28 Junio 2014
del Sitio Web
ElDiario
Max-Neef cree que la
economía neoliberal
mata más gente que todos los
ejércitos juntos
El economista chileno
Manfred Max-Neef reniega de una
economía neoliberal para la que los seres humanos son "irrelevantes" y que,
en su opinión, "mata más gente que todos los ejércitos juntos".
Galardonado en 1983 por los Right Livelihood Award, considerados
Premios Nobel alternativos, Max-Neef se pregunta, en una entrevista con Efe
con motivo de su estancia en Galicia, si los altos índices de suicidio en
países como, por ejemplo, España, se pueden considerar,
"asesinatos de un sistema perverso".
La perversidad de la economía neoliberal radica
en que,
"no entiende el mundo y, además, los seres
humanos son irrelevantes. Lo relevante son los indicadores
macroeconómicos, el PIB... lo que le haya pasado a las personas no
importa", afirma.
Max-Neef atribuye a "la estupidez", en su
opinión lo único que distingue al ser humano de los animales, el hecho de
que no haya "un solo preso" entre todos los "sinvergüenzas" que provocaron
la
crisis económica de 2008, y de que se siga apostando por el mismo
modelo vistos los resultados.
"¿En este momento hay algo que no sepamos
que no hay que hacer? Todos lo tenemos perfectamente claro", proclama el
catedrático por la Universidad Austral de Chile, quien comulga con la
denuncia del Papa Francisco de que uno de los mayores problemas de la
humanidad es "la globalización de la indiferencia".
Max-Neef critica "el lenguaje del miedo"
utilizado por los economistas, al igual que los diferentes credos
religiosos, con los que los compara, y sus "dogmas indiscutibles", que no se
basan, afirma, en "fundamentos empíricos ni científicos".
Se remite a los mensajes "catastrofistas" sobre el peligro de quiebra de los
bancos si no se les rescata y al
caso paradigmático de Islandia, del que
"poco se ha hablado", en su opinión, no fuera a ser que originara "un efecto
contagio".
Max-Neef cree "absurdo" y un "disparate descomunal" que en pleno siglo XXI
la economía se rija por "ideas neoclásicas del siglo XIX", y que de entre
todos los que se consideran gurús del ramo nadie vaticinó "la catástrofe" de
2008.
Según el economista chileno, aquellos colegas que se consideran científicos
deberían actuar como tales y plantearse buscar alternativas cuando ven que
"fracasa su teoría", y sin embargo estos "insisten en más de lo mismo".
Como contrapunto a la corriente económica dominante, quien fuera candidato a
la presidencia de Chile en 1993 por Los Verdes promulga un modelo "al
servicio de las personas", a las que se debe vincular el desarrollo y no a
los objetos; donde el crecimiento no sea sinónimo de desarrollo y no precise
necesariamente del mismo.
Explica que su teoría casa con el concepto sudafricano de "ubuntu", el de la
interrelación de las personas, frente a la concepción "mecánica" de la
economía, en la que "se llega al extremo de que la solidaridad es vista como
un acto irracional".