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del capitalismo con los psicodélicos ¿acabará con el poder de transformación social de las sustancias psicodélicas...?
En ese entonces sustancias como el LSD, los "hongos mágicos", el peyote y en cierta forma también la marihuana (aunque su uso masivo es anterior), eran emblemas de una mentalidad que se oponía al sistema económico y político dominante.
Muchas de las personas que participaron en protestas, conciertos y demás se rehusaron a ir a la guerra y acabaron viviendo en comunas, haciendo caso al mantra popularizado por Tim Leary:
En general, se difundió la idea de que los psicodélicos hacían que las personas dejaran de participar en el sistema capitalista y buscaran una nueva ideología revolucionaria, más ligada a la naturaleza, a la auto-sustentabilidad y a valores supuestamente espirituales.
En un mundo secular,
hambriento de alma, los psicodélicos parecían responder a la
carencia de experiencias religiosas.
Algunos críticos señalan que este impulso psicodélico en realidad no dejó nada realmente sustancial ni realmente valioso sino, sobre todo, una espiritualidad new age, una conciencia individualista y poco comprometida con la sociedad (pues se prefería hacer una revolución interna y dejar de enfrentarse con un deprimente y aburrido escenario político).
Bajo esta lectura, en cierta forma las drogas psicodélicas fueron una trampa, pues pese a las maravillosas experiencias personales que aparentemente produjeron no lograron cambiar el mundo de manera radical, pues se necesitaba participación y no renuncia.
Esto evidentemente da lugar a múltiples opiniones y divergencias, pues,
Ciertamente, una forma de hacerlo es mirando la acción colectiva, el paso de la transformación individual a la social.
En este sentido, pese a algunas buenas o al menos nobles ideas, poco logró permanecer y poco se pudo construir.
Sin embargo, no se puede medir algo así como la "influencia" en general o saber qué habría pasado si al menos la contracultura no hubiera servido como contrapeso a ciertas tendencias represivas del poder.
Curiosamente, algo puntual y altamente significativo que sí podemos rastrear a la influencia de las drogas psicodélicas es la revolución cibernética de los años 90:
Ahora bien, el sueño revolucionario inicial, basado en ideas de,
...y demás, se ha empezado a convertir en los últimos años en una pesadilla de,
Así que de nuevo, el
entusiasmo psicodélico no ha probado contundentemente su capacidad
de transformar positivamente el mundo.
Esto es algo que se observa tanto en las creencias de las personas que las consumen como todavía en algunos políticos que las condenan, y en la nueva ola de investigadores que las estudian científicamente, pues no sólo hablan de las importantes aplicaciones para tratar enfermedades que se han venido comprobando en el caso de los psicodélicos, sino también sobre su capacidad de galvanizar el cambio social y hacer que las personas tengan una mayor conciencia ecológica y dejen de consumir tantas cosas que no necesitan.
Puede que esto sea, como ya insinuamos, sólo una creencia, y que exista una distancia difícil de salvar entre la percibida transformación individual, que suele venir de la mano de una experiencia mística, y su aplicación sociopolítica.
Evidentemente la sociedad está compuesta de individuos y los cambios individuales, después de cierto punto, deben reflejarse en los cambios sociales, por lo que quizás simplemente es algo que no podemos medir fácilmente.
Aunque quizá exageramos el potencial auténticamente transformador de los psicodélicos, y su verdadero valor consiste en lo terapéutico o medicinal.
De nuevo, es difícil
decir...
No sólo porque la cannabis se perfila como una poderosa industria mundial legal - aunque en gran medida eliminando el tono psicodélico de la planta - que en los próximos años se expandirá de Norteamérica a numerosos países, sino porque en los próximos años veremos cómo la psilocibina y el MDMA se legalizan con fines médicos en Estados Unidos, y ya vemos hoy en día una copiosa industria de turismo psicodélico ligado a la ayahuasca, la cual se ha popularizado entre,
...personas que son la imagen viva del sistema capitalista.
Un caso a destacar es el de la empresa COMPASS Pathways, liderada por Peter Thiel, uno de los hombres de negocios más influyentes de Estados Unidos, quien fue fundador de PayPal, accionista de Facebook y creador de una de las primeras y más oscuras compañías de Big Data, además de apoyar al presidente Donald Trump, para redondear su perfil.
COMPASS Pathways ha recibido aprobación de la FDA para realizar estudios con psilocibina y se cree que en 3 años podría empezar a ofrecer terapia asistida legal.
Esta misma compañía ha sido acusada de intentar monopolizar esta incipiente industria, de bloquear la investigación ciudadana y de actuar con tácticas intimidatorias como suelen hacer las grandes farmacéuticas, cuya única preocupación es, sea como sea, dominar el mercado y hacer más dinero. La salud pasa a segundo término.
Claro que esto es
"normal"
en el capitalismo, pero una visión
romántica pensaba que con los psicodélicos las cosas serían
distintas.
¿Pero qué sucederá con este, si se quiere mítico, poder de transformación de las plantas "sagradas" que nos dan las sustancias psicodélicas?
Como dice el doctor Geoff Bathje,
Según Bathje, el capitalismo está ligado intrínsecamente a la desigualdad del dinero y el poder y esto no deja de reflejarse en la salud de los individuos.
Es decir, este modelo de desigualdad hace que las personas que se encuentran en los peldaños más bajos de la pirámide padezcan los excesos del capitalismo y la sociedad en general se vuelva menos generosa, ética y altruista.
No es el momento de discutir teoría política, pero Bathje plantea un punto que merece considerarse, pues resulta evidente:
Estas son buenas preguntas...
Habrá que ver, y quizá
sea momento de refutar la idea de que los eventos psicodélicos
individuales no logran traducirse en organización y cambio social.
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