Con el transcurrir de los años y del tiempo, las ilusiones y los
gustos cambian, a menudo me he preguntado que pedir a los Reyes
Magos de Oriente una vez pasados los 50 años.
De pequeño lo tenía
mucho más claro, lego, madelman, scalextri o cualquier otro juguete
con el que divertirme y pasarlo bien en compañía de mis hermanas o
amigos.
Hoy día sigo siendo un asiduo de jugueterías, me encanta ver
todo tipo de juguetes apilados o en escaparates y siempre me detengo
unos minutos a recordar la ilusión con la que en mi casa se vivía la
noche mágica del 5 de enero.
La nostalgia y los recuerdos me invaden
y por unos instantes me veo a mi mismo jugando con todos aquellos
regalos que con tanta ilusión nos traían los Reyes magos.
Ahora y después de mucho meditarlo, después de mucho pensarlo, no
deseo que me traigan nada, no quiero regalos, sólo quiero,
que se
lleven a malos y corruptos políticos, que se lleven a separatistas y anti españoles
(y anti-humanidad a nivel mundial), que se lleven a los criminales, violadores y
asesinos que fueron puestos en libertad antes de tiempo, que se
lleven a traidores y vende patrias, que se lleven a todos aquellos
que desean limitar nuestra libertad individual, a los de la nueva
moral y pensamiento único que se nos desea imponer a través de leyes
malditas como las de discriminación de género o memoria histórica.
Que se lleven a sindicatos ladrones, a jueces prevaricadores, a
rectores de facultad sectarios, que se lleven el paro, la chusma, la
gentuza, la mala gente, la podredumbre, la cobardía.
Que se lleven a
los pusilánimes, a los mediocres, a los jetas, a los caras, a los
aprovechados, a los cobardes.
Que se lleven a todo lo que nos sobra
para que España (y el Mundo) nunca sea un concepto discutido ni discutible.
Que
se lleven a los que juegan con la ignorancia de las personas, a los
manipuladores, a los mierdas.
Soy consciente de que no podemos pedir tanto, entre otras cosas,
porque los Reyes Magos de Oriente se irían más cargados de lo que
vinieron.
Eso sería injusto, sería pedirles demasiado.
Debemos
conformarnos con exigir a aquellos que tienen responsabilidad y que
pueden cambiar las cosas, valentía y fortaleza para hacerlo.
Sé que
es mucho pedir, casi más, que lo que deseo que se lleven los Reyes
Magos.
La diferencia es que los primeros tienen la obligación de
hacerlo y llevan ya demasiado tiempo haciendo dejadez de funciones y
olvidándose de sus obligaciones.
El mejor regalo que podemos recibir todos los españoles
(y el Mundo en general), es que nos
dejen en paz.
No merecemos ni este gobierno, ni esta desleal y
cobarde oposición que forma el Partido Popular (y muchos
otros "partidos" alrededor del Mundo).
La responsabilidad es
nuestra, no podemos delegarla en los Reyes Magos, sería maravilloso,
pero no justo.
Lo que sí podemos hacer, este par de días, es
soñar,
imaginar en que una España (y un Mundo) mejor es posible.
Una España (y un
Mundo) más justa(o),
más solidaria(o), donde unos ciudadanos no estén por encima del resto
por ser profesionales de la política o de la justicia, donde todos
seamos iguales, independientemente de la zona geográfica donde
vivamos, donde asesinos, criminales y violadores estén en la cárcel
y no en la instituciones pactando presupuestos autonómicos o
dirigiendo los destinos de algunas comunidades, donde el
paro sea un mal recuerdo del pasado y donde los sindicatos se
dediquen a defender a los trabajadores y no ha llevárselo muerto con
ERES falsos, tan falsos como los maletines chinos que pagamos entre
todos.
Y donde imbéciles e imbécilas no nos digan que el aborto es
un derecho, cuando lo que es, es un drama, una tragedia.
Que se
lleven a todos aquellos que quieren que aceptemos como normal
comportamientos que no lo son y que desean imponernos su
sectaria
visión del pasado, del presente y del futuro.
Qué bonito es soñar, imaginar, pensar, por lo menos que nadie nos
quite la ilusión, la alegría, al menos durante este par de días.
Luego volveremos a la
realidad, descubriremos que los reyes siguen
siendo magos, pero con poderes limitados, que nos dejarán cosas pero
no se llevarán nada, eso sería pedirles demasiado, sobre todo cuando
esa responsabilidad no les corresponde a ellos, sino a nosotros...