por Thierry Meyssan

04 Septiembre 2018
del Sitio Web RedVoltaire

Versión en italiano

 

 

 

 

El ex asistente de la

secretaria de Estado Hillary Clinton, Jeffrey Feltman,

presta juramento, el 2 de julio de 2012,

sobre la Carta de las Naciones Unidas

y ante el corrupto Ban Ki-moon,

secretario general de la ONU.

 

 

El documento interno de la ONU que acabamos de publicar demuestra que la administración de las Naciones Unidas actúa en contra de los objetivos de la organización internacional.

 

La situación es tan grave que se impone una explicación del secretario general, Antonio Guterres, explicación ya exigida en estos días por el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov.

 

A falta de esa explicación, los Estados miembros podrían poner en tela de juicio la viabilidad de la ONU.



En octubre de 2017, el subsecretario general de la ONU a cargo de los Asuntos Políticos, el estadounidense Jeffrey Feltman, redactaba en secreto una serie de instrucciones dirigidas a todos los órganos de la ONU sobre la actitud que debían adoptar en relación con el 'conflicto' en Siria.

Los Estados miembros de la ONU, ni siquiera los miembros del Consejo de Seguridad, nunca fueron informados de la existencia de esas instrucciones, hasta que el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, las reveló, el pasado 20 de agosto. [1]

La Red Voltaire acaba de obtener una copia de esas instrucciones: [2]
 

 

Parameters and Principles of UN assistance in Syria

(Octubre de 2017)

Fuente

 

 

 

 

Traducción en español

Fuente

 

Los parámetros y principios iniciales siguientes se aplicarán a todos los actores de las Naciones Unidas que operan en Siria para garantizar apoyo y asistencia a las personas necesitadas en todas las regiones de Siria. Obsérvese que estos parámetros y principios deben ser desarrollados aún más y exigirían igualmente la instauración de un proceso de diligencia razonable para garantizar su aplicación. Los principios y parámetros, incluyendo toda revisión ulterior, deben también ser conformes a los principios de la Carta de las Naciones Unidas y las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad.
 

 

Parámetros

• Las necesidades humanitarias que salvan vidas siguen siendo enormes en Siria y el aporte de asistencia por las vías más directas es aún crítico. Los principios humanitarios de neutralidad, imparcialidad e independencia se aplican a la ayuda humanitaria vital así como a las actividades de recuperación rápida y de resistencia con objetivos humanitarios. La ONU, con el compromiso activo del Secretario General, se esforzará por garantizar el máximo de ayuda humanitaria en Siria, incluso por la vía más directa, asegurando la no injerencia en sus operaciones, para apoyar las operaciones planteadas en el Plan de Respuesta Humanitaria (HRP).

• El HRP debe seguir siendo humanitario para garantizar que la ONU pueda cumplir las actividades humanitarias esenciales para salvar vidas y garantizar las necesidades esenciales de los pobladores. Las actividades de desarrollo o de reconstrucción fuera de ello tendrán que ser reflejadas en otros marcos que, por naturaleza, serán negociaciones más largas con los gobiernos. Eso es esencial habida cuenta de las complejas cuestiones jurídicas y políticas en juego.

• Las actividades de recuperación rápida y de resistencia en Siria, tal y como se hallan actualmente definidas en el HRP, ofrecen la posibilidad de ir más allá de la ayuda vital inmediata y de ofrecer condiciones de vida mínimas a las comunidades locales afectadas.

• La ONU se expresará a favor de una gama completa de soluciones duraderas para las personas desplazadas y los refugiados en toda Siria, apoyará a las comunidades que los acogen y estimulará enfoques basados en los derechos, conforme al derecho y las normas internacionales. La ONU no favorecerá el regreso de los refugiados y de las personas desplazadas pero respaldará a los repatriados con vista a garantizar el carácter seguro, digno, informado, voluntario y duradero del regreso y de la reintegración, así como el derecho de los sirios a buscar asilo.

• Sólo cuando una transición política verdadera e inclusiva se haya negociado entre las partes, la ONU estará dispuesta a facilitar la reconstrucción.

 


Principios

Las actividades anteriormente mencionadas se realizarán según los siguientes principios:

o Teniendo en mente principios de neutralidad, imparcialidad e independencia y respetando principios básicos de un enfoque basado en los derechos humanos para su programación, incluyendo participación, empoderamiento, apropiación local y sostenibilidad.

o La asistencia debe priorizarse en función de las necesidades de la población (por encima de lo que oriente el gobierno), poniendo particular énfasis en las necesidades de los grupos e individuos vulnerables, de forma tal que se protejan los derechos humanos.

o Debe entregarse de manera justa, equitativa, no discriminatoria y no polítizada.

o La ONU debe trabajar directamente con las comunidades y familias de manera tal que la asistencia de las Naciones Unidas se entregue uniformemente en toda Siria, independientemente de las zonas de influencia.

o La ONU debe examinar cuidadosamente las implicaciones en materia de derechos humanos y de protección, especialmente en cuanto a dónde y cómo se otorga asistencia. La ayuda de la ONU no debe beneficiar a partes acusadas de haber cometido crímenes de guerra o crímenes contra la humanidad.

• La asistencia de las Naciones Unidas debe determinarse consciente y explícitamente, sin que perjudique los objetivos de responsabilización por serias violaciones de los derechos humanos ni los objetivos tendientes a un arreglo legítimo, equitativo y sustentable.

• Las necesidades específicas y vulnerabilidades de las mujeres deben estar en primera línea de la planificación e implementación de la respuesta de la ONU.

 


Implementación de los próximos pasos

• Un grupo de trabajo multidisciplinario bajo los auspicios del Grupo de Trabajo Inter-Agencias de la ONU en Siria (IATF) se encargará de monitorear la observancia de los principios y parámetros adoptados por el sistema de las Naciones Unidas en esta estrategia, incluyendo los derechos políticos, legales y humanos, así como los aspectos humanitarios y en materia de desarrollo, y rendirá cuenta sobre ello al Secretario General.

• Las agencias, fondos y programas de la ONU tendrán que reforzar el control interno, la observación y seguimiento sobre la implementación de los programas de la ONU y de sus asociados en Siria con vista a adoptar todas las medidas razonables para evitar que la asistencia se desvíe o que se obstaculice.

• Será necesaria una consulta que evalúe las necesidades para tener en cuenta necesidades y principios fundamentales, incluyendo futuras expectativas. Habrá que aplicar normas rigurosas de diligencia razonable, basadas en los principios de la Política de Debida Diligencia en Derechos Humanos.

• La ONU aplicará los Principios Directivos de las Naciones Unidas para Negocios y Derechos Humanos en todos los aspectos de su trabajo en Siria, incluyendo la planificación post-acuerdo.

• Las modalidades de financiamiento de la ONU tendrán que ser independientes del gobierno y de los donantes, en la medida de lo posible. En ese contexto, la ONU, con el compromiso activo y la argumentación del Secretario General, se esforzará en garantizar un apoyo adecuado de los donantes.

Estos parámetros aceptados servirán de base a posiciones comunes y a una argumentación coordinada con los principales Estados miembros y donantes.


El contenido de ese documento está en contradicción flagrante con los principios recogidos en la Carta de las Naciones Unidas, [3] cuyas prioridades invierte.

 

Mientras que la Carta de las Naciones Unidas estipula que el principal objetivo de la ONU es,

"mantener la paz y la seguridad internacionales", las instrucciones de Feltman anteponen a ese objetivo el "respeto de los derechos humanos".

En resumen, esos derechos se utilizan como instrumento contra la paz.

La expresión "derechos humanos" ya existía antes de que se le hallara un sentido jurídico - o sea antes de que se pudiera utilizar en un tribunal.

 

El ministerio británico de Exteriores la utilizó frecuentemente, en el siglo XIX, para justificar algunas de sus guerras. Por ejemplo, asegurando que era por los derechos humanos que el Reino Unido estaba dispuesto a luchar contra el imperio otomano.

 

En realidad, se trataba de un enfrentamiento entre dos imperios con intereses opuestos.

 

Los pueblos supuestamente "liberados" por Londres no fueron nunca más felices bajo el imperio británico que bajo el otro imperio.

 

En el siglo XX, los "derechos humanos" fueron inicialmente la marca de fábrica de las ONGs "sin fronteras", antes de convertirse en el eslogan de los trotskistas que habían acabado poniéndose del lado de la CIA:

los neoconservadores.

La Carta de las Naciones Unidas menciona 6 veces la expresión "derechos humanos", pero no la convierte en un ideal en sí.

  • Sólo la paz puede garantizar el respeto de los derechos humanos.

     

  • La guerra - ¿acaso hace falta recordarlo? - es un periodo caótico que anula los derechos individuales.

     

  • Es una situación terrible en la que hay que aceptar el sacrificio de muchos para salvar todo un pueblo.

Es precisamente por eso que existe una diferencia entre la policía y el ejército.

 

La policía protege los derechos individuales mientras que el ejército protege los derechos colectivos. La policía tiene que respetar los "derechos humanos" mientras que el ejército puede verse obligado a ignorarlos.

 

Parece que nuestros contemporáneos, postrados en su propio confort, han olvidado el sentido de esas diferencias elementales.

La evocación abusiva de los "derechos humanos" sirvió inicialmente de disfraz a las conquistas territoriales. Pero, hoy en día, su interpretación extremista se ha convertido en la ideología que justifica la destrucción de las estructuras mismas del Estado-nación.

 

Tratan de convencernos de que, para que nuestros derechos sean respetados, tenemos que ser,

"ciudadanos del mundo" y aceptar una "sociedad abierta", "sin fronteras", bajo la administración de un "gobierno mundial".

Eso es ignorar la historia y la cultura de cada uno de esos "ciudadanos del mundo", imponerles lo que a nosotros nos parece mejor… para ellos.

En este nuevo documento de Jeffrey Feltman, los "derechos humanos" aparecen otra vez como pretexto.

 

Este personaje fue miembro de la "Autoridad Provisional de la Coalición" - la denominación abusiva de una entidad que gobernó Irak siendo en realidad una empresa privada concebida según el modelo de la Compañía de Indias [4] - mostrando así el poco respeto que sentía por los derechos de los iraquíes.

En el caso de Siria, Feltman expresó su verdadero objetivo en una serie de documentos conocidos como el "Plan Feltman". [5]

 

En ese "Plan", Feltman se plantea abrogar la soberanía del pueblo sirio e instaurar en Siria, como se hizo en Irak, una administración extranjera.

Ahora, Feltman escribe con la mayor tranquilidad:

"El Plan de Acción Humanitaria debe seguir siendo humanitario para garantizar que la ONU pueda llevar a cabo las actividades humanitarias esenciales para salvar vidas y garantizar las necesidades esenciales de los pobladores.

 

Las actividades de desarrollo o de reconstrucción fuera de ellas deberán ser reflejadas en otros marcos que, por naturaleza, serán negociaciones más largas con los gobiernos.

 

Eso es esencial habida cuenta de las cuestiones jurídicas y políticas complejas en juego."

En otras palabras,

"denle de comer a los refugiados pero no luchen contra el hambre que los atenaza, para que el hambre siga siendo para nosotros un argumento en las negociaciones con el Estado sirio".

Jordanos, libaneses, turcos y europeos se sorprenderán al leer:

"La ONU no favorecerá el regreso de los refugiados y personas desplazadas pero apoyará a los repatriados para garantizar el carácter seguro, digno, informado, voluntario y duradero del regreso y de la reintegración, así como el derecho de los sirios a buscar asilo."

O sea, retomando la teoría del profesor Kelly Greenhill, [6] Feltman no desea ayudar a los exilados a regresar a su Patria sino que pretende utilizar el éxodo para debilitarla.

"La asistencia de las Naciones Unidas no debe beneficiar a las partes acusadas de haber cometido crímenes de guerra o crímenes contra la humanidad", agrega Feltman, con lo cual prohíbe y condiciona toda ayuda a cualquier poder.

Y también plantea que,

"sólo cuando una transición política verdadera e inclusiva haya sido negociada por las partes estará la ONU dispuesta a facilitar la reconstrucción".

Eso está muy lejos del ideal expresado en la Carta de las Naciones Unidas.

 

 

 

 

Referencias

  1. "Sergey Lavrov news conference with Gebran Bassil", por Sergey Lavrov, Voltaire Network, 20 de agosto de 2018; "Lavrov revela que Guterres es un títere al frente de la ONU", Red Voltaire, 22 de agosto de 2018.

     

  2. "Parámetros y principios de la asistencia de la ONU en Siria", por Jeffrey D. Feltman, Red Voltaire, 3 de septiembre de 2018.

     

  3. "Charte des Nations unies", Réseau Voltaire, 26 de junio de 1945.

     

  4. "¿Quién gobierna en Irak?", por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 31 de mayo de 2005.

     

  5. "Draft Geneva Communique Implementation Framework", "Confidence Building Measures", "Essential Principles", "Representativeness and Inclusivity", "The Preparatory Phase", "The Transitional Governing Body", "The Joint Military Council and Ceasefire Bodies", "The Invitation to the International Community to Help Combat Terrorist Organizations", "The Syrian National Council and Legislative Powers during the Transition", "Transitional Justice", "Local Governance", "Preservation and Reform of State Institutions", "Explanatory Memorandum", "Key Principles revealed during Consultations with Syrian Stake-holders", "Thematic Groups" (documentos no publicados) - "Alemania y la ONU contra Siria", por Thierry Meyssan, Al-Watan (Siria), Red Voltaire, 28 de enero de 2016.

     

  6. "Strategic Engineered Migration as a Weapon of War", Kelly M. Greenhill, Civil War Journal, Volume 10, Issue 1, julio de 2008.