12 Septiembre 2012
del Sitio Web
TrinityATierra
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Italiano
El Consejo Italiano de ministros ha votado afirmativamente al aumento de los
controles de capital mediante la prohibición del uso de dinero metálico
sobre las transacciones desde 1000 euros (medida que se mantiene actualmente
vigente desde julio del 2012) a cualquier transacción de más de 50 euros.
Italia es el primer país en anunciar controles de capital sobre
transacciones de capital, mediante restricciones y prohibiciones a las
transacciones para los próximos 2-3 años.
Desde 2013 los ciudadanos en Italia y quienes la visiten podrán pagar
cantidades que superen los 50 euros SOLO MEDIANTE TARJETA DE DEBITO O
CRÉDITO.
Eso es lo que ha decidido hoy el Consejo de Ministros italiano.
Se supone que todo esto lo hacen para limitar el
lavado de dinero y los
pagos con dinero negro.
La agenda de control del NOM (Nuevo
Orden Mundial) tiene la eliminación
del dinero metálico como punto destacado. Al fin y al cabo, eliminar el
dinero metálico nos obligaría a emplear el dinero de plástico del banco para
cualquier compra-venta que se produjera en cualquier momento.
Eso, además de
trasladar enormes sumas de dinero, en forma de comisiones bancarias, al
sistema bancario, sumas astronómicas porque recordemos que el uso de las
tarjetas obliga a pagar entorno a un 2% a las empresas y negocios que
aceptan las tarjetas, y obliga a los usuarios a pagar, en distintos formatos
de comisiones existentes, por tenerlas y emplearlas.
Pero el verdadero objetivo, como siempre, no es económico, sino que tiene
que ver con el control absoluto de nuestros movimientos y decisiones.
En este punto de la
entrevista de Alex Jones a
Aaron Russo, quien llegó a
ser íntimo de un Rockefeller,
Russo
explica cuál es el “objetivo” de la agenda de control:
Italia acaba de dar un gran paso en la ejecución de esa agenda de control.
Italia no es el primer país que avanza peligrosamente en esa agenda. México
anunció en el 2010 medidas para restringir las operaciones en metálico;
Suecia “presume” de ser prácticamente ya una sociedad sin cash (ver
vídeo). Medidas similares han sido aprobadas y propuestas en multitud de
países.
En Abril del 2012, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy,
anunció que van a limitar el pago en efectivo en España a 2.500 euros,
“cuando al menos intervenga un empresario profesional”.
El incumplimiento de
esta restricción podrá acarrear multas de hasta el 25% de las cantidades
pagadas.
El año pasado, Visa produjo una serie de vídeos describiendo su visión para
la próxima generación de pagos electrónicos, en que los consumidores de todo
el mundo pagarán todo tipo de bienes y servicios empleando el teléfono móvil.
En la misma línea, International Finance Corporation ha publicado un
informe reciente sugiriendo un marco donde los países establezcan un negocio
del dinero móvil:
La idea de la “sociedad sin cash”, de la que cada vez más periodistas y
coristas de la información se hacen eco entusiasticamente, surgió en los
años 50. El primer objetivo fue eliminar los cheques, cuyo volumen crecía de
una manera exponencial y supuestamente resultaban “muy costosos”.
Pero dos hombres fueron los promotores en aquellos años 50 del ideal de un
futuro sin dinero metálico, John Diebold, cuya empresa consultora,
The
Diebold Group, construyó varios sistemas computerizados para bancos
comerciales a comienzos de los 60.
Y su visión obtuvo el apoyo influyente de George Mitchell, miembro del
Comité de Gobernadores de
la Reserva Federal, que comenzó a advertir a los
banqueros en 1966 sobre los costes en aumento de procesar el papel urgiendo
a la banca a considerar,
“cómo el ordenador puede cambiar drásticamente el
dinero y sus usos”.
Limitar a 50 euros el uso del cash obliga a las personas a emplear
obligatoriamente la tarjeta del banco para multitud de compras, tarjetas de
la cuales hasta ahora podía prescindir.
También obligará a los negocios a
ceder un porcentaje aún mayor de sus beneficios a la banca.
El siguiente paso en la sociedad sin cash muy probablemente será obligar a
las personas a que vinculen sus tarjetas y cuentas bancarias a un teléfono
móvil. Una persona sin una cuenta de banco o sin una tarjeta de débito o
crédito por ejemplo no podrá comprar sus muebles en Italia, ni comprar un
billete de autobús interurbano si el coste es superior a 50 euros.
A cambio
de esto, el “crimen” de no tener una cuenta o de evitar el uso de tarjetas
bancarias, podrá ser castigado.
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