TESTAMENTO DE NOSTRADAMUS
Testamento para el señor y maestro
Michel Nostradamus, doctor en
Medicina, astrónomo,
consejero y médico ordinario del rey.
El año de la Natividad de nuestro señor mil quinientos sesenta y
seis y el decimoséptimo día del mes de junio, sepan todos los presentes y los que en el futuro este
escrito verán. Como no hay cosa más cierta que la muerte ni cosa más incierta que la hora de ella, por
esto es que delante y en mi presencia Joseph Roche notario real y escribano juramentado de la presente
ciudad de Salon diócesis de Arlés que firma al pie y de los testigos más adelante nombrados, se presentó
personalmente el maestro Michel Nostradamus, doctor en Medicina y astrónomo de la dicha ciudad de Salon, consejero y médico ordinario del rey, el cual se considera y está en su sano juicio, habla bien,
ve y oye. Aunque en todo esto esté debilitado por causa de cierta enfermedad corporal y avanzada edad
de la cual él está actualmente aquejado, queriendo proveer mientras está en vida sobre sus bienes
que Dios el Creador le ha dado y prestado en este mundo mortal, a fin de que después de su muerte y
defunción no haya cuestión, proceso ni diferencia sobre dichos bienes; por esto dicho maestro
Michel Nostradamus de su buen deseo puro y franco querer, propio movimiento, deliberación y voluntad ha
hecho ordena y establece su testamento nuncupativo, disposición y ordenanza final y extrema
voluntad de todos y cada uno de sus bienes que Dios el Creador le ha dado y prestado en este mundo
mortal de la forma y manera que sigue:
Y primeramente el dicho maestro
Michel Nostradamus testador como
bueno, verdadero y fiel cristiano ha recomendado y recomienda su alma a Dios el Creador,
rogándole a dicho creador que según sus designios y cuando sea su buena voluntad llamarlo tenga de ella
piedad, compasión y misericordia y la coloque en el reino eterno del paraíso; y puesto que después del
alma el cuerpo es la cosa más digna de este siglo, por esto dicho maestro Miguel Nostradamus testador ha
querido y ordenado que después que el alma sea aspirada de su cuerpo éste sea llevado
honorablemente a sepultura en la iglesia del Convento de San Francisco del dicho Salon y entre la gran puerta de
ella y del altar de Santa Marta allí donde ha querido que se haga una tumba o monumento contra la
muralla; y así ha querido y ordenado que su dicho cuerpo sea acompañado con cuatro cirios de una libra la
pieza; y también ha querido y ordenado el dicho testador que todas sus exequias y funerales sean
hechos a discreción de sus ejecutadores testamentarios más adelante nombrados;
Y también ha legado y querido y ordenado el dicho testador que sean
entregados a trece pobres seis sueldos para cada uno una vez solamente pagables después de su
deceso y defunción, los cuales pobres serán elegidos a la discreción de sus ejecutadores
testamentarios más adelante nombrados; y también ha legado y deja el dicho maestro Miguel Nostradamus
testador a los Frailes de la Observancia de San Pedro de Canon un escudo una vez solamente pagable
inmediatamente después de su defunción; y también ha legado y deja el dicho testador a la Capilla
de Nuestra Señora de los Penitentes blancos de dicho Salon un escudo pagable una vez solamente
inmediatamente después de su deceso y defunción e igualmente ha legado y lega a los Frailes Menores del
Convento de San Francisco de dicho Salon dos escudos una vez solamente pagable inmediatamente después
de su deceso y defunción.
E igualmente ha legado y deja el dicho testador a la honesta niña
Magdalena Besaudine, hija de Loys Bezaudin su primo hermano, la suma de diez escudos de oro
pistolas, los cuales ha querido le sean entregados cuando ella sea colocada en matrimonio y no de otra
manera, de tal modo que si la dicha Magdalena viniera a morir antes de ser colocada en matrimonio ha
querido y quiere dicho testador que el presente legado sea nulo;
Y de la misma manera ha legado y deja dicho maestro Miguel
Nostradamus testador a la niña Magdalena Nostradamus su hija legítima y natural y de la señora Ana
Ponsarde su mujer en común la suma de seiscientos escudos sol de oro pagados una vez solamente el
día que ella sea colocada en matrimonio; e igualmente ha legado y lega dicho maestro Miguel
Nostradamus testador a las niñas Ana y Diana de Nostradamus sus hijas legítimas y naturales y de la citada
señora Ana Ponsarde su mujer en común y a cada una de ellas la suma de quinientos escudos de oro
pistolas pagables a cada una de ellas el día que sean colocadas en matrimonio y, en el caso en que
dichas niñas Magdalena Ana y Diana hermanas o una de ellas viniesen a morir en pupilaje o de otra
manera sin herederos legítimos y naturales, en dicho caso ha sustituido a cada una de dichas
Magdalena Ana y Diana sus herederos más adelante nombrados;
Y también ha legado y deja el dicho maestro Miguel Nostradamus
testador a la dicha señora Ana Ponsarde su mujer bien amada la suma de cuatrocientos escudos de oro
pistolas, los cuales el dicho testador ha querido sean entregados a la dicha Ponsarde su mujer
inmediatamente después del fin y defunción del dicho testador, y de los cuales cuatrocientos escudos
la dicha Ponsarde gozará en tanto que ella viva viuda y en el nombre del dicho testador, y, en el caso
de que la dicha Ponsarde se vuelva a casar, en el dicho caso el dicho testador ha querido que los citados
cuatrocientos escudos sean restituidos a sus herederos más adelante nombrados; y si la dicha
Ponsarde no llegara a casarse de nuevo, en tal caso el dicho testador ha querido que ella pueda legar
y dejar los dichos cuatrocientos escudos a uno de sus hijos del dicho testador aquel o aquellos que a
ella le parezca bien, con tal que de todas maneras no los pueda dejar a otro que a sus dichos hijos de
dicho testador e igualmente ha legado y lega dicho testador a dicha señora Ana Ponsarde su mujer el uso y
habitación de la tercera parte de toda la casa de dicho testador la cual tercera parte la dicha
Ponsarde escogerá según su voluntad y gozará de ella en tanto que viva viuda en su nombre de dicho
testador;
Y también ha legado y deja a la dicha señora Ponsarde una caja de
nogal llamada la caja grande que se encuentra en la sala de la casa del dicho testador, junto con
la otra pequeña próxima a ella cerca del lecho, y también el lecho que está en la sala citada con su
“bassaque”, colchones, cojín, almohada, cobertor de tapicería, cortinas y dosel que están en dicho lecho, y
también seis sábanas, cuatro toallas, doce servilletas, media docena de platos grandes, media docena de
platos chicos, media docena de tazas, dos jarras, una jarra grande y una jarra chica, una jarra
para poner agua y un salero, todo esto en estaño, y otros muebles de la casa que le sean necesarios según su
situación, tres botas para guardar su vino y una pequeña pila cuadrada que se encuentra en el sótano;
los cuales muebles, después del fin de la dicha Ponsarde o en el caso de volverse a casar, ha querido
dicho testador vuelvan a sus herederos aquí más adelante nombrados; e igualmente ha legado y deja
dicho testador a la dicha señora Ana Ponsarde su mujer todas sus ropas, vestimentas, sortijas y joyas
para de ellas hacer según su placer y voluntad;
Y también ha prelegado y prelega dicho maestro
Miguel Nostradamus
testador todos y cada uno de sus libros que tiene a aquel de sus hijos que aprovechará más el
estudio y que haya “aspirado más el humo de la lámpara”, los cuales libros junto con las cartas que se
encontrarán en la casa del citado testador dicho testador no ha querido de ninguna manera sean
inventarios ni descritos sino que sean amarrados en paquetes y canastas hasta que aquel a quien estén
destinados llegue a la edad de recibirlos y puestos en una habitación de la casa del citado
testador;
Y también a prelegado y prelega dicho testador a César de
Nostradamus su hijo legítimo y natural y de la citada señora Ponsarde su mujer en común su casa
donde vive actualmente; igualmente ha prelegado y prelega dicho testador la copa que tiene el citado
testador de plata sobredorada e igualmente las grandes sillas de madera y de hierro que se
encuentran en la dicha casa, quedando de todas maneras el legado hecho a la citada
Ana Ponsarde su mujer en
su fuerza y virtud entretanto que ella viva viuda y en el nombre del dicho testador; y dicha casa
quedará como bien común indiviso en lo que respecta al uso entre los dichos César, Carlos y Andrés sus
hermanos hasta que todos los dichos hermanos hijos del dicho testador lleguen a la edad de veinticinco
años, después de este tiempo la dicha casa será enteramente del dicho César para que haga de ella según su
placer y voluntad; quedando siempre de todas maneras el legado hecho a la dicha Ponsarde su
madre en lo que respecta a dicha casa en su fuerza y virtud;
Y de la misma manera dicho testador ha prelegado y prelega a dicho
Carlos de Nostradamus su hijo legítimo y natural y de dicha señora Ana Ponsarde su mujer en
común la suma de 100 escudos oro pistolas una vez solamente, los cuales cien escudos dicho Carlos
podrá tomar sobre toda la herencia antes de partir cuando llegue a la edad de veinticinco años e
igualmente he prelegado y prelega dicho testador a dicho Andrés de Nostradamus su hijo legítimo y natural y
de dicha señora Ana Ponsarde en común la suma de cien escudos de oro pistolas una vez solamente, los
cuales cien escudos dicho Andrés podrá tomar y levantar sobre toda la herencia antes de partir
cuando sea como queda dicho de la edad de veinticinco años.
Y porque la institución de heredero es el principio y fundamento de
cada testamento sin la cual todo testamento se ha convertido y hecho nulo y sin valor; por esto,
aquel citado maestro Miguel de Nostradamus testador de buen grado, pura y franca voluntad, en todo
y cada uno de sus otros bienes muebles inmuebles presentes y futuros derechos, nombres cuentas y
acciones deuda cualesquiera que sean, donde ellas sean nombradas, situadas o asentadas y sobre
cualquier especie, nombre o cualidad que sean, ha hecho, creado, ordenado y establecido, y por estas
presentes hace, crea y ordena y establece y ha nombrado y nombra de su propia boca por sus nombres y
apellidos sus herederos universales y particulares: a saber, los dichos César, Carlos,
Andrés de Nostradamus sus hijos legítimos y naturales y de la citada señora Ana Ponsarde en común por iguales
partes porciones, sustituyéndolos uno al otro si llegaran a morir en pupilaje o de otra manera sin
herederos legítimos y naturales; y si dicha señora Ana Ponsarde su mujer estuviera encinta e hiciere un hijo o
dos los ha hecho herederos igualmente como los otros con igual sustitución; y si ella hiciera
una o dos hijas, les ha legado y deja dicho testador a aquélla y a cada una de ellas la suma de quinientos
escudos pistolas con los mismos pagos y sustituciones que a las otras:
Y también ha querido y quiere dicho testador que sus citados hijos e
hijas no puedan colocarse en matrimonio si no es con el consentimiento y buena voluntad de
dicha Ana Ponsarde su madre y de los
más próximos parientes de dicho testador; y en el caso de que todos
vinieran a morir sin herederos legítimos y naturales, ha sustituido y sustituye dicho testador al
último de ellos las dichas señoritas Magdalena, Ana y Diana de Nostradamus sus hermanas e hijas del dicho
testador;
Y porque el dicho testador ve que su herencia consiste la mayor
parte en dinero contante y deudas, ha querido el dicho testador que cuando sean exigidos dichos
dineros contantes y deudas sean entregados en manos de dos o tres comerciantes solventes con
ganancia y provecho honesto; y también porque ha visto que sus hijos son de corta edad y quedan en pupilaje
constituidos, los ha proveído de tutora y administradora testamentaria de sus personas y bienes a
saber: la dicha señora Ana Ponsarde su mujer, de la que especialmente se confía siempre que se obligue a
hacer buen y leal inventario; no queriendo de todas maneras que ella pueda estar obligada a vender
algún mueble o utensilio de la casa de la citada herencia y esto mientras ella viva viuda y en el nombre
de dicho testador, prohibiendo toda alienación de muebles de cualquier clase que sea de manera que sean
guardados y después divididos a los citados niños y herederos cuando sean como está dicho de la edad
de veinticinco años; la cual tutora tomará y recobrará el provecho y ganancia del citado dinero que será
puesto en manos de dichos comerciantes para del dicho provecho alimentarse ella y sus dichos
hijos calzarse y vestirse y proveerse de lo que sea necesario según su calidad, sin que de dichos frutos
ella sea obligada a rendir alguna cuenta sino solamente proveer a sus hijos como está dicho;
prohibiendo expresamente dicho testador que sus citados herederos puedan pedir parte de sus citada herencia
en aquello que se conservará en dinero mientras no sean de edad de veinticinco años, y tocante a los
legados hechos a sus citadas hijas se tomarán sobre los fondos de dinero que será colocado en manos de
los dichos comerciantes cuando ellas vengan a ser colocadas en matrimonio según los antedichos
legados; queriendo además dicho testador que ninguno de sus hermanos del dicho testador tenga ni
pueda tener ningún manejo o cargo de dicha herencia; por el contrario ha dejado el total cuidado y
gobierno de ella y de la persona de sus citados hijos a la antes dicha señora Ana Ponsarde su mujer;
Y a ese fin de que este su presente testamento pueda ser ejecutado
en la mejor forma aun en aquello que toca y concierne las ataduras lastimeras de su alma; por
esto, el dicho maestro Miguel de Nostradamus testador ha hecho y ordenado sus fiadores ejecutores
testamentarios de su presente testamento como sigue: Palamides Marcq escudero señor de
Chasteauneuf y señor Jacques Sufren burgués del dicho Salon; a los cuales y a cada uno de estos ha dado
y da el dicho testador plenos poderes facultad y autoridad para ejecutar su presente testamento y
para hacerlo tomar de sus bienes y hacer todo aquello a que verdaderos ejecutores testamentarios son
autorizados y tienen costumbre de hacer;
El cual su presenta testamento ha querido y quiere el dicho maestro
Miguel Nostradamus testador ser y debe ser su último testamento nuncupativo,
disposición y ordenanza final de todos y cada uno de sus bienes el cual entiende hacer valer por título y no como
testamento codicilo donación por causa de muerte o de cualquiera otra manera y forma que él pudiera
valer, aboliendo anulando y revocando todos los otros testamentos codicilos donaciones por causa
de muerte y otras últimas voluntades por él anteriormente ante notario hechos y pasados,
quedando éste presente en toda su fuerza y virtud; así ha querido y requiere de mí dicho suscrito
notario y testigos más adelante nombrados guardar recuerdo de su dicho presente testamento y cosas contenidas
en él los cuales testigos él ha conocido bien y nombrado por sus nombres y los cuales testigos de la
misma manera han conocido al citado testador, y que yo antedicho notario redacte y ponga por
escrito su presente testamento para servir a sus citados herederos y otros a quienes pertenecerá en
tiempo y lugar como es justo.
E inmediatamente el dicho maestro Miguel Nostradamus testador ha
dicho y declarado en presencia de los testigos más adelante nombrados tener en dinero
contante la suma de tres mil cuatrocientos cuarenta y cuatro escudos y diez sueldos los cuales ha
exhibido y mostrado realmente en presencia de los testigos más adelante nombrados en las monedas
específicas como sigue primero en treinta y seis nobles rosa, ducados simples ciento uno, angelotes
setenta y nueve, dobles ducados ciento veintiséis, escudos viejos cuatro, leones de oro en forma de escudos
viejos dos, un escudo del rey Luis, una medalla de oro valiendo dos escudos, florines de Alemania ocho,
imperiales diez, marionetas diecisiete, medios escudos sol ocho, escudos sol mil cuatrocientos
diecinueve, escudos pistolas mil doscientos, tres piezas de oro dichas portuguesas valiendo treinta y
seis escudos, que suman todas las antedichas sumas de dinero contante reducidas juntas la citada suma
de tres mil cuatrocientos cuarenta y cuatro escudos y diez sueldos; y también ha hecho aparecer dicho
testador tanto por su libro como por obligaciones y cédulas como por intereses que él tiene adeudos por
la suma de mil seiscientos escudos; las cuales sumas de dinero contante han sido colocadas en tres
cofres o cajas que se encuentran en la casa del dicho Nostradamus; las llaves de las cuales han sido
entregadas la una a Palamides Marcq señor de Chastauneuf, la otra al señor Martín Mianson cónsul y la
otra al señor Jacques Sufren burgués de dicho Salon que ellos han recibido realmente, después de haber
sido puesto el dinero en dichas cajas por ellos mismos.
Hecho, pasado, y publicado en dicho Salon y en el
estudio de la casa del dicho señor maestro Miguel Nostradamus testador en presencia de los señores
Joseph Raynaud burgués, Martín Mianson cónsul, Jehan Allegret tesorero, Palamides Marcq escudero
señor de Chasteauneuf, Guilhaume Giraud, nobles Arnaud Demisane, Jaumet Viguier escudero y fraile
Vidal de Vidal guardían del Convento de San Francisco de dicho Salon, testigos ad ce requis y llamados;
los cuales testador y testigos yo dicho notario ha requerido a firmar, según la ordenanza del Rey, los
cuales han suscrito, excepto el dicho Reynaud testigo que ha dicho no saber escribir.
Así firmado en su primer original: Miguel Nostradamus, Martín
Mianson cónsul, Jehan Allegrey tesorero, Vidal de Vidal guardían, Barthesard Damysane testigo, P.
Marcq testigo, J. Viguier, Guillaume Giraud.
(Firma del notario Roche)
Codicilo para mi señor maestro Miguel de Nostradamus, doctor en
Medicina, astrónomo, consejero y médico ordinario del rey.
El año de la Natividad de nuestro Señor mil quinientos sesenta y
seis y el último día del mes de junio, sepan todos los presentes y los que en futuro este escrito
verán que, ante mí y en presencia de mí Joseph Roche notario real y escribano jurado de la presente ciudad
de Salon diócesis de Arlés que suscribe y de los testigos citados más adelante, fue presente en
persona el señor maestro Miguel Nostradamus, doctor en Medicina, astrónomo consejero y médico
ordinario del rey, el cual considerando y sintetizando en su memoria como él dice haber hecho su último
testamento nuncupativo, tomado y recibido por mí dicho y suscrito notario en el año presente y el
decimoséptimo día del presente mes de junio, en el cual entre otras cosas contenidas en él ha hecho sus
herederos a César, Carlos y Andrés de Nostradamus sus hijos y porque a cada uno le es lícito y permitido
de derecho codicilar y hacer sus codicilos después de su testamento por los cuales a su dicho
testamento puede aumentar o disminuir o de cualquier otra manera abolir completamente; por esto el dicho
Maestro Miguel de Nostradamus queriendo hacer sus codicilos y presentemente codicilando y
agregando a su dicho testamento, ha legado y lega al dicho César de Nostradamus su hijo bien amado y
coheredero su astrolabio de latón junto con su gran anillo de oro con la piedra cornalina engastada en
él, y esto además y por sobre el prelegado hecho a él por el dicho Nostradamus su padre en su dicho
testamento;
Y también ha legado y lega a la niña Magdalena de Nostradamus su
hija legítima y natural además de aquello que la ha sido legado por su dicha testamento a
saber: dos cofres de madera de nogal que están en el estudio del dicho codicilante, junto con las
vestimentas, anillos y joyas que la dicha niña Magdalena tenga en los dichos cofres, sin que nadie pueda ver
ni observar lo que haya en ellos habiéndola hecho dueña del dicho legado la dicha niña podrá tomar de
su propia autoridad sin que sea obligada a tomarlo por mano de otro ni consentimiento de nadie;
Y en todas y cada una de las otras cosas contenidas y declaradas en
su dicho testamento el dicho maestro Miguel de Nostradamus codicilante ha aprobado,
ratificado y confirmado y ha querido y quiere que ellas valgan y tengan siempre valor perpetuo y firmeza y
también ha querido el dicho codicilante que el presente codicilo y todo lo contenido en él tenga
virtud y firmeza por derecho del codicilo o epístola y por derecho de toda otra última voluntad y
para la mejor forma y manera en que pudiera hacerse; y ha requerido y requiere de mí dicho y suscrito
notario y testigos más adelante nombrados que recuerden su dicho presente codicilo, los cuales
testigos él ha conocido bien y nombrado por su nombre y los cuales testigos también han conocido al dicho
codicilante, por lo cual y por lo que el dicho maestro Miguel de Nostradamus ha querido que sea hecha un acta
a aquellos a quienes de derecho pertenecerá por mí dicho y suscrito notario.
Hecho pasado y publicado en el dicho Salon y en la casa del dicho
codicilante en presencia del señor Jehan Allegret tesorero, Maestro Anthoine Paris doctor en
Medicina, Jehan Giraud denominado Bessonne, Guilhen Heyraud boticario y maestro Gervais Berard,
cirujano de dicho Salon, testigos requeridos y llamados; los cuales codicilante y testigos yo dicho
notario ha requerido que firmen siguiendo la ordenanza del rey y los que han firmado abajo excepto
dicho testigo Giraud que dice no saber escribir;
Así firmado en su primer original: M. Nostradamus, Jehan Allegret,
Gervais Berard, A. Paris, Guilhen Heyraud testigos.
(Firma del notario Roche)
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PROFECIAS PARA EL 3ER MILENIO
“¡Seguimos vivos! Pasó el 11 de agosto y, una vez más, nada ocurrió.
No cayó la Mir, tampoco se incendió París y la reputación de Nostradamus como profeta ha
sido, de nuevo, puesta en jaque.” Así se expresaba, hace poco, en sus Reflexiones de portada, el
Director de una conocida revista esotérica de tirada nacional. Y es que, las declaraciones
precipitadas y fallidas de Paco Rabanne y el desarrollo natural del eclipse de Sol, sin nada anormal que
resaltar, ha llevado a muchos a dar un suspiro de alivio y a seguir viviendo cómodos y confiados. Ese ha
sido el principal mal causado por la hipersensibilidad excitada e inoportuna del modisto parisino y de
los agoreros de catástrofes a fecha fija, que han tergiversado lo dicho por el profeta francés. Ahora,
la
Humanidad vive tranquila, ciega y sorda, sin sospechar las trágicas sorpresas que se le avecinan, porque el
eclipse ha potenciado una serie de influencias maléficas que darán lugar (de hecho ya lo están dando) a
una larga cadena de hechos aterradores, con cataclismos y guerras que irán acrecentándose en
los próximos meses y en los años venideros, y muchos han vuelto a desprestigiar a
Michel de
Nostredame, achacándole el fallo de unas predicciones que él nunca hizo.
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LA CUARTETA FATÍDICA
El año mil novecientos noventa y nueve siete mes, Del cielo vendrá un gran Rey de espano: Resucitar el gran Rey de cuna Angélica, Antes, después Marte, reinar en buena hora.
Muchos han especulado sobre este augurio concreto del profeta
francés, y cuando se entra en el terreno de la especulación es muy fácil equivocarse. El interpretar
sus predicciones aisladamente ha llevado a bastantes al error. Basándose en esta cuarteta 72 de la
Centuria X, que corresponde a la Profecía 989 del libro “¡NOSTRADAMUS DESPIERTA!”, y que contiene en
su primer verso una fecha determinada, julio de 1999, han dado por hecho que el vidente de
Salón se refería al final del mundo, a la caída de un asteroide que acabaría con la Tierra, al eclipse y a
todo lo que se les ha ocurrido. Así, por las buenas. Todo falso.
Realmente, esta cuarteta la puso Nostradamus para marcar un tiempo
“stop”. Si se observa la fecha en cuestión se verá que, en 1999, el número 1 es el símbolo de
la Divinidad, como el 9 lo es de la Humanidad. Julio es el mes 7 del año y el 7 simboliza, entre otras
cosas, “la plenitud”. Significa, pues, este verso, que ya se ha llegado al tiempo límite concedido por la
Divinidad a los hombres para reflexionar sobre su forma de obrar y rectificar su conducta
maligna. Quiere decir que la paciencia de Dios ya se ha terminado y ahora la Humanidad tendrá que enfrentarse
a los efectos de las causas que ha provocado. Es el momento en que el Sumo Hacedor ha dicho “Alto”
al proceder inicuo de esta raza, que se verá forzada a recolectar los frutos amargos de su obra
perversa.
A partir de ese mes, como el hombre no ha rectificado su conducta
maligna, comenzó el ocaso de esta Humanidad, simbolizado en el eclipse solar. Desde ese
momento, las cosas irían de mal en peor, y ya se está viendo con los terremotos de Turquía, Grecia, Taiwán,
México, los Ángeles, el huracán Irene, inundaciones en diversos lugares, genocidio en Timor, guerra
en Chechenia, desastres de todo tipo, despertar de volcanes, y un largo etc. Lo que viene de camino,
hasta el final de todo, será cada vez más amargo y desolador.
Ya en esta situación, el resto de la cuarteta no se refiere, como
comentan algunos, a la venida de un astro de terror, ni al de Angulema, ni al gran Mongol. La
palabra “Angolmois”, del texto francés, es una fusión del apócope de “Angelique”, Angélico, y “mois”, cuna. El
profeta escribió “Angelmois”, cuna Angélica. Por tanto, alude a que, en ese tiempo de julio de 1999,
comienzan a hacerse los preparativos de la Venida del Hijo del Hombre, el Rey de Cuna Angélica, el que
dijo “Mi Reino no es de este mundo”, que será esplendorosa, pero llevará el terror a muchos, pues el Rey
del Cielo vendrá escoltado por las milicias celestes en miles de platillos volantes (los “caballos
blancos” del Apocalipsis), y numerosa gente temerá una invasión Extraterrestre, tras la psicosis creada por
tantos partidarios de confundir. Antes y después de esta Parusía habrá guerra, y luego Jesús reinará en buena
hora con los Justos en el Mundo Nuevo. Es de desear que esta cuarteta, considerada hasta hoy como
“fatídica”, quede definitivamente aclarada.
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LA TIERRA AMENAZADA
Muy pocos son los que han querido darse cuenta de la terrible
amenaza que se cierne sobre la Tierra. Un planeta acosado por genocidios diabólicos, con el riesgo
continuo de una nueva hecatombe mundial. En los albores del III Milenio, la morada madre está
devastada por la destrucción y el saqueo de sus recursos naturales. Víctima de la irracionalidad de las
irresponsables concentraciones humanas, de los excesos de los que tienen de sobra de todo y oyendo el clamor de
tantos que no tienen nada. Todas las profecías hablan de una Tierra amenazada por la saturación del
deseo sensual, obsceno y lujurioso, por una civilización mecanizada carente de objetivos superiores,
hostigada por la falta de amor, por la implacable corrupción de la inocencia, porque murieron los ideales
de muchos y ya no hay esperanza entre los hombres.
¿Quiénes tienen la culpa?
¿Quiénes son los responsables? ¿Quiénes son los que van a pagar por ello?
¿Tan difícil de comprender es esto?
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LA FALSA PAZ
Las mil cuartetas que componen la obra esencial de Nostradamus están
colocadas en su totalidad, en “¡NOSTRADAMUS DESPIERTA!”, en riguroso orden
cronológico, desde el año 1.556 hasta el Fin de esta Humanidad, ya muy cercano. La Historia ya ha
confirmado 820 de esas cuartetas, y en las 180 restantes el vidente francés profetiza un inquietante futuro en
el que, entre otros acontecimientos estremecedores, sucederán:
1.- Una guerra en el Mediterráneo entre cristianos, árabes e
israelitas.
2.- El asesinato del Rey Juan Carlos I de España.
3.-
Un Golpe de Estado que acabará con la
democracia española.
4.- La Tercera Guerra Mundial asolará al mundo.
5.- Los Papas “De Gloria Olivae” y
Juan Pablo, que reinarán a la vez, serán asesinados, después que Carol Vojtyla abandone la sede romana
y la traslade a otro lugar.
6.-
París, Roma, Nueva York, Los Ángeles, San Francisco y otras grandes
ciudades serán destruidas por guerras o cataclismos.
7.-
Guerra entre China y Occidente.
8.- La
Segunda Venida de Jesús.
9.-
Una gran manifestación Extraterrestre.
10.- Final del Anticristo.
11.-
Descenso de la gran cosmonave “La Nueva Jerusalén”.
12.- Rescate y evacuación de los Elegidos.
13.-
Oscurecimiento del Sol y de la Luna. 14.- Venida del gigantesco astro “Hercólubus”, que variará el Eje de
la Tierra y será el detonador del final de esta raza.
El tiempo transcurre en relativa calma por ahora, pero es una calma
aparente cuando estamos llegando a los comienzos del III Milenio. En el fondo de los
corazones de los hombres anida el odio y la venganza. Está muy cercano el día, entrado ya el año 2.000, en que
este odio acumulado se desbordará y causará estragos en los moradores de este mundo, porque la maldad
está oculta en el interior de muchos, que ya tienen planeado utilizar sus inventos bélicos para
dominar y matar a seres inocentes.
Ya nada les detendrá, aunque caerán aplastados por esa perversidad que
ellos mismos han ido alimentando en su osadía y temeridad, al querer conseguir algo, que sólo con
amor y humildad se puede lograr. Los buenos se purificarán. Los malos, se perderán. Tómese nota de esta
advertencia.
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EL HERCÓLUBUS
La Profecía 996 (Centuria I, cuarteta 84), que se refiere al
Oscurecimiento del Sol y de la Luna, dice así:
La Luna oscurecida en profundas tinieblas, Su hermano (el Sol) pasará a estar de color ferruginoso, El grande oculto largo tiempo bajo las tinieblas, Entibiará hierro en la presa sanguinolenta.
El defecto luminoso dará lugar a los días de oscuridad, en los que
el gran
planeta
Hercólubus dejará de estar escondido en las tinieblas estelares, para, después
de más de 25.000 años, aparecer de nuevo y arrastrar con su masa de hierro magnetizado las Almas de los
impíos muertos en esos días en que ya no brillarán las luminarias del cielo, arrastrándolas con él
para que comiencen de nuevo la ascensión espiritual en su hábitat primario.
El astro Hercólubus ya ha sido detectado por la Ciencia terrestre,
aunque casi todos los científicos lo han ocultado. En el Canal 4 de la Televisión de
Puerto Rico, el 28 de junio de 1.999, el Sr. Carlos Muñoz Ferrada, prestigioso astrónomo, sismólogo y científico
de Chile, dio a conocer las características de este “Planeta-Cometa”:
1ª.- Tiene órbita elíptica
como cometa y gran masa como planeta, o sea un planeta con cola.
2ª.- Se acerca cargado de
energía cósmica.
3ª.- No cumple con las leyes celestes establecidas.
4ª.- Viaja entre nuestro Sol y un Sol
Negro que se encuentra a 32 billones de Kms.
5ª.- Pasará a 14 millones de Kms. de la Tierra.
6ª.-
Terminará por penetrar en nuestro Sistema Solar y podrá ser visto a simple vista y fotografiado.
7ª.- Su
llegada causará un cambio geofísico y humano, trayendo el cambio y la destrucción.
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LOS TIEMPOS FINALES
Nos acercamos al Tercer Milenio y al año final del siglo XX. Ya
entramos en la Era de Acuario hace algún tiempo. Ahora, todo será como un parto venturoso: primero
el dolor y luego el gozo por el hombre nuevo. Pero, no hay que olvidar que fue dicho y escrito:
“Los
vivos tendrán envidia de los muertos por las terribles cosas que tendrán que contemplar. Hay que
leer las profecías 999 (X-98) y 1.000 (II-45) de Nostradamus, que hablan de la Tierra sin Luz y del
Fin de la Generación homicida, respectivamente, para comprender que el cambio de Ciclo de esta
Humanidad, que podía haber sido armonioso, será terrible y traumático. Sólo se salvarán los
Designados. Los demás, morirán. Eso debe quedar claro. Esos Elegidos rescatados serán los que, una vez
purificada la Tierra, volverán y renovarán la raza humana, formando una nueva Generación que sabrá vivir con
Justicia, Amor, Paz y Fraternidad Universal. Así, durante mil años aproximadamente. Luego, volverá a
ser soltado el Tentador.
Todos los profetas hablan de esa Era de Oro, que será después de los
años de la Gran Tribulación, de purificarse este mundo y de estar en condiciones de
ser, de nuevo, habitable. Fijar un año concreto que determine el momento del comienzo de la purificación y
de la renovación es difícil, pues esto está sujeto a los flujos y reflujos del comportamiento de esta
Humanidad que, como colectivo tiene un gran poder. Parravicini marca a partir del 2.002. Juan XXIII
sobre el 2.003. El calendario maya, el 2.012. Nostradamus le dice a Enrique II que “cuando sea renovado
otro Ciclo de Saturno” (en la primera década del III Milenio).
Hágase un promedio y tal vez podrá intuirse
una fecha aproximada, siempre cerca ya. De todas formas, no es bueno dejarse condicionar por el
tiempo, sino considerar los hechos e intentar mejorar como persona en lo posible. Es mejor llegar al
final con esperanza, que con impaciencia y desesperación.
Llega la hora, sí, de que se tenga gran dolor y llanto, pero el que
se conozca bien y sepa lo que va a suceder, intentará tomar cada vez más conciencia de aquello que
puede hacerle daño y aprenderá a evitarlo, procurando hacerse fuerte en el Espíritu. En esta época
en que transcurre ya la vida, no será fácil pasar un solo día sin angustia o sin sufrimiento. Por eso, la
ley del corazón deberá hacer de lo malo, bueno, y de lo bueno, duplicarlo en su valor. Hay que armarse de
amor, paciencia, resignación y fortaleza, y sobre todo, de esperanza, porque el sentido del
sentimiento humanitario se despertará en la Nueva Era, de la que muchos podrán ser artífices, si son capaces de
superar totalmente el egoísmo, que es el principal mal de ahora.
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EL FUTURO DE ESPAÑA
España también sufrirá por haberse olvidado de Dios. Su Rey será
asesinado, hecho expreso en las dos cuartetas siguientes:
Profecía 873 (II-20)
Hermanos y hermanas en diversos lugares atraídos, Se encontrarán pasando cerca del monarca: Con templarán sus rasgos atentos, Deplorando ver las marcas en mentón, frente, nariz.
Profecía 874 (X-43) El demasiado buen tiempo de demasiada bondad real, Hace y deshace con súbita negligencia: Ligero creerá el fallo de la democracia leal, Él puesto en muerte por su benevolencia.
Después del atentado mortal contra el Rey, un Golpe de Estado
Militar acabará con la democracia española y vendrán otra vez tiempos de dictadura, en el
transcurso de la cual, grandes desastres pondrán a prueba a la población hispana.
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LO MÁS URGENTE
Fue dicho y está escrito, que el Hombre ha nacido libre, con el
signo de la infinitud sobre su destino, independientemente de los márgenes aparentes del nacimiento
y de la muerte, entre los que transcurre una fase del aprendizaje de su Espíritu, a la que él
llama Vida o existencia. Dios le creó a su imagen y semejanza, pero él ha elegido libremente ser como es y
seguir por el camino oscuro. Y eso es lo que no puede ser.
La Esencia Divina, siempre justa y equitativa, pero también siempre
misericordiosa, hace casi dos mil años concedió al Ser Humano una fuerza ascensional con
Jesucristo y le avisó en el Apocalipsis del riesgo que corría si perseveraba en su proceder inicuo y lo
incrementaba, como lo ha hecho, siglo tras siglo. El cambio de Ciclo estaba próximo a llegar y de él
dependía que fuera indoloro y armónico o fuertemente traumático. Es la alternativa que suele repetirse en el
devenir de esta célula del Cosmos, y el Ser Humano tiene la prerrogativa de elegir.
Queda sólo tiempo de buscar a Dios con urgencia. De tratar de
sentirlo en lo profundo del corazón, implorando Su perdón, haciendo penitencia y transmutando
las conductas erradas que impiden la limpieza del Alma. Cuán hermoso sería que, ante la lectura y
escucha de las profecías del porvenir cercano, millones y millones de criaturas del planeta Tierra
rectificaran sus comportamientos y cambiaran lo negativo de su interior en positivo. Volvería a repetirse, sin
duda, el milagro de la sensata ciudad de Nínive, y ocurriría, de nuevo, como en el caso del bíblico profeta
Jonás. Así sea.
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