por Thierry Meyssan
14 Noviembre
2023
del Sitio Web
RedVoltaire
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Estados Unidos e Israel
son
vistos como una sola entidad
y
tendrán que responder juntos
por sus
crímenes...
Por
primera, el mundo está siendo testigo directo de un
crimen de lesa humanidad perpetrado ante las cámaras de
televisión.
Estados Unidos e Israel, que desde hace tiempo han unido
sus destinos, serán considerados responsables de la
enorme masacre que se perpetra en Gaza.
Exceptuando a los europeos, los aliados de Washington en
todo el mundo están retirando sus embajadores de Tel
Aviv.
Y
mañana podrían retirar también sus embajadores de
Washington.
Toda
esta situación recuerda el momento de la dislocación de
la URSS, y el actual proceso terminará como aquel.
El
Imperio estadounidense está en peligro de muerte.
El
proceso se ha iniciado y ya no hay cómo pararlo...
París (Francia)
Mientras nuestra atención se concentra en las masacres de civiles
cometidas en Israel y en Gaza, no percibimos las divisiones internas
existentes en Israel y en Estados Unidos.
Tampoco percibimos el
cambio considerable que ese drama está provocando en el mundo. Por
primera vez en la historia, se cometen matanzas de civiles frente a
las cámaras de televisión.
En todo el mundo - menos en Europa - los judíos y los árabes se unen
para expresar su dolor y lanzar juntos llamados a la paz.
En todo el mundo, los
pueblos están viendo que ese genocidio no sería posible si Estados
Unidos no entregara las enormes cantidades de bombas y de munición
que sigue suministrando a Israel.
En todo el mundo hay
Estados que retiran sus embajadores de Tel Aviv y que se preguntan
si tendrían además que retirar sus embajadores de Washington.
Parece evidente que Estados Unidos ha aceptado la matanza a
regañadientes.
Pero no sólo la ha
autorizado sino que además la hace posible con las subvenciones que
asigna a Israel y con el armamento que sigue enviando al Estado
hebreo.
¿Por qué?
Porque en Washington
están espantados al ver como Estados Unidos pierde su poder,
después de haber sido derrotado en Siria, ante su derrota en
Ucrania y, quizás dentro de poco, ante una nueva derrota en
Palestina...
Si los ejércitos del
Imperio ya no inspiran temor,
¿quién seguirá
efectuando transacciones en dólares estadounidenses en vez de
utilizar su propia moneda?
Y, ante esa eventualidad,
¿cómo hará Washington
para seguir pagando sus faraónicos gastos?
¿Cómo podrá Estados
Unidos mantener su nivel de vida?
Pero,
¿qué sucederá al
final de esta historia?
¿Se sublevará el
Medio Oriente o Israel erradicará el Hamas inscribiendo aún más
miles de vidas de civiles en su ya larguísima lista de "daños
colaterales"?
Por el momento hay que
recordar que el presidente estadounidense,
Joe Biden, inicialmente instó Israel a renunciar a su
proyecto de desplazar los palestinos a Egipto o, en su defecto, de
borrarlos de la faz de la Tierra.
Pero Tel Aviv no
obedece...
De hecho, los
supremacistas judíos (zionistas)
de hoy se comportan como los de 1948.
En aquella época, cuando
la ONU votó la creación de dos Estados federados en Palestina - un
Estado hebreo y un Estado árabe - los zionistas proclamaron el
Estado hebreo sin esperar a que se trazaran sus fronteras.
Los supremacistas judíos
iniciaron inmediatamente la expulsión de millones de palestinos (lo
que los palestinos llaman la "Nakba")
y asesinaron al representante especial de la ONU encargado de
supervisar la creación del Estado palestino.
Los ejércitos de los 7
países árabes,
-
Arabia Saudita
-
Egipto
-
Irak
-
Jordania
-
Líbano
-
Siria
-
Yemen del Norte,
... que trataron de
impedir la expulsión de la población Palestina fueron derrotados.
Como en aquella época, los supremacistas judíos de hoy tampoco
obedecen a sus protectores y vuelven a regodearse en la masacre, sin
darse cuenta de que, esta vez, el mundo los observa y que nadie
vendrá ya a socorrerlos.
Precisamente en momentos
en que los musulmanes chiitas comenzaban a admitir el principio de
un Estado hebreo, la locura de los supremacistas judíos (zionistas)
pone en peligro la existencia misma de ese Estado.
Es importante recordar hoy cómo se produjo el derrumbe de la Unión
Soviética:
cuando el Estado no
fue capaz de proteger la población ante un accidente
catastrófico.
En 1986, 4 000
soviéticos perecieron por causa del accidente de la central
nuclear de Chernobil, luchando por salvar a sus conciudadanos.
Los sobrevivientes se
preguntaron entonces porqué seguían aceptando, 69 años después
de la Revolución de Octubre, un régimen autoritario.
El entonces primer
secretario del Partido Comunista de la URSS, Mijaíl
Gorbatchov, escribiría más tarde que fue ante aquel desastre
cuando él mismo se dio cuenta de que su régimen estaba en
peligro.
Vinieron después las revueltas en Kazajstán, las manifestaciones
por la independencia en las repúblicas del Báltico y en Armenia.
Gorbatchov modificó
la Constitución para marginar la vieja guardia del Partido, pero
sus reformas no bastaron para detener el incendio, que se
extendió a,
Azerbaiyán,
Georgia, Moldavia, Ucrania y Bielorrusia.
En 1989, el
levantamiento de los jóvenes comunistas de Alemania del Este
contra la "doctrina Brezhnev" condujo a la caída del muro de
Berlín.
En 1990, el
debilitamiento de Moscú llevó al cese de las ayudas que la URSS
garantizaba a sus aliados, como Cuba.
Finalmente, se
produjeron la disolución del Pacto de Varsovia y el fin de la
Unión Soviética, en 1991.
En un poco más de 5 años,
se derrumbó un imperio que todos creían eterno.
Ese es el mismo proceso inevitable que acaba de iniciarse para el "Imperio
estadounidense".
La cuestión no es saber
hasta dónde llegarán los zionistas revisionistas de Benyamin
Netanyahu sino hasta cuándo tendrán el apoyo de los
imperialistas estadounidenses.
¿En qué momento
estimará Washington que tiene mucho más que perder permitiendo
que continúe la masacre de
civiles palestinos que poniendo en su lugar a los dirigentes
israelíes?
El mismo problema se
plantea hoy para Washington en Ucrania.
La contraofensiva
militar de Volodimir Zelenski ha fracasado.
Rusia ya no busca
destruir el armamento ucraniano, inmediatamente reemplazado por
el armamento que suministran Washington y sus aliados, sino
acabar con las "fuerzas vivas" del régimen de Kiev.
Las tropas de la
Federación Rusa se han convertido en una gigantesca máquina de
moler carne que aplasta, lenta e inexorablemente, las fuerzas
ucranianas que se acercan a las líneas defensivas rusas.
Kiev ya no logra
movilizar nuevos combatientes y sus soldados se niegan a
obedecer las órdenes de quienes los envían a la muerte.
Los oficiales
ucranianos ya están fusilando a los soldados que se niegan a
combatir.
Numerosos líderes
estadounidenses, ucranianos e israelíes están hablando de,
sustituir la
coalición de los nacionalistas integristas - en Ucrania - y la
coalición de los supremacistas judíos - en Israel...
Hacerlo en situación de
guerra puede no ser lo más apropiado… pero habrá que hacerlo.
El presidente
estadounidense Joe Biden tendrá que sustituir su títere
ucraniano y separarse de sus bárbaros aliados israelíes, como
cuando el primer secretario Mijaíl Gorbatchov tuvo que
reemplazar a su insensible representante en Kazajstán, lo cual
abrió el camino al cuestionamiento de los dirigentes corruptos.
Cuando Zelenski y
Netanyahu sean expulsados de sus funciones, todos sabrán que
es posible obtener la cabeza de un representante del Imperio y los
propios títeres se darán cuenta de que es más aconsejable huir antes
que ser sacrificado por Washington.
Ese proceso es tan
inevitable como inexorable.
El presidente Joe
Biden sólo puede posponerlo, incluso alargarlo, pero no podrá
pararlo.
Los pueblos y los
dirigentes occidentales se verán obligados a tomar iniciativas
propias, para salir de la trampa, sin esperar a ser abandonados,
como lo hizo
Cuba cuando asumió el precio de las
privaciones que caracterizaron lo que los cubanos llaman el "periodo
especial". 1
Es urgente adelantarse a
los acontecimientos. Los últimos en reaccionar pagarán la cuenta por
todos.
Ya en este momento,
numerosos Estados del "resto del mundo" están separándose del
"sistema occidental" y se agolpan a las puertas del
grupo BRICS o de la Organización
de Cooperación de Shanghái (OCS).
En su momento, Rusia
tuvo que separarse de los Estados del Báltico.
Pero Estados Unidos
tendrá que prepararse para enfrentar sublevaciones
internas...
Cuando Washington ya no
logre seguir imponiendo el uso del dólar estadounidense en el
intercambio internacional, lo cual se traducirá en un desplome del
nivel de vida en Estados Unidos, las regiones más pobres de ese país
se negarán a obedecer y las regiones ricas optarán por la
independencia, comenzando por Texas y California,
las únicas que tienen legalmente la posibilidad de hacerlo. 2
Es probable que la
dislocación de Estados Unidos dé lugar a una guerra civil.
La desaparición de Estados Unidos provocará la de
la OTAN, así como la desaparición
de
la Unión Europea.
Alemania, Francia y
Reino Unido volverán entonces a sus rivalidades de antaño, ya
que nunca se ocuparon de resolverlas a su debido tiempo.
Israel y el "Imperio estadounidense" desaparecerán en pocos
años.
Quienes luchen contra la
marcha de la Historia no lograrán otra cosa que provocar más
guerras sin sentido y gran número de muertes inútiles...
Referencias
-
Ante la constante
amenaza de invasión militar estadounidense, la doctrina
estratégica defensiva cubana preveía la posibilidad de que
la Isla tuviese enfrentar un bloqueo militar total y
sobrevivir, sin ayuda externa, en condiciones que se
denominaron como "periodo especial en tiempo de guerra".
Posteriormente,
ante la degradación de la situación económica de la URSS y
previendo con mucha antelación el derrumbe del Estado
soviético, la dirección política cubana, encabezada por
Fidel Castro, adoptó una variante de la doctrina
estratégica anterior, denominándola "periodo especial en
tiempo de paz".
Esa doctrina
preveía que Cuba tendría que prepararse para sobrevivir sin
la ayuda de su principal aliado. Y, de hecho Cuba se preparó
para sobrevivir a la desaparición misma de ese aliado, como
finalmente sucedió.
Nota de Red Voltaire.
-
"La
guerra civil se hace inevitable en Estados Unidos",
por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 15 de diciembre de 2020.
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