30 Diciembre 2022 del Sitio Web SputnikNews
y el
presidente de EE.UU. Bill Clinton (archivo)
Rusia advertía que la ampliación de la OTAN llevaría consecuencias graves a principios de la década de 2000, según los documentos desclasificados por el Archivo Nacional británico.
Desde aquel momento, Rusia contaba con,
Al salir de esta ilusión, Rusia intentó, no obstante, preservar una paz cada vez más frágil y trató de advertir cautelosamente a sus homólogos de Occidente de las consecuencias de sus acciones.
De acuerdo con los documentos desclasificados, a principios de 2000 en Moscú, el presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó al primer ministro británico, Tony Blair, que no quería ser visto como "anti-OTAN".
Sin embargo, el documento de seguridad afirmaba que las "constructivas" declaraciones de Putin quedaban "desmentidas" por los esfuerzos de espionaje rusos contra el Reino Unido, así como por los vínculos de Moscú con Irán e Irak.
El Ministerio de Defensa ruso se mantenía siempre atento a la evolución de los acontecimientos mundiales y era coherente en sus opiniones sobre la OTAN.
Los documentos indican que el ex-ministro de Defensa ruso Ígor Sergueyév, que ocupó el cargo de 1997 a 2001, alertaba a sus homólogos de la OTAN que una nueva ampliación de la alianza sería un grave error político, ante el que Moscú tomaría,
En 2000, Sergueyév advirtió de los riesgos de los planes de Washington de retirarse del Tratado sobre Misiles Anti-Balísticos de 1972, que describió como pilar de la estabilidad estratégica mundial.
El ministro también criticó el uso de fuerzas de la OTAN en Kosovo sin la aprobación de las Naciones Unidas y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, afirmando que socavaba la arquitectura de seguridad mundial tras la Guerra Fría.
Una de las iniciativas fue la construcción de un gasoducto a través de Bielorrusia hasta el Reino Unido, que, como planeaba el presidente ruso, indican documentos, podría garantizar la seguridad energética del Reino Unido "durante las próximas décadas".
Esta propuesta nunca se llevó a cabo...
Putin trató de poner a prueba la autenticidad de las intenciones occidentales en el año 2000, recordando que una vez propuso al presidente Bill Clinton que la propia Rusia se incorporara a la OTAN.
La expansión de la OTAN es una de las causas centrales de la actual crisis en las relaciones entre Rusia y Occidente, incluido el actual conflicto en Ucrania, en medio de los intentos del bloque por arrastrar a Kiev a la alianza.
Rusia ha expresado su preocupación de que las fuerzas militares convencionales de la alianza, más los sistemas de defensa antimisiles colocados en Polonia y Rumania, estén diseñados para apuntar a Rusia, amenazando al país y socavando la estabilidad estratégica mundial.
Las propuestas estaban destinadas a reducir las tensiones entre Moscú y el bloque occidental e implicaban que,
Los documentos, entre otras cosas, descartaban el despliegue de tropas y armamento adicionales fuera de los países en los que se encontraban en mayo de 1997 y establecían la renuncia a cualquier actividad militar de la OTAN en,
Moscú también afirmó que la decisión adoptada en la cumbre de la OTAN celebrada en Bucarest en 2008 de aceptar a Ucrania y Georgia como miembros de la OTAN debía desautorizarse formalmente por contradecir el compromiso de todos los líderes de la OSCE de no reforzar su seguridad a expensas de los demás.
Los dos países también debían eliminar las infraestructuras existentes para desplegar armas nucleares fuera de sus respectivos territorios.
La primera ronda de las negociaciones sobre las garantías entre Rusia y EE.UU. se celebró los días 9 y 10 de enero (2022) en la ciudad suiza de Ginebra.
El pasado 21 de enero (2022), Ginebra acogió consultas entre Serguéi Lavrov y su par de EE.UU., Antony Blinken, también centradas en las iniciativas rusas sobre las garantías recíprocas.
Dijeron, entre otras cosas, que Washington y la OTAN no estaban dispuestos a renunciar a la ampliación de la OTAN, pero no querían la confrontación y aceptaron discutir algunos aspectos de seguridad con Moscú.
Occidente también subrayó que se abstendría de desplegar armas nucleares en Europa del Este.
La vocera aclaró que Rusia había recibido una negativa sobre ,
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