15 Diciembre 2020 del Sitio Web RedVoltaire
el presidente Donald Trump colgó un retrato del presidente Andrew Jackson (al fondo)
en la Oficina Oval.
La catástrofe previsible desde hace 30 años hoy se perfila en el horizonte:
Al desaparecer la URSS, el "Imperio estadounidense" perdió su enemigo existencial, y también su razón de existir.
El intento de los presidentes George Bush padre y Bill Clinton de procurar a su país un nuevo camino con la globalización ha destruido las clases medias en Estados Unidos y en casi todos los países occidentales.
El intento de los
presidentes
George Bush hijo y
Barack Obama de organizar el mundo
en torno a nueva forma de capitalismo - ahora financiero - se
estancó en las arenas de Siria.
El intento de Donald Trump de renunciar al Imperio estadounidense y redirigir los esfuerzos del país hacia la obtención de la prosperidad interna se ha visto saboteado por las élites partidarias de la ideología puritana de los llamados "Padres Peregrinos" (Pilgrims Fathers). [1]
Llega así el momento que tanto temían el presidente Richard Nixon y su consejero electoral Kevin Philipps:
Lo que aquí escribo no es fruto de ningún delirio.
Lo mismo piensan muchos
en suelo estadounidense, donde la Corte Suprema del Estado de
Wisconsin acaba de rechazar el recurso presentado por el presidente
Trump contra el fraude electoral, rechazo que no está motivado por
alguna razón vinculada al derecho sino porque aceptarlo sería
"abrir la caja de Pandora".
El problema es que el conflicto ya está demasiado avanzado.
Hay que dejar de ver la elección presidencial como una simple cuestión de rivalidad entre el Partido Demócrata y el Partido Republicano, sobre todo porque Donald Trump nunca se consideró republicano, sólo tomó el Partido Republicano por asalto durante su campaña presidencial de 2016.
Además, Donald Trump no es un loco delirante sino un sucesor del político estadounidense Andrew Jackson, quien fue presidente de Estados Unidos desde 1829 hasta 1837.
Ideológicamente, el
presidente Andrew Jackson representó el preludio de la aparición
del bando de los "confederados". Que los europeos no conozcan al presidente estadounidense Andrew Jackson no significa que este sea un personaje marginal en la historia de Estados Unidos. Su efigie aparece en los billetes de 20 dólares, lo cual es paradójico ya que como presidente Andrew Jackson
se opuso al sistema de la Reserva Federal.
El principal redactor de la Constitución estadounidense, Alexander Hamilton, lo dijo y lo escribió en los Federalist Papers:
Si la Constitución estadounidense ha sobrevivido por 2 siglos ha sido gracias al compromiso que representan sus diez primeras Enmiendas, recogidas en el documento conocido como Bill of Rights o "Carta de Derechos".
Sin embargo, en nuestros tiempos de globalización de la información, cualquiera puede darse cuenta de que "los dados están cargados".
Los grupos de presión
antes mencionados llevan un estricto registro de las decisiones de
cada político, les otorgan notas y publican cada año anuarios para
mantenerse al día sobre la docilidad de esos personajes.
Pero eso es absolutamente falso...
La Constitución estadounidense no prevé que el Pueblo elija al presidente, ni siquiera en una elección indirecta o de segundo grado, sino que el presidente sea designado por un "colegio electoral" cuyos miembros han sido designados a su vez por los gobernadores de los Estados.
Con el tiempo, los gobernadores acabaron por organizar elecciones en sus Estados, antes de designar a los miembros del "colegio electoral".
Algunos aceptaron inscribir ese paso en la Constitución de sus Estados, pero no todos lo hicieron.
Y, en definitiva, la Corte Suprema estadounidense no se interesa por esos "detalles", lo cual quedó comprobado hace 20 años cuando George Bush hijo fue designado presidente en detrimento de Al Gore.
En aquel momento,
Ese es el contexto de la elección presidencial de 2020, elección que Trump habría ganado probablemente... si Estados Unidos fuese una democracia.
Pero perdió porque la
clase política estadounidense no lo aprueba y porque, en realidad,
Estados Unidos es una oligarquía...
Ese es el sentido del
compromiso de 1789, que la mayoría ve ahora como un compromiso
roto.
El Pentágono, cuyo jefe
fue destituido por el presidente hace un mes y reemplazado por
varios allegados al general Flynn, estaría llamado entonces a
desempeñar un papel fundamental.
Hoy en día, el Congreso de Texas está por pronunciarse sobre un proyecto de referéndum de independencia presentado por el político republicano Kyle Biedermann.
Desde entonces, los datos demográficos han evolucionado y Colin Woodard los ha analizado.
Este periodista y
escritor estadounidense estima que Estados Unidos podría dividirse
en 11 Estados diferentes, en función de una serie de criterios
culturales:
Si esas denuncias,
jurídicamente justificadas, llegaran a prosperar habría que anular
no sólo la elección presidencial sino también todas las elecciones
para cargos locales - como parlamentarios, fiscales, sheriffs, etc.
Por consiguiente, Texas y
otros Estados donde también se han presentado denuncias y recursos
similares no deberían poder participar en la designación del próximo
presidente de Estados Unidos.
Referencias
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