del Sitio Web ElEconomista
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afectan a unos
34 millones de empleados.
que las empresas
despidan masivamente. no se sabrá que estrategia funciona...
Sin embargo, la tasa de paro en EE.UU. se ha disparado en los últimos dos meses, mientras que en la zona euro solo ha aumentado de forma muy moderada.
¿Cómo se explica la
diferencia? Ambas regiones están utilizando mecanismos diferentes dentro del mercado laboral para enfrentarse a la recesión económica provocada por el coronavirus.
El resultado final puede ser similar (hay ventajas y desventajas de cada uno) aunque a primera vista se vea que un país está destruyendo millones de empleos cada semana, mientras que la otra región parece mantener a raya la tasa de paro, un espejismo meramente estadístico.
Desde la agencia S&P Ratings atribuyen el leve aumento del desempleo europeo al uso coordinado de vastos esquemas para reducir las horas de trabajo de forma temporal (el caso de los ERTE en España) en las economías más grandes de la región.
Estos sistemas también son conocidos como esquemas de trabajo a corto plazo, por su traducción directa del inglés short-time work schemes.
Los países europeos han puesto en marcha estos esquemas como una alternativa a los despidos masivos que se están produciendo en otros países.
Mientras que la tasa de desempleo de EE.UU. ha aumentado en 11 puntos porcentuales en solo dos meses para situarse en el 14,7% en abril, en la Eurozona aumentó en solo 0,1 puntos en marzo para situarse en el 7,4%.
El ejemplo de Alemania
¿Por qué usa esta estrategia Europa?
Alemania sobre todo y otros países introdujeron estos sistemas de trabajo a corto plazo durante la última crisis financiera.
Ahora, con la pandemia de coronavirus se han extendido de forma masiva estos esquemas de trabajo a corto plazo, que tienen como objetivo ajustar el mercado laboral por horas de trabajo en lugar de por cantidades (despidos).
Inicialmente fue diseñado para gestionar las fluctuaciones de la demanda en ciertos sectores de actividad, como la industria o la construcción, pero ahora los esquemas de trabajo a corto plazo se han extendido a todos los empleados en todos los sectores, con criterios de elegibilidad mucho más flexibles.
Esto está relacionado con el origen no económico del choque al que se enfrentan las economías en la actualidad.
Sin embargo, esta singularidad de la crisis podría también hacer menos efectivo este sistema, que en un principio se pensó que apoyaría a la futura recuperación económica devolviendo a sus puestos de trabajo rápidamente a todo el mundo.
Cuanto más se alarga la crisis más incertidumbre se genera sobre la vuelta a la jornada habitual de todas esas personas que están bajo el paraguas de un ERTE u otros sistemas.
Además, esta situación desincentiva el reciclaje de estas personas que esperan recuperar su oficio mientras que podrían estar adquiriendo otras habilidades.
Desde el banco suizo UBS aportan más datos en una nota para clientes y estiman que entre,
...aproximadamente 34 millones de trabajadores (22% del empleo total) se han beneficiado de los esquemas de trabajo a corto plazo.
Dichos esquemas permanecerán vigentes durante un tiempo, lo que debería permitir a las empresas aumentar gradualmente las horas de trabajo de sus empleados a medida que se vayan levantando todas las restricciones, evitando un fuerte aumento en el desempleo, aseguran los analistas del UBS.
Suponiendo que la disminución de la fuerza laboral durante el período de confinamiento es temporal, un aumento gradual del desempleo parece inevitable a medida que las empresas enfrentan una demanda más débil.
De hecho,
Kenneth Rogoff, profesor de Economía en la Universidad de Harvard, explica en una entrevista a Bloomberg que lo importante es que la respuesta de la política económica ha sido masiva y absolutamente necesaria.
Ventajas del sistema europeo
Sin embargo, desde la agencia de ratings creen que el sistema usado en Europa puede ser beneficioso.
En una segunda ola de efectos, esto aumentará el consumo cuando la economía comience a recobrar la actividad.
Estos esquemas de trabajo a corto plazo proporciona más seguridad laboral, lo que sugiere que los consumidores probablemente no incrementarán tanto su ahorro preventivo durante la crisis.
Sin embargo, a medio plazo pueden aparecer ciertos problemas e ineficiencias con el uso de estos esquemas, lastrando la productividad de las empresas y su margen para invertir.
Mientras que estos esquemas desaparecerán para los sectores que se recuperan más rápido, otros como el transporte, la hostelería y el ocio sufrirán una recuperación más lenta.
Por lo tanto,
Mientras que los ERTE y demás esquemas de trabajo a corto plazo suponen un alivio durante la crisis, pueden suponer un lastre para el mercado laboral y la economía después, generando una especie de puestos de trabajo 'zombies' que solo se mantienen con subsidios públicos.
Esto también puede marcar la diferencia entre EE.UU. y Europa, dependiendo de como afronten los países de la UE la situación tras el coronavirus.
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