08 Mayo 2018

del Sitio Web EcoInventos



 


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Con el objetivo de convertir China en una eco-civilización, las autoridades trabajan para que los bosques cubran cerca de un cuarto del país de aquí a 2020.

 

Y los planes no van a mal ritmo. A día de hoy se han plantado hasta 13 millones de hectáreas con las que las zonas boscosas del gigante asiático cubren ya un área equivalente a la superficie total de España multiplicada por cuatro.

La reforestación, que empezó a preocupar y a ocupar a China desde las tormentas que a finales de los 90 desbordaron el río Yangtze y causaron cientos de muertos y cuantiosos daños materiales y naturales, es solo una de las patas de un plan mucho más ambicioso, sobre el que se ha profundizado durante la segunda edición de la asamblea del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA2).

Titulado 'Green is Gold - The Strategy and Actions to China's Ecological Civilization' (El Verde es Oro - Estrategia y Acciones hacia la Civilización Ecológica en China), el plan que se analizó durante la asamblea de UNEA explica, en su inicio, su punto de partida y de destino:

"Disfrutar de una casa bonita, de un cielo azul, de una tierra verde y de agua limpia es el sueño de cualquier ciudadano chino y, por tanto, el centro del sueño chino (…)

 

Para lograr esta visión, el gobierno ha decidido resaltar el concepto de eco-civilización e incorporarlo en cada aspecto de la economía, la política, la cultura y el desarrollo social del país".

 


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Para que, efectivamente, China llegue a ser una eco-civilización, los hitos que deben cumplirse son muchos.

 

El primero, que el 23.04% de sus suelos estén cubiertos de bosques antes de que arranque la nueva década. Los trabajos realizados hasta la fecha han permitido que ese porcentaje esté ya hoy en el 21%, solo dos puntos por debajo del objetivo fijado.

Pero el plan tiene más objetivos.

 

El porcentaje de bosque que quiere alcanzar China coincide precisamente con su meta para contener el consumo del agua, que espera aminorar exactamente en un 23%.

 

Algo por debajo, en un 18% menos, ha situado el país asiático su objetivo de reducción de las emisiones de CO2 por unidad de PIB (Producto Interior Bruto).

La estrategia activada por China persigue también una drástica bajada del consumo de energía, que se prevé de un 15%.

 

Con estos objetivos y las iniciativas emprendidas para alcanzarlos, se espera además contener los niveles de contaminación de las ciudades para que sus habitantes puedan llegar a disfrutar de un 80% de días al año con buenas condiciones del aire.

"La visión obsoleta de que el hombre puede conquistar la naturaleza (…) debe ser completamente abandonada", asegura el vicepresidente de la asociación para la promoción y la investigación de la eco-civilización china, Zhu Guangyao.

Subraya la necesidad de que,

"se hagan esfuerzos conscientes para vivir en armonía con la naturaleza y para avanzar hacia una nueva aproximación de modernidad basada en la coexistencia".