08 Mayo
2017
del Sitio Web
ElRobotPescador
Cada vez queda
más claro que en el campo de la geopolítica y las
relaciones internacionales, todo es un gran juego,
un inmenso negocio en el que las personas mueren por
patrias e intereses, mientras los más poderosos se
ríen a sus anchas, a costa de las víctimas que ellos
mismos envían a morir.
Estos días el mundo ha estado muy preocupado por un
posible enfrentamiento entre Rusia y EE.UU.,
especialmente tras el bombardeo de la base aérea
Siria de Shayrat.
Pues bien, a continuación ofrecemos
un artículo de Paul
Craig Roberts realmente revelador, en el que el
economista conservador y subsecretario del Tesoro
durante la época Reagan muestra su perplejidad ante
un hecho que ha pasado bastante desapercibido.
Cabe recordar que Roberts se ha mostrado como un
enemigo declarado del
establishment de
Washington y en concreto de los neocons, así como
también se ha mostrado partidario de la Rusia de
Putin y defensor de Trump.
El 1 de marzo, la
Oficina Nacional de Reconocimiento de los Estados Unidos
lanzó un satélite espía transportado por un cohete Atlas V,
impulsado por un motor RD-180 ruso.
Los Estados Unidos, una supuesta "superpotencia", no es capaz de
poner sus propios satélites espías en el espacio.
Esta "superpotencia" depende de Rusia, que proporciona a la
"superpotencia" los motores de cohetes para poner satélites
espía en órbita para espiar a la propia Rusia...
Aquí tenemos esas palabras de Lenin:
¡Los rusos le
venden a Washington la cuerda con la cual colgarán a Rusia!
-
¿Está
valorando Rusia un poco más los dólares de los EE.UU.,
por encima de su propia existencia nacional?
Aparentemente si.
-
¿La quinta
columna dentro de Rusia, financiada y apoyada por
Washington, infiltrada en los medios de comunicación
rusos, y dentro del gobierno ruso, tiene un deseo tan
ferviente de integrarse en el Occidente decadente e
inmoral que están dispuestos a sacrificar la soberanía
rusa y están dispuestos, como toda Europa, Canadá,
Australia y Japón, a ser vasallos de Washington? Sí.
-
¿Qué otra
explicación hay para que Rusia permita a Washington
espiar a Rusia con su propia ayuda y suministrarle a
EE.UU. de las capacidades necesarias para que en el
futuro puedan atacar con armas nucleares a la propia
Rusia con un ataque nuclear preventivo? Parece que Rusia
está más interesada en los dólares estadounidenses y en
la "cooperación con Washington" que en la supervivencia
nacional.
No es de extrañar que
los neoconservadores norteamericanos crean que Putin consentirá
la muerte de Rusia a manos de Washington.
El
Nuevo Orden Mundial de la
tiranía de Washington hacia el resto del mundo, parece estar en
el buen camino.
Rusia está permitiendo el dominio de Washington poniendo en
órbita los propios satélites de espionaje de Washington en el
espacio.
Tal vez lo siguiente será que Rusia proporcione a Washington la
ubicación de todos sus submarinos con armamento nuclear y el
calendario de los movimientos de sus misiles ICBM ocultos en
trenes nucleares.
¿Por qué no
pensar eso si por lo visto asegurarse "la cooperación con
Washington", parece ser el único objetivo del gobierno ruso?
¿No les parece increíble?
¡¡Washington impone
un paquete de sanciones tras otro a Rusia, y Putin sigue
vendiéndole a Washington los motores de cohetes que necesita
para enviar al espacio sus satélites espía!!
Que Dios ayude a los rusos...
Fuente
Para complementar este texto de Craig Roberts, ofrecemos esta
noticia que encontramos
en Sputnik hace unos días…
Fuente
La compañía rusa
Energomash entregará 11
propulsores RD-180 al consorcio estadounidense ULA este año,
aseguró el director general de la empresa RD Amross, Michael
Baker.
ULA recibe los motores a través de la RD Amross, una empresa
mixta en la que participa Energomash.
"Once propulsores
serán entregados este año, otros once el próximo y seis en
2019", dijo Baker al margen del 33º Simposio espacial
internacional que acoge Colorado.
Información
relacionada:
Aquí cada uno podrá hacer
sus interpretaciones al respecto de lo que se oculta tras este
negocio entre EE.UU. y Rusia.
Lo primero que se puede
llegar a pensar es que quizás a Putin no le importe
suministrar estos motores de cohetes a EE.UU., porque ya dispone en
la actualidad de todo lo necesario para contrarrestar las medidas
que puedan realizar estos satélites espías.
Sería una estrategia
inteligente:
suministrar a su
enemigo de tecnología que colabore en la obsolescencia de su
propio programa militar, haciendo negocio con ello.
Si esa fuera la razón, la
interpretación tremendista de Craig Roberts, que poco menos
que tilda a Putin de traidor a su país, no tendría sentido.
Pero también hay otras posibles interpretaciones:
quizás, en el fondo,
hay mucho más teatro en el mundo de las luchas
geopolíticas de lo que creemos o de lo que gente como Craig
Roberts quieren hacernos creer.
La guerra no es lo mismo
para aquellas personas cegadas por ideologías y patrias, que pisan
los campos de batalla surcados por las balas y los que ganan dinero
y poder con esos conflictos en los despachos.
Está claro que
las élites que se benefician de los
grandes negocios (y
de las guerras) y las personas de la calle, vivimos en
dos mundos diferentes y esta compraventa de motores de cohetes,
parece ser un buen un reflejo (otro más de entre innumerables casos
similares) de la cruda realidad del mundo y de lo absurdo que es
tomar partido por cualquiera de esos mal nacidos instalados en los
gobiernos...
Fuentes
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