por Veronique
de Rugy
traducción de
Adela Kaufmann
En estos días se está poniendo mucha atención y tinta al tratar de explicar a una generación de votantes el por qué el socialismo siempre falla.
No solo el socialismo falla en entregar los bienes económicos; también es una fuente de opresión masiva y dolor. Entiendo por qué tantos están dedicando tanta cantidad de energía a esta tarea.
Primero, personas como la senadora Bernie Sanders y la representante Alexandria Ocasio-Cortez (AOC) y algunas otras han hecho que la noción del socialismo sea aceptable en algunos círculos.
Además, según una encuesta de agosto, por primera vez desde que Gallup formuló la pregunta, más demócratas aprueban el socialismo que el capitalismo.
El modelo cubano
Hasta que Venezuela estuvo en las noticias regularmente debido al enfoque de su gente hacia la inanición, así como a la expropiación y la "tiranía diaria" del régimen de Chávez-Maduro, había muchos intelectuales alabando el sistema.
Y no olvidemos los elogios o la falta de condena para el régimen
opresivo que es Cuba, proveniente de muchos líderes mundiales
después de la muerte de Fidel Castro.
Sin embargo, si eso es todo lo que hacemos en respuesta a AOC y Sanders prometiéndoles a los estadounidenses que un régimen socialista producirá un mundo en el que todos trabajen menos, ganen más, reciban atención médica y educación gratuitas y reciban generosos subsidios del gobierno, incluso cuando uno decide no trabajar, nadie es tentado por el socialismo lo escuchará.
El modelo sueco
En cambio, están hablando de Dinamarca y Suecia...
Por un lado tienes las dictaduras, mientras que por otro lado tienes las democracias sociales. Ambos lados del espectro utilizan la opresión y la tributación obligatoria para lograr sus objetivos.
Pero el grado en que lo hacen varía mucho.
Un lado permite las elecciones, el otro las prohíbe o se burla del concepto.
Y al hacerlo, todas las variedades de socialismo sufren el problema
de conocimiento insuperable, como lo demostró bellamente el
economista fallecido Don Lavoie en su libro de 1985, Planificación
Económica Nacional: ¿Qué es lo que queda?
Me preocupa que si seguimos hablando como si los demócratas estadounidenses de hoy previeran los controles tan extensos como los que existen en Venezuela, aquellos de nosotros que avisamos de los peligros que acechan en los esquemas de Sanders y AOC no podremos superarlos.
El modelo francés
Cuando Suecia y Dinamarca tuvieron un régimen más cercano al que habla Sanders, los resultados fueron tan malos que cada uno de estos países implementó reformas de mercado bastante dramáticas.
Estos dos países no son, para nada, paraísos libertarios, pero gracias a los grandes recortes de gastos y los impuestos más bajos, no son el desastre que alguna vez fueron.
Esto se debe a que hay un aspecto en particular que los AOC y los Sanders del mundo no mencionan a sus seguidores cuando hablan de su sueño socialista:
Francia fue una vez un modelo a seguir para lo que un gran gobierno puede hacer por su gente.
Pero se ha convertido en un ejemplo vergonzoso desde que "Los Chalecos Amarillos" salieron a las calles para manifestarse en contra de la increíble cantidad de impuestos que pagan.
Estos chicos no son de clase alta. Son las personas que hasta ahora
han apoyado las políticas que son inevitables cuando el gobierno
presta tantos servicios y está tan involucrado en gran parte de la
economía.
Como recordatorio, el impuesto sobre la nómina es muy regresivo; consume una mayor proporción de los ingresos de personas de bajos recursos y de clase media que de los ricos.
Adicionalmente:
Sin duda, el gasto también es más regresivo en Francia, ya que la
mayor parte se destina a las personas de ingresos medios y
bajos. Pero es un sistema estúpido en el que grapas a un grupo para
redistribuirlo a ese mismo grupo.
Ellos han estado protestando continuamente desde de noviembre de 17 de 2018.
No apruebo la violencia, pero entiendo por qué los manifestantes están tan furiosos.
Francia tiene todo tipo de regulaciones laborales en los libros:
Todas estas políticas hacen que las vidas de las personas de clase
media y baja sean más difíciles, el desempleo es alto (24.5 por
ciento para los jóvenes franceses) y el crecimiento económico ha
sido anémico durante décadas.
Todos sufrirían, por supuesto.
Pero los que más van a estar muy mal son definitivamente los que
están muy 'abajo'...
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