13 Septiembre 2015
del Sitio Web
ElRobotPescador
Según
informa la Web israelí DEBKAfile,
Putin realizó una oferta a Israel para proteger y desarrollar los
vastos yacimientos de gas de Israel, antes de iniciar el despliegue
de tropas rusas en Siria para proteger al gobierno de Bahsar
al-Assad, en lo que sería una magistral jugada de ajedrez por
parte de Putin.
Hace más de quince días, el presidente ruso Vladimir Putin
presentó una proposición a Israel, en la que Rusia se ofrecía a
custodiar los ricos yacimientos de gas situados en el Mediterráneo
frente a las costas de Israel, sumando a ello una oferta de
inversión rusa de entre 7.000 y 10.000 millones dólares, destinados
a desarrollar y explotar Leviatán, el mayor de los yacimientos de
gas.
Además, Rusia proponía la construcción
de un oleoducto hacia Turquía para exportar ese gas a Europa, según
informa DEBKAfile.
La oferta fue realizada directamente al primer ministro Benjamin
Netanyahu a través de una serie de conversaciones telefónicas
confidenciales y a través de una serie de emisarios e intermediarios
discretos.
Al realizar esta oferta, Putin ocultó convenientemente a Netanyahu
sus planes inminentes de acumular en Siria infantes de marina rusos,
unidades de la fuerza aérea, buques de guerra y misiles, a pesar de
que dicho plan de despliegue de tropas ya había sido elaborado
conjuntamente en detalle con el gobierno de Teherán a finales de
julio.
Putin lo expresó de esta manera:
el enorme yacimiento Leviatan es
colindante con la zona económica exclusiva o mar territorial del
Líbano y por lo tanto es vulnerable a posibles sabotajes por
parte de Irán, Siria o Hezbolá, ya sea realizados por comandos o
por ataques de cohetes.
Una inversión de miles de millones de
dólares por parte de Rusia en el yacimiento Leviatán, lo convertiría
automáticamente en un proyecto ruso y eso serviría precisamente de
escudo para la propia explotación, puesto que ni Siria ni Hezbolá se
atreverían a atacarlo, a pesar de que perteneciera a Israel.
Sin embargo, ahora la situación ha asumido un cariz diferente.
Las fuerzas rusas ya están fluyendo hacia Latakia y se están
posicionando en Siria, y Moscú ha declarado la zona desde el puerto
de Tartús en Siria hasta Chipre, como zona cerrada a la navegación y
al tráfico aéreo desde el 15 de septiembre al 7 de octubre, en vista
de unas,
"maniobras militares que incluyen
lanzamientos de prueba de misiles guiados" desde buques de
guerra rusos.
Cuando Putin ofreció un escudo protector para los campos de gas
israelíes a finales de agosto, sabía perfectamente que dicha
protección recaería directamente en las fuerzas militares rusas que
iba a desplazar a la zona y no en la renuncia por parte de Irán y/o
Siria a perjudicar los posibles intereses rusos.
Iba pues, un paso por delante, como todo
buen jugador de ajedrez.
Entonces, el 30 de agosto, Netanyahu discutió la nueva propuesta
rusa con el primer ministro italiano Matteo Renzi cuando se
reunieron en Florencia, en el contexto de la participación del
ex-primer ministro italiano Silvio Berlusconi en Oriente
Medio y el negocio europeo de la energía y sus estrechos vínculos
con Putin .
Cabe destacar que Berlusconi y Netanyahu también son buenos amigos.
El primer ministro israelí nunca confirmó explícitamente a Putin que
consideraría la oferta rusa.
Netanyahu dudó ante la oferta rusa porque creyó que un acuerdo con
Moscú para explotar dichos yacimientos de gas resultaría inaceptable
para Washington y la empresa Noble Energy de Texas, que
dispone de una participación del 39,66% en el consorcio que controla
el yacimiento Leviatán, así como participaciones en los pozos de gas
más pequeños de Tanin y Tamar.
Mientras tanto, dos ministros israelíes, el ministro de finanzas
Moshe Kahlon, y el de economía Arye Deri, obstruyeron
pertinazmente la autorización final del gobierno israelí para
iniciar la explotación de gas de dichos yacimientos; posturas que
contribuyeron a que Netanyahu retrasara y eludiera su respuesta a
Putin.
Pero cuando se reveló definitivamente el flujo de tropas y
equipamiento militar que Rusia estaba desplazando a Siria, Netanyahu
comenzó a apreciar que debería reconsiderar tanto la situación
militar y estratégica de Israel con respecto a Siria y el
Mediterráneo oriental, como también la posible perspectiva de
inversión extranjera para proyectos de desarrollo de los vastos
yacimientos de gas israelí.
De hecho, el panorama estratégico de Israel ha hecho un giro radical
en cuatro aspectos principales:
-
El gobierno israelí ya no puede
aceptar como hipótesis de trabajo el derrocamiento del
gobierno de Assad a corto plazo.
La inyección de fuerza militar
rusa, junto con las fuerzas de la Guardia Revolucionaria de
Irán, han dado a Assad una fuerza importante que garantiza
la permanencia de su régimen una buena temporada.
Por lo tanto, las Fuerzas de Defensa de Israel deben
reconsiderar su postura en el frente sirio, y reevaluar su
patrocinio y apoyo a los grupos rebeldes, especialmente a
las situadas en el sur de Siria y que combaten los ataques
transfronterizos de las fuerzas apoyadas por Irán o
Hezbollah contra el norte de Israel.
Este cambio de actitud se puede intuir en las declaraciones
escuchadas estos últimos días a altos funcionarios de
seguridad israelíes, que ahora sostienen que dejar a Assad
en el poder podría ser la mejor opción, después de todo.
-
La llegada de fuerzas militares
rusas sobre el terreno, por aire y por mar, reforzándose día
tras día en Siria, ofrecen un escudo no sólo para el régimen
de Assad, sino también para Hezbollah, la fuerza militar
chiíta apoyada por Irán y establecida en el Líbano y Siria.
Y esto también exige cambios en la postura militar de Israel
contra la fuerza .
Tropas de Hezbollah
-
La poderosa presencia militar
rusa en Siria, impide que Israel actúe a sus anchas atacando
militarmente objetivos iraníes o de Hezbollah cuando lo crea
necesario.
El margen de maniobra militar de
Israel queda muy comprometido.
-
Tres aspectos de la nueva
situación destacan especialmente:
-
La fuerza aérea rusa y
la marina son la fuerza militar extranjera más
fuerte en el Mediterráneo oriental. El despliegue de
los EE.UU. en la región no es comparable en estos
momentos.
-
La fuerza militar de
Israel es importante, pero nadie buscaría un
enfrentamiento militar con los rusos, aunque esto sí
ocurriera indirectamente hace cuatro décadas, cuando
Israel luchó contra las invasiones árabes apoyadas
por Rusia.
-
Teniendo en cuenta la
prevalencia de la presencia militar rusa en el
Mediterráneo oriental, es difícil que ningún
inversionista extranjero se atreva a invertir miles
de millones de dólares en explotar los yacimientos
de gas israelí.
-
A pesar de que Rusia
llamó el Sábado 12 de septiembre, a una "cooperación
militar con Estados Unidos" para evitar "incidentes
no deseados", en medio de sus ejercicios navales
frente a la costa de Siria, lo cierto es que dicha
llamada tenía un tono cínico.
Es muy probable que Moscú vuelva a
presentar la oferta original de Putin de construir un escudo de
defensa Ruso para proteger los yacimientos de gas de Israel.
Pero la posición tan ventajosa que ha adquirido Moscú en la región y
con el poder militar que está desplegando en Siria, es previsible
que Putin endurecerá sus condiciones para alcanzar dicho acuerdo, de
manera que acaben siendo más ventajosas para Rusia.
Así pues,
Putin ha
demostrado que es un gran jugador de ajedrez.
Con un solo movimiento, es previsible,
-
que Putin haya conseguido salvar
a su aliado al-Assad
-
que haya obligado a la OTAN a
pactar el mantenimiento del gobierno de Assad de forma
indefinida
-
que haya arrodillado a Israel,
obligándole a aceptar sus condiciones para explotar el
enorme y riquísimo
yacimiento gasístico Leviatán,
la que es quizás, la gran joya económica de Israel para
garantizar su desarrollo económico futuro
Más allá de las simpatías o antipatías
que uno pueda sentir por Putin, se ha de reconocer que de acabar
así, será una jugada maestra...
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