por
Manuel Freytas
31 Agosto 2009
del Sitio Web
IARNoticias
Manuel Freytas es periodista, investigador, analista de estructuras del
poder, especialista en inteligencia y comunicación estratégica.
Es uno de
los autores más difundidos y referenciados en la Web. |
Informe especial
Cada personaje histórico tuvo una frase emblemática, y Lenin tuvo la suya:
"La estupidez es lo más difícil de combatir". Y la estupidez, generalmente,
salta a la vista cuando alguien pregunta (o repregunta) utilizando la lógica
y el sentido común.
"¿Y para qué van a invadir (a Venezuela) por petróleo si Ud. se lo vende
todo a EE.UU.?", fue la pregunta del día en la cumbre de UNASUR efectuada por
el presidente peruano, Alan García, que dejó por primera vez a Chávez
boquiabierto y sin respuesta.
¿En qué libro de estrategia militar se aconseja que para ganar una guerra
hay que venderle los recursos estratégicos de supervivencia al enemigo y
convertirse en su primer socio comercial?
Eso, exactamente, hace Chávez: El principal abastecedor de petróleo y el
principal socio comercial de EE.UU. en la región.
De acuerdo con cifras de la Cámara Venezolana Americana de Comercio e
Industria,
Venancham, que agrupa a empresas venezolanas y multinacionales
estadounidenses que actúan en Venezuela, el intercambio comercial entre
EE.UU.
y Venezuela llegó a US$ 70.000 millones en 2008.
La cifra representa - según la Cámara - un verdadero récord histórico y
muestra que las "turbulencias diplomáticas entre ambos países no afectaron
al comercio bilateral".
Para el presidente de Venancham, Edward Jardine,
"esta cifra de intercambio
económico en 2008 demuestra la solidez de las relaciones comerciales que
existen entre ambos países".
Venancham está integrada por más de 1.000 empresas venezolanas y
multinacionales estadounidenses que dan empleo directo a aproximadamente a
700.000 personas, y la mayoría de los especialistas estima que si se
produjese una ruptura comercial EE.UU.-Caracas, la economía venezolana
probablemente colapsaría.
El principal impulso de esta balanza comercial bilateral fue el alto precio
del petróleo registrado a mediados del año 2008. Venezuela vende diariamente
a Estados Unidos más de 1,1 millones de barriles.
Los datos oficiales demuestran que:
-
EE.UU. es el principal cliente para las
exportaciones venezolanas, particularmente las petroleras
-
Venezuela
envía más de un millón de barriles de crudo diarios al mercado
estadounidense, en gran parte a refinerías de su propiedad que alimentan el
sistema de estaciones de servicio Citgo, también de propiedad venezolana
-
De EE.UU. proviene cerca de un tercio de las importaciones venezolanas
-
"EE.UU. representa el 50% de las relaciones comerciales de Venezuela con
todo el mundo", según lo destacó el anterior presidente de Venancham, Edmond
Saade.
Un comunicado emitido recientemente por Venancham, señala que la sumatoria
de los tres primeros meses del año en curso, demuestran que el 96% de las
exportaciones ha estado constituido por petróleo, siendo el 4% restante
cubierto por exportaciones no petroleras.
Según lo expresó recientemente el presidente de la Cámara, Edward Jardine,
las empresas de EE.UU. que operan en Venezuela,
“promueven el máximo
crecimiento del comercio y la industria, así como la inversión entre ambas
naciones".
En conclusión, Chávez, según las cifras oficiales, no solamente mantiene
intacta la estructura del sistema capitalista en Venezuela (comercio
hegemonizado por corporaciones trasnacionales USA) sino que, además, es el
principal proveedor latinoamericano del único recurso estratégico que EE.UU.
no puede suplir (sólo produce el 25% de sus necesidades): El petróleo.
La pregunta, lógica, simple y obvia:
¿Cómo Chávez puede entrañar un peligro
estratégico para la supervivencia de EE.UU.?
En este escenario, marcado por las estadísticas oficiales y los números
reales, un "Chávez revolucionario y anti-EEUU" es tan "ilógico" (para el
sentido común) como pensar que en Cuba hubiese habido una revolución con
Fidel Castro como principal aliado comercial de Washington en América
Latina.
No obstante esta realidad de dependencia comercial con el Imperio que dice
combatir, Chávez, en el 2005, en la Cumbre de las Américas en Argentina, se
erigió como el abanderado contra el ALCA (tratado de libre comercio) que
EE.UU. quería imponer en América Latina.
¿Cómo se puede ser enemigo (a muerte, como se define Chávez) de EE.UU. y a la
vez ser su principal aliado comercial?. Ése es el punto que, desde una mente
lógica y no alienada, no cierra con Chávez.
Chávez, históricamente, construyó poder político y consenso electoral (interno
y externo) apelando a dos consignas: La guerra antiimperialista, y la
amenaza de una invasión de EE.UU. a Venezuela para apoderarse de sus recursos
petroleros.
Es más, toda la imaginería analítica de izquierda sobre la "militarización
imperialista" gira sobre ese supuesto de que USA precisa invadir Venezuela
para apoderarse de su principal recurso estratégico.
Volvamos a la pregunta (obvia) de Alan García a Chávez:
¿Y para qué van a
invadir (a Venezuela) por petróleo si Ud. se lo vende todo a EE.UU.?
Para encontrar una respuesta lógica a esta pregunta hay que remitirse a la
estrategia de dominio con los "enemigos de paja".
Realidad y ficción
-
Probadamente: Chávez, tras el referendo que ganó en el 2004, estableció un
pacto con el empresariado local y trasnacional (uno de cuyos operadores
principales fue el multimillonario Gustavo Cisneros) que lo preservó de la
conspiración económica para derrocarlo como en abril de 2002.
-
Probadamente: El Estado venezolano, su Parlamento, sus instituciones, sus
partidos políticos, sus funcionarios, su sistema electivo-parlamentario, no
son revolucionarios sino capitalistas-burgueses.
-
Probadamente: El entorno de funcionarios y de empresarios que rodea a Chávez
no es revolucionario sino capitalista-burgués y hace negocios privados con
el petróleo venezolano.
-
Probadamente: La estructura socioeconómica de Venezuela no es revolucionaria
sino capitalista, a punto tal, que su sociedad de consumo refleja una de las
pirámides más marcadas por las líneas contrastantes de "ricos" y "pobres" en
la región.
-
Probadamente: Las fuerzas armadas de Venezuela y su estructura no son
revolucionarias sino fuerzas al servicio de un Estado capitalista. En su
totalidad, sus generales (como el resto de los militares en América Latina,
salvo Cuba) fueron formados en el Comando Sur de EE.UU., y la mayoría de ellos
continúan manteniendo aceitadas relaciones con el Pentágono y el
departamento de Estado.
-
Probadamente: Los servicios de inteligencia de Venezuela mantienen lazos
históricos con la CIA, la DEA, el FBI y el resto de las agencias
norteamericanas provenientes de la lucha contra el "narcoterrorismo" y el "crimen
organizado".
-
Probadamente: Venezuela es un Estado capitalista, con una estructura
económica capitalista y una sociedad estratificada entre "ricos y pobres" e
ideologizada en los parámetros del consumismo capitalista que no difiere
(salvo Cuba) del resto de América Latina.
-
Probadamente: La Venezuela capitalista es una socia comercial estratégica de
EE.UU. y si rompiera relaciones con Washington su estructura económica
colapsaría.
Y Chávez, no es el presidente de Cuba (un país que hizo una
Revolución),
sino el Presidente de Venezuela.
Maquiavelo en
América Latina
No obstante la realidad numérica y estadística de la relación societaria (simbiótica)
de Chávez con EE.UU.
-
¿Porqué la izquierda sigue llamando "revolucionario" a su
gobierno?
-
¿Porqué un segmento mayoritario de la izquierda internacional llama "revolucionario
y antiimperialista" a Chávez, si ni su gobierno, ni sus políticas, tanto en
lo económico como en lo social, jamás se salieron de la naturaleza
estructural del sistema capitalista que siempre rigió en Venezuela?
-
¿Y porqué el Imperio capitalista
estadounidense (no obstante la inserción probada de Venezuela dentro
del orden y la gobernabilidad capitalista) sigue considerando Chávez
como el "enemigo número uno" de su sistema de dominio en América
Latina?
Hay un precepto estratégico (de naturaleza maquiavélica) que sostiene que
para evitar que surja un enemigo real que ponga en peligro el sistema de
poder vigente, es preciso inventar un "enemigo de paja", controlable e
inofensivo, al que se presentará como si fuese el enemigo real, o la
"principal amenaza" al sistema.
Más allá de sus discurso "revolucionario", los gobiernos de izquierda
liderados por Chávez no alteran los marcos de la estabilidad económica, la
gobernabilidad política y la "paz social" que los bancos y las
trasnacionales capitalistas necesitan para seguir depredando los recursos
estratégicos de América Latina dentro del marco de la "legalidad democrática".
Los gobiernos de izquierda, más allá de sus mediáticos discursos anti-EEUU
en los foros regionales, tienen su supervivencia económica y político
electoral atada al destino del Estado capitalista, y son los primeros
defensores de la legalidad y gobernabilidad democrática en la región.
En este escenario, la estrategia con el "enemigo de paja" tiene como
objetivo principal "desactivar" los conflictos sociales y las luchas
populares (naturalmente violentos y "antisistema") y encauzarlos por caminos
"pacíficos" y meramente "reclamativos", a través de su inserción en el "sistema
democrático" controlado por Washington y el establishment económico
capitalista en la región.
La relación "vinculante" FARC-gobiernos de izquierda trazada por la
inteligencia norteamericana como principal hipótesis de "terrorismo" y de "desestabilización"
continental esconde una profunda razón maquiavélica de "dividir para dominar",
creando un falso enfrentamiento y controlando en forma simultánea a los dos
oponentes.
Chávez y Uribe, Colombia y Venezuela + el "terrorismo" de las FARC, son
apenas la "cáscara" (disfrazada de "conflicto mayor") de un entrelazado de
intereses subterráneos del Imperio norteamericano y del capitalismo
trasnacional (corporaciones y bancos) que controlan a los gobiernos de
América Latina, por encima de las instituciones jurídicas-estatales que las
consagran como "naciones independientes".
En este escenario el "terrorismo" de las FARC sirve:
-
Para que el Complejo Militar Industrial y las armamentistas vendan armas
a los ejércitos latinoamericanos que combaten al "terrorismo" bajo "protección"
del Comando Sur de EE.UU..
-
Para justificar despliegues militares imperiales alrededor de las fuentes
estratégicas de recursos naturales y de energía del "patio trasero" que
Washington considera (y controla) como suyos.
-
Para las justificaciones doctrinarias de futuras tareas de represión y "criminalización"
de los conflictos sociales que van a comenzar a cobrar impulso en la región
con el desenlace del proceso recesivo-inflacionario desatado por la crisis
global del sistema capitalista.
¿Y para que sirven Chávez y los "gobiernos de izquierda"?
Chávez (tal como lo venden las grandes cadenas del Imperio) es la figura
emblemática, la imagen representativa de la "síntesis", la materialización
toda junta del "peligro dictatorial" y "terrorista" que se cierne sobre
América Latina.
Con el presidente venezolano como el cuco "dictador-terrorista" regional,
EE.UU. compensa la falta del "enemigo real" que en la época de la guerra por
áreas de influencia con la URSS estuvo representado por la Cuba de Fidel
Castro, por entonces exportadora de revoluciones armadas.
En Chávez se ensamblan mediáticamente - y psicológicamente - el "terrorismo"
de las FARC y el "enemigo rojo" de la época de la
Escuela de las Américas y
de la Doctrina de Seguridad Nacional.
Como dicen los preceptos básicos de cualquier libro de estrategia política:
hay que inventar un enemigo falso, maleable y controlable, que opaque y
reste protagonismo al enemigo real que pueda presentarse.
La imagen de "terrorista" y "desestabilizador" que Washington y el
Departamento de Estado le endosan a Chávez está orientada a neutralizar la
aparición de enemigos verdaderos.
O sea los líderes populares que todavía hacen huelgas generales, cortan
rutas, toman empresas, y ponen en riesgo la "gobernabilidad" y los "negocios"
de los bancos y trasnacionales capitalistas en América Latina.
En resumen, con Chávez, Morales y Correa, no hay ninguna posibilidad de
crecimiento de la izquierda revolucionaria en las calles, sino que hay
crecimiento de la izquierda electoral y gubernamental. Una izquierda de
cotillón institucional, disciplinada, asimilada e integrada al sistema.
Una izquierda de Estado capitalista, con aparatos sindicales y movimientos y
partidos de izquierda cumpliendo su función "opositora" dentro de los marcos
del sistema "democrático", y de los parámetros establecidos de preservación
de la "gobernabilidad", la "paz social" y la "estabilidad", precisamente lo
que el sistema necesita para su "crecimiento económico" sin distribución
social de la riqueza.
La falsa pelea Uribe-Chávez, con las FARC como detonante, sintetiza a dos
puntas la estrategia con el "enemigo de paja" para dominar y controlar por "izquierda"
y por "derecha", según el viejo precepto maquiavélico aggiornato por
Washington y sus herramientas de poder.
Tanto Chávez (en menor grado) y Uribe (en forma totalizada) tienen sus
líneas de comando y de inteligencia militar infiltradas por la CIA y el
Comando Sur de EE.UU., los implementadores de la estrategia de control militar
de Washington en la región.
En la práctica, si Chávez quisiese ordenar una guerra contra Colombia que no
figurase en los planes de EE.UU. sería eliminado o derrocado por un golpe
interno, lo que indica claramente que si detona finalmente un conflicto
militar regional es porque Washington lo está utilizando para sus planes.
En este escenario, los superficiales analistas y periodistas del sistema (asalariados
de las empresas y de los consorcios mediáticos) solo pueden ver la cáscara
sin el contenido:
La falsa guerra Chávez-Uribe, tiene su límite en la "gobernabilidad
democrática" impuesta por Washington como estrategia de dominio en la región.
La falsa guerra de "izquierda" y "derecha" (con las FARC en el medio) queda
desmontada frente a una realidad:
En lo político, los gobiernos de izquierda (tanto como los de derecha) se
rigen por dos principios doctrinarios básicos:
-
Defensa irrestricta del "sistema
democrático" como marco de regulación política y social establecida por el
sistema capitalista a nivel regional.
-
Programas de lucha contra el "terrorismo",
el "narcotráfico" y el "crimen organizado", establecido como
hipótesis de
conflicto regional por el Departamento de Estado y el Pentágono.
Y si Chávez, Correa y Morales (en la realidad concreta y estadística) hacen
lo mismo que Uribe, Alan García o Calderón ¿En qué se diferencian?
En el discurso, sólo en el discurso.
Maquiavelo (USA) separó la realidad del
discurso y dio con la fórmula buscada: Los enemigos de paja.
La colonización mental, la manipulación informativa, el desdoblamiento de la
realidad, la comprensión atomizada de los procesos políticos y sociales, y
la programación de las mayorías con la "democracia" made in USA descerebrante, hizo el resto.
Ganó Maquiavelo, y se hizo realidad la máxima de Lenin:
"La estupidez es lo
más difícil de combatir"