por Alfredo Jalife-Rahme
09 Enero
2021
del Sitio Web
SputnikNews
© REUTERS / Carlos Barria
En medio
de la dislocación de EE.UU.,
además de las
fracturas internas de
demócratas y
republicanos y de las
veleidades
secesionistas del
'Calexit'
demócrata y 'Texit' republicano,
el 6 de enero
resultó en un desastre
electoral y
estratégico para Trump
cuando los
demócratas arrancan una trifecta:
Presidencia,
Cámara de Representantes y Senado...
El mismo miércoles 6 de enero, fecha indeleble ya en la historia
centrífuga de EE.UU., que combate sus demonios internos en medio de
su decadencia global, advertí que en las dos elecciones senatoriales
para el desempate en Georgia y la reunión del Congreso, bajo la
batuta del vicepresidente Mike Pence, para validar los votos
del controvertido Colegio Electoral se jugaba el destino de EE.UU.
cuando se desató la batalla por la Presidencia de 2024, mientras los
republicanos luchan por el alma de su partido y los
WASP (White AngloSaxon Protestant -
Blancos Protestantes Anglosajones) por su supervivencia.
A cada quien su muy respetable prisma analítico, cuando lo que más
me impactó del histórico 6 de enero, que catalogué como la "revuelta
de los WASP", fueron 4 situaciones en medio de una
insurrección de los blancos partidarios de Trump y su muy vaticinada
insurgencia:
-
La neutralidad,
para no decir animadversión, del Ejército
-
La demostración
de fuerza de la cibercracia del GAFAM
(Google/Apple/Facebook/Amazon/Microsoft) y su ominoso
totalitarismo digitálico, que se dio el lujo de boicotear al
presidente en funciones, pisoteando la Primera Enmienda de
la supuesta sacrosanta Constitución
-
La hostilidad de
los partidarios de Trump contra los propagandistas
mediáticos, cuando los WASP de Trump destruyeron las cámaras
de filmación de las cadenas de televisión
-
El alza
antigravitatoria de la Bolsa de Valores, mientras se
desgarraba el país
Desde el punto de vista
electoral, el 6 de enero resultó un tremendo fracaso para Trump ya
que el Partido Republicano perdió los dos asientos senatoriales en
disputa en el relevante estado de Georgia - que en el Colegio
Electoral cuenta con solo 16 votos - sumamente estratégico y que en
el pasado había sido asiento de una revuelta de los Confederados
cuya bandera fue ondeada durante el asalto de los partidarios de
Trump al Congreso.
El Senado se encuentra ahora empatado en número entre republicanos y
demócratas y puede ser desempatado por el voto constitucional de la
vicepresidenta demócrata Kamala Harris, por lo que, de facto,
el Senado pasa así bajo control del presidente Biden quien tendría
así mayor margen de maniobra.
Se asienta una
trifecta, donde el Partido
Demócrata domina,
...lo cual pone en tela
de juicio su famoso "equilibrio de poderes" (checks and balances),
que le ha otorgado estabilidad a un sistema hoy decrépito y
disfuncional.
A los republicanos les
queda solo la mayoría de seis votos en la Suprema Corte, frente a
tres de los demócratas.
Trump cometió un grave
error estratégico,
al dar por sentado el
triunfo de los dos senadores republicanos en Georgia, mientras
se consagraba más a su proyecto individual presidencial para los
próximos 4 años cuando cumpliría 78 años.
Hoy EE.UU. vive una
gerontocracia de facto, que refleja
la degradación de su sistema interno y externo:
-
el próximo
presidente católico Joe Biden cuenta con 78 años - al
parecer padece déficit cognitivo, de acuerdo al médico de la
Casa Blanca durante el mandato del presidente Obama
-
la católica Nancy
Pelosi tiene 80 años
-
el saliente líder
republicano bautista Mitchell McConnell ya cumplió 78
años...
Por primera vez en la
historia de EE.UU., con la salvedad de su Suprema Corte,
prácticamente controlada por los WASP, sus principales poderes
ejecutivo y legislativo no están controlados por los blancos, hoy
partidarios de Trump, lo cual en sí representa toda una revolución
interna.
Con la asombrosa derrota de los republicanos en Georgia, es probable
que el demócrata israelí-neoyorquino de 70 años, Chuck Schumer,
controle el Senado.
Trump pudo sortear todos los embates desde el primer día de su
presidencia - donde resaltó un fallido primer impeachment
(defenestración) por el fake russiagate (nota: ahora
los demócratas preparan un humillante segundo impeachment a 12 días
de su salida) - debido a la resiliencia del Partido Republicano que,
a mi juicio, se desmoronó el 6 de enero cuando empiezan a surgir
nuevos liderazgos rebeldes para intentar controlar el todavía
popular trumpismo, pero ahora sin Trump.
El paleoconservador católico
Pat Buchanan, connotado
consultor de 3 expresidentes (Nixon/Ford/Reagan), expone la soledad
valiente de Trump frente al establishment, que hoy se puede
equiparar al
Deep State o Estado Profundo y que
al final del día, al unísono de la cibercracia y Wall Street,
sujetaron al presidente saliente que no tuvo más remedio que aceptar
la transición ordenada, aunque no acuda en forma inusitada al
juramento de Biden como presidente en funciones el 20 de enero.
Tampoco fue sorpresa el alza antigravitatoria de la Bolsa de
Valores, cuando era más que público el apoyo de,
-
los gigantes
tecnológicos del
GAFAM (Google, Apple,
Facebook, Amazon, Microsoft)
-
los giga y
megabancos de Wall Street
-
Hollywood
-
la NBA,
...donde predomina la
musculatura deportiva de los afro sin contar el apoyo del general
James Mattis, defenestrado por Trump, quien se adhirió sin
tapujos a Biden.
Ya un mes antes de las elecciones del 3 de noviembre, el jefe de las
Fuerzas Armadas Conjuntas, el general
Mark Milley, advirtió que el
Ejército no intervendría en la disputa electoral.
Llamó profundamente la atención el público pronunciamiento unánime
de los 10 ex-secretarios vivientes de Defensa del Pentágono, quienes
sentenciaron que involucrar a los militares en disputas electorales
"cruzaría un territorio peligroso".
Entre
los 10 firmantes,
-
Ashton Carter
-
Dick Cheney
-
William Cohen
-
Mark Esper
-
Robert Gates
-
Chuck Hagel
-
James Mattis
-
Leon Panetta
-
William Perry
-
Donald Rumsfeld,
...dos fueron
defenestrados por Trump - James Mattis y Mark Esper - y otros dos,
Dick Cheney y Donald Rumsfeld, conforman el núcleo duro de
'Baby'
Bush, quien llevó a la ruina militar a EE.UU. en Irak
y Afganistán.
Con el apóstata Mitt Romney y el fallecido
John McCain, constituye hoy la
oposición interna al trumpismo, con o sin Trump, en el seno
republicano lo representan Baby Bush, el apóstata Mitt Romney y la
familia de John McCain.
El presidente saliente Trump se hizo de enemigos muy poderosos,
quienes acabaron uniéndose en su contra.
Los 10 secretarios anti-Trump advierten a funcionarios civiles y
militares - específicamente al secretario de Defensa en funciones,
Christopher C. Miller, y sus subordinados - de no intervenir
en el proceso de legitimación de Biden, ya que se harían
responsables con, incluso, "castigos criminales" debido a las
"graves consecuencias de sus actos sobre nuestra república" cuando
los adversarios buscan tomar ventaja de la situación.
¿Se puede
fracturar el Ejército de EE.UU. como reflejo de su segmentación
étnica?
Cabe señalar que el Ejército de EE.UU. no es nada disímbolo de la
taxonomía racista y religiosa que opera la Oficina del Censo y, en
cuanto a los hombres se refiere, los blancos siguen constituyendo la
aplastante mayoría con 70% de su composición, frente a 17,3% de
latinos y casi 17% de afroestadounidenses,
según los datos de Statista.
Resalta que ya los
latinos, en su mayoría mexicanos, han superado en número a los afro.
EE.UU. nunca ha sido una democracia, salvo para
sus propagandistas maniqueos.
Hoy impera una mezcla
de plutocracia/bancocracia/cibercracia...
Queda en el tintero la
alta probabilidad de que Biden, con el fin de intentar unificar a su
desgarrado país, se aventure a nuevas guerras en las periferias de
Rusia y China...
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