por
Dr Sarah Starkey, PhD,
del Sitio Web TheCaviSociety traducción de Adela Kaufmann
Vivimos en un mundo cada vez más inalámbrico. Muchos adolescentes y
la mayoría de los adultos ya poseen un teléfono móvil. Los teléfonos
inalámbricos y de banda ancha inalámbricos se usan en el hogar y el
trabajo.
La tecnología es muy útil, le da movilidad y la comodidad de
saber que siempre estamos conectados. Juegos inalámbricos, Wii,
Nintendo DSS, iPhones se están convirtiendo rápidamente en una de
las formas más populares de entretenimiento para los niños, e
incluso se están introduciendo en las escuelas.
Son legales, fácilmente disponibles y hay una presión social para mantenerse al día con las innovaciones del siglo 21.
Así que,
Cuando pensamos en la seguridad de los teléfonos móviles, a menudo pensamos en tener cuidado con el robo de identidad o acoso cibernético.
De vez en cuando los periódicos hacen titulares cuestionando si los teléfonos móviles pudieran causar tumores cerebrales. Pero para algunas personas, las preocupaciones van mucho más profundo que eso.
Para tomar decisiones informadas sobre qué
tecnologías queremos usar en nuestros hogares o que utilicen
nuestros hijos, tenemos que saber cuáles son las preocupaciones, y
sopesar los beneficios y los riesgos para nosotros mismos.
Al aumentar el número de aparatos inalámbricos
también aumenta nuestra exposición a las microondas alrededor de
nosotros. En los últimos años nuestra exposición promedio se ha
incrementado exponencialmente, y es probable que siga aumentando.
Los países varían en los límites de exposición que han establecido, con el Reino Unido teniendo uno de los límites más altos (de menor seguridad). Seguimos las directrices de la ICNIRP (Comisión Internacional para la Seguridad Electromagnética). Las directrices fueron establecidas en 1998, basadas en la idea de que las microondas no tienen efectos dañinos que no sean los de calentar nuestros cuerpos.
Si la potencia es inferior a la que produce el calentamiento, entonces se supone que es segura. Pero la ciencia ha evolucionado desde entonces, y numerosos artículos han sido publicados que demuestran los daños de las microondas por debajo de estos límites. Los científicos se han sentido frustrados de que la ICNIRP no haya reducido sus valores de referencia.
Muchos
científicos que están trabajando en la seguridad biológica (sin
calentamiento) de los campos electromagnéticos se han unido para
formar la Comisión Internacional para la Seguridad Electromagnética
(ICEMS) y han producido resoluciones que advertir al público de los
riesgos potenciales de la tecnología.
Desde entonces, la Agencia Europea del Medio Ambiente ha declarado que consideran que las directrices actuales resultan insuficientes.
El Parlamento Europeo ha instado a los Estados miembros a introducir una mayor protección de la población en general a los campos electromagnéticos. Liechtenstein ha votado para reducir sus límites de exposición por 100.
Francia está comenzando los ensayos de estos límites más bajos en dieciséis de sus pueblos. La Agencia Francesa de la Salud y de Seguridad recomendó en 2009 que las personas redujeran su exposición a los teléfonos móviles y dispositivos inalámbricos. Rusia ya tiene los límites de exposición 100 veces menores que en el Reino Unido.
Salzburgo en Austria recomienda límites de exposición 1.000 veces menores que en el Reino Unido. Un panel de científicos, la Comisión Técnica de Campos Electromagnéticos de los Riesgos de Salud, está escribiendo nuevas directrices en base a lo que consideran biológicamente seguro, y estos serán publicados a finales de este año. Queda por verse si serán adoptadas por los gobiernos.
También
hay presiones económicas y políticas.
Me concentraré en la
fertilidad, el embarazo y los niños pequeños aquí, pero los efectos
han sido encontrados en casi todos los sistemas en nuestro cuerpo.
Parece que nuestras células son muy sensibles a los campos
electromagnéticos.
La evidencia es ahora fuerte y convincente. Los efectos son disminución de la motilidad espermática, formas anormales de los espermatozoides, disminución de la viabilidad, y en algunos estudios disminución del recuento de espermatozoides y menor diámetro de los túbulos en los testículos. El esperma es incluso afectado cuando es expuesto en un tubo de ensayo durante cinco minutos a un teléfono móvil.
El año pasado, un
grupo de investigación encontró que la exposición al teléfono móvil
durante 16 horas daña el ADN de los espermatozoides. Un ADN dañado
es una mala noticia. Nuestro ADN contiene las instrucciones para
hacer que nuestros cuerpos se desarrollen y funcionen correctamente.
Cuando se trata de las bajas potencias de los mástiles transmisores
de la telefonía móvil o Internet inalámbrica (Wi-Fi), todavía no
disponemos de información acerca de la fertilidad del varón humano.
De los estudios en animales, parece que uno tiene que estar expuesto
durante más tiempo a ambientes de baja potencia de microondas para
que disminuya la fertilidad masculina.
Es posible e
incluso probable que las mismas condiciones podrían también reducir
la fertilidad masculina humana.
Los cambios de comportamiento pudieran haber sido el resultado de la
exposición a la radiación emitida por los teléfonos, o un factor
social, tal como la falta de atención de la madre mientras ella
estaba en el teléfono cuando los niños eran pequeños.
Los
cambios “detonados” en los genes durante el desarrollo de un bebé en
el útero, también han sido descritos en ratas que fueron expuestas a
un teléfono móvil durante el embarazo. Cuales genes son ‘detonados’
determina cómo se desarrolla el bebé. Un grupo de investigación en
Arabia Saudita encontró que un teléfono móvil sostenido cerca del
abdomen de mujeres embarazadas durante diez minutos aumentó la
frecuencia cardiaca del bebé y la disminución de la cantidad de
sangre que es bombeada por el corazón.
Si esto llegara a suceder en los seres humanos, entonces podría reducir seriamente la fertilidad de la próxima generación de mujeres.
No sabemos si en este caso se trató de las 11 horas y 45 minutos en modo de espera o los 15 minutos en el modo de hablar que dio lugar a la disminución de la fertilidad. Si se trata de la primera, entonces es probable que vivir en un entorno Wi-Fi también podría reducir la fertilidad de las generaciones posteriores. Los estudios aún no han buscado posibles daños en el ADN en las células del óvulo de mamífero.
Las niñas llevan todos sus huevos desde su nacimiento, así
que tienen mucho tiempo para que se produzcan posibles daños en el
ADN. Pero una gran cantidad de estudios han encontrado daños en el
ADN, en las células de muchas regiones del cuerpo, tras la
exposición a la radiación del teléfono móvil.
Un ADN dañado podría dar lugar a
cáncer o a anormalidades en el desarrollo.
Niños
Sus cráneos son más delgados y tienen más posibilidad de que el daño sea mayor debido a que sus células están dividiéndose más. Los estudios sobre si los teléfonos móviles aumentan el riesgo de tumores cerebrales están empezando a indicar que los jóvenes están en mayor riesgo. Los estudios de riesgo de tumores cerebrales en adultos son generalmente negativos (es decir, sin efecto), cuando observamos los primeros 10 años de usar un teléfono móvil.
Después de 10 años de uso la mayoría
de los estudios han encontrado significativamente un mayor riesgo de
desarrollar algunos tumores cerebrales, cuando el tumor está en el
mismo lado de la cabeza a la que se sostiene el teléfono. Un grupo
sueco ha encontrado que el mayor riesgo de tumores cerebrales estaba
en aquellos que comenzaron a utilizar un teléfono móvil o
inalámbrico debajo de la edad de 20 años.
El uso de un teléfono móvil también altera la actividad del cerebro. Puesto que nuestros cerebros todavía están todavía en desarrollo en nuestra adolescencia, los cambios en la actividad pudieran alterar el desarrollo del cerebro. Un estudio realizado recientemente en las noticias describe cómo la exposición a un teléfono móvil fue beneficiosa en los ratones que tenían algunas de las características de la enfermedad de Alzheimer.
Esto podría ser muy emocionante. Pero la radiación utilizada no era modulada, como suelen ser las señales de teléfonos móviles, por lo que esto no era exactamente la misma que la radiación que la de un teléfono móvil.
En algunos estudios previos,
las señales moduladas de telefonía móvil han causado daños de las
células cerebrales y una disminución en la capacidad de aprendizaje
o en la memoria en ratas o ratones. Así que no sabemos todavía si
los teléfonos móviles podrían ayudar a largo plazo a reducir el
riesgo de Alzheimer, o de hecho, conducir a una demencia a través
del daño cerebral.
Esto significa tomar la opción más segura
cuando hay la posibilidad de daños graves para la salud o el medio
ambiente, basados en evidencia científica, aunque todavía hay
algunas incertidumbres sobre el riesgo.
Pero
mientras los gobiernos debaten los posibles riesgos y los sopesan en
contra de las consideraciones económicas, nosotros sí podemos
decidir por nosotros mismos qué tecnologías queremos usar y cuándo.
La Comisión Internacional para la Seguridad
Electromagnética también recomienda un uso más seguro de los
teléfonos móviles en el entorno de mujeres embarazadas.
Por la noche, podría ser aconsejable no dormir al lado de su teléfono móvil o inalámbrico (a menos que esté completamente apagado), y usar un reloj despertador, no el teléfono para despertarle. Del mismo modo, si usted tiene un teléfono inalámbrico, puede colocar la estación base lejos de donde usted se sienta o pasa mucho de su tiempo.
En el verano, si usted no tiene una bolsa para llevar el teléfono móvil, ¡no lo lleve en su sujetador! (esto sucede). Los mensajes de texto son considerados más seguros que hablar con su teléfono cerca de su cabeza, porque el teléfono está más lejos de su cuerpo.
Pero tenga cuidado durante el
embarazo, que no esté escribiendo mensajes de texto en su teléfono
móvil mientras lo sostiene cerca de su vientre.
Usted podría tener un teléfono con cable para
los niños. No guarde su teléfono móvil encendido en la bolsa que
está en la parte trasera de su coche, que se encuentra junto al
cuerpo de su bebé. No caiga en la tentación de darle a su niño su
teléfono móvil u otros dispositivos inalámbricos para que juegue con
ellos para mantenerlo tranquilo o entretenido. Piensa si realmente
quiere un monitor inalámbrico para el bebé, o si puede prescindir de
él.
Los espermatozoides requieren
aproximadamente 3 meses en desarrollarse, y después de ese tiempo se
producen otros nuevos.
Los empleadores deben tener en cuenta su responsabilidad de proporcionar ambientes de trabajo seguros para sus empleados y para las personas que utilizan sus instalaciones. En lugares públicos actualmente no tenemos mucho que decir acerca de nuestra exposición. Pero si usted no está satisfecho teniendo grupos de madres y niños en la biblioteca local junto a los transmisores Wi-Fi, entonces ¿por qué no informar a la biblioteca?
Si prefiere que el grupo prenatal no se lleve a cabo en un edificio con transmisores de antena de telefonía alrededor o junto a él, entonces comuníquelo. Grupos de madres y bebés pueden optar por reunirse en cafés no-inalámbricos en lugar de inalámbricos. La tecnología sí existe para fibra óptica rápida o cable de banda ancha en nuestros hogares, oficinas y bibliotecas.
En
Francia, algunas ciudades están instalando redes de fibra óptica en
todos los hogares y oficinas, ya que son más rápidos, más seguros y
más seguro que los inalámbricos.
¿Deberíamos estar desarrollando tecnologías más seguras y que las nuevas, en el futuro, requieran pruebas de seguridad, a medida que insistimos en nuevos medicamentos?
Se están desarrollando cada vez más tecnologías que entran en el cuerpo o son absorbidas por él. Cualquiera que sea la tecnología del futuro, tenemos que asegurarnos de que sean seguros para los bebés, los niños, de hecho, para todos nosotros, y que no dañen nuestro ADN.
Necesitamos un ADN sano para la salud de
las generaciones futuras.
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