Con más de 63% de
abstención, los macedonios se pronunciaron - sin votar siquiera -
contra la incorporación de su país a la OTAN y a la Unión
Europea.
* 'República Helénica' es la denominación oficial de Grecia - Nota de la Red Voltaire.
El acuerdo con Grecia fue negociado por el embajador de Estados Unidos en Atenas, Geoffrey R. Pyatt, organizador en Ucrania - junto al partido nazi ucraniano Pravy Sektor (Sector Derecho) - del putsch de la Plaza Maidan.
Se trata de un acuerdo que prevé modificar el nombre de la República de Macedonia para rebautizarla como "Macedonia del Norte".
En ese mismo acuerdo,
ésta ex-República yugoslava se comprometía a renunciar a toda
referencia a Alejandro Magno como figura histórica nacional.
De hecho, la Macedonia
histórica abarca parte de la actual Grecia y Alejandro Magno es
considerado una figura histórica nacional tanto en Grecia como en la
Macedonia ex-yugoslava, en cuya capital -
Skopie - se erigió en 2011-2012 un
gran monumento ecuestre dedicado a ese personaje de la Antigüedad.
Pero los griegos de la
Antigüedad lo consideraban un "bárbaro" y sólo reconocieron su
autoridad bajo la presión del poderío bélico del Alejandro Magno
conquistador.
Pero la OTAN y la Unión Europea siguen la línea del romano Julio César, presentándose como bloques cuyos integrantes se someten a "valores comunes" obligatorios.
Se trata, evidentemente,
de dos modelos históricos inconciliables.
Mientras que los
socialistas y musulmanes del gobierno del primer ministro Zoran
Zaev hacían campaña a favor del "Sí", los nacionalistas y la
mayoría de confesión ortodoxa, a la que pertenece el presidente de
la República Gjorge Ivanov, llamaban a boicotear la consulta.
Pero silencian el hecho
que el 63,09% de los electores no acudió a las urnas,
lo cual implica que los partidarios del "Sí" son sólo un 33,75% del
total de electores macedonios.
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