Para Washington y Londres, la URSS era un imperio totalitario que trataba de conquistar el mundo.
Así que, en un giro de 180 grados, concibieron la política de "contención" (containment) frente a la Unión Soviética, afirmando que el mundo estaba dividido en tres partes:
Inicialmente, aquel análisis pudo parecer correcto en la medida en que Stalin seguía deportando pueblos enteros.
Pero, después de su muerte, ya se hizo evidente que aquello era falso.
El Che Guevara,
entonces ministro de Economía de Cuba, escribió un libro contra el
modelo soviético y trató de continuar la revolución en África, sin
pedir permiso a la URSS, pero contando con su apoyo.
Aunque eso recuerda el
proyecto de los europeos de principios del siglo XX, que quisieron
unirse en vez de guerrear entre sí, en realidad se trata de algo
muy diferente, algo que debemos comparar más bien con la Liga
Árabe y con la Organización de Estados Americanos (OEA),
instauradas ambas en el mismo momento.
Sin embargo, teniendo en cuenta las enseñanzas de la repartición del mundo que se había pactado en Yalta, los gaullistas y los comunistas franceses mantuvieron la alianza que habían establecido durante la Segunda Guerra Mundial y velaron por impedir la creación de una estructura supranacional, de manera que cada nación siguiese siendo más o menos soberana, a pesar de hallarse bajo las banderas de Estados Unidos y del Reino Unido.
Fue con ese objetivo que los gaullistas y los comunistas franceses se opusieron juntos al Mando Integrado de la OTAN y a la manera como los anglosajones reformulaban la "construcción europea".
Los gaullistas y los comunistas franceses estimaban que Europa era todo el continente,
En efecto, al implementar
su particular sistema jurídico, los ingleses se habían alejado de
la cultura europea mientras que los rusos la extendieron con la
conquista de Siberia.
Pero no fue así. Más bien sucedió lo contrario. Por boca de su secretario de Estado, James Baker, Estados Unidos anunció que todos los Estados europeos liberados del yugo soviético se integrarían a la Unión Europea y a la OTAN… afirmación que todo el mundo aceptó.
Simultáneamente, el propio James Baker hizo redactar el Tratado de Maastricht, documento que transformaba el Viejo Continente en una especie de "Estados Unidos de Europa" bajo la tutela de la OTAN.
La moneda única de ese bloque supranacional, el Euro, tenía que imprimirse siguiendo el modelo del dólar, lo cual sucedió tan rápidamente que no podía ser cierto.
Desconfiando de Rusia -
como siempre - Washington y Londres impidieron que se le permitiese
convertirse en miembro de la Unión Europea pero la asociaron en
cierta medida al abrirle la puerta del G7, que se convirtió así en
G8, a partir de entonces con poderes de decisión.
Las instituciones bajo control de Washington adoptaron una actitud más dura, se reactivó la estrategia de containment - que había fracasado durante la guerra fría - y el oso ruso sustituyó al oso soviético en la imaginación de los anglosajones.
Hoy, con diversos
pretextos o incluso sin pretexto alguno, Washington ha instaurado
contra Moscú todo tipo de sanciones económicas, políticas y
militares y Rusia ha sido expulsada del G8. Manfred Weber (a la izquierda en la foto) será electo "democráticamente" para presidir la Comisión Europea como sucesor de Jean-Claude Juncker (a la derecha). Juncker llegó a la presidencia de la Unión Europea después de haberse visto obligado a dimitir como primer ministro de Luxemburgo, cuando la justicia de su país descubrió que había estado implicado en los ejércitos secretos de la OTAN, como responsable
Estados Unidos ha decidido poner la presidencia de la Comisión Europea en manos del alemán Manfred Weber, quien tendrá como misión sabotear el aprovisionamiento de la Unión Europea con hidrocarburos rusos.
La primera batalla de
Manfred Weber será poner fin a la construcción del
gasoducto Nord Stream 2, a pesar de
los miles de millones de euros ya invertidos en ese proyecto y de
los miles de millones que permitirá ahorrar cuando esté terminado.
Basta con que su grupo parlamentario, el Partido Popular Europeo (PPE), obtenga la mayor cantidad de votos.
Así que Washington ha
preparado una asamblea donde el PPE estará en primer lugar y el
grupo Europa de las Naciones y las Libertades (ENL) quedará
en segundo lugar.
A pesar de todo lo que la prensa repite constantemente, no existe oposición de fondo entre el Partido Popular Europeo (PPE) y el grupo Europa de las Naciones y las Libertades (ENL).
Ambos grupos se
entienden entre sí y lo hacen bajo la batuta de la OTAN, que impone
las decisiones políticas fundamentales. Sólo existe una repartición
de papeles.
La campaña electoral europea se desarrolla a la escala de los países miembros ya que el sentimiento de ser europeo sigue siendo inexistente.
Así que no hay partidos políticos a escala europea sino uniones creadas entre los partidos políticos de los diferentes países.
Tampoco hay una jornada
electoral única sino elecciones organizadas durante 4 días en los
distintos países, según las tradiciones nacionales de cada uno de
ellos.
No será un resultado democrático.
Referencias
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