16 Mayo 2019
del
Sitio Web
PijamaSurf
Monte Kailash - Tíbet - Dirapuk Gompa, Kailash cara
norte - 4890 m
Izquierda: colina Avalokiteshavara, derecha: colina
Vajrapani y peregrinos enviando su tutela al santo
monte Kailash (grupo Rinpoche) en el oeste de Tíbet.
El Mt. Kailash es considerado un lugar sagrado en
cuatro religiones: bön, budismo, hinduismo y
jainismo.
Los peregrinos
caminan por la kora
(53 Km. de largo circuito sagrado, el paso más alto
a 5.700 m) alrededor de la montaña.
Los tibetanos creen que toda la caminata debe
realizarse en un solo día. Algunos peregrinos
realizan postraciones de longitud corporal en toda
la longitud de la kora.
Les toma alrededor de 3-4 semanas.
El Monte Kailash (6.638 m) nunca ha sido escalado.
Es uno de los últimos lugares en la tierra donde
nunca han entrado los humanos.
Foto - Samuel Zuder
El monte
Kailash
es el sitio
donde convergen
las grandes
religiones de Asia...
En la región del Transhimalaya, en el suroeste del Tíbet, yace el
monte Kailash, centro de peregrinación de las grandes religiones de
la India.
El Kailash es la montaña que
simboliza, por sus cumbres nevadas como halos de luz, el más alto
logro espiritual, la pureza de la mente, la iluminación.
Aunque los alpinistas no
consideran que el Kailash sea una cima muy difícil de conquistar, no
se tiene registro de que nadie haya subido a la cima del Kailash
(los montañistas occidentales que han planeado su ascenso han sido
recibidos con protestas y animadversión).
El Kailash se mantiene
puro:
su verdadera cima
puede alcanzarse, según la tradición, solamente a través de la
meditación y el cultivo de la conciencia sutil.
La palabra kailash
viene de una raíz sánscrita que significa "cristal"; en tibetano se
dice Gangs Rinpoche (el título honorario de los grandes
maestros), lo cual significa "preciosa joya de las nieves".
Las personas que creen
que la Tierra tiene un cuerpo análogo al ser humano, un campo
magnético con centros energéticos, dicen que ahí se encuentra el
chakra corona, el chakra de las mil flores de loto blancas, el
chakra en el cuerpo humano donde tiene su habitación Shiva, el
eterno meditador que emana el universo para su propia delicia y que
despierta en el individuo cuando Shakti - como una cobra, como un
millón de abejas - zumba en su oído con un beso de calor que derrite
toda obstrucción (como el Sol la nieve) y derrama el elixir de la
inmortalidad (amrita) en la cueva cósmica del corazón.
Todas las religiones del valle Indo (tierra madre de religiones)
confluyen en el Kailash, que es también la fuente de cuatro ríos
considerados sagrados,
Nótese que en las
religiones abrahámicas se describen
también cuatro ríos que nacen del Paraíso.
Los jainistas dicen
que en la región del Kailash se iluminó su primer líder.
Para los budistas
está asociado con el monte Meru, el omphalos (ombligo)
del universo, y para los budistas tibetanos, con la sede del
reino invisible de
Shambhala, el mítico reino que
inspiró las leyendas de Shangri-La (y como veremos más adelante,
con la transmisión original del dzogchen o Gran
Perfección).
Los Bönpo, los miembros de la
religión indígena del Tíbet, lo consideran su sitio sagrado,
hogar del dios Sipaimen y sede del poder espiritual.
En el hinduismo, el
Kailash también es el monte Meru o Sumeru, axis mundi y el lugar
donde reside Shiva en un estado de dicha perpetua, unido con su
consorte Parvati (también Shakti), y de cuya unión se genera el
primer spanda, la vibración de la creación del cosmos
(Ananda Tandava), por lo cual la montaña representa el principio
mántrico Sat-Chit-Ananda.
Las cuatro caras del
Kailash están asociadas con diferentes piedras preciosas,
-
cristal
-
rubí
-
oro
-
lapislázuli,
...componiendo los
pilares sobre los que se sostiene el mundo.
La tradición esotérica del
Kalachakra Tantra cuenta que el rey
de Shambhala, Dawa Sangpo, se acercó al Buda
Shakyamuni antes de que muriera, y le solicitó enseñanzas que no
requirieran que tomara votos monásticos.
El Buda le habría
enseñado los tantras internos, externos y secretos del Kalachakra. A
partir de Dawa Sangpo se habría formado un linaje de reyes
iluminados que unieron su reino bajo un único clan, los "ridgzin".
Mucho se ha especulado
sobre el destino de este linaje de Shambhala y si el reino de
Shambhala existe en este plano de realidad o es una Tierra Pura que
se ha generado por el mérito acumulado de su dinastía de grandes
bodhisattvas (todo un reino de seres iluminados) y en la cual el ser
humano puede renacer si alcanza ciertos logros en esta vida.
En los
textos del corpus del Kalachakra se
menciona que Shambhala yace "detrás del Kailash".
Esto ha sido interpretado
de formas diversas. Puede ser al norte del Kailash, adentro del
Kailash (dando origen también a leyendas como Agartha) o simplemente
en un plano superior, quizás en una especie de campo áurico, una
escala más allá en la conciencia.
Otra especulación
esotérica en torno a Shambhala menciona que el destino de este reino
es combatir con una civilización bárbara que tomará (o está tomando)
control de la Tierra, que atraviesa la era oscura o kali-yuga:
el triunfo
profetizado del Reino de Shambhala daría a luz a una nueva Edad
de Oro.
Sin embargo, estas
leyendas son explicadas de forma simbólica en el Sri Kalachakra,
donde se comenta que la gran batalla contra las huestes bárbaras
ocurre internamente, y los ejércitos bárbaros representan los
Tres Venenos de la doctrina budista y los cuatro ejércitos de
Shambhala los Cuatro Inconmensurables:
-
el amor
-
la compasión
-
la alegría
-
la ecuanimidad
Así, el campo de esta
batalla sería el microcosmos del cuerpo humano, donde se sella el
triunfo a través de las prácticas tántricas y se consigue vencer
para siempre al samsara o la ilusión que multiplica el sufrimiento a
través de la ignorancia.
En su libro
Introduction to the Kalachakra Initiation,
Alexander Berzin identifica Shambhala con la región que
circunda al monte Kailash.
Berzin señala que
Shambhala en tibetano significa "el lugar de la dicha o de la
alegría", lo cual lo hace,
"un sinónimo tanto
del dios Shiva como de los Heruka budistas... El Monte Kailash
realmente no es Shambhala, sólo representa Shambhala en la
Tierra... el viaje a Shambhala no es físico, es espiritual".
Berzin distingue entonces
entre el reino invisible o espiritual de Shambhala simbolizado por
el Kailash como su doble y el reino de Shambhala en su aspecto
histórico, que se ubicaría en lo que hoy es el norte de
Afganistán, lugar de origen de
Dawa Sangpo.
También en el Kailash se lleva a cabo una de las historias
fundacionales del budismo en el Tíbet.
El yogui Milarepa,
el alumno de Marpa que tuvo que sufrir todo tipo de vejaciones para
purificar su karma por haber cometido crímenes utilizando magia en
defensa de su familia, se enfrentó ahí al gran mago de los Bönpo,
Naro Bön-Chung.
En una competencia que
haría que el vencedor fuera declarado como el más poderoso
mahasiddha - pero que simbolizaba el poder del budismo vs. el poder
de la religión indígena - se acordó que el primero en alcanzar la
cima del Kailash sería declarado victorioso.
El hechicero Bönpo
utilizó un tambor mágico para elevarse a la cima, pero ante el
asombro de los ahí reunidos, Milarepa se sentó a meditar y en
completa calma logró vencer a su adversario usando los rayos del Sol
como vehículo.
Foto - Samuel Zuder
El profesor Elías Capriles, académico experto en el budismo
vajrayana y practicante del dzogchen (Gran
Perfección), sostiene en su libro
Budismo y Dzogchen, que el
monte Kailash es el punto axial desde el cual se diseminó la
tradición del dzogchen, la práctica basada en alcanzar y estabilizar
el estado natural de la mente que es igual a la vacuidad no
conceptual, radiante y puro, la naturaleza inherente del Buda.
Capriles difiere de lo
que dice Giuseppe Tucci, quien afirma que las enseñanzas
tanto del dzogchen como del Bönpo se originan del shivaísmo de
Cachemira, que tiene en el anuttara un claro símil con el
estado de no-meditación del dzogchen.
Capriles sigue a su
maestro Namkhai Norbu Rinpoche, quien afirma que en el
Kailash transmitió sus enseñanzas a Shenrab Miwoche:
El tönpa Shenrab
Miwoche, alrededor del año 2000 antes de Cristo enseñó la forma
rudimentaria de dzogchen (rdzogs chen) conservada por los Bönpo
(bon-po) que se conoce como dzogpachenpo Zhang-zhung Ñenguîü
(rDzogs-pa Chen-po Zhang-zhung sNyan-brgyud), y quizás también
algunas formas rudimentarias de tantrismo (el tantrismo
es el mantrayana o vehículo de los mantras).
Foto - Samuel Zuder
Capriles nota que el Kailash también es el centro clave del culto
del zurvanismo persa,
"cuyo culto está
centrado en Zurván, personificación del tiempo infinito y del
espacio infinito. Es de suponer, pues, que el zurvanismo esté de
alguna manera emparentado con el shivaísmo y el Bön.
Y el hecho de que en
sánscrito 'tiempo infinito' o 'tiempo total' se diga Mahakala,
que es el nombre de un aspecto o forma del dios Shiva, parece
sugerir una identidad, al menos parcial, entre Shiva y Zurván".
De aquí se desdobla una
fascinante hipótesis, aunque un poco elaborada, sobre el Kailash
como cuna de un modo de percepción no-dual, que se estableció entre
diversas religiones que tienen en común la búsqueda de establecerse
en el estado natural de la conciencia, si bien por diversos métodos.
...no cabe duda de
que Shiva-Mahakala y Zurván -y según sugiere la evidencia
también el Îandag Guîalpo- eran personificaciones de aquello
que, en términos de los conceptos de una tradición asociada al
tantra Kalachakra delineados por el lama tibetano Tarthang Tulku
(Time, Space and Knowledge: A New Vision of Reality) podría
designarse como Total Espacio-Tiempo-Cognitividad:
la condición
panorámica e indivisa que, de manera no-dual, aprehende la
Totalidad más allá de cualquier fragmentación o separación.
Cabe señalar también
que tanto Zurván como Shiva eran dioses bisexuales; en el caso
del Shiva, este hecho es bien conocido (y Alain Daniélou lo ha
resaltado de manera particular en su obra Shiva y Dionisos).
En el caso de Zurván,
aunque el hecho en cuestión no es tan conocido, el mismo se
desprende claramente de los testimonios que todavía se conservan
sobre la antigua religión persa.
Foto - Samuel Zuder
Capriles incluso sugiere
que la transmisión del estado primordial en el Kailash o sus
alrededores podría ser también el origen del taoísmo, la religión
china que estaría estrechamente emparentada con el Bön:
En todo caso, es un
hecho que la morada del dios Shiva está en el monte Kailash, en
el Tíbet occidental; que dicha montaña constituyó un destino
privilegiado de peregrinaje para el zurvanismo, y que ya
alrededor del año 2000 a. C. el gran maestro del Bön Shenrab
Miwoche estaba enseñando el dzogchen (y probablemente
también el tantrismo) en los alrededores de la montaña en
cuestión.
Aunque lo anterior es
ya suficientemente sugestivo, hay muchísimos otros indicios de
que las doctrinas del shivaísmo de la India y del zurvanismo
persa -y no sólo aquéllas, sino también las del taoísmo chino y
las de otras tradiciones asociadas a las mencionadas
[...] ya que muchos taoístas han afirmado que su tradición y la
del Bön establecida en el Tíbet son una y la misma.
Como se verá en una
nota posterior, no sólo parecen las doctrinas de Lao-Tse
constituir un intento de expresar en palabras la inexpresable
Visión (lta-ba) del dzogchen, sino que la leyenda relaciona al
sabio taoísta directamente con el Tíbet, pues afirma que aquél
habría entregado el Tao-te Ching a un oficial de la frontera
chinotibetana en el momento de abandonar el territorio chino.
Y, de hecho, hay
enormes coincidencias entre el dzogchen y las formas de taoísmo
que aparecen en Lao-Tse, Chuang-Tse, Lieh-Tse y los maestros de
Huainan - que en su conjunto gusto designar como "taoísmo de in-originación"
a fin de contraponerlo al de los 'santos inmortales' (shen
hsien).
Concretamente, ambos
sistemas afirman que la verdadera naturaleza de la existencia es
una condición no originada que no puede ser concebida por el
intelecto ni entendida correctamente en términos de conceptos, y
que para vivenciarla es necesario superar las acciones que
parecen emanar del ilusorio sujeto mental que cree ser la fuente
autónoma y sustancial de sus propios actos y el receptor
separado de sus experiencias.
Foto - Samuel Zuder
|