25 Septiembre 2023
del Sitio Web
SputnikNews
El presidente de China, Xi Jinping,
y el
presidente de Rusia, Vladímir Putin,
el 21
de marzo, 2023
© AP Photo / Pavel Byrkin
Potencias como
China, la
India y
Rusia buscan una nueva
posición de fuerza en el Orden Mundial y un grupo de países
en desarrollo del sur global reclama con vigor y unión nuevos
acomodos.
Se trata de un movimiento
que adquiere velocidad e intensidad, de acuerdo con un artículo
de opinión (China,
Rusia, India, el Sur - La Era de la Revancha)
de Andrea Rizzi publicado en el diario español 'El País'.
Rizzi, maestro en derecho y periodismo, considera que hay un común
denominador en la voluntad de superar un pasado insatisfactorio, "a
veces humillante", exigiendo cambios y compensaciones.
En sus palabras, China y la India tienen hoy más fuerza que nunca en
los últimos siglos y en general los países no alineados pesan hoy
más que hace medio siglo.
El autor del artículo señala que Rusia se recompuso a principios de
este siglo, y desde 2007 empezó a señalar su descontento con el
desarrollo de las relaciones internacionales y su voluntad de
preservar su esfera de influencia.
En cuanto a la India, Rizzi destaca que crece en la escena global.
"Es cortejada por
Occidente como valioso aliado ante China, demuestra
considerables capacidades tecnológicas con su programa espacial,
cuenta con una demografía desbordante de jóvenes.
Su Gobierno
desarrolla una política de nacionalismo muy decidida a
consolidar su lugar en el mundo, entre otras cosas, tratando de
configurarse como portavoz del sur global".
Sobre China señala que es
el "elemento central" de este movimiento de reequilibrio.
"El enorme
crecimiento económico y tecnológico de las últimas décadas
respalda una nueva posición de poder para Pekín en la escena
mundial (…)
China se proyecta en
el tablero global con iniciativas económicas e
infraestructurales, e intenta tejer redes que compensen las
alianzas formales de EE.UU.
Su reciente maniobra
para ampliar el foro de
los BRICS es un síntoma de la
aceleración de los planes para forzar un cambio en los
equilibrios del orden mundial", precisa Rizzi.
En opinión del autor,
entre los países del sur es innegable que hay una creciente
convergencia precisamente por la labor de países como la India
o Brasil, que tratan de tejer un entramado.
Rizzi afirma que Occidente es el destinatario de ese deseo de
cambio, de conseguir un nuevo espacio y protagonismo y también de
revancha.
"Muchas son las
responsabilidades acumuladas a lo largo de una historia reciente
de hegemonía.
Sin ir más lejos,
basta con pensar en la guerra de Irak que clava a varios
países occidentales en el feo marco de los dobles raseros",
señala.
Para Rizzi es
evidente que muchos observan con irritación cómo los europeos claman
porque todo el mundo considere como propia la cuestión del
conflicto de Ucrania, cuando se
desentendieron de muchos otros conflictos en el pasado.
"Occidente es quien
más ha contaminado el mundo. Occidente no ha sido especialmente
generoso en la ayuda sanitaria durante la 'pandemia'. (…)
Yendo un poco más
atrás, sigue reverberando el eco de las turbias maniobras de
EE.UU. como en el golpe de Estado en Chile, cuyo
aniversario se ha conmemorado recientemente.
O de Europa, con
su historia colonial y qué papel desempeña actualmente en
lugares como el Sahel frente a Francia".
Rizzi concluye que,
"es preciso aceptar
un sensible equilibrio en las instituciones internacionales,
empezando por las económicas, asumir un papel correctivo
sustancial en materia de
cambio climático, aceptar con
sinceridad procesos multilaterales y ejecutar políticas
migratorias intachables desde el punto de vista del derecho
internacional".
|