15 Abril 2019
del
Sitio Web
SputnikNews
CC BY 2.0
CucombreLibre / Uruguay-947
Uruguay
se separó de la Iglesia Católica en 1918
y desde entonces
sustituyó todas sus fiestas religiosas
por
celebraciones laicas.
La 'Semana
Santa' pasó a ser 'Semana de Turismo',
un tiempo para
que las familias paseen por el país
y disfruten de
festivales culturales o deportivos...
Si bien la separación definitiva entre el Estado uruguayo y
la Iglesia Católica se dio en 1918 con la aprobación de
una nueva Constitución, el proceso de secularización había comenzado
varios años antes, con los primeros gobiernos que el país
suramericano tuvo en el siglo XX.
En efecto, fue durante la primera administración de
José Batlle y Ordoñez
(1903-1907), un político y periodista de pensamiento liberal, que se
aprobó la ley de divorcio...
Los gobiernos sucesivos,
también del
Partido Colorado, continuaron en la
misma línea, quitando crucifijos de oficinas públicas o sustituyendo
a la Iglesia Católica en la administración de escuelas y hospitales.
El segundo Gobierno de Batlle y Ordoñez (1911-1915) redobló la
apuesta y sentó las bases para la secularización que se plasmó en la
Constitución de 1918.
En su artículo 5°,
estableció que,
"el Estado no
sostiene religión alguna".
La separación tuvo un paso más en
1919, cuando una ley eliminó los feriados de origen
católico para sustituirlos por otros de denominación laica.
Así,
-
el feriado de
Reyes Magos del 6 de enero pasó a ser el 'Día de los Niños'
-
el Día de la
Virgen del 8 de diciembre se transformó en el 'Día de las
Playas'
-
la Navidad pasó a
llamarse 'Día de la Familia'
Bajo el mismo espíritu,
la ley también modificó el nombre de la Semana Santa para
colocarle una denominación laica.
"Declárase feriada la
sexta semana siguiente a Carnaval con el nombre de Semana de
Turismo", estableció la norma.
Para
Nicolás Guigou, antropólogo
uruguayo especializado en el estudio de religiones, la decisión de
sustituir con nombres laicos las festividades católicas "fue
fundamental" para el proceso de 'laicización' de la población
uruguaya.
"Los seres humanos
entendemos el mundo a través de símbolos y [el cambio de
nombres] le otorgó una cantidad de sentidos diferentes que
hicieron que un montón de colectividades no católicas pudieran
integrarse y celebrar", señaló.
El éxito de las fiestas
laicas fue dispar, señaló el experto.
Mientras el 'Día de las
Playas' o la 'Semana de Turismo' fueron adoptadas rápidamente por la
sociedad, los días de Reyes o Navidad continuaron
siendo celebrados bajo su denominación católica.
"La Semana de Turismo
funcionó de manera fenomenal", remarcó Guigou, indicando que la
consigna de "pasear con la familia" propuesta por el Estado
logró imponerse sobre el sacrificio reivindicado por la liturgia
católica.
Declarar como feriado
toda la semana, y no solamente jueves y viernes como en la mayoría
de los países católicos, también fue un punto clave.
"El Estado fue vivo y
vio que 'si le damos la semana libre, esta gente pierde la fe
rápidamente'," bromeó el antropólogo.
La Semana de Turismo,
a su vez, fue dando lugar a otro tipo de festivales y tradiciones
culturales o deportivas que reforzaron la identificación no
religiosa de la semana:
-
la 'Semana
Criolla', por la realización de un festival campestre en
Montevideo
-
la 'Semana de la
Vuelta Ciclista', por una tradicional competencia de
ciclismo
-
la 'Semana de la
Cerveza', por un histórico festival en la ciudad de
Paysandú,
...son algunas de las
otras denominaciones que se volvieron costumbre para los uruguayos,
distanciados de las creencias católicas.
"Desacralizamos
el catolicismo pero
sacralizamos el tiempo libre, el turismo, la Semana Criolla. Lo
mundano, pasarla bien, en contra de toda la cuestión de las
procesiones católicas, el 'martirio', la 'crucifixión',"
sintetizó.
|