artículo elaborado por Rubén

Febrero 1, 2009

del Sitio Web ElProyectoMatriz


La Red Judía Anti-Sionista Internacional, es una red internacional de judíos incondicionalmente comprometidos con las luchas de emancipación humana, de las cuales la liberación de los habitantes de Palestina y de su tierra es una parte primordial.

 

Ya que la histórica y progresiva limpieza étnica de la población Palestina de sus tierras por parte del Estado de Israel contradice y traiciona esta larga historia de participación judía en luchas de liberación colectivas.

Pero en primer lugar, definamos el sionismo. El sionismo es un movimiento político internacional que propugnó desde sus inicios el restablecimiento de una patria para el pueblo judío en Eretz Israel, (”Tierra de Israel”). Dicho movimiento fue el promotor y responsable en gran medida de la fundación del moderno Estado de Israel.

 

El término sionismo deriva de la palabra Sion, este nombre se refiere inicialmente al monte Sión, una montaña cerca de Jerusalén.

Aunque sus orígenes son anteriores, el movimiento político laico actual fue establecido oficialmente por el periodista austro-húngaro Theodor Herzl considerado el padre del sionismo en general y de la rama política en particular; a fines del siglo XIX. El movimiento tiene como objetivo fomentar la migración judía a la Tierra Prometida y fue exitoso en el establecimiento del Estado de Israel en 1948.

El sionismo no recibió en sus comienzos el apoyo mayoritario de los judíos.

 

En particular, no contó con las simpatías de la mayoría de los judíos de Europa occidental, que creyeron poder considerarse a sí mismos como ciudadanos con plenos derechos en sus respectivos países, tras los aires de emancipación y tolerancia que trajo consigo la Ilustración y el estado liberal decimonónico clásico.

La forma más exacerbada de oposición a las ideas sionistas se conoció como integracionismo (también llamado «asimilacionismo»), y afirmaba que el sionismo era análogo al antisemitismo, en la medida en que ambos niegan la condición de nacionales de un determinado país a los judíos.

La oposición al sionismo existía también entre el movimiento Bundista en Europa oriental, que buscaba la autonomía cultural de los judíos en los países donde vivían; así como de la mayoría de los judíos ortodoxos.

 

El impacto emocional del Holocausto (sacrificio religioso que consistía en la cremación total de un animal o el sacrificio que hace una persona en beneficio de otras), obligó definitivamente ha emigrar a Israel a numerosos judíos asimilados, socialistas y ortodoxos, refractarios con el sionismo.

Por otra parte, la población árabe de Palestina se opuso al sionismo, negándose a aceptar la partición del Mandato Británico de Palestina en dos Estados, uno judío y otro árabe, según la recomendación de las Naciones Unidas del 29 de noviembre de 1947.

 

Desencadenándose una guerra que se saldó con el exilio de cientos de miles de árabes palestinos, la ampliación de Israel más allá de los límites previstos en el plan de partición de la ONU y la ocupación por parte de Egipto y Transjordania de la parte asignada al Estado árabe. Este conflicto se conoce como Guerra de Independencia de Israel en la historiografía israelí y como Nakba (desastre) en la árabe.

 

Dando origen a un conflicto, que 60 años después, aun continúa.

Para la Red Judía Anti-Sionista Internacional el sionismo es racista.

 

Ya que demanda poder político, económico y legal para las personas y culturas judías y europeas por encima de los pueblos y las culturas autóctonas. Y en consecuencia, el sionismo también es antisemita. Ya que busca convertir a los judíos en blancos, a través de la adopción del racismo blanco en contra del pueblo palestino.

A pesar de la necesidad de Israel de integrar a los mizrahi para mantener una mayoría judía, este racismo también se manifiesta en la marginación y la explotación económica de la población mizrahi socialmente pobre; implementado prácticas y políticas internas de discriminación contra los judíos de ascendencia mizrahi.

 

Esta violencia “racializada” también incluye la explotación de los trabajadores migratorios.

Por otro lado, para defender sus crímenes, el sionismo cuenta una versión de la historia judía que está desconectada de la historia y las experiencias de otras personas.

 

Promueve la narrativa del holocausto nazi como excepcional en la historia de la humanidad, a pesar de ser uno de muchos holocaustos, desde los aborígenes estadounidenses, hasta Armenia y Ruanda.

 

El sionismo separa a los judíos de las víctimas y los sobrevivientes de otros genocidios en lugar de unirnos a ellos.

Al igual que las conquistas imperiales y las ideologías genocidas de las Américas o de África, el sionismo conlleva la segregación entre las personas, la confiscación de la tierra, la limpieza étnica y la implacable violencia militar.

 

En Gaza, el estado israelí impide el acceso a la comida, al agua, electricidad, ayuda humanitaria y suministros médicos como un arma dirigida a las bases mismas de la vida humana.

A través de una islamofobia compartida y un deseo de controlar a Medio Oriente y Asia occidental, el Estado de Israel hace causa común con los cristianos fundamentalistas y otros que llaman a la destrucción de los judíos. Juntos, llaman a la persecución de musulmanes.

Esta promoción conjunta de islamofobia sirve para demonizar a la resistencia contra la dominación económica y militar de occidente. Continúa una larga historia de colusión con regímenes represivos y violentos, desde Alemania nazi hasta el régimen de apartheid de Sudáfrica y las dictaduras reaccionarias a lo largo de Latinoamérica.

 

A si mismo, el odio que la violencia y dominación militar israelíes generan hacia los judíos que viven en Israel y en otros lugares es usado para justificar más violencia sionista.

Más allá de concretar la creación del Estado de Israel, el sionismo determinó su política internacional de antagonismo y dominación militar hacia sus vecinos y estableció una sofisticada red global de organizaciones, grupos de presión política, empresas de relaciones públicas, clubes en universidades y escuelas para perpetuar las ideas sionistas en las comunidades judías y el público en general.

Estas organizaciones facilitan la difusión de la islamofobia.

 

Tocan los tambores de guerra en el exterior mientras presionan por una legislación represiva en sus países.

En Estados Unidos y Canadá, las organizaciones sionistas ayudaron a promover la legislación “anti-terrorista” convirtiendo todo esfuerzo organizado para apoyar al boicot, retiro de inversiones y sanciones contra el Estado de Israel, o para apoyar organizaciones palestinas, iraníes, iraquíes, libanesas y musulmanas, en sujetos a perseguir acusándolos de ayudar al terrorismo y cometer traición.

Sin embargo, están apareciendo fisuras en el edificio del sionismo así como en la dominación mundial misma de los Estados Unidos.

En la región, la resistencia extraordinaria por parte de Palestina y Sur de Líbano en contra de la agresión y ocupación israelí y estadounidense sigue en pie, a pesar de los recursos limitados y muchas traiciones.

El movimiento de solidaridad con el pueblo de Palestina y la confrontación con la política de los Estados Unidos e Israel está cobrando ímpetu en el mundo.

En Israel, este ímpetu lo vemos en el disentimiento creciente, que favorece las condiciones para retomar dos legados de los años 60:

Podemos agregar un creciente rechazo por parte de los jóvenes a participar en la conscripción obligatoria del ejército.

Otro ejemplo, son los “Shministim” jóvenes de 18 años que se niegan a ir a el ejercito, siendo llevados a la cárcel debido ello por periodos de 3 semanas para después sacarlos y preguntarles de nuevo y así va creciendo la espiral que nunca acaba pues el ejercito los llama constantemente.

Y los “Refusenik” que son soldados operativos que se niegan a atacar a la ocupada Palestina; ya que solo actuarían en defensa de Israel.

Sin olvidar de la ya citada Red Judía Anti-Sionista Internacional, que publicó el 1 de enero de 2009 una Carta Abierta en la que declaraban que su compromiso es el desmantelamiento del apartheid israelí, el retorno de los refugiados palestinos, y el fin de la colonización israelí de la Palestina histórica.

Y que tan solo persiguen acabar con el apartheid israelí, defenderse de la soberanía y los derechos de los palestinos a sus tierras, detener la destrucción de la agricultura y la de sus aldeas, desmantelar una pieza decisiva de la maquinaria de guerra global y terminar con el colonialismo sionista.

 

 

 

Distinguiendo entre Sionismo y Judaísmo
 

 

 

 


Judíos contra el sionismo

 

 

 



Ahmadinejad reunido con los grupos judíos anti-sionistas en New York
 

 

 

 

 

Rabino anti-sionista reflexiona sobre el entuerto de Israel
 

 

 

 

 

Rabbi Against Israel (Zionism)

 

 

 


Los “Shministim
 

 

 

 


Los “Refusenik” - Nacidos para ser héroes

 

 

 

 

Israelis Soldiers refuse to serve in Gaza

 

 

 

 

 

Alberto Arce desde Gaza

AUDIO

ENTREVISTA

 


Nakba: 60 años de tragedia del pueblo palestino

 

 


 


El Congresista Ron Paul

 

 



Dr. Mads Gilbert desde Palestina
 

 

 

 


Reglas del terrorismo mediático Imperial en Oriente Próximo
 

 


 

 


George Galloway y la periodista de Sky New

 

 


 

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