por ICIJ -
International Consortium of Investigative Journalists
20
Septiembre 2020
del Sitio Web
QuintoElementoLab
Colaboraron en esta historia:
Michael Hudson, Dean Starkman, Simon Bowers, Emilia Diaz-Struck,
Tanya Kozyreva, Will Fitzgibbon, Sasha Chavkin, Spencer
Woodman, Ben Hallman, Karrie Kehoe, Fergus Shiel, Kyra
Gurney, Richard H.P. Sia, Amy Wilson-Chapman, Tom Stites,
Joe Hillhouse, Delphine Reuter, Agustin Armendariz,
Margot Williams, Hamish Boland Rudder, Antonio Cucho,
Gerard Ryle, Mago Torres, Miriam Pensack, Scilla Alecci,
Jelena Cosic, Miguel Fiandor y Michael Sallah. |
Informes
secretos de bancos
muestran cómo
billones de dólares de dinero negro
fluyen
libremente a través de los principales bancos,
inundando un
sistema regulatorio quebrado...
Una filtración de documentos secretos del gobierno de Estados Unidos
revela que JPMorgan Chase, HSBC y otros grandes bancos han desafiado
las medidas contra el blanqueo de dinero mediante el movimiento de
enormes cantidades de dinero ilícito de redes criminales y
personajes sombríos que han extendido el caos y socavado la
democracia en todo el mundo.
Los archivos muestran que cinco bancos globales,
-
JPMorgan
-
HSBC
-
Standard
Chartered Bank
-
Deutsche Bank
-
Bank of New York
Mellon,
...mantuvieron sus
operaciones para personajes poderosos, incluso después de que las
autoridades de Estados Unidos las multaran por sus fallas en
contener los flujos de dinero negro.
Las agencias de Estados Unidos que luchan contra el lavado de dinero
solo enjuiciaron en raras ocasiones a
los megabancos, y las escasas
sanciones apenas impactaron la avalancha de dinero lavado en el
sistema financiero internacional.
En algunos casos, los bancos siguieron moviendo fondos ilícitos
incluso después de recibir advertencias de cargos criminales por
hacer negocios con mafias, estafadores y regímenes corruptos.
JP Morgan, el mayor banco con sede en Estados Unidos, movió dinero
para personas y compañías responsables del saqueo masivo de recursos
públicos en Malasia, Venezuela y Ucrania, según revelan los
documentos filtrados.
El banco movió más de mil millones de dólares para un financiero
prófugo responsable del fraude 1MDB en Malasia, según
muestran los archivos, y más de 2 millones de dólares para un joven
magnate venezolano de la energía, cuya empresa ha sido acusada de
engañar al gobierno de Venezuela y provocar apagones eléctricos que
paralizaron gran parte del país.
Según muestran los registros, durante una década JPMorgan también
procesó pagos de más de 50 millones de dólares para
Paul Manafort,
el antiguo jefe de campaña del presidente estadounidense
Donald
Trump.
El banco movió al menos
6.9 millones de dólares en transacciones de Manafort durante los 14
meses posteriores a su renuncia de la campaña, en medio de un sinfín
de acusaciones por lavado de dinero y corrupción derivados de su
trabajo con un partido político pro-ruso en Ucrania.
Transacciones tóxicas continuaron pasando por cuentas bancarias de
JP Morgan, pese a las promesas del banco para mejorar sus controles
antilavado, como parte de acuerdos que alcanzó con las autoridades
de Estados Unidos en 2011, 2013 y 2014.
JPMorgan dijo que tiene prohibido contestar preguntas sobre
transacciones o sus clientes.
Dijo que ha tomado un
"rol de liderazgo" en la realización de "investigaciones
proactivas de inteligencia" y en el desarrollo de "técnicas
innovadoras para ayudar a combatir el crimen financiero".
HSBC, Standard Chartered
Bank, Deutsche Bank y Bank of New York Mellon también han continuado
oscilando entre pagos sospechosos y promesas similares a autoridades
gubernamentales, según muestran los documentos secretos.
Los documentos filtrados, conocidos como 'The FinCEN Files',
incluyen más de 2,100 informes de actividades sospechosas
completados por bancos y otras firmas financieras para el
Financial Crimes Enforcement Network del Departamento del Tesoro
de Estados Unidos.
La agencia, más conocida
por sus siglas FinCEN, es una unidad de inteligencia en el corazón
del sistema global para luchar contra el blanqueo de dinero.
BuzzFeed News obtuvo los archivos y los compartió con el
Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación.
El ICIJ
(International Consortium of Investigative Journalists) organizó un
equipo de más de 400 periodistas de 110 medios en 88 países para
investigar el mundo de los bancos y el blanqueo de dinero.
En México participaron,
En total, según
un
análisis del ICIJ, los documentos muestran transacciones por un
importe total de al menos 2 billones de dólares entre 1999 y 2017
que fueron marcadas por las oficinas internas de cumplimiento de las
instituciones financieras como potencialmente de blanqueo de dinero
u otra actividad criminal - incluyendo 514,000 millones de JPMorgan
y 1.3 billones del Deutsche Bank.
Los informes de
actividades sospechosas reflejan las preocupaciones de los
vigilantes dentro de los bancos y no son necesariamente evidencia de
conductas criminales o malas prácticas.
Los 2 billones de dólares identificados en transacciones sospechosas
en el marco de este grupo de documentos son solo una gota en el
océano de dinero sucio que brota en los bancos en todo el mundo.
Los FinCEN Files
representan menos del 0,02% de los más de 12 millones de reportes de
actividades sospechosas que las instituciones financieras enviaron
entre 2011 y 2017.
El conjunto de reportes de actividades sospechosas, junto a cientos
de archivos con nombres, fechas y cifras, detallan flujos de
transacciones potencialmente ilícitas realizadas por clientes de al
menos 170 países.
Además de los FinCEN
Files, el ICIJ y sus socios obtuvieron más de 17,600 archivos
adicionales de empleados y denunciantes, documentos judiciales,
solicitudes de acceso a la información y otras fuentes.
El equipo entrevistó a
centenares de personas, incluyendo a expertos en delitos
financieros, funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y
víctimas.
Según BuzzFeed News, algunos de los archivos filtrados fueron
reunidos como parte de las investigaciones del Congreso de Estados
Unidos sobre la interferencia de Rusia en las elecciones
presidenciales de 2016 en Estados Unidos.
Otros fueron reunidos
tras solicitudes de las agencias encargadas de hacer cumplir la ley
al FinCEN.
Los FinCEN Files
ofrecen una visión sin precedentes del secreto
mundo del sistema bancario internacional, clientes anónimos y, en
muchos casos, el crimen financiero.
Los documentos muestran a los bancos moviendo ciegamente dinero a
través de sus cuentas en favor de personas que no pueden
identificar, fallando a la hora de informar de transacciones con las
características habituales del blanqueo de dinero hasta años más
tarde del hecho, e incluso haciendo negocios con clientes
involucrados en fraudes financieros y en escándalos públicos de
corrupción.
Autoridades de Estados Unidos han ordenado a los grandes bancos que
reformen sus prácticas.
En "acuerdos de
procesamiento diferidos", les impusieron multas de cientos e incluso
miles de millones de dólares, y les amenazaron con cargos
judiciales.
La
investigación de 16 meses del ICIJ y sus socios muestra que estas
tácticas no han funcionado.
Los grandes bancos siguen
jugando un papel central en el movimiento del dinero de la
corrupción, el fraude, el crimen organizado y el terrorismo.
"Al fallar por
completo en prevenir transacciones corruptas a gran escala, las
instituciones financieras han abandonado su papel de defensa en
primera línea contra el lavado de dinero", afirmó al ICIJ Paul
Pelletier, un ex alto funcionario del Departamento de Justicia
de Estados Unidos y fiscal de delitos financieros.
Señaló que los bancos
saben que,
"operan en un
sistema, en gran parte, sin dientes".
Deutsche
Bank, Bank of New York Mellon,
Standard
Chartered, JPMorgan y HSBC
violaron en
repetidas ocasiones sus promesas oficiales
de buen
comportamiento,
muestran los
archivos secretos.
Cinco de los bancos más destacados en los FinCEN Files,
-
Deutsche Bank
-
Bank of New York
Mellon
-
Standard
Chartered
-
JPMorgan
-
HSBC,
...violaron en repetidas
ocasiones sus promesas de buen comportarse bien, según los archivos
confidenciales.
En 2012, la sede de HSBC en Londres - el banco más grande de Europa
- firmó un acuerdo de procesamiento diferido y admitió que había
lavado al menos 881 millones de dólares de grupos criminales de
América Latina.
Los narcotraficantes
usaron cajas especialmente diseñadas para ajustarse a las
ventanillas de los cajeros del HSBC; dejaron enormes cantidades de
dinero de la droga en el sistema financiero.
Mediante el acuerdo con los fiscales, HSBC pagó 1,900 millones de
dólares y el gobierno acordó poner las acusaciones criminales contra
el banco en cuarentena y desistir de ellas a los cinco años si HSBC
mantenía su promesa de combatir agresivamente el flujo de dinero
sucio.
Los FinCEN Files muestran que, durante esos cinco años de prueba,
HSBC siguió moviendo dinero de personajes cuestionables, señalados
por lavar dinero de Rusia o encabezar una
estafa piramidal Ponzi,
que está siendo investigado en varios países.
A pesar de esto, el gobierno de Estados Unidos permitió que HSBC
anunciara, en diciembre de 2017, que había "cumplido con todos sus
compromisos" del pacto de procesamiento diferido, y que los fiscales
habían desistido de los cargos criminales en su contra para siempre.
En un comunicado dirigido al ICIJ, HSBC se negó en contestar a las
preguntas sobre clientes o transacciones específicos. HSBC dijo que
la información del ICIJ es "histórica" y "precede" el plazo de su
acuerdo de procesamiento diferido.
Durante este tiempo,
según el banco,
"se embarcó en un
viaje de varios años para revisar su capacidad de combatir los
delitos financieros... HSBS es una institución mucho más segura de
lo que era en 2012".
HSBC apuntó que, cuando
retiró la amenaza de cargos criminales contra el banco, el gobierno
tuvo acceso a informes de un supervisor que revisó las reformas.
El Departamento de Justicia se negó a contestar preguntas
específicas.
En un comunicado, un
vocero de la división criminal del departamento afirmó:
"El Departamento de
Justicia respalda su trabajo, y mantiene su compromiso de
investigar y perseguir agresivamente los delitos financieros -
incluyendo el lavado de dinero - donde sea que lo encontremos".
Un poderoso
flujo de dinero sucio inunda la burocracia
El blanqueo de dinero no es un crimen sin víctimas.
El libre flujo del dinero
sucio sostiene bandas criminales, desestabiliza naciones, y fomenta
la desigualdad económica global.
A menudo, los fondos
lavados pasan en cuentas de oscuras sociedades fantasmas registradas
en paraísos fiscales opacos, lo que permite a las élites esconder
grandes cantidades de dinero de las autoridades.
Un análisis del ICIJ encontró que los bancos que aparecen en FinCEN
Files suelen procesar operaciones para sociedades registradas en
jurisdicciones secretas, sin conocer el,
"último beneficiario
final" de carne y hueso de la cuenta.
Los dueños de estas
cuentas corporativas tienen direcciones en,
-
Reino Unido
-
Estados Unidos
-
Chipre
-
Hong Kong
-
Emiratos Árabes
Unidos
-
Rusia
-
Suiza
Al menos el 20% de los
reportes tienen un cliente con una dirección en Islas Vírgenes
Británicas.
El análisis del ICIJ encontró que, en la mitad de los informes, los
bancos no tenían información sobre entidades involucradas en
transacciones y las etiquetaron como "sociedades sin identificar".
En más de 680 informes,
las instituciones financieras preguntaron por más información sobre
estas sociedades, y en más de 160 ocasiones otros bancos no
respondieron. Algunos bancos o filiales en países como Suiza
apelaron a leyes nacionales sobre el secreto bancario para negar la
información.
Estimaciones de la Oficina de Naciones Unidas sobre Drogas y
Crimen (ONUDC) estiman que 2.4 billones de dólares de fondos
ilícitos son lavados cada año - cifra equivalente a casi el 2.7% de
todos los bienes y servicios que se producen cada año en el mundo.
La agencia estima que las
autoridades detectan menos del 1% del dinero sucio.
"Todos lo están
haciendo mal",
...admitió en una
entrevista con ICIJ David Lewis, secretario ejecutivo del
Financial Action Task Force (FATF), una organización de gobiernos con
sede en París, que aspira a establecer estándares internacionales
contra el lavado de dinero.
Los informes de evaluación por países que realiza su organización
muestran poca mejora en la práctica. Muchos países parecen estar más
preocupados por cómo lucen sobre el papel que realmente por acabar
con el lavado de dinero, afirmó.
Una asociación de los principales bancos del mundo incluso se quejó
el año pasado de que los reguladores se centran más en el,
"cumplimiento
técnico" que en asegurarse que los sistemas "realmente están
marcando la diferencia a la hora de luchar contra el crimen
financiero".
Un bombardeo
en Jerusalén
Para algunas instituciones financieras, el cliente problemático es
otro banco.
Una mañana de 2003 Steven Averbach estaba en el autobús
número 6 en Jerusalén, cuando un hombre se apresuró a subir al bus
mientras se alejaba.
"Había demasiadas
cosas fuera de lugar" respecto al hombre, recordó Averbach, que
creció en New Jersey pero emigró a Israel cuando era
adolescente.
El hombre vestía unos
pantalones negros largos, una camisa blanca y una chaqueta negra, el
típico atuendo de un judío ortodoxo, pero llevaba "zapatos de punta"
que no encajaban con el típico atuendo ortodoxo, y su chaqueta
estaba abultada.
En su mano derecha había
un dispositivo que parecía un timbre.
Averbach, que antes había trabajado como instructor en el uso de
armamento para la policía de Jerusalén, sacó su arma. Cuando el
ex-policía se volvió hacia el hombre, éste "se inmoló", testificó
Averbach más tarde en una declaración en video.
La explosión mató a siete personas e hirió a otras 20, dejando a
Averbach paralítico del cuello para abajo. Murió en 2010 por los
efectos que las heridas le produjeron con el paso del tiempo.
Por aquel entonces, él y su familia se convirtieron en demandantes
en un proceso judicial en Estados Unidos, acusando a una institución
financiera de Jordania, el Arab Bank, de movilizar fondos que
ayudaron a financiar el atentado del autobús y otros ataques
terroristas.
Los FinCEN Files muestran que, a medida que el litigio avanzó sobre
el Arab Bank, éste se beneficiaba de una relación con un banco más
grande e influyente:
el Standard Chartered...
Este banco con sede en
Reino Unido ayudó a los clientes del Arab Bank a acceder al sistema
financiero de Estados Unidos cuando los reguladores encontraron
deficiencias en los controles antilavado del Arab Bank, en 2005, y
le obligaron a reducir sus transferencias de dinero hacia Estados
Unidos.
Standard Chartered continuó su relación con el Arab Bank mientras la
demanda contra el banco jordano seguía su curso en los tribunales de
Estados Unidos - e incluso después de que las autoridades de EU avisaran a Standard Chartered de que debía detener el
procesamiento de transacciones de clientes sospechosos.
Los reguladores de Nueva York concluyeron en 2012 que Standard
Chartered había,
"conspirado con el
Gobierno de Irán" para mover 250,000 millones de dólares en
transacciones secretas, obteniendo "cientos de millones de
dólares en comisiones" y dejando "el sistema financiero
estadounidense vulnerable a terroristas, traficantes de armas,
narcotraficantes y regímenes corruptos".
Standard Chartered pagó
una multa de 227 millones de dólares a las autoridades de Nueva York
y de Estados Unidos en diciembre de 2012 en virtud de un acuerdo de
enjuiciamiento diferido.
Pese a sus promesas oficiales de mantenerse alejado de clientes
sospechosos, Standard Chartered procesó 2,055 transacciones por un
importe total de más de 24 millones de dólares en favor de clientes
del Arab Bank entre septiembre de 2013 y septiembre de 2014, según
muestran los FinCEN Files.
Después, a finales de septiembre de 2014, Standard Chartered tuvo
otra razón para alejarse del Arab Bank.
En la demanda derivada de
la bomba del autobús en Jerusalén, un jurado de Brooklyn encontró al
Arab Bank responsable de apoyar - a sabiendas - al terrorismo al
transferir dinero disfrazado de donaciones caritativas en beneficio
de Hamas, el grupo militante palestino al que Estados Unidos
clasifica como organización terrorista.
Más de un año más tarde, personal de Cumplimiento de Standard
Chartered envió al FinCEN un informe de actividad sospechosa
admitiendo los acuerdos del banco con el Arab Bank hasta algunos
días después del veredicto de Brooklyn y expresando su preocupación
por,
"el potencial
financiamiento del terrorismo"...
Pero esto no fue el
final.
Standard Chartered movió casi 12 millones de dólares más en
transacciones para clientes del Arab Bank después del veredicto y
hasta febrero de 2016, según un informe de seguimiento de
actividades sospechosas incluido en los FinCEN Files.
Muchas transferencias se
referían a "beneficencia", "donaciones", "apoyo" o "regalos",
afirmó el banco.
El informe de seguimiento
advirtió que los registros de pagos aumentaron la preocupación -
como en el caso judicial de Brooklyn - de que "actividades ilícitas"
estaban siendo financiadas "bajo la apariencia de la beneficencia".
El fallo civil contra el Arab Bank se anuló cuando un tribunal de
apelación encontró fallas en las instrucciones del jurado de primera
instancia.
Arab Bank alcanzó
posteriormente un acuerdo con casi 600 víctimas y familiares por una
cantidad no revelada.
En un a declaración, el Arab Bank dijo a ICIJ que,
"aborrece el
terrorismo y no apoya ni alienta actividades terroristas".
El banco dijo que las
alegaciones en su contra tienen cerca de 20 años, en una época en la
que las leyes, las herramientas y las tecnologías antilavado eran
distintas a las actuales.
"En cada país en el
que opera, Arab Bank tiene buenas evaluaciones de las
autoridades y cumple con las leyes antiterroristas y
antilavado", dijo el banco.
Los límites que las
autoridades de Estados Unidos impusieron al banco en 2005 fueron
levantados en 2018.
Standard Chartered dijo a la BBC, socio de ICIJ, que "inició la
clausura de una cuenta" relacionada con Arab Bank poco tiempo
después del juicio.
"Este proceso puede
tomar tiempo a veces", dijo el banco, "pero de todas maneras el
banco sigue cumpliendo con sus obligaciones" mientras existan
cuentas.
Arab Bank subrayó que,
"goza de una relación
de larga duración con Standard Chartered" que "continúa a la
fecha".
Standard Chartered ya no
procesa transacciones en dólares para Arab Bank, pero le sigue
proveyendo servicios bancarios, dijo el banco a ICIJ.
JPMorgan, el mayor banco con sede en Estados Unidos,
movió dinero para personas y sociedades ligadas al
saqueo masivo de fondos públicos en Malasia, Venezuela y Ucrania,
según revelan los documentos filtrados.
Foto: Thomas Hawk/ Creative Commons.
Recompensas y
riesgos
Los bancos mueven dinero sospechoso porque es rentable:
los bancos pueden
completar sus resultados finales con las comisiones que cobran
cada vez que el dinero se mueve en sus cuentas.
JPMorgan, por ejemplo,
ganó cerca de 500 millones de dólares como banco del estafador
Bernie Madoff, según los documentos de la bancarrota generada
por el colapso de su multimillonario esquema Ponzi.
Tratar con clientes turbios tiene sus riesgos.
En 2011, JPMorgan pagó 88
millones 300 mil dólares para solventar los señalamientos por violar
las sanciones económicas contra Irán y otros países sujetos a
embargos de Estados Unidos.
En 2013, funcionarios del
Tesoro sancionaron al banco con una orden de "cese y desistimiento",
que detalló "deficiencias sistémicas" en sus medidas contra el
blanqueo de dinero y apuntó que el banco había,
"fallado a la hora de
identificar volúmenes significativos de actividades
sospechosas".
En enero de 2014, el
banco pagó otros 2,600 millones de dólares para cerrar
investigaciones sobre su papel en el esquema de Madoff.
Tan solo en ese
trimestre, JPMorgan registró más del doble en ganancias y ese año
sus beneficios rondaron los 22,000 millones de dólares. Madoff se
declaró culpable y cumple una sentencia de 150 años en una prisión
federal.
Después de estas acciones delictivas, JPMorgan siguió moviendo
dinero para personas envueltas en supuestos delitos financieros,
según muestran los FinCEN Files.
Fue el caso de un banquero acusado por las autoridades de varios
países de diseñar un fraude de 4,500 millones de dólares a partir de
un fondo de desarrollo económico de Malasia, llamado 1Malaysia
Development Berhad, o
1MDB.
Jho Low movió 1,200
millones de dólares a través de JPMorgan entre 2013 y 2016, según
muestran los archivos.
En un primer momento, Low ganó popularidad por salir de fiesta con
Paris Hilton, Leonardo DiCaprio y otros famosos. Una noche, en un
club de la Costa Azul francesa, participó en una puja por un lote de
champán Cristal, y ganó la subasta con una oferta final de 2
millones de euros, según 'Billion Dollar Whale', un libro sobre la
estafa de 1MDB.
A principios de 2015 salió por primera vez en los medios de
comunicación, como figura clave del escándalo 1MDB, también conocido
como "el atraco del siglo".
Singapur emitió una orden
de arresto en abril de 2016. Autoridades de Estados Unidos, Malasia
y Singapur todavía tratan de capturarlo.
JPMorgan también movió dinero de empresas y personas relacionadas
con escándalos de corrupción en Venezuela y participó en una las
peores crisis humanitarias del mundo.
Uno de cada tres
venezolanos no tiene acceso a comida suficiente, según informó la
Organización de las Naciones Unidas este año, y millones han huido
del país.
Uno de los venezolanos que recibieron ayuda de JPMorgan fue
Alejandro 'Piojo' Isturiz, un ex-funcionario
acusado en Estados Unidos de participar en un esquema internacional
de lavado de dinero.
Los fiscales alegaron
que, entre 2011 y 2013, Isturiz y otros cobraron sobornos para
manipular los contratos de energía del gobierno. El banco movió más
de 63 millones de dólares para empresas relacionadas con Isturiz
entre 2012 y 2016, según muestran los FinCEN Files.
Los archivos confidenciales también muestran que JPMorgan proveyó de
servicios bancarios a Derwick Associates, una empresa
energética que ganó miles de millones de dólares en contratos
públicos para reparar la defectuosa red eléctrica de Venezuela.
Un análisis realizado en
2018 por la oficina venezolana de Transparencia Internacional
concluyó que esta empresa falló a la hora de suministrar la potencia
eléctrica esperada, y además sobrefacturó al gobierno de Venezuela
al menos 2,900 millones de dólares.
Alejandro Betancourt gozaba de sus veinte años cuando fundó
Derwick con un primo más joven.
Desde 2011, notas periodísticas acusaban a los primos y Derwick:
posteriormente, la
empresa presentó una demanda en la cual alegaba que era víctima
de una campaña de difamación que la identificaba falsamente de
ser parte de un "grupo criminal".
La demanda se resolvió en
términos no revelados.
Los FinCEN Files muestran que Derwick utilizó cuentas en JPMorgan
para mover al menos 2.1 millones de dólares entre 2011 y 2012 y que
el banco procesó otras transacciones de cantidades no detalladas
para Derwick y sus directivos al menos en 2013.
Un abogado de Betancourt afirmó:
"Mi cliente niega
cualquier mala práctica".
En un comunicado
genérico, JPMorgan señaló que, en 2014 había reconocido que
necesitaba mejorar sus controles antilavado, y que desde entonces
invirtió "numerosos recursos" en ese sentido.
"Hoy, se dedican
miles de empleados y cientos de millones de dólares para apoyar
los esfuerzos de las fuerzas de la ley y orden y la seguridad
nacional", afirmó el banco.
'Jefe de
jefes'
Los documentos confidenciales muestran cómo los bancos que manejan
transacciones internacionales a menudo desconocen con quién están
tratando, incluso cuando mueven cientos de millones de dólares.
Es el caso de una misteriosa sociedad fantasma llamada ABSI
Securities, que movió más de mil millones de dólares en
transacciones a través de JPMorgan entre enero de 2010 y julio de
2015, según muestran los FinCEN Files.
Esta cantidad incluía transacciones realizadas a través de una
cuenta bancaria abierta en JPMorgan - que ABSI cerró en 2013 - y de
cuentas intermediarias con las cuales JPMorgan procesa transacciones
en dólares para bancos extranjeros.
En 2015, los supervisores del banco con sede en Columbus, Ohio,
decidieron averiguar quién era el beneficiario real de ABSI, después
que un medio de noticias ruso informara que la sociedad estaba
vinculada a un personaje oscuro llamado
Semion Mogilevich,
descrito como el "Jefe de jefes" de los grupos mafiosos de Rusia.
Semion Mogilevich,
un ucraniano corpulento, tenía como señal distintiva el
uso el coche bomba para neutralizar al enemigo.
Foto: FBI
En 2009, cuando el FBI colocó a Mogilevich en su lista de las 10
personas más buscadas, afirmó que su red criminal estaba involucrada
en el tráfico de armas y drogas, extorsión y asesinatos.
La señal distintiva que
este ucraniano corpulento, y fumador empedernido, utiliza para
neutralizar a un enemigo es el coche bomba, según informó The
Guardian.
Los archivos muestran que los empleados del banco buscaron en vano
en sus documentos sobre la sociedad de papel, incapaces de
determinar quién se escondía detrás o cuál era su verdadero
propósito.
Mientras estos detalles todavía son poco claros, JPMorgan tuvo otras
razones para poner la lupa sobre ABSI años antes: operó como una
sociedad fantasma en Chipre, una jurisdicción considerada como uno
de los principales centros de lavado de dinero en aquel momento, y
que movía cientos de millones de dólares a través de JPMorgan.
Mogilevich apareció en 'Los más buscados del mundo', una serie
documental de Netflix publicada en agosto.
A través de un vocero,
dijo que no tenía conocimiento sobre ABSI. no pudo ser contactado
para dar su punto de vista. Anteriormente había dicho:
"No soy el líder o un
participante activo de ningún grupo criminal".
El poderoso
dólar
Con base en informes de actividades sospechosas, en 2018 BuzzFeed
reveló una serie de pagos secretos a sociedades de papel controladas
por Manafort, quien como resultado de estas revelaciones está
cumpliendo una pena de arresto domiciliario.
Una antigua funcionaria del Departamento del Tesoro de Estados
Unidos, Natalie Mayflower Sours Edwards,
confesó en enero de
conspirar y divulgar ilegalmente documentos del FinCEN a BuzzFeed
News.
BuzzFeed no ha realizado ningún comentario sobre su fuente.
FinCEN y las otras agencias americanas juegan un papel importante en
el combate global contra el lavado de dinero, en gran parte porque
los lavadores y otros delincuentes comparten el mismo objetivo que
otros muchos clientes bancarios que operan entre fronteras:
convertir su dinero a dólares, la moneda global 'de facto'.
Un pequeño grupo de bancos con importantes operaciones en Nueva
York, en su mayoría estadounidenses y europeos, amasan fortunas en
comisiones por realizar este truco, aprovechando su privilegiado
acceso a
la Reserva Federal de Estados
Unidos.
La ley de Estados Unidos confía a los bancos la responsabilidad de
ser la primera línea en la prevención del lavado de dinero, y ello a
pesar de que su mayor interés es que el dinero - sucio o limpio - se
esté moviendo.
Aunque los bancos están
autorizados a detener una transacción si parece sospechosa, no están
obligados a hacerlo: simplemente tienen que presentar un informe de
actividad sospechosa al FinCEN.
El FinCEN, con aproximadamente 270 empleados, recopila y analiza más
de 2 millones de nuevos informes de actividad sospechosa cada año,
procedentes de bancos y otras firmas financieras.
Comparte información con
otras agencias estadounidenses y con unidades de inteligencia
financiera de otros países.
Perdido desde
hace tiempo
Dentro de los grandes bancos, los protocolos de detección de los
flujos ilícitos de dinero dependen de personal con exceso de trabajo
y falta de recursos.
En general, trabajan en
oficinas internas lejanas de la sede central y con poca influencia
dentro de sus organizaciones.
Documentos de los FinCEN Files muestran que las investigaciones que
realizan los empleados de cumplimiento de los grandes bancos para
determinar quién está detrás de transferencias de cientos de
millones de dólares se limitan generalmente en búsquedas básicas de
Google.
Así, a menudo envían reportes de actividad sospechosa después que
una transacción o un cliente aparecen en una nota periodística
negativa, o de una investigación del gobierno.
En general, el dinero ya
ésta lejos en ese momento.
En entrevistas con el ICIJ y BuzzFeed, más de una docena de antiguos
empleados de cumplimiento en HSBC cuestionaron la eficacia de los
programas antilavado del banco.
Algunos dijeron que el
banco solo les daba herramientas para pasar una mirada superficial
sobre los grandes flujos de dinero, y que las oficinas de HSBC fuera
de Estados Unidos los ignoraban cuando solicitaban información sobre
quién se escondía detrás de las grandes transacciones.
"Ellos decían:
'Claro, te volveremos a contactar'.
Pero nunca se ponían en
contacto de nuevo", recuerda Alexis Grullon, quien supervisó la
actividad sospechosa internacional para HSBC en Nueva York entre
2012 y 2014.
En una demanda presentada
en diciembre de 2019 en un tribunal federal de Nueva York, empleados
del Standard Chartered Bank quienes se opusieron a dejar pasar
transacciones ilegales denunciaron amenazas, acosos y despidos.
Los demandantes, Julian Knight y Anshuman Chandra,
afirman que debieron abandonar sus trabajos de gestión en el banco
después de que los directivos se enteraron de que habían cooperado
con una investigación del FBI sobre transferencias de dinero que
Standard Chartered había realizado a través de empresas de,
Irán,
Libia, Sudán y Myanmar sancionadas por Estados Unidos...
Según la demanda, Standard Chartered,
-
participó en un
"esquema de lavado de dinero altamente sofisticado"
-
alteró los
nombres de las partes sujetas a sanciones en Estados Unidos
en los documentos de las transacciones
-
creó una artimaña
tecnológica que permitió que estas transacciones ilegales
pasaran desapercibidas ante el Banco de la Reserva Federal
de Estados Unidos
Chandra, que trabajó en
la filial del banco en Dubai entre 2011 y 2016, concluyó que la
evasión a las sanciones ayudó a financiar ataques terroristas,
"que mataron e
hirieron a soldados que servían en la coalición liderada por
Estados Unidos, así como a muchos civiles inocentes".
La demanda plantea que el
esquema permitió al banco beneficiarse de la "prima alta" que Irán y
sus agentes estaban dispuestos a pagar para convertir los riales
iraníes - la moneda del país, depreciada y bajo una sanción impuesta
por el gobierno de Estados Unidos - en dólares.
"Puedes ejecutar un
programa como este probablemente durante unos pocos meses sin
ser detectado si se trata de un grupo pequeño el que lo coordina
dentro del banco", manifestó Chandra en una entrevista con
BuzzFeed, socio del ICIJ.
"Pero algo como esto
sucedió durante años y generó miles de millones de dólares -
alguien en la cúpula debió haberse preguntado: ¿Cómo estamos
ganando este dinero?"
Chandra y Knight afirman
que, cuando asumió las sanciones como parte de su acuerdo de
procesamiento diferido de 2012 con las autoridades de Estados
Unidos, el banco admitió sólo una parte de sus incumplimientos y
mintió sobre la fecha en la que se detuvieron las transacciones
ilegales.
La agencia prorrogó el periodo de prueba del banco una y otra vez
durante varios años.
Finalmente, en 2019, el
banco pagó 1,100 millones de dólares más por sus reiterados
incumplimientos de sanciones contra Irán y otros países, y acordó
ampliar su pacto de procesamiento diferidos por dos años más.
Standard Chartered no contestó a las preguntas remitidas por el ICIJ
y sus socios sobre las declaraciones de sus antiguos empleados.
En documentos judiciales,
Standard Chartered afirmó que estas alegaciones son inverosímiles y
sin mérito.
"Me muero" -
Ucrania, JPMorgan y los cleptócratas
La joven de 21 años Olesia Zhukovska recibió una bala en su
lucha contra la corrupción en Ucrania.
Había trabajado como enfermera en Ucrania occidental a finales de
2013 cuando estallaron las protestas en el corazón de la capital,
Kiev.
Durante el régimen del
presidente
Viktor Yanukovych, miles de millones de dólares
salieron de contrabando del país - a través de cuentas en los
bancos más grandes del mundo.
Los manifestantes protestaron por la inclinación de sus líderes
hacia Rusia y la corrupción al más alto nivel que estaba arruinando
la economía del país, sus colegios y su sistema sanitario.
Los ucranianos morían,
dijeron los abogados de los pacientes, porque personas de alto nivel
robaban el dinero destinado a los medicamentos y el material que
salvan vidas.
Zhukovska dice que no podía pagar un soborno de 3 mil dólares para
conseguir un trabajo en un hospital de ciudad. En cambio, trabajó en
un centro sanitario rural sin calefacción ni medicinas.
"Nada", afirmó. "La
estructura parecía una ruina antigua".
En diciembre de 2013 se
unió a las crecientes protestas antigubernamentales en Kiev:
se ofreció como
voluntaria para tratar a los manifestantes golpeados por las
fuerzas del gobierno.
El 20 de febrero de 2014,
aplicaba vendas cuando la bala de un francotirador le atravesó el
cuello. La bala pasó a menos de una pulgada de su arteria carótida,
cuenta.
Mientras una ambulancia la llevaba al hospital, tuiteó:
"Me muero".
Fue el día conocido como
la 'Masacre de los francotiradores'.
Cuando acabó el día,
Zhukovska había sobrevivido, pero docenas de personas habían sido
asesinadas por francotiradores de la policía quienes arrojaron fuego
sobre los manifestantes desde tejados.
La historia de lucha y dolor de Zhukovska es parecida a las
historias del ciudadano medio alrededor del mundo que sufre mientras
políticos corruptos y sus allegados - en Ucrania y en otros lugares
- se enriquecen con la ayuda de bancos de renombre con presencia
mundial.
A principios de 2014, la joven enfermera aún se curaba en el
hospital cuando Yanukovych escapó del país. Lo mismo hizo su asesor
más cercano, el jefe de gabinete
Andriy Klyuyev, quien había
destacado como un despiadado rostro de la represión.
Ambos acabaron en el exilio en Rusia; ambos son buscados por las
autoridades ucranianas y enfrentan sanciones del gobierno de Estados
Unidos, que les acusa de malversar fondos públicos y subvertir la
democracia ucraniana.
Una investigación posterior encontró que Activ Solar, una
empresa de energía solar gestionada por la familia de Klyuyev, ganó
cientos de millones de dólares en supuestos préstamos de bancos
públicos estatales.
Sus activos se
canalizaron a través de una red de sociedades offshore controladas
por miembros de la familia Klyuyev, según un informe de la Unidad de
Inteligencia Financiera de Ucrania.
El caso Activ Solar formó parte de una orgía de corrupción
bajo el mandato de Yanukovych, que incluyó una red de sociedades
vinculadas al hermano de Klyuyev, Serhiy, la compra del palacio
presidencial de Ucrania y del
Monasterio Mezhyhirya, donde
Yanukovych vivía, por un módico precio.
El palacio, que contaba
con un zoo completo con avestruces y una réplica de un galeón
español para hacer cruceros en el río Dnieper, se convirtió en un
símbolo de la decadencia del régimen.
Como siempre, los ingresos derivados de la corrupción necesitan un
lugar para esconderse. En su camino, muchos pasaron por Manhattan.
Lencería y
botas hasta las rodillas
En enero de 2010, mientras Yanukovych ganaba la primera ronda de las
elecciones presidenciales de Ucrania, alguien registró una compañía
en el registro mercantil de Reino Unido - llamado
Companies House
- una agencia gubernamental criticada durante mucho tiempo por
otorgar legitimidad a sociedades con propietarios ocultos.
La nueva sociedad,
NoviRex Sales LLP, afirmó que se dedicaba
al negocio de los "electrodomésticos", pero su papeleo sugería que
algo más estaba sucediendo.
La sociedad registró su dirección oficial en una pequeña tienda de
Cardiff, Gales. Ahora ocupada por un salón de uñas, esta misma
dirección ha sido usada por centenares de sociedades registradas en
Companies House.
Los propietarios anotados por NoviRex eran otras dos compañías,
ambas registradas en las Islas Vírgenes Británicas sin propietarios
claros. Estas dos mismas sociedades de BVI aparecían como dueñas de
miles de compañías más de Companies House - muchas registradas
en la misma tienda de Cardiff.
Los registros muestran que las dos compañías que poseían NoviRex
también eran, a la par, propietarias de empresas vinculadas a
presuntas manipulaciones y otros actos corruptos, gran parte de
ellos centrados en Ucrania.
Los
FinCEN Files
muestran que NoviRex pronto empezó a gestionar
pagos con ritmo y montos elevados.
Para un negocio local de
electrodomésticos, algunos de los justificantes que NoviRex
proporcionó para los pagos eran extraños:
-
200,000 dólares
en "lencería" para una sociedad de Islas Vírgenes Británicas
-
34,000 dólares en
"pegatinas para el teclado" de una firma de Hong Kong
-
cerca de 400 mil
dólares en "botas hasta la rodillas" de otra sociedad de
Hong Kong
Mientras NoviRex movía
millones de dólares a través del sistema bancario global, sus
estados financieros indicaban que básicamente estaba moribunda, pues
gastaba menos de 2,500 dólares al año.
NoviRex envió todos sus pagos a través de bancos en jurisdicciones
conocidas como centros de lavado de dinero, como el ABVL Bank de
Letonia.
Pero para mover dólares, NoviRex necesitaba más que unos dudosos
bancos letones:
requería de una
institución global con acceso a cuentas en la filial de Nueva
York del Sistema de la Reserva Federal de Estados Unidos.
NoviRex necesitaba a
JPMorgan Chase...
El
intermediario
Con raíces que se remontan a las figuras de Aaron Burr y
Alexander Hamilton de la era de la Revolución de Estados Unidos,
el gigante bancario mundial, proporcionó a
ABLV una cuenta en dólares
estadounidenses en Nueva York, que permitió al banco letón a ofrecer
cuentas en dólares a sus propios clientes, incluido NoviRex.
Si bien la USA Patriot ACT de 2001 obligó los bancos a verificar
cuidadosamente a sus socios bancarios extranjeros, JPMorgan
intensificó el negocio de suministro de cuentas en dólares
estadounidenses:
En 2003, se había
convertido en el líder global de la "banca intermediaria",
procesando más de 2 billones de dólares cada día para clientes
de 3,500 bancos extranjeros de 46 países, incluida Europa del
Este, donde la ley era débil y la corrupción rampante.
En 2004, el FinCEN emitió una alerta a los bancos globales sobre
los bancos de Europa del Este y sus clientes de sociedades de
papel. Informó que 4,000 millones de dólares se habían
calificado como transacciones sospechosas desde 1996.
En 2005, el año en el que Jamie Dimon fue nombrado
consejero delegado de JPMorgan, el FinCEN advirtió de que los
bancos letones y su "considerable" base de clientes no letones
"continúan representando un riesgo significativo de blanqueo de
dinero".
FinCEN afirmó:
"Muchas de las
instituciones letonas no parecen servir a la comunidad letona,
sino a sospechosas sociedades de papel privadas extranjeras".
FinCEN afirmó que los 23
bancos de Letonia poseían entonces unos 5 mil millones de dólares en
depósitos de personas "no residentes", principalmente de Rusia y
otras partes de la antigua Unión Soviética.
Este era el mercado de JPMorgan...
Al permitir una transferencia, un banco intermediario deduce la
cantidad de la transferencia en la cuenta del banco de origen; lo
incorpora a la cuenta del banco receptor, y cobra una comisión.
En algunos casos,
JPMorgan convertía pagos realizados desde una cuenta en moneda
local, el hryvnia de Ucrania por ejemplo, a dólares para luego
enviarlos a la cuenta receptora.
Esto generaba más
comisiones para JPMorgan...
JPMorgan estaba abriendo las puertas del sistema para sus clientes,
incluyendo sociedades de papel anónimas como NoviRex.
A cambio de este poder de control, y las comisiones que acarrea, la
Ley de Estados Unidos exige a JPMorgan y otros bancos similares a
controlar cada transacción autorizada a petición de bancos
extranjeros - y a examinar a los bancos extranjeros con los que
hacen negocios.
Una investigación posterior encontró que el 90% de los clientes de
ABLV eran considerados "de alto riesgo" por el propio ABLV,
principalmente porque eran sociedades de papel registradas en
jurisdicciones secretas.
Algunas de estas empresas de fachada movían miles de millones de
dólares relacionadas con actos de corrupción en Ucrania.
Los reguladores
estadounidenses concluyeron que ABLV había institucionalizado el
lavado de dinero como,
"un pilar de los
negocios del banco", realizado ventas agresivas de esquemas de
lavado de dinero a clientes, y producido documentación
fraudulenta de "la mayor calidad" para apoyar estos esquemas.
A la par, sobornaba a
funcionarios letones para proteger al banco de cualquier amenaza
sobre su modelo de negocio.
Dos expertos en delitos financieros que comprobaron las
transacciones de NoviRex a petición del ICIJ afirmaron que las
señales de lavado de dinero eran claras. NoviRex se había comportado
como ningún negocio legítimo lo hubiera hecho.
"Si yo estuviera en
JPMorgan y viera esto, estaría pensando: 'Esto es horroroso',"
afirmó Martin Woods, uno de los expertos y antiguo detective de
policía en Reino Unido.
"¿Qué empresa normal
compra ordenadores, lencería y cubos?"
A principios de 2014,
mientras los ciudadanos llenaban las calles para protestar contra
Yanukovych, Klyuyev y otros líderes gubernamentales, NoviRex había
movido más de 188 millones de dólares.
El cierre
Mientras tanto, JPMorgan estaba avanzando.
A finales de 2014 había
cerrado cuentas corresponsales de unos 500 bancos internacionales,
incluyendo bancos de Letonia, de acuerdo con un empleado de un grupo
de intercambio bancario letón.
En un informe de diciembre de 2014 a sus accionistas, el banco
admitió,
"errores realizados y
lecciones aprendidas de nuestras experiencias como banca
corresponsal extranjera".
"Cada empresa tiene
errores (y nosotros hemos hecho unos cuantos), pero el contraste
de una gran empresa es lo que hace en respuesta", escribió Dimon,
el CEO, en una carta. No mencionó Ucrania ni Letonia, o ABLV o
NoviRex.
Tampoco mencionó que,
justo antes del cierre, los reguladores de Estados Unidos habían
emitido una evaluación aterradora sobre las salvaguardas contra el
blanqueo de dinero de JPMorgan y ordenado al banco que revisara sus
prácticas de banca intermediaria.
Por aquel entonces, la hacienda de Ucrania había sido saqueada, y
JPMorgan había embolsado los honorarios.
El grupo de servicios de
tesorería de JPMorgan, la matriz de su negocio de banca
corresponsal, informó sobre un beneficio de 4,130 millones de
dólares en 2013.
La remuneración total de
Jamie Dimon en 2014 fue de 20 millones de dólares.
La historia de NoviRex pudo haber acabado aquí. Pero en noviembre de
2016, Donald Trump fue elegido el 45º presidente de Estados Unidos.
Justo después, el
Departamento de Justicia nombró a
Robert Mueller como fiscal
especial para investigar la interferencia del gobierno de Rusia en
las elecciones y otros asuntos relacionados con Trump y sus socios.
Uno de estos socios era Paul Manafort, el que fuera jefe de
la campaña presidencial de Trump.
Pena de muerte
Manafort también trabajó como consultor y cabildero para el antiguo
presidente de Ucrania, Yanukovych.
Los FinCEN Files muestran
que empleados de la oficina de cumplimiento de JPMorgan en Columbus,
Ohio, se mostraron preocupados por investigaciones de la prensa de
Ucrania sobre pagos secretos realizados a sociedades pantallas
manejadas por Manafort y maquillados como compras de material
informático.
El banco advirtió de que NoviRex había realizado estos pagos.
A medida que se intensificaba el escrutinio sobre los acuerdos
extranjeros de Manafort, según muestran los FinCEN Files, JPMorgan
envió más informes de actividad sospechosa, en los cuales detalló -
años después de los hechos - pagos por millones de dólares al
consultor, sus socios y sus negocios.
En el juicio contra Manafort de 2018, el nombre de NoviRex surgió
como una de las muchas sociedades de papel que los oligarcas
ucranianos utilizaron para canalizar los pagos del trabajo de
cabildeo político de las propias empresas fantasmas de Manafort.
En total, NoviRex pagó de
forma secreta 4 millones 190 mil dólares a Manafort en nombre del
Partido de las Regiones de Yanukovych. Al final, Manafort fue
condenado por fraude bancario, por no haber informado de una cuenta
bancaria extranjera y por otros delitos.
En uno de las sesiones judiciales contra Manafort, su antiguo socio
de negocios,
Rick Gates, reveló finalmente la identidad de la
persona detrás de NoviRex:
Klyuyev, la mano
derecha de Yanukovych.
La ayuda de JPMorgan
permitió a la sociedad de Klyuyev no aparecer nunca durante el
juicio.
En total, según muestran los FinCEN Files, entre 2010 y 2015
JPMorgan ejecutó 706 transacciones por un importe total de al menos
230 millones de dólares para NoviRex.
La mayor parte de este
dinero fue a parar a sociedades registradas en paraísos fiscales
secretos.
En 2018, FinCEN declaró a ABLV como una,
"preocupación de
primer orden en lavado de dinero" que había movido "miles de
millones de dólares" para magnates ucranios acusados de extraer
activos estatales.
El FinCEN prohibió a los
bancos de Estados Unidos facilitar acceso a ABLV a cuentas
intermediarias de Estados Unidos,
un paso conocido en círculos
financieros como la "pena de muerte"...
ABLV está ahora en
liquidación, y algunos de sus ejecutivos han sido arrestados por las
autoridades letonas.
En respuesta a preguntas de ICIJ, un vocero de ABLV dijo que durante
la fase de liquidación, un auditor está llevando a cabo una revisión
de los ex-clientes del banco y sus transacciones.
Añadió:
"No podemos hacer
comentarios públicos sobre una persona física o moral".
Trucos y
astucia
El dinero llegaba de California, Perú, Bolivia, China y otros
lugares donde familias de bajos ingresos estaban dispuestas a
invertir sus modestos ahorros - 2,000, 5,000 ó 10,000 dólares
- en un fondo de inversión que, esperaban, les cambiaría la vida.
Con tan solo pulsar
una tecla, el dinero de los inversionistas se canalizó a través
de operaciones en Nueva York del gigante bancario global HSBC.
Luego se diversificó por
todo el mundo a través de cuentas en las oficinas de HSBC en Hong
Kong.
Como otros engañados por el esquema "Ponzi" llamado World Capital
Market (WCM), Reynaldo Pacheco, un padre de 44 años de Santa
Rosa, California, promocionó la operación ante su familia y sus
conocidos.
Cuando se empezó a
vislumbrar que WCM era un fraude, uno de los desafortunados
inversionistas al que había convencido de confiar su dinero se
suicidó.
Tres hombres lo secuestraron y golpearon su cabeza con piedras,
dejándolo muerto en un arroyo, sus manos atadas a su espalda con
cinta y cordones de zapatos.
Miles de víctimas perdieron al menos 80 millones de dólares en el
fraude.
Los FinCEN Files muestran que HSBC siguió moviendo dinero para el
fondo, incluso cuando las autoridades de tres países investigaban a
la compañía, y a pesar de que los analistas del banco sabían que se
trataba de un esquema Ponzi.
Más de 30 millones de
dólares vinculados con WCM transitaron por el banco entre 2013 y
2014, en un momento en el que HSBC estaba a prueba.
Incluso cuando la
Comisión Bancaria y de Valores de Estados Unidos congeló los activos
de la compañía, la cuenta de WCM en la oficina de HSBC en Hong Kong
seguía activa.
De acuerdo con documentos judiciales presentados por los abogados -
con el objetivo de recuperar el dinero de las víctimas del fraude -
WCM sacó más de 7 millones de dólares de su cuenta durante la semana
siguiente al congelamiento, dejándola en ceros.
WCM no fue la única compañía ligada a actividades criminales que
movió dinero a través de HSBC durante el periodo de prueba de cinco
años que las autoridades de Estados Unidos dieron al banco para
reforzar sus medidas de combate al lavado de dinero en el marco del
"acuerdo de procesamiento diferido" celebrado en 2012.
La oficina del banco en Hong Kong, por ejemplo, procesó más de 900
millones de dólares en transacciones relacionadas con sociedades
fantasmas vinculadas a documentos judiciales e informes mediáticos
de posibles redes criminales, según un análisis del ICIJ.
Los fiscales estadounidenses y otros funcionarios han elogiado los
acuerdos de procesamiento diferido y otros tipos de acuerdos por
blanqueo de dinero. Los describen como herramientas efectivas para
que los grandes bancos dejen de trabajar para delincuentes.
Cuando las autoridades anunciaron el acuerdo de procesamiento
diferido de Standard Chartered en 2012, un empleado del FBI
manifestó: "Nueva York es una capital financiera mundial y un centro
bancario internacional, y tienes que cumplir con las leyes para
realizar negocios aquí".
La investigación del ICIJ muestra que cinco de los bancos que
aparecen más frecuentemente en los FinCEN Files,
-
HSBC
-
JPMorgan
-
Deutsche Bank
-
Standard
Chartered
-
Bank of New York
Mellon,
...movieron dinero para
personas y empresas sospechosas a pesar de que eran sujetos a
acuerdos de procesamiento diferido y otras acciones de cumplimiento
de la ley contra el lavado.
En los últimos 15 años, cuatro de estos bancos firmaron acuerdos de
no procesamiento o de procesamiento diferido relacionados con lavado
de dinero.
De los cinco bancos,
Deutsche Bank es el único que no ha sido parte de un acuerdo de no
procesamiento o de procesamiento diferido:
sin embargo, el banco
de origen alemán alcanzó un acuerdo civil por 258 millones de
dólares en 2015 después que autoridades de Estados Unidos y
Nueva York determinaron que el banco había movido miles de
millones de dólares para instituciones financieras de Irán,
Libia, Siria, Birmania y Sudán y otras entidades sancionadas por
Estados Unidos.
Cuatro de los cinco
bancos han sido objetivo de numerosas demandas e investigaciones por
lavado de dinero:
uno de ellos - Bank
of New York Mellon - solo lo ha sido una vez en los últimos 15
años.
En 2005, dos años antes
de su fusión con Mellon Financial, el Bank of New York pagó 38
millones de dólares y firmó una acuerdo de no procesamiento después
que una investigación federal concluyó que había blanqueado 7 mil
millones de dólares de dinero ilícito:
los investigadores
creían que Semion Mogilevich, el supuesto 'Jefe de jefes' de la
mafia rusa, estaba detrás de algunas transacciones.
Si bien evitó grandes
juicios, Bank of New York Mellon realizó negocios con personajes
sospechosos, según muestran los FinCEN Files.
Entre 1997 y 2016, por
ejemplo, movió más de mil 300 millones de dólares en transacciones
vinculadas con Oleg Deripaska, un multimillonario ruso y aliado del
presidente ruso Vladimir Putin.
Desde 2008, notas de prensa vincularon a
Oleg Derispaska con el
crimen organizado.
Cuando las autoridades de Estados Unidos
implementaron sanciones contra él en 2018, manifestaron que había
sido acusado de amenazar a rivales empresariales, sobornar a un
funcionario del gobierno ruso y ordenar el asesinato de un
empresario.
Deripaska niega el lavado de fondos y los delitos.
En 2019, la
administración Trump retiró las sanciones contra tres compañías
vinculadas con él, pero mantuvo las sanciones contra el personaje,
quien está demandando el gobierno de Estados Unidos para retirarlas.
"BNY Mellon asume su
papel de protección de la integridad del sistema financiero
global de manera seria, lo que incluye la remisión de reportes
de actividad sospechosa", manifestó Bank of New York Mellon en
un comunicado.
"Como un miembro de
confianza de la comunidad bancaria internacional, cumplimos
plenamente con todas las leyes y regulaciones aplicables, y
asistimos a las autoridades en el importante trabajo que
realizan".
Banderillas
rojas
En los archivos, el ICIJ descubrió un patrón llamativo: la voluntad
de muchos bancos para procesar transacciones para los mismos
clientes de riesgo.
Derispaska, el oligarca ruso, no sólo recibió ayuda del Bank
of New York Mellon.
Los documentos
confidenciales revelan que, entre 2003 y 2017, el Deutsche Bank
movió más de 11 mil millones de dólares mediante transacciones para
empresas que controlaba.
Los archivos también indican que,
-
Deutsche Bank
-
Bank of New York
Mellon
-
JPMorgan
-
HSBC
-
Standard
Chartered,
...figuraron entre los 20
bancos que ayudaron a Odebrecht SA - la constructora brasileña que
los fiscales de Estados Unidos acusaron del mayor caso internacional
de sobornos en la historia - a mover 677 millones de dólares entre
2016 y 2016.
De este cantidad,
Deutsche Bank movió más de 560 millones de dólares, según muestran
los registros.
Los bancos gigantes también ayudaron a Dmytro Firtash, un
oligarca ucraniano buscado por el gobierno de Estados Unidos.
En 2014, los fiscales
estadounidenses los acusaron de sobornar a funcionarios en la
India para concretar un acuerdo minero. Desde finales de 2019,
medios de Estados Unidos documentaron que Firtash fue un actor
clave en la estrategia del presidente
Trump para realizar una
campaña negra contra Joe Biden, su oponente para la
reelección de 2020.
Firtash dice que su ascenso en los negocios empezó tras la caída
de la Unión Soviética, cuando cambió leche en polvo de Ucrania
por algodón uzbeko.
Vive en el exilio en
una mansión en Viena; no puede abandonar Austria pero se
encuentra protegido contra la extradición. Su mansión Art
Nouveau tiene un cine propio y una piscina infinita - un
perfil de 2017 por Bloomberg Businessweek lo apodó "el oligarca
en la jaula dorada".
Los cinco grandes bancos
del análisis del ICIJ,
JPMorgan, Deutsche
Bank, Standard Chartered, HBC y Bank of New York Mellon,
...procesaron
transacciones para sociedades controladas por Firtash, según
muestran los FinCEN Files.
Los archivos indican que
los cuatro aprobaron transacciones después de comprometerse a vetar
sus clientes sospechosos.
Los archivos muestran que JPMorgan movió la mayoría del dinero de
las empresas controladas por Firtash:
cientos de
transacciones por un importe total de 1,900 millones de dólares
entre 2003 y 2014.
JPMorgan y los otros
bancos debieron preocuparse ante la cuestionable historia de Firtash
al menos desde 2010, cuando un cable diplomático de Estados Unidos
filtrado los relacionaba con Mogilevich, el jefe de la mafia rusa.
En 2011, una demanda presentada en Manhattan por
Yulia Tymoshenko,
la antigua primera ministra de Ucrania, proporcionaba a los cinco
bancos aún más información, entre ellas números de cuentas en cuatro
de los bancos, que supuestamente eran usadas por Firtash para
blanquear dinero.
La demanda acusaba a Firtash, Mogilevich y el futuro jefe de campaña
de Trump, Manafort, de lavar fondos ilícitos de Ucrania a través de
bancos y acuerdos de inversión en Estados Unidos.
La demanda señalaba que cuentas en las oficinas neoyorquinas de
JPMorgan, Deutsche Bank, Standard Chartered y Bank of New York
Mellon movían dinero robado de Ucrania hacia Estados Unidos el cual,
después del lavado, viajaba de regreso a Ucrania.
A pesar de estas acusaciones, los cinco bancos siguieron con
transacciones que involucraban a sociedades controladas por Firtash,
entre ellas algunas procesadas por Deutsche Bank en 2017.
La demanda de Tymoshenko fue rechazada en 2013, en parte porque la
política y sus abogados no fueron capaces de ofrecer suficientes
detalles sobre las transacciones.
Firtash negó cualquier mala práctica, y dijo a Bloomberg
Businessweek que era víctima de,
"una máquina especial
de propaganda organizada contra mí".
Contó a la revista que
Tymoshenko está,
"equivocada en todo.
Miente todo el tiempo. Sobre el blanqueo de dinero, para empezar
necesitas tener dinero sucio. Yo siempre he tenido dinero
limpio".
En un comunicado, un
abogado de Firtash contó al ICIJ que Firtash,
"nunca tuvo ninguna
participación u otra vinculación comercial con Semion Mogilevich".
El abogado dijo que
Firtash no contestaría a preguntas del ICIJ porque sus cuestiones
son,
"dependientes de la
divulgación ilegal y criminal" de reportes de actividad
sospechosa.
Haciendo
responsables a los banqueros
¿Por qué las grandes sanciones financieras no han servido
para cambiar el comportamiento de los bancos...?
John Cassera, un experto en delitos financieros que trabajó
como agente especial asignado al FinCEN entre 1996 y 2002, dijo que
el tamaño de las multas pagadas por HSBC y otros bancos pueden
parecer grandes, pero representan una pequeña fracción de sus
beneficios.
Aparte, el dinero no es
pagado por los banqueros que deben rendir cuentas, dijo - sino por
los accionistas...
BNP Paribas, el mayor banco de Francia, recibió la mayor multa de
todas en 2014, cuando tuvo que pagar 8 mil 900 millones de dólares
porque operó transacciones de miles de millones de dólares al
sistema financiero de Estados Unidos a nombre de entidades de Sudán,
Irán y Cuba, las cuales eran objeto de sanciones y bloqueo de
Estados Unidos.
A diferencia de los acuerdos con HSBS y otros, este no fue un
procesamiento diferido. El banco francés aceptó la condena, y
despidió a 13 empleados.
Para el banco francés, la prioridad en las negociaciones del acuerdo
era asegurar que las autoridades no le revocaran de manera
permanente su licencia para procesar transacciones en dólares.
La revocación sólo duró
un año; y tras el anuncio del acuerdo, el precio de la acción del
banco subió un 4%...
James S. Henry, un economista de Nueva York, abogado y
escritor que ha investigado el mundo del dinero sucio desde los
setenta, dijo que,
se necesitará más que
"voluntad fiscal" para cambiar realmente la relación entre los
bancos y los flujos de dinero ilícito.
Esto se traduce en
responsabilizar a los banqueros, no sólo los bancos y sus
accionistas.
"Tenemos que poner en
riesgo a algunos altos ejecutivos que están a cargo de estas
cosas", afirmó Henry. "Y eso significa multas y/o cárcel".
Acuario con
tiburones
Parecía sacado de una novela de espías.
Los empleados de Deutsche Bank instruían a clientes de Irán y otros
puntos calientes para encajar sus mensajes de pago con palabras
clave que desencadenaría un trato especial.
Un ejecutivo instó a los
trabajadores a emplear "trucos y astucia" para evitar que las
autoridades americanas los detectaran.
Estos "trucos" del oficio fueron expuestos en un comunicado de
noviembre de 2015 por los reguladores bancarios de Nueva York.
Deutsche Bank, según
dijeron los funcionarios estatales, había movido casi 11,000
millones de dólares entre 1999 y 2006 a nombre de Irán, Siria y
otros países bajo las sanciones de Estados Unidos.
En virtud del acuerdo por 258 millones de dólares con el Estado
y la Reserva Federal, Deutsche Bank aceptó reformar sus
prácticas y despedir a los empleados involucrados en la
operación.
En un comunicado, Deutsche Bank sostuvo que el trato era una
noticia vieja: "La conducta ha cesado hace varios años, y desde
entonces hemos concluido todos los negocios con partes de los
países involucrados".
Mientras el acuerdo se desarrollaba en público, Deutsche Bank
operaba tras bambalinas para mover dinero de Ihor Kolomoisky,
un multimillonario ucraniano involucrado en un fraude masivo de
blanqueo de dinero, que consistía en canalizar dinero hacia el
Medio Oeste estadounidense, según afirmaron más tarde los
fiscales de ese país.
Kolomoisky tiene su propia mística de espía de thriller.
Los fiscales de
Estados Unidos dicen que desde hace mucho tiempo se le conoce
por su "crueldad e incluso violencia" en los negocios; una vez
contrató a "matones armados" para ocupar las oficinas de una
petrolera gubernamental.
Un socio recordó
haberse reunido con él y ver cómo el oligarca presionaba un
interruptor a control remoto que arrojaba carne de cangrejo de
río a los tiburones hambrientos que ocupaban el acuario de su
oficina.
Según los FinCEN Files, Deutsche Bank informó que movió al menos
240 millones de dólares entre finales de 2015 y mayo de 2016
para una empresa registrada en las Islas Vírgenes Británicas
controlada por Kolomoisky.
Deutsche Bank ayudó a mover parte de este dinero antes de
cumplirse 48 horas del acuerdo alcanzado en noviembre de 2015
con los reguladores de Nueva York.
En un reporte de actividad sospechosa completado seis meses más
tarde, Deutsche Bank se preocupó de que,
"había una
variación inusual de cantidades en las transacciones, entre
23 dólares y 949 mil dólares".
Los empleados de
cumplimiento también citaron informes no confirmados de que
Kolomoisky estaba siendo investigado por el desvío de la ayuda
económica del rescate a Ucrania.
Kolomoisky no contestó a un cuestionario de ICIJ. Uno de sus
abogados dijo en agosto:
"El Sr.
Kolomoisky niega de manera enfática las alegaciones de las
denuncias suscritas por el Departamento de Justicia".
En julio pasado, los
reguladores de Nueva York alcanzaron otro acuerdo con Deutsche
Bank por lavado de dinero.
Esta vez, el banco
acordó pagar 150 millones de dólares en sanciones relacionadas
con sus acuerdos con el depredador sexual Jeffrey Epstein y con
dos bancos extranjeros involucrados en escándalos de lavado de
dinero.
Un mes más tarde, los fiscales de Estados Unidos presentaron
denuncias en un tribunal federal, alegando que entre 2008 y 2016
Kolomoisky había desviado miles de millones de dólares de un
banco ucraniano, y después había lavado el producto del saqueo a
través de un laberinto de cuentas bancarias y sociedades de
papel alrededor del mundo.
Mucho de este dinero, según los fiscales, acabó en inversiones
en Estados Unidos, incluyendo inmuebles comerciales en Texas y
Ohio, plantas de acero en Kentuky, Virginia Occidental y
Michigan y una fábrica de teléfonos móviles en Illinois.
Deutsche Bank rechazó
contestar preguntas sobre sus acuerdos con Kolomoisky y afirmó
que está legalmente impedido para comentar asuntos de sus
clientes o transacciones.
El banco dijo a ICIJ
que había reconocido,
"debilidades
pasadas" y "aprendido de nuestros errores".
Dijo que ha "abordado
sistemáticamente" estos problemas.
"Ahora somos un
banco diferente", afirmó...
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