por Tharanga Yakupitiyage
27 Mayo
2019
del
Sitio Web
IPS
Versión en ingles
Una madre y su hijo caminan
entre
edificios derruidos en Ma'arat Al-Numan,
en una
foto de 2013.
El
colapso en los servicios de gestión de desechos,
a
menudo interrumpido debido a los combates,
también
puede conducir a
la
contaminación y los riesgos para la salud,
lo que
representa un desafío no solo para los civiles
que
permanecen en Siria
sino
también para aquellos que desean volver.
Crédito: Shelly Kittleson/IPS
NACIONES UNIDAS
A pesar de la tarea del
Consejo de Seguridad de
la ONU de proteger a los civiles en
los conflictos armados, millones de personas en todo el mundo
continúan siendo desplazadas y asesinadas con poca o ninguna
responsabilidad para los agresores.
En los 20 años transcurridos desde que el
Consejo de Seguridad de la ONU
(Organización de las Naciones Unidas) se comprometió a adoptar
medidas para la protección de civiles en los conflictos armados, el
directorio del foro mundial tuvo tan solo un debate sobre el tema,
el 23 de mayo.
Si bien ha habido algunos avances, el panorama global sigue siendo
grave a medida que la población civil continúa siendo la más
afectada por los embates de las guerras.
"El grave sufrimiento
humano aún está siendo causado por conflictos armados y por el
incumplimiento del derecho internacional humanitario… tenemos
las reglas y las leyes de la guerra.
Ahora todos debemos
trabajar para mejorar el cumplimiento", dijo ante el Consejo de
15 miembros el secretario general de la ONU, António Guterres.
Antes de la reunión, la
directora de Respuesta a las Crisis de
Amnistía Internacional,
Tirana Hassan, instó al Consejo
de Seguridad a poner a su "catastrófico fracaso", 20 años después de
asumir su compromiso y 70 desde que se adoptaron los Convenios de
Ginebra destinados a proteger a la población civil y a otros grupos
de atrocidades bélicas.
"Los líderes
mundiales casi han abandonado a los civiles a los estragos de la
guerra."
El debate abierto de esta
semana en el Consejo de Seguridad debe ceder,
"más que una simple
postura y promesas vacías. Se necesita una acción concreta para
revertir el curso, proteger efectivamente a los civiles, detener
los crímenes de guerra y acabar con la impunidad", afirmó.
Según la ONU, más de
22.800 civiles murieron o resultaron heridos solo en 2018 y en solo
seis países:
-
Afganistán
-
Irak
-
Mali
-
Somalia
-
Sudán del Sur
-
Yemen
Los cinco
miembros permanentes del Consejo de
Seguridad son parte en muchos de estos conflictos y, por lo tanto,
son responsables de no proteger a los civiles.
Por ejemplo,
en la ciudad siria de
Raqqala, durante cuatro meses
de ataques en 2017, la coalición internacional
encabezada por Estados Unidos,
mató a más de 1.600 civiles.
Mientras, la coalición que lidera Arabia Saudita en Yemen,
apoyada por las armas occidentales de los Estados Unidos,
Francia y Gran Bretaña, también hirió y mató a miles de civiles,
mientras que bloqueó deliberadamente la asistencia alimentaria,
contribuyendo a una de las peores crisis humanitarias del mundo.
António Guterres señaló en
particular el uso indiscriminado de armas explosivas en áreas
pobladas y su impacto devastador, ya que 90 por ciento de los
muertos y heridos de esos ataque son civiles.
Y muchos de esos civiles son demasiado a menudo niños.
"Las grandes
potencias militares se jactan cínicamente de hacer guerras de
'precisión' y ataques 'quirúrgicos' que distinguen entre
combatientes y civiles.
Pero la realidad
presente sobre el terreno muestra que es habitual atacar a
civiles allí donde viven, trabajan, estudian, rezan y buscan
atención médica", dijo Hassan de Amnistía Internacional.
Añadió que,
"las partes en los
conflictos armados matan ilícitamente, mutilan y obligan a
desplazarse a millones de civiles mientras los líderes mundiales
eluden su responsabilidad y cierran los ojos ante los crímenes
de guerra y el enorme sufrimiento causado".
Más allá de las muertes y
lesiones de civiles, el presidente del Comité Internacional de la
Cruz Roja,
Peter Maurer, se concentró en
los impactos a largo plazo de conflictos en las comunidades
involucradas.
"Vemos una
infraestructura dañada que lleva al colapso de sistemas
esenciales de salud y agua, y más.
La infraestructura
civil no es la única que se daña, sino que a menudo se pasan por
alto las consecuencias ambientales de los conflictos, dijo
Maurer.
Esto incluye recursos naturales vitales que, si se dañan, pueden
tener implicaciones no solo para la supervivencia de las
poblaciones civiles sino también para los riesgos ambientales",
añadió.
También los ataques a las
infraestructuras en los conflictos dañan a las poblaciones civiles
del entorno, como por ejemplo sucedió en septiembre de 2014, cuando
la coalición liderada por Estados Unidos bombardeó muchas
instalaciones petroleras en Siria.
La
fundación no gubernamental holandesa PAX
determinó que ese tipo de ataques en Siria generan graves
contaminaciones del aire, de los suelos y del agua, lo que daña la
salud a corto y largo plazo de la población de localidades cercanas,
incluyendo trastornos respiratorios y tumores cancerígenos.
Un colapso en los servicios de gestión de residuos, a menudo
interrumpido debido a los combates, también puede conducir a riesgos
de contaminación y salud, lo que representa un desafío no solo para
los civiles que aún viven en Siria sino también para aquellos que
desean regresar.
Maurer, de
la Cruz Roja Internacional, destacó
la necesidad de que el Consejo de Seguridad proteja a las
comunidades desplazadas o, al menos, permita que se protejan a sí
mismos.
"Con demasiada
frecuencia vemos que además de estar expuestos a la guerra y la
violencia, las poblaciones no pueden llegar a espacios más
seguros, se ven limitadas por obstáculos burocráticos y están
limitadas en su libre movimiento", dijo.
Guterres señaló la
necesidad de mejorar el cumplimiento del derecho internacional
humanitario, así como un progreso mayor y más uniforme en la
rendición de cuentas.
"Para el Consejo de
Seguridad, esto significa ser más coherente en la forma en que
aborda los problemas de protección dentro de los diferentes
conflictos y entre ellos, y ser más completo en términos de, por
ejemplo, lidiar con los desafíos de protección de la guerra
urbana.
Y significa mantener
la conversación de hoy", afirmó el secretario general ante el
Consejo de Seguridad.
Tales decisiones son
cruciales para la paz, la seguridad y la protección de los civiles
en todo el mundo.
"Estas decisiones
pueden salvar vidas o acabar con ellas.
Pueden crear
esperanza o desdicha, y pueden reforzar o romper las normas que
protegen las leyes y principios humanitarios universales…
No solo son
importantes las decisiones de todos los Estados miembros de la
ONU y especialmente del Consejo de Seguridad, la ausencia de
decisiones por parte del Consejo también afecta a los civiles",
dijo Maurer.
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