04 Enero 2021 del Sitio Web DW Información enviada por JHGP
La Nueva Ruta de la Seda es el megaproyecto de China: una red comercial entre Asia, África y Europa.
Más de 70 países ya forman parte de esta nueva iniciativa que podría cambiar el 'viejo' orden mundial...
Parte 1
El sueño de la Nueva Ruta de la Seda le cuesta al estado chino cientos de miles de millones de euros. El presidente chino Xi Jinping promete desarrollo y riqueza no solo para China, sino para el mundo entero.
Sin embargo, la mayoría de los proyectos de infraestructura son ejecutados por chinos.
Después de la crisis financiera griega, ningún país europeo quería invertir en este país. Solo China supo ver la oportunidad y compró acciones del puerto de El Pireo.
Desde el año 2016 tienen la participación mayoritaria de la compañía portuaria. Un hecho que todavía hoy le cuesta aceptar al sindicato griego de trabajadores portuarios.
En 2019 Italia se incorporó a la Nueva Ruta de la Seda.
Las inversiones en el puerto de Trieste, en el norte del país, ya estaban acordadas. No obstante, se multiplican las voces críticas, especialmente en Europa, contra este proyecto.
Se teme que China consolide su supremacía en el mundo y divida a Europa.
El sueño de la Nueva Ruta de la Seda le cuesta al estado chino cientos de miles de millones de euros.
Especialmente los países de Europa del Este y los de los Balcanes están interesados en préstamos e inversiones de China, a menudo en busca de fuentes de financiación alternativas a la UE.
Y para China, la región es atractiva por su importancia estratégica como puerta de entrada a Occidente.
En Tuzla, Bosnia, se está construyendo una nueva central eléctrica de carbón con la ayuda de los chinos.
Las opiniones al respecto están divididas:
Serbia es, con mucho, el mayor receptor de subvenciones chinas de la región.
Los chinos han invertido en una vieja fábrica de acero y una mina, han construido un puente sobre el Danubio y una autopista.
Sin embargo, la desconfianza de la UE proviene principalmente de la cooperación de Serbia con Huawei.
Pero Hungría, también país de la UE, donde terminará la línea de ferrocarril, todavía no ha iniciado ningún proyecto con los chinos.
Y eso que el presidente húngaro Victor Orban, no pierde la oportunidad de subrayar la importancia de China como socio, y las ventajas que la Nueva Ruta de la Seda puede traer a Hungría.
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