Una camarilla formada por algunos de los
hombres más ricos, poderosos e influyentes de Occidente que se
reúnen secretamente para planear eventos que después, simplemente,
suceden.
The Times (Londres, 1977)
Es difícil reeducar a la gente que ha sido educada en el
nacionalismo. Es muy difícil convencerlos de que renuncien a parte
de su soberanía en favor de una institución supranacional.
Príncipe BERNARDO
fundador del Club Bilderberg
Prólogo
Todo el que esté interesado en saber más
sobre los poderes fácticos que gobiernan el mundo e influyen en la vida
de todos sus habitantes se quedará impresionado con este libro de
Daniel Estulin.
Daniel y yo hemos colaborado durante años persiguiendo a Bilderberg, la
organización secreta internacional integrada por líderes políticos,
financieros y corporaciones multinacionales.
En mucho de lo que he escrito sobre Bilderberg durante los últimos años
he usado información obtenida por Danny. Sin su ayuda, American Free
Press no hubiera podido saber dónde se celebraría la reunión del Club
Bilderberg en 2005.
El trabajo de Daniel es más académico que el mío. Cita los hechos en
toda su crudeza y acredita sus fuentes en notas. Yo improviso con lo que
sé directamente de fuentes procedentes de Bilderberg y me confío al
juicio de la Historia que, hasta ahora, ha sido amable conmigo.
He aprendido mucho sobre Bilderberg leyendo partes del manuscrito de
Daniel antes de su publicación. Si, después de perseguir al Club
Bilderberg por toda Europa y Norteamérica durante treinta años, el libro
de Daniel todavía tiene cosas que enseñarme, puede usted apostar a que
todo el mundo aprenderá cosas en él y, además, encontrará ese
aprendizaje fascinante.
Este libro le producirá reacciones que irán de la fascinación al
ultraje. Y en cuanto gire usted esta página, comenzará un emocionante
viaje por los intestinos del Gobierno Mundial en la sombra.
JIM TUCKER
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INTRODUCCIÓN
El alba de una nueva era - Esclavitud Total
En este libro pretendo contar la parte de la verdad de nuestro presente y
futuro próximo que nadie saca a la luz. La verdadera historia del Club
Bilderberg documenta la historia despiadada de la subyugación de la
población por parte de sus gobernantes.
El lector asistirá al nacimiento de un Estado
Policial Global que sobrepasa la peor pesadilla de Orwell, con un gobierno
invisible, omnipotente, que tira de los hilos desde la sombra, que controla
al gobierno de los Estados Unidos, a la Unión Europea, a la OMS, a las
Naciones Unidas, al Banco Mundial, al Fondo Monetario Internacional y a
cualquier otra institución similar.
Todo está aquí: la historia del terrorismo
promovido por los gobiernos, el actual control de la población a través de
la manipulación y el miedo y, lo más espantoso de todo, los proyectos
futuros del
Nuevo Orden Mundial.
Sé que es cierto que las personas y las organizaciones no son ni
absolutamente «malas» ni absolutamente «buenas». Sé que dentro de ellas, al
igual que ocurre con cada uno de nosotros, existen necesidades de
supervivencia, dominio y poder luchando contra las necesidades de
filantropía y de amor por dominar su comportamiento. Pero parece que en el
Club Bilderberg prevalecen (aunque no sea de forma absoluta) las
necesidades de poder. Estos matices de ninguna manera restan importancia a
la terrible situación de alienación a la que nos están llevando.
Soy consciente de que «los amos del mundo» también harán cosas constructivas
en su vida (unos más y otros menos); aunque, como ya se encargan ellos de
hacer pública esta información a través de los medios de comunicación, la he
obviado en mi libro: me he centrado en ese otro «lado oscuro» irreconocido,
secreto y perverso de los miembros del Club.
También es evidente que algunas de las personas que están en el poder tienen
ideales más elevados y consistentes que las personas de las que hablo en
este libro. Muchos grandes empresarios, políticos e incluso algunos de sus
colaboradores están luchando por poner límites a la depravación de
Bilderberg, desde fuera algunos, desde dentro otros, aunque, eso sí, de
forma encubierta todos. Mi agradecimiento hacia ellos (pues suponen para mí
una gran fuente de información y de ánimo) y la preocupación por su
seguridad me impiden desvelar sus nombres en este libro.
Tampoco este interés por dominar al resto del mundo es una novedad en la
historia de la Humanidad. Ya antes otros lo intentaron. En antiguas
civilizaciones de nuestro planeta ha habido esclavitud y abusos por parte de
la élite dominante. En épocas anteriores de la Historia hemos visto medidas
draconianas impuestas sobre las naciones pero, lo que nunca se había visto,
era un ataque como éste a los derechos de las personas y a la democracia.
El lado oscuro del Club Bilderberg - la
peor maldad a la que se haya enfrentado nunca la Humanidad - está entre
nosotros y usa los nuevos y amplios poderes de coacción y terror que la
dictadura militar-industrial global requiere para acabar con la resistencia
y gobernar aquella parte del mundo que se resiste a sus intenciones.
El desarrollo de las comunicaciones y la tecnología, unido al profundo
conocimiento actual sobre ingeniería (manipulación) de la conducta, está
favoreciendo que, lo que en otras épocas fueron sólo intenciones sin
consumar, hoy se estén convirtiendo en realidad. Cada nueva medida, por sí
sola, puede parecer una aberración, aunque el conjunto de cambios que forman
parte del proceso continuo en curso constituyen un movimiento hacia la
Esclavitud Total.
Durante las últimas décadas los grandes psicólogos (Freud, Skinner, Jung ...
) han sido utilizados para los fines del gobierno mundial a través de
institutos como Tavistock o Stanford, organismos colaboradores
del Club Bilderberg, aunque no sabemos hasta qué punto fueron éstos
informados de los objetivos de dominación mundial del Club.
Las investigaciones y ensayos sobre el
comportamiento humano han ido demostrando que la dominación de éste no puede
provenir del castigo ni de los refuerzos negativos, sino de los refuerzos
positivos. Los refuerzos negativos, si bien producen en cierta medida el
comportamiento deseado por quien lo induce, van inevitablemente acompañados
de sentimientos de rabia, frustración y rebeldía en las personas a las que
se les aplica y por eso ese tipo de técnicas ha caído en desuso.
Los poderosos han descubierto que el refuerzo
positivo es la única manera de provocar en las personas a quienes se les
aplica el comportamiento deseado sin resentimientos ni rebeldía y de manera
estable.
El refuerzo positivo se está aplicando al estilo de los conocidos libros
Un mundo feliz, de Aldous Huxley, y Walden Dos, de B. E Skinner:
darle algo positivo a la gente cuando cumple las normas impuestas por el
Club, pero cerrando cualquier posibilidad de que estas normas se analicen o
cuestionen.
Los amos del mundo intentan hacer que la gente
se sienta «buena» y «responsable» cuando hace lo que ellos disponen; durante
los últimos treinta años la población se ha vuelto cada vez más obediente y
sumisa (por ejemplo, vemos últimamente cómo se está promoviendo el
voluntariado, elogiando y «heroificando» a los que se unen a él, aunque su
fin último sea reducir el malestar provocado en la sociedad por el desempleo
y así prevenir los «disturbios sociales»).
Para saber hasta dónde pueden llegar sin que la
población se subleve, están realizando múltiples experimentos, como la
actual campaña contra el tabaco. Que la gente fume o no, no es algo tan
importante para los gobiernos como parece. Mucho más nefasto para la salud
de la población son los gases que sueltan los coches, contra los que no se
hace nada.
Aunque los técnicos que aplican las campañas
antitabaco crean fervientemente en su necesidad, desde arriba es sólo un
experimento más sobre la sumisión de la población, y sobre el que deben
estar bastante contentos con los resultados: observen lo que ocurre en el
metro o en el AVE si a algún «loco» se le ocurre encender un cigarrillo.
En seguida será observado como si se tratara de
un leproso y alguien se le acercará para decirle educadamente que está
prohibido fumar. Observen también la cara de satisfacción de quien hace el
comentario: la misma que cuando sacaba una buena nota en el colegio o cuando
ayuda a alguien: la satisfacción de haber cumplido con su deber y de
sentirse «apropiado» para formar parte del sistema.
¿Pueden ustedes recordar si esta actitud era habitual hace veinte o treinta
años?
A un nivel mucho más profundo dentro de la sociedad civil hay un pacto, un
pacto de silencio y pasividad. Tal vez muchos se den cuenta de que no se
puede defender la «democracia» destruyéndola, pero deciden callar y seguir
con sus cómodas rutinas cotidianas: lo que ocurra no les afecta. El problema
es que sí les afecta.
La batalla se está librando en este preciso
instante y la dictadura global - el Gobierno Mundial Único - va ganando.
El objetivo de esta batalla es defender nuestra intimidad personal y
nuestros derechos individuales, la piedra angular de la libertad.
Implica,
-
al Congreso de los Estados Unidos
-
la Unión Europea, los tribunales
-
las redes de comunicación
-
las cámaras de vigilancia
-
la militarización de la policía
-
los campos de concentración
-
las tropas extranjeras estacionadas en
suelo estadounidense
-
los mecanismos de control de una
sociedad sin dinero en efectivo
-
los microchips implantables
-
el rastreo por satélite GPS
-
las etiquetas de identificación por
radiofrecuencia (RFID)
-
el control de la mente
-
su cuenta bancaria
-
las tarjetas inteligentes,
... y otros dispositivos de identificación que
el
Gran Hermano nos impone y que conectan los
detalles de nuestra vida a enormes bases de datos secretas del gobierno.
Conciencia de Información Total. Esclavitud Total.
Estamos ante una encrucijada. Los caminos que tomemos ahora determinarán el
futuro de la Humanidad y si entraremos en el próximo siglo que viene como un
Estado policial electrónico global o como seres humanos libres, como
consecuencia de una concienciación masiva que tenga lugar en Estados Unidos
y en el resto del mundo libre frente a las actividades criminales de
la élite global.
Bilderberg, el ojo que todo lo ve, el Gobierno Mundial a la sombra, decide
en una reunión anual completamente secreta cómo deben llevarse a cabo sus
diabólicos proyectos. Cuando se celebran estas reuniones, inevitablemente
les siguen la guerra, el hambre, la pobreza, el derrocamiento de los
gobiernos, y abruptos y sorprendentes cambios políticos, sociales y
monetarios. Tal régimen depende absolutamente de la capacidad del Club para
mantener la información silenciada y reprimida. Ése es su talón de Aquiles.
En cuanto la gente descubre el juego, el trance
colectivo sobre el que se basa empieza a venirse abajo. El capítulo sobre
Gran Hermano explica cómo el Grupo Bilderberg pretende mantenemos sometidos
mediante el control que ejercen sobre la CE, las Naciones Unidas y el
gobierno de los Estados Unidos.
Para controlar nuestra reacción ante acontecimientos creados, el Grupo
Bilderberg cuenta con nuestras respuestas pasivas y sumisas y no se verá
decepcionado mientras nosotros, como mundo libre, sigamos respondiendo igual
que hemos hecho hasta ahora.
Skinner, colaborador del
Instituto Tavistock, organismo a su vez
colaborador del Club Bilderberg, considera incompetente a la población
general para educar a sus hijos y propone como sociedad ideal aquella en la
que los hijos son separados de la familia tras el nacimiento y educados por
el Estado en centros en los que viven.
Sus familias sólo pueden ir a pasar algunos
ratos con ellos (nunca en privado) y en el caso, por ejemplo, de querer
comprarles un regalo, tienen que comprar otros para los compañeros de su
grupo, de manera que los padres acaban por sentirse desvinculado s de sus
hijos. El Estado paga a los padres por sus hijos un dinero estipulado. La
UNESCO fue creada con el objetivo expreso de destruir el sistema
educativo. Nuestra respuesta inadecuada a la crisis es lo que esperaban los
ingenieros sociales de Tavistock.
Otra forma de manipulación de la conducta
que utiliza el Club Bilderberg es conseguir que la gente obtenga algo que
quiere a cambio de renunciar a otra cosa (principalmente la libertad).
Más adelante explico cómo va a surgir una oleada
de secuestros infantiles promovidos por ellos, para llevar a los padres a
una situación de inseguridad y ansiedad tan terrible que ellos mismos
solicitarán la implantación de microchips en los niños para tenerlos
permanentemente localizados. Este es un paso más hacia la Esclavitud Total.
La manipulación de la población se llevará a cabo a través de un flujo
estable de noticias en los medios de comunicación sobre microchips y
globalización.
Los medios de comunicación del mundo son los
vehículos simbólicos mediante los cuales, el juego de oferta y demanda de
bienes controla a la población.
Sin embargo, no hay que esperar que la «prensa
libre» dé la voz de alarma. Los medios de comunicación mundiales forman
parte de la élite globalizadora, como demuestro en el capítulo «La verdadera
historia del Club Bilderberg», una organización ultrasecreta que sigue
siéndolo gracias a la complicidad de la prensa mundial.
En un mundo materialista, en el que los exhibicionistas se dedican al
periodismo y al espectáculo (¿acaso hay alguna diferencia?), éstos se auto
censurarán y satisfarán los supuestos intereses de sus amos y, a menudo con
la astucia del esclavo, conseguirán complacerlos. Hay pocas o ninguna
ventaja material en la honestidad o en los principios. Las ventajas
materiales lo dominan todo, punto. En este contexto, las palabras se usan no
como argumentos en un debate, sino para acabar con la discusión.
Y hablando de la naturaleza humana, el poder corrompe.
Corrompe a los que lo tienen. Y corrompe a los que procuran influir sobre
los que lo tienen. Los medios de comunicación hace mucho que forman parte
del mundo de las élites. La prensa libre es un mito porque es propiedad de
los poderosos. Sólo cuando sea propiedad de muchos ciudadanos anónimos será
posible la existencia de una prensa realmente libre, basada en nuestro
"derecho a saber". Ésta es otra cuestión oculta: el pacto de silencio, por
activa o por pasiva.
¡Los
periódicos importantes y las radios nacionales y las
cadenas de TV se niegan a cubrir el tema y no se atreven a hablar
de él!
Ésa es la principal justificación de la existencia de una prensa libre, a
pesar de todas sus imperfecciones manifiestas. Esa es precisamente la razón
por la que dictadores, oligarcas, juntas militares, emperadores y tiranos a
lo largo de la Historia han procurado censurar el debate y sofocar la libre
diseminación de opiniones e información.
Por eso,
...y cientos de organizaciones prefieren llevar
a cabo sus gestiones a favor del público en privado.
Los gerifaltes no quieren que sepamos lo que
planean hacer con nosotros. Él totalitarismo es una solución patológica a
una vida insegura y atomizada, de manera que permite vender a voluntad
imágenes. demagógicas a poblaciones desmoralizadas.
Este hecho general fue fácilmente entendido por
la fuerza directriz omnipresente en organismos multinacionales como la
Comisión Trilateral el FMI el secreto Consejo de Relaciones Exteriores y
otras entidades corporativo-financiero-estatales que forman parte de una
«red universal» junto con el Grupo Bilderberg, que es el nodo dominante del
sistema entrelazado (que funcionaba antes del retorno a un futuro «sin
alternativa»).
Mantener a la mayoría de la población en un estado continuo de ansiedad
interior funciona porque la gente está demasiado ocupada asegurando su
propia supervivencia o luchando por ella como para colaborar en la
constitución de una respuesta eficaz. La técnica del Club Bilderberg,
repetidamente utilizada, consiste en someter a la población y llevar a la
sociedad a una fuerte situación de inseguridad, angustia y terror, de manera
que la gente llegue a sentirse tan desbordada que pida a gritos una
solución, la que sea.
Explicaré detalladamente en este libro cómo han
aplicado esta técnica con las bandas callejeras, las crisis financieras, las
drogas y el actual sistema educativo.
No esperemos, pues, castigos ni agresiones claras y explícitas por parte de
los amos del mundo sobre la población en general (sí sobre personas
concretas), por lo menos hasta que consigan reducir a la población hasta el
nivel que ellos consideran «manejable» y estén seguros de no perder el
control sobre ella. Su táctica, por ahora, es mucho más sutil y taimada, y
están utilizando el conocimiento de todos los «grandes cerebros» del último
siglo para conseguir sus objetivos: el sometimiento absoluto de la
población.
El Club Bilderberg está luchando por romper la
fortaleza psicológica del individuo y dejarlo sin defensas.
Uno de los muchos medios para conseguir este
propósito está siendo la insistencia actual en potenciar el trabajo en
equipo en la educación y en el ámbito laboral, de manera que la gente se
acostumbre a renunciar a sus propias ideas en beneficio del grupo. Cada
vez son menos los que defienden el pensamiento individualista y crítico.
Estamos llegando a una situación en la que
los «lobos solitarios» empiezan a sentirse avergonzados de su existencia.
Con respecto al ámbito educativo, también es
imprescindible dar a conocer que los estudios realizados por el Club
Bilderberg demuestran que han conseguido bajar el Coeficiente Intelectual de
la población, gracias principalmente a la reducción de la calidad de la
enseñanza planeada y ejecutada hace años por el Club aunque, por supuesto,
públicamente se lanza periódicamente la noticia de que el Coeficiente
Intelectual medio está subiendo. Ellos saben que, cuanto menor sea el nivel
intelectual de los individuos, menor es su capacidad de resistencia al
sistema impuesto.
Para conseguir esto, no sólo han manipulado a
los colegios y a las empresas, sino que se han apoyado en su arma más letal:
la televisión y sus «programas basura» para alejar a la población de
situaciones estimulantes y conseguir así adormecerla.
El objetivo final de esta pesadilla es un futuro que transformará la Tierra
en un planeta-prisión mediante un Mercado Único Globalizado,
controlado por un Gobierno Mundial Único, vigilado por un Ejército Unido
Mundial, regulado económicamente por un Banco Mundial y habitado por una
población controlada mediante microchips cuyas necesidades vitales se habrán
reducido al materialismo y la supervivencia: trabajar, comprar, procrear,
dormir, todo conectado a un ordenador global que supervisará cada uno de
nuestros movimientos.
Porque cuando usted comprenda lo que ocurre, comenzará a entender que mucha
gente importante - gente a la que cree que admira, a la que busca para que
lo guíe y a la que intenta apoyar -, gente que usted creía que trabajaba
para nosotros, a favor de la libertad (los líderes elegidos
democráticamente, los comisarios europeos no elegidos por el pueblo, los
líderes de la sociedad civil, la prensa), todos los que deberían proteger
celosamente nuestra libertad, en realidad trabajan para ellos, a favor de
intereses que poco tienen que ver con la libertad.
Sivanandan, director del Instituto de Relaciones Raciales,
dice:
«La
globalización ha establecido un sistema económico monolítico, el 11
de septiembre amenaza con engendrar una cultura política monolítica.
Juntos, suponen el fin de la sociedad civil.»
Y el nacimiento de la Esclavitud Total. La UE no
es inmune a esta nueva ideología, sino que ayuda a formarla.
Los gobiernos europeos han conspirado para
lograr lo que cínicamente se llama «lucha contra el terrorismo» con el
vergonzoso bombardeo y posteriores secuelas en Afganistán e Irak,
acontecimientos que se: han vendido a una población desmoralizada y abatida
como actos patrióticos llenos de entusiasmo. Como ocurre con todos los
matones, la mayor amenaza a la vida proviene del propio sistema de terror
que se supone que protege a los ciudadanos del mismo.
¿O seguimos creyéndonos las mentiras propagadas
por los políticos y los medios de comunicación que dicen que la guerra de
Afganistán se ha hecho para defender la libertad, acabar con los talibán,
capturar a Bin Laden y establecer la democracia y la igualdad de derechos?
Benjamín Disraeli, primer ministro de
Inglaterra, apuntó que,
«el mundo es gobernado por personajes muy
distintos de lo que piensan los que no están entre bastidores».
Desde 1994, cuando
David Rockefeller exigió que se
acelerasen los planes para el empuje final de la conquista global, toda la
población del planeta se ha visto abrumada con una crisis financiera y
ambiental después de otra, paralizada por un terror de baja intensidad, una
técnica, según descubro en este libro, usada con frecuencia por los
ingenieros sociales como condición necesaria para mantener a sus sujetos en
un desequilibrio perpetuo.
El
Nuevo Orden Mundial se alimenta de guerras y sufrimiento, de
descalabros financieros y crisis políticas para mantener la expansión de su
aplastante movimiento. Se basa en el miedo de la gente a la libertad.
Por eso, en el caso de Afganistán e Irak, apenas
parece que termine la guerra que ya se oyen voces que preguntan:
« ¿Quién será el siguiente?»
Irán, Siria, China, Rusia. Las armas son el pan
nuestro de cada día. Se obtienen beneficios de las guerras grandes y de las
pequeñas.
Orden Mundial Único. Esclavitud Total.
«El terror armado», en palabras del profesor
John McMurtry de la Universidad Guelph de Canadá, «no es lo
esencial, sino lo accesorio del significado del nuevo totalitarismo. Es
una forma de gobierno mucho más eficaz que el terror basado en la fuerza
militar, que es más directo pero expone el sistema a otra forma de
resistencia».
La Historia nos enseña por analogía, no por
identidad.
La experiencia histórica no implica quedarse en
el presente y mirar hacia atrás. Más bien implica mirar al pasado y volver
al presente con un conocimiento más amplio y más intenso de las
restricciones de nuestra perspectiva anterior.
La placa 79 de los Desastres de la guerra de Francisco de Goya
muestra a la doncella Libertad tumbada boca arriba, con el pecho
descubierto. Unas figuras fantasmales juegan con el cadáver mientras unos
monjes cavan su tumba. La verdad ha muerto. Murió la verdad.
¿Cómo suena esta perspectiva?
No depende de Dios libramos de la «Nueva
Edad Oscura» prevista para nosotros. Depende de nosotros. Tenemos que
llevar a cabo las acciones necesarias. Persona precavida vale por dos.
Nunca encontraremos las respuestas adecuadas si
no somos capaces de formular las preguntas apropiadas.
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