo. Cuando Mahoma derrocó
la antigua religión de Arabia, él no se atrevió a deshacerse del
culto lunar en una manera radical.
Sólo mucho más tarde él fue lo
suficientemente poderoso para prohibir la postración ante la
Luna (Corán, sura 4:37).
Antes de los tiempos islámicos la
deidad lunar era el objeto más prominente de los cultos en la
antigua Arabia. Las mujeres árabes todavía insisten en que la
Luna es el padre de la Humanidad.
"Sir G. Rawlinson remonta el nombre 'caldeos' a la designación
de la antigua capital Ur (Chur), a ser traducido como adoradores
de la Luna. El semítico dios Luna era 'la deidad especial y el
protector de las mujeres'.
Los babilónicos adoraban a
la diosa Ishtar, que es
idéntica con la gran diosa árabe y tiene el epíteto de 'Nuestra
Señora'... Ella también tiene el título de 'Reina del Cielo',
que realmente significa la Reina de las Estrellas.
Ella tenía cuernos y era, como todas
las diosas lunares, representada por una vaca celestial.
"Las tribus hebreas, o mejor dicho sus antepasados, fueron la
última ola de migrantes desde Arabia. El culto de su dios estaba
asociado con el monte Sinaí, la montaña de la Luna. Los expertos
suponen que el nombre Sinaí se derivó de Sin, el nombre del
babilónico dios Luna.
En el libro del Éxodo (3:1) Sinaí es
llamado la 'montaña de los Elohim. Esto sugiere que había sido
sagrado durante mucho tiempo'.
"En el Antiguo Testamento, que es una colección de escritos muy
antiguos, a menudo editados, la Luna aparece tanto como un poder
del bien (Deut. 33:14) como del mal (Salmo 121:6).
Los rastros de la antigua adoración
lunar fueron enérgicamente removidos del texto por redactores
posteriores. Unos cuantos permanecieron, sin embargo, y pueden
ser reconocidos en las prohibiciones del Deuteronomio.
En 4:19 los israelitas son
advertidos:
'Y, mirando al cielo, y viendo
el Sol, y la Luna, y las estrellas, y todo el ornato del
cielo, no te extravíes y los adores y les sirvas', y en 17:3
se prescribe el castigo por apedreamiento para la persona
que 'hubiere ido y servido a dioses ajenos, y se hubiere
inclinado a ellos, ora al Sol, o a la Luna, o a todo el
ejército del cielo'.
El Señor predice (Jer. 8:2) que los
huesos de los reyes y los príncipes de Judá no serán sepultados
sino esparcidos,
'delante del Sol, y la Luna, y
todos los ejércitos del cielo, a quienes ellos han amado, y
a quienes ellos han servido, y a quienes ellos han
adorado'."
En The Origin of All Religious
Worship (pp. 25-26), acerca de la astro-teología árabe, que era
una continuación de esta antigua tradición lunar semítica,
Charles Dupuis sostiene:
"La Luna era la gran divinidad de
los árabes.
Los sarracenos le dieron el epíteto
de Cabar o la Grande; su Media Luna adorna hasta este día los
monumentos religiosos de los turcos. Su elevación bajo el signo
del Toro, constituyó una de las principales fiestas de los
sarracenos y de los árabes sabeos. Cada tribu árabe estaba bajo
la invocación de una constelación. Cada una adoraba uno de los
cuerpos celestes como su genio tutelar.
"La Kaaba de los árabes era, antes del tiempo de Mahoma, un
templo dedicado a la Luna.
La piedra negra que los musulmanes
besan con tanta devoción hasta este día, es, como se pretende,
una antigua estatua de Saturnus. Las paredes de la gran mezquita
de Kufah, construida sobre los fundamentos del antiguo Pyrea o
templo del fuego, están llenas de figuras de planetas
artísticamente grabadas.
La antigua adoración de los árabes
era el Sabeísmo, una religión universalmente extendida por todas
partes del Oriente. El cielo y las estrellas eran los
principales objetos de ella.
"Esta religión era la de los antiguos caldeos, y los orientales
pretendían que su Ibrahim o Abraham fue criado en aquella
doctrina. Aún puede verse en Hella, sobre las ruinas de la
antigua Babilonia, una mezquita llamada Mesched Eschams, o
mezquita del Sol.
Fue en esta ciudad que existió el
antiguo templo de Bel, o el Sol, la gran Divinidad de los
babilónicos; éste es el mismo dios a quien los persas erigieron
templos y consagraron imágenes bajo el nombre de Mitra".
Astro-Teología
en La Meca
Uno de los sitios para esta adoración árabe de los "ejércitos del
cielo" era La Meca.
Acerca de la Kaaba de La Meca, el sitio
más sagrado de los musulmanes, Walker (487) escribe:
"Lugar sagrado de la piedra sagrada
en La Meca, anteriormente dedicado a la Triple Diosa pre-islámica
Manat, Al-Lat (Alá), y Al-Uzza, la 'Anciana Mujer' adorada por
los miembros de la tribu de Mahoma, los coreichitas.
La piedra también fue llamada Kubaba,
Kuba o Kube, y ha sido vinculada con el nombre de Cibeles (Kybela),
la Gran Madre de los Dioses. La piedra llevaba el emblema del
yoni [órgano genital femenino], como la Piedra Negra adorada por
los devotos de Artemisa.
Ahora es considerada como el centro
sagrado del Islam patriarcal, y su simbolismo femenino se ha
perdido, aunque los sacerdotes de la Kaaba todavía sean
conocidos como los Hijos de la Anciana Mujer".
Y un traductor del Corán, N.J. Dawood,
dice:
"Mucho antes de la vocación de
Mahoma, el paganismo árabe estaba mostrando signos de
decaimiento.
En la Ka'bah los habitantes de La
Meca adoraban no sólo a Alá, el supremo dios semítico, sino
también a diversas deidades femeninas a quienes ellos
consideraban como hijas de Alá.
Entre aquéllas estaban Al-Lat, Al-Uzza
y Manat, que representaban al Sol, Venus y la Fortuna
respectivamente".
Matriarcado
Árabe
En cuanto a la nación de Arabia, Walker afirma que, antes de la
invasión del Islam, ella había sido una cultura matriarcal durante
más de mil años:
"Los Anales de Asurbanipal decían
que Arabia fue gobernada por reinas durante tanto tiempo como
cualquiera podría recordar...
"Las leyendas de Mahoma claramente le dieron una formación
familiar matriarcal. El matrimonio de sus padres era matrilocal
[vivían entre la familia de la esposa]. Su madre permaneció con
su propia familia y recibía a su marido como un visitante
ocasional...
"La Arabia pre-islámica era dominada por los clanes centrados en
la mujer. Los matrimonios eran matrilocales, y la herencia era
matrilineal. La poliandria - varios maridos para una sola esposa
- era común. Los hombres vivían en las casas de sus mujeres. El
divorcio era iniciado por la esposa. Si ella ponía su tienda
para que mirara hacia el Este durante tres noches seguidas, el
marido era expulsado y se le prohibía entrar en la tienda otra
vez.
"Las doctrinas atribuidas a Mahoma simplemente invirtieron el
sistema antiguo en favor de los varones. Un marido musulmán
podía despedir a su esposa diciendo 'Me divorcio de ti' tres
veces. Como en Europa, el cambio desde el matriarcado al
patriarcado ocurrió sólo gradualmente y tras una larga lucha.
"Sin embargo, la historia de Arabia de la temprana Edad Media es
casi toda leyenda. Al igual que Buda, Confucio, Jesús y otros
fundadores de religiones patriarcales, Mahoma carece de una real
verificación." [2]
No hay ninguna información
confiable acerca de su vida o de sus enseñanzas.
La mayoría de las historias sobre él son
tan apócrifas como la historia de que su ataúd cuelga para siempre
en el aire "entre el cielo y la tierra", como los cuerpos de los
antiguos reyes sagrados.
"Con o sin Mahoma, el Islam tuvo
éxito en llegar a ser completamente dominado por los varones, no
haciendo ningún lugar para las mujeres excepto en la esclavitud
o en la reclusión del harem.
Las mezquitas islámicas todavía
llevan signos inscriptos que dicen:
'A mujeres y perros y otros
animales impuros no se les permite entrar'.
"Sin embargo, los rastros de la
Diosa demostraron ser inerradicables.
Al igual que la Virgen María, la
Reina del Cielo entre los árabes recibió una forma mortal y una
posición subordinada como Fátima, la 'hija' de Mahoma. Pero ella
no era ninguna hija real.
Ella fue conocida como Madre de su
Padre, y Fuente del Sol..."
¿Quién
Escribió el Corán?
En lo que concierne al Corán, el sagrado libro musulmán, Walker dice
(p. 513):
"Las escrituras mahometanas, a
menudo erróneamente se ha creído que fueron escritas por Mahoma.
Los musulmanes no creen eso. Pero muchos no saben que el Corán
fue una versión revisada y ampliada de la antigua Palabra de la
Diosa Kore, reverenciada por la tribu de Mahoma, los coreichitas
(Hijos de Kore), quienes protegían su santuario en La Meca.
"La escritura original fue hecha mucho antes del tiempo de
Mahoma por imanes consagrados, una palabra relacionada con el
semítico 'ima', 'madre'. Tal como las originales 'mahatmas' o
'grandes madres' de la India, los imanes originales eran
probablemente sacerdotisas del antiguo matriarcado árabe.
Se decía que ellos tomaron la
escritura de un prototipo que existía en el cielo desde el
comienzo de la eternidad, la 'Madre del Libro', es decir, la
Diosa misma, que llevaba el Libro del Destino en su pecho tal
como la Madre Tiamat llevaba las Tablillas del Destino.
A veces el Corán celestial era
llamado la Tablilla Conservada. Había algún parecido entre este
y otros libros legendarios de origen divino, como el texto de Ur,
el Libro de Toth, y la Tabla Esmeralda de Hermes.
"Como en el caso de la Biblia judeo-cristiana, el Corán fue
bastantemente reescrito para apoyar las nuevas leyes
patriarcales y borrar las figuras de la Diosa y sus
sacerdotisas".
En The Great Religious Leaders,
Charles Frances Potter dice de Mahoma:
"Es muy dudoso que él leyera algo de
la Biblia: en efecto, no ha sido probado que él alguna vez
leyera algo, o escribiera algo. Él se llamaba a sí mismo 'el
profeta analfabeto'."
Por supuesto, la mayor parte del Corán
está basada en la Biblia, tanto el Viejo como el Nuevo Testamento,
combinado con tradiciones árabes pre-islámicas y otras.
En cuanto a la falta de originalidad del
Corán, el experto en el Islam el doctor Daniel Pipes dice (Jerusalem
Post, 12 de Mayo de 2000):
"El Corán no es 'un producto de
Mahoma o siquiera de Arabia', sino una colección de materiales
litúrgicos judeo-cristianos más tempranos hilvanados para
satisfacer las necesidades de una época posterior".
El investigador bíblico doctor Robert
M. Price igualmente concuerda en cuanto a la naturaleza pre-islámica
de diversos textos coránicos:
"El Corán fue reunido a partir de
una variedad de textos Hagarenos previos (de ahí las
contradicciones en cuanto a la muerte de Jesús) a fin de
proporcionar a Mahoma un parecido de tipo Moisés con una Torá
propia..."
El experto islámico doctor Gerd R.
Puin concluye:
"Mi idea es que el Corán es una
especie de cóctel de textos que no fueron todos entendidos ni
siquiera en tiempos de Mahoma.
Muchos de ellos incluso pueden ser
cien años más antiguos que el Islam mismo. Incluso dentro de las
tradiciones islámicas hay un enorme cuerpo de información
contradictoria, incluyendo un significativo substrato
cristiano..."
De esta manera, el Corán no fue escrito
por Mahoma.
El Corán
Yemení
Añadiéndose significativamente a estos importantes conocimientos
estuvo el descubrimiento de 1972 en Sana'a, Yemen, de miles de
fragmentos de pergaminos del Corán, que eran probablemente los
manuscritos coránicos existentes más antiguos alguna vez
encontrados, que se remontaban a los siglos VII y VIII.
En cuanto a esos fragmentos, el profesor
que los fotografió, el doctor Puin, comenta:
"Muchos musulmanes tienen la
creencia de que todo lo que está entre las dos tapas del Corán
es simplemente la palabra inalterada de Dios.
A ellos les gusta citar el trabajo
textual que muestra que la Biblia tiene una historia y que no
cayó directamente del cielo, pero hasta ahora el Corán ha estado
fuera de esta discusión. El único modo de pasar a través de esa
muralla es demostrar que el Corán tiene una historia también.
Los fragmentos de Sana’a nos
ayudarán a hacer eso".
Acerca de los textos y las conclusiones
de Puin, Toby Lester de The Atlantic Monthly sostiene:
"...algunos de esos fragmentos
revelaron aberraciones pequeñas pero intrigantes del texto
coránico que permanece.
Tales aberraciones, aunque no
sorprendentes para los historiadores textuales, están
problemáticamente en desacuerdo con la creencia musulmana
ortodoxa de que el Corán como nos ha llegado hasta hoy es muy
simplemente la Palabra perfecta, eterna e inalterable de Dios...
Lo que los Coranes yemeníes parecen
sugerir, comenzó a sentir Puin, es que se trató de un texto
evolutivo más bien que simplemente la Palabra de Dios
como fue revelada en su totalidad al profeta Mahoma en el siglo
séptimo d.C."
Entre otros que han sopesado el valor
del descubrimiento yemeni se incluye el doctor Andrew Rippin,
un profesor de Estudios Islámicos:
"El impacto de los manuscritos
yemeníes todavía debe ser sentido. Sus variantes de lectura y
del orden de los versos son todas muy significativas. Todo el
mundo está de acuerdo en esto.
Estos manuscritos dicen que la
historia temprana de los textos coránicos es en gran parte una
cuestión sin resolver que muchos han sospechado:
el texto era menos estable, y
por lo tanto tenía menos autoridad, que lo que siempre se ha
afirmado".
Con respecto a lo mismo, el profesor de
historia islámica doctor R. Stephen Humphreys resume la
importancia del estudio de cómo fue creado el Corán y el papel de
los manuscritos yemeníes en esta búsqueda:
"Poner en perspectiva histórica el
Corán sería en efecto deslegitimar la experiencia histórica
entera de la comunidad musulmana.
El Corán es la Constitución para la
comunidad, el documento que la llamó a la existencia. E
idealmente aunque obviamente no siempre en realidad, la historia
islámica ha sido el esfuerzo para perseguir y poner en práctica
los mandamientos del Corán en la vida humana.
Si el Corán es un documento
histórico, entonces la lucha islámica entera de catorce siglos
es efectivamente carente de sentido".
La evidencia revela que el Corán fue
creado durante un período de décadas, si no siglos, por diversas
manos, más bien que representar una "revelación" singular y divina
del Todopoderoso a Mahoma. [3]
¿Quién Era
Mahoma?
Tal como ocurre con la historicidad de Buda, Jesús,
Moisés y otros, la de Mahoma es cuestionable.
Él parece ser todavía otra figura
religiosa de fachada inventada para crear una religión "estatal". Su
"historia" está llena de fantásticas leyendas, pero incluso si
llegásemos a encontrar una "persona histórica" allí, no sería una de
un carácter muy alto o afable.
Como dice Potter:
"En cuanto a mujeres, su gusto
estaba en viudas con temperamento... Como recreación, él se
deleitaba en fabricar zapatos. Quizás su mayor alegría era
cuando él contemplaba las cabezas cortadas de sus enemigos.
"Sus aversiones eran igualmente variadas. Él detestaba las ropas
de seda, el cobro de intereses, los perros, las mentiras de los
otros, los judíos y los cristianos. Él odiaba a los poetas, y
dijo: 'Cada pintor estará en el infierno'.
"Él era extremadamente vano. Una inteligente mujer poeta lo
satirizó. Ella fue asesinada cuando dormía con su niño en su
pecho, y el vengativo Mahoma elogió a su asesino. Una vez él
torturó a un judío para averiguar la localización de un tesoro
escondido y luego lo hizo matar y añadió a la viuda a su propio
harem. Extraño en efecto era el carácter del profeta. ¿Cómo
podría tal persona inspirar tal reverencia y lealtad? Éste es
uno de los rompecabezas de la Historia.
"No fue que él hubiera desarrollado una gran teología, tampoco,
porque la poca teología que tiene el Islam, digna de ese nombre,
fue elaborada después de que Mahoma llevaba tiempo muerto".
Según los hadiths (hadices) -
registros de supuestos dichos y actos de Mahoma y sus compañeros -
el profeta era en efecto de un carácter que repugnaría a cualquier
ser humano decente.
Un hadiz tras otro habla del
insaciable apetito sexual de Mahoma, que incluía tener sexo con su
"esposa" Aisha, quien tenía 9 años y no había alcanzado siquiera la
pubertad.
Diversas autoridades islámicas también
han afirmado que Mahoma comenzó a "muslear" a Aisha [thighing,
frotar su miembro entre los muslos de ella] cuando se casó con ella
cuando ésta tenía seis años de edad. [4]
En cuanto a cómo tal personaje pudo inspirar tal reverencia y
devoción, creeríamos que fue porque Mahoma y el Islam fueron
creados por todavía otra facción de "la hermandad" para
propósitos del competir con el judaísmo, el cristianismo, el
Zoroastrismo y otras religiones.
Como dice N.A. Morozov:
"...hasta las Cruzadas, el Islam era
indistinguible del judaísmo y... sólo entonces recibió su
carácter independiente, mientras Mahoma y los primeros califas
son figuras míticas".
Detrás de la creación de tales
ideologías están por lo general aquellos que más se benefician,
particularmente "terceros" fabricantes de armas, ya que estos credos
que dividen ponen para siempre una cultura contra otra.
"¡Deja Ir a Mi
Pueblo!"
A pesar de las tentativas poco convincentes hechas por individuos
bien intencionados para afirmar el pacificismo del Islam, el
hecho es que éste es una religión del guerrero del desierto y no fue
difundida por medios pacíficos.
Como dice Gerald Berry, en
Religions of the World (p. 62):
"En parte porque él necesitaba
fondos y en parte porque sus seguidores no eran expertos en la
agricultura como lo eran los naturales de Yathrib, [Mahoma]
organizó bandas guerreras para asaltar caravanas.
No teniendo ningún lazo con las
religiones más antiguas, él las envió incluso en los meses de
paz. Esto comenzó la Guerra Santa de Arabia. El movimiento
entero de Mahoma tomó el carácter de un militarismo religioso.
Él hizo de los musulmanes unos
luchadores fanáticos enseñando que la admisión en el Paraíso
estaba asegurado para todos aquellos que murieran luchando por
la causa de Alá".
Al final, el Islam, que significa
"sumisión", fue construido sobre mitos y tradiciones más antiguos, y
fue diseñado para usurpar el poder de cristianos, judíos y mujeres.
Si bien no tenemos ningún altercado con
toda la cultura árabe, realmente tenemos un problema grande con
ideologías que están llenas de verdades a medias y mentiras.
Por causa de la arrogancia y la
intolerancia, las culturas antiguas, junto con su variedad, justicia
y belleza, han llegado a ser casi borradas. En efecto, las
monolíticas religiones occidentales representan una degradación
masiva de la cultura.
Si los habitantes de este planeta simplemente llegaran a informarse
de los orígenes de sus tradiciones en su totalidad, podríamos vivir
en un mundo de enorme belleza y conocimiento, a diferencia de
ideologías feas, supersticiosas y represivas que son excluyentes e
intolerantes.
El Islam surgió debido a la represión
por parte del cristianismo y el judaísmo, así como por causa de una
desequilibrada cultura femeninamente orientada.
Tal como aquellas tradiciones, el Islam
está completamente fuera de equilibrio, y podemos sufrir todos por
ello, en particular si se cumplen las predicciones de que el Islam
será la religión más dominante en el mundo en las próximas décadas.
Como se declaró antes, hay pocas mujeres u hombres no-musulmanes que
desearían vivir en tal mundo.
A causa de esta aversión, esperaríamos
ver en el futuro innumerables y espantosas batallas y guerras
emprendidas en nombre de un dios u otro, como ha sucedido demasiado
a menudo en el pasado, especialmente con estos credos
abrahámicos monoteístas del judaísmo, el cristianismo y el
Islam.
Al final, estos tres son responsables de
la muerte de cientos de millones de personas, de manera que, ¿por
qué son considerados como "grandes religiones"? La cosa más "grande"
con respecto a ellas es su número de víctimas.
Si este mundo debe sobrevivir en la época que viene, necesitaremos a
tantas personas como sea posible para descartar todas
estas doctrinas que dividen.
Lo que necesitamos en este planeta,
ahora mismo, son seres humanos honestos, preocupados e íntegros que
estén motivados no por potenciales favores y recompensas de
deidades sádicas y etnocéntricas en el 'cielo',
sino por una innata decencia e integridad.
Sólo de esta manera podremos todos
nosotros vivir en paz más bien que en temor, que es el arma manejada
por la religión para convertir al "fiel".
Referencias
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http://www.politicalislam.com/tears-of-jihad/
-
http://freethoughtnation.com/forums/viewtopic.php?f=5&t=1735
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http://ayudamosconocer.com/significados/letra-s/sana-manuscritos.php
https://en.wikipedia.org/wiki/Sana%27a_manuscript
http://www.academia.edu/12044248/Guide_for_the_Perplexed_on_the_Sanaa_Manuscripts_its_discovery_...
http://www.islam-watch.org/home/78-sujit/46-earliest-quranic-manuscripts-of-sanaa-downfall-of-islam.html
-
http://wikiislam.net/wiki/Qur%27an,_Hadith_and_Scholars:Aisha#.22Thighing.22_Aisha
Fuentes
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Berry, Gerald, Religions of the
World, Barnes & Noble, 1955
-
Dawood, N. J., The Koran,
Londres, 1995
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Dupuis, Charles, The Origins of
All Religious Worship
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Glazov, Jamie, "The Yemeni Koran",
FrontpageMag.com
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Potter, Charles Francis, The
Great Religious Leaders, Nueva York, 1958
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Reik, Theodor, Pagan Rites in
Judaism, Nueva York, 1964
-
Walker, Barbara G., The Woman's
Encyclopedia of Myths and Secrets, San Francisco, 1983
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