Hola a todos.
Yo soy el león. Yo también
los amo. Viva la libertad, carajo.
Parece que lo que decían como fenómeno
barrial, se agrandó un poco el barrio.
En primer lugar, muchas gracias por esta invitación. En
cuanto a la conferencia del día de hoy, dado el impacto de
la
Conferencia en Davos, en que señalé que Occidente está en
peligro, dado el avance de las ideas estatistas, hoy haré
foco en los fundamentos técnicos que sostenían dichas
apreciaciones políticas en aquella conferencia.
En este sentido, haré foco sobre cómo la
economía neoclásica y su visión de los fallos del mercado
son funcionales al avance del socialismo y cómo eso destruye
al crecimiento económico poniendo un freno a las mejoras
contra el bienestar y la lucha contra la pobreza.
En cuanto a la génesis de este problema, el problema es un
problema metodológico entre modelos vs. realidad.
Dado que la realidad es siempre muy
compleja de analizar, se analiza con modelos, pero - en
términos generales - cuando el modelo no mapea con la
realidad uno corrige el modelo, descarta el modelo y el
problema con el mundo neoclásico es que, frente a este
problema (de) que el modelo no mapea con la realidad, se
enojan con la realidad, llamándola 'fallo de mercado'.
El origen de este problema tiene que ver cuando se pone a
estudiar las cualidades normativas del equilibrio
competitivo.
Es decir, que mientras que el análisis se
centraba en la existencia, en la unicidad y en la
estabilidad, eso no confería un problema grave desde el
punto de vista político. Y en rigor el problema aparece
cuando ingresa el análisis normativo de la mano del 'análisis
de Pareto'.
Básicamente la idea del óptimo de Pareto
es que yo no puedo mejorar a alguien sin empeorar a otro.
Concretamente, si estoy en una situación
donde puedo mejorar a alguien y hago una mejora para
alguien, sin empeorar a otro, eso se llama 'mejora Paretiana'.
Y obviamente, cuando esas oportunidades
se agotan significa que estamos en el óptimo de Pareto.
Y es ahí donde aparecen las definiciones de fallos de
mercados, que tienen distintos nombres. Uno es las no
convexidades, es decir, la existencia de rendimientos
crecientes o, para decirlo más popularmente, estructuras de
mercados concentrados y monopolios.
Otros casos son las externalidades: los
bienes públicos en formación asimétrica y el "Dilema de los
Prisioneros".
Y, en realidad, todas estas definiciones tan elegantes, son
todos elementos que habilitan la intervención del Estado, y
con eso el avance de los estatistas y los socialistas.
Pero para que no quede tan en abstracto voy a hacer un
ejemplo aplicado: supongamos que estamos en el momento en
que nos alumbrábamos con velas y todavía no había llegado
Edison.
Obviamente, en el momento en que aparece
Edison con la lamparita, todos los fabricantes de velas van
a la quiebra.
Naturalmente si le hubiéramos prestado
atención a los intervencionistas, hoy, en lugar de tener
esta hermosa conferencia, con todas estas luces, seguiríamos
con velas; así es como los socialistas arruinan nuestras
vidas.
Por suerte descartemos el óptimo de
Pareto y avancemos con el progreso tecnológico.
(APLAUSOS).
Entonces lo primero que tenemos que entender es qué es el
mercado, tener una buena definición de lo qué es el mercado.
En este sentido, el mercado es un proceso de cooperación
social donde se intercambian derechos de propiedad
voluntariamente.
De hecho - dado que los intercambios son
voluntarios - no es posible hablar de fallos de mercado
porque nadie estaría haciendo acciones auto flagelantes.
Por lo tanto, cuando definimos bien
'mercado', todas las definiciones de intervención se
derrumban.
Por otra parte, también es muy importante tener bien claro
cuáles son las instituciones sobre las que se construye la
idea del mercado.
Dos instituciones muy importantes son la
propiedad privada y los mercados libres de intervención
estatal, porque - básicamente - si voy a estar
intercambiando derechos de propiedad, quiere decir que la
propiedad privada es importante.
Y si los intercambios no son voluntarios,
no hay lugar para la presencia intromisiva y violenta del
Estado.
En este sentido, cuando se hace un intercambio y alguien
entrega un bien a cambio de dinero, eso fija un registro
histórico, llamado precio.
Y ese registro histórico, denominado
precio es un mecanismo de transmisión de información, que
además se transforma en un mecanismo de coordinación porque
hace que - algunas personas - sean oferentes y otros sean
demandantes.
Y como no necesariamente la cantidad demanda coincide con la
ofrecida, cuando la demanda es mayor que la oferta, los
precios suben y en su caso contrario bajan.
Es decir, hay un proceso de ajuste.
En definitiva, la propiedad privada y los
mercados libres determinan el funcionamiento del sistema de
precios y eso es lo que permite hacer cálculo económico.
Y esto muestra por qué el socialismo en
ninguna de sus vertientes puede funcionar, en el caso más
extremo porque no hay propiedad privada, por lo tanto no se
pueden hacer los intercambios que requiere el mercado.
Y en segundo lugar, las versiones más
light que permiten la existencia del sector privado, la
intromisión del Estado mete ruido en el sistema de precios,
y cuanto más Estado hay, más violencia hay, más distorsión
hay y peor funciona el sistema.
Otra de las instituciones importantes para los mercados es
lo que se llama la libre competencia, pero no en el sentido
neoclásico de la competencia perfecta, sino en términos de
entrada y salida.
Y por otra parte hay dos instituciones
que son muy importantes que son la división del trabajo y la
cooperación social.
La división del trabajo quién mejor la
explicó fue Adam Smith:
una persona sola podía producir
solamente 20 alfileres, pero si se partía en quince la
tarea, cada uno podía producir 5 mil alfileres, estamos
hablando de 75 mil alfileres, pero cuál es el problema
si no hay demanda para 75 mil alfileres, no va a haber
tanta división del trabajo.
Y esto combinado con la idea de
combinación social, termina siendo absolutamente destructivo
para las ideas socialistas.
Una es:
Yo podría estar odiando a él, pero
necesito que él compre mi producto, por lo tanto,
inexorablemente lo tengo que tratar bien.
Por eso, como decía Bastiat,
"Donde entra el comercio, no entran
las balas".
Y promover el libre comercio es promover
la paz.
Y al mismo tiempo, esta idea del mercado como proceso de
cooperación social es una tremenda bomba en contra del
socialismo, porque si los intercambios son libres, eso
significa que las dos partes que intervienen en el
intercambio, ganan los dos.
Por lo tanto, no hay lugar para la teoría
de la explotación, no hay lugar para la plusvalía, no hay
lugar para el marxismo y el socialismo.
Al mismo tiempo, es importante señalar, en la lógica del
mercado, un empresario exitoso es un benefactor social,
porque en el capitalismo de libre empresa solamente es
posible ser exitoso sirviendo al prójimo con bienes de mejor
calidad o de mejor precio.
Y si ese empresario no lo está haciendo
bien, podrá aparecer otro empresario que pueda brindar el
mismo bien a un mejor precio, o el mismo precio y mejor
calidad, y eso va a llevar a la quiebra a los ineficientes y
va a potenciar el bienestar.
Y por ende, los empresarios, son
benefactores sociales porque nos brindan bienes de mejor
calidad, a un mejor precio, mientras que van creando puestos
de trabajo y progreso en toda la sociedad.
Por lo tanto,
abracemos a los empresarios que son la base de la
prosperidad.
Por lo tanto, dada esta introducción, vale la pena
enfrentar, ahora, dónde está el dilema neoclásico.
Esto dentro de la teoría del crecimiento
económico y su evidencia empírica se llama:
"El palo de hockey".
Si ustedes miran la historia, desde la
era cristiana hacia adelante, el PIB per cápita durante el
periodo del año 0 y el 1800, prácticamente estuvo constante.
Sin embargo, desde el año 1800 hasta
aquí, se multiplicó por más de 15 veces, y en ese mismo
período, la población en el año 1800 era de 800 millones de
seres humanos, y hoy se ha multiplicado por 10.
Es decir, que aumentó la productividad
per cápita y, además, el PIB aumentó cerca de 150 veces, a
punto tal que estamos en el mejor momento de la historia de
la humanidad.
Todo esto, a pesar de la existencia del
Estado.
Y en este mismo periodo de tan importante
crecimiento económico, la pobreza extrema pasó del 95% de la
población al 5%.
Sin embargo, esta presencia de rendimientos
crecientes significa que hay estructuras concentradas, es
decir, que hay monopolios.
Entonces, la pregunta es:
si se generó tanto bienestar, ¿por
qué la teoría neoclásica dice que los monopolios son
malos, si nos trajo tanto bienestar y tanta caída en la
pobreza?
Y en realidad, como diría
Murray
Newton Rothbard, el inventor del anarco capitalismo, el
problema es que el análisis neoclásico está mal.
Supongamos que tengo 10 empresas
compitiendo por hacer teléfonos celulares, y una de ellas
descubre una técnica para hacer un teléfono de mejor calidad
a un mejor precio, naturalmente hay 9 empresas que van a
quebrar.
Sin embargo, ¿alguno de ustedes se
quejaría por tener mejores teléfonos a un mejor precio?
Por lo tanto, fuera la teoría neoclásica.
Entonces, veamos dónde están esos errores de la teoría
neoclásica.
En la versión más simple es porque dicen que el
precio del monopolio es mayor que el de la competencia y que
la cantidad producida es menor que en competencia.
Sin embargo, ese análisis es errado
porque tiene varios problemas; en primer lugar porque es
solamente un análisis de equilibrio parcial, solo considera
el equilibrio en un solo mercado, y no considera el resto de
la economía.
Es decir, yo tengo el monopolio sobre
Javier Milei y ustedes tienen el monopolio de ustedes
mismos, sobre cada uno de ustedes, y eso no tiene nada de
malo, afortunadamente somos todos distintos, gracias a Dios.
Es más, festejamos nuestras diferencias
porque no nos gusta la uniformidad gris del socialismo.
Pero no solo está mal por ser un análisis
de equilibrio parcial que no considera el resto de los
mercados, sino que, además, es tan burdo que no considera
los efectos futuros, es decir, el impacto en el futuro de
estas estructuras de mercado.
De hecho, esto me hace recordar un
hermoso libro de un economista y pensador americano, Henry Hazlitt, que se llama, "La economía en una
lección", que decía:
"La diferencia entre un buen
economista y el mal economista, es que el mal economista
solamente mira el mercado en un período, mientras que el
buen economista mira todos los mercados y no solo el
presente, sino también el futuro".
Por lo tanto, esto estaría mostrando que
el análisis tradicional del monopolio y por el cual se los
regulan, es parte de un mal análisis económico.
Y si, además, tomamos el rol que toman
las ganancias como elemento para generar crecimiento
económico, además, meterse con los beneficios implica
impactar negativamente sobre el crecimiento.
Entonces, la pregunta es:
¿Cuál es la verdadera respuesta, o el
verdadero fundamento de este análisis?
Y en realidad la respuesta no está en el
análisis económico, está en la estructura matemática que usa
el equilibrio general.
Básicamente, tiene que ver con el
análisis del 'óptimo de Pareto' y el problema de las no
convexidades en el conjunto de producción.
El óptimo de Pareto, para que el
equilibrio existente sea óptimo de Pareto, tanto los
consumidores como los productores deberían estar
maximizando. Y el problema es que cuando tenemos
rendimientos crecientes tenemos funciones de producción
convexas y el problema con esas funciones es que no se puede
encontrar un máximo.
Naturalmente, eso es un error matemático
también porque si yo tengo rendimientos crecientes puedo
encontrar un máximo si utilizo todas las dotaciones de la
economía y entonces ahí aparecería otro problema que me
quedaría una sola empresa.
Pero eso que parece algo empíricamente
correcto también tiene otro error conceptual porque
básicamente implica desconocer la naturaleza de la firma y
entre otras cosas, deja de lado el hecho de que las firmas
son manejadas por seres humanos y naturalmente cuando
ustedes más quieran trabajar para producir más, el costo de
oportunidad del tiempo libre crece fenomenalmente.
De qué les serviría un trabajo que les
ofrece 12 millones de dólares al año si ustedes tuvieran que
trabajar los 7 días de la semana 24 horas. Se van a chocar contra su propia
humanidad.
Sin embargo, el análisis neoclásico
trabaja a las firmas como si fueran máquinas y no como
empresas que dependen de los seres humanos.
Finalmente, otras de las críticas que se le hacen a los
monopolios es que generan menos cantidades producidas en la
economía y eso también es falso porque ese dinero que ganan
los monopolistas, evidentemente lo pueden volcar al consumo
y generar producción y empleo en otros lugares de la
economía.
Ahora vamos a hacer un par de casos que irriten más a los
keynesianos.
¿Qué sucede si esas grandes ganancias las
ahorramos?
Ese ahorro se transforma en inversión en
otras empresas y eso genera crecimiento del producto y del
empleo en otros sectores. No se pierde nada.
O supongamos que este monopolista es tan
ambicioso que quiere invertir todo en su propia empresa. Tal
que todo su ahorro se transforma en inversión.
Pero esa inversión significa más capital,
más productividad, mayores salarios y al mismo tiempo más
producción del bien, por lo tanto baja el precio, por lo
tanto mayores salarios y menores precios, por lo tanto, todo
ganancia de bienestar.
Es más, entonces como ya no le podemos encontrar más ataques
al monopolista, ya que si consume genera bienestar, ya que
si ahorra en el sistema financiero genera bienestar y si
ahorra e invierte en sí mismo también genera bienestar.
Ahora pensemos que pasa si el "maldito
empresario" decide enterrar ese dinero. Así nadie puede
acceder a ese dinero.
¿Qué es lo que va a ocurrir?
Se va reducir la cantidad de dinero
en la economía y van a bajar los precios beneficiando a
toda la población.
Y es más, este empresario tan malo a los
que más va a beneficiar son a los que menos tienen porque
son lo que se benefician de la deflación.
Por lo tanto, todo lo que acabamos de ver
es que todos los análisis que justifican la intervención lo
único que hace es crear más Estado y mayor daño a la gente.
Por lo tanto, para cerrar esta presentación, voy a mostrar
cómo la intervención socialista lo que hace es destruir la
economía.
Y básicamente este ataque que hacen los
socialistas es básicamente desde dos puntos de vista.
Por un lado está la regulación de los
monopolios, que al regular los monopolios quiebra el efecto
de los rendimientos crecientes y hacen que las economías se
estanquen.
Si se regulara bajo el ideal neoclásico la cuasi
renta sería cero. Y por lo tanto estaríamos en un mundo de
la competencia perfecta donde no hay incentivos a crecer.
En el fondo lo que hace es abortar el proceso de destrucción
creativa a la Shumpeter.
Porque estos procesos de
destrucción creativa parten de la idea de resolver algunos
problemas de la sociedad que les permite más dinero y eso es
lo que genera el progreso tecnológico y el crecimiento.
Por lo tanto, si regulo los beneficios,
si regulo la ganancia, el problema que voy a tener es
estancamiento. Al margen de que regular precios y cantidades
implica destruir el derecho de propiedad.
De hecho, les voy a contar un caso de un país que conozco,
llamado Argentina. Un país que entró al siglo XX siendo uno
de los países más ricos del mundo y que sin embargo hoy está
140 en el ranking mundial, con más de 50% de pobres y más de
10% de indigentes. Y cuando uno mira la cantidad de
regulaciones, uno va a entender por qué.
Dentro de nuestros equipos de gobierno, hemos descubierto,
por el momento, 380 mil regulaciones que traban el
funcionamiento del sistema económico.
Y de hecho, nuestras dos grandes primeras
medidas de reformas estructurales, el DNU y la Ley de Bases,
propuestas que proponen darle más libertad a los argentinos,
ir hacia estructuras de mercado más competitivas y sobre
todas las cosas, eliminar la corrupción de la política, nos
encontramos con grandes resistencias por parte de los
beneficiarios de este sistema decadente, que empobrece a los
argentinos de bien en favor de la casta corrupta, donde la
casta corrupta se compone de políticos ladrones, que ponen
sus privilegios por encima del bienestar de los argentinos,
por empresarios prebendarios que hacen negocios con los
políticos corruptos, por medios de comunicación corruptos
que están muy enojados con nosotros porque les eliminamos la
pauta oficial, también por los sindicalistas que se ocupan
de sus negocios en contra de la gente, y además por aquellos
profesionales que son funcionales a la religión del Estado
que viven de defender a estos corruptos.
Por lo tanto, tomarán conciencia de la
gran pelea que estamos dando. Pero no nos vamos a rendir en
volver a hacer Argentina grande nuevamente.
La otra gran amenaza por donde atacan los socialistas y el
estatismo es básicamente la discusión entre eficiencia y
distribución, donde ahí se señala al capitalismo como un
sistema hiper individualista y se lo compara con el
altruismo socialista con el dinero ajeno. Siempre con el dinero ajeno.
Y esta
aberración se lleva a cabo en nombre de la justicia social,
donde Hayet hablaba de las palabras comadreja.
Donde cada vez que le ponían un adjetivo,
significaba totalmente lo opuesto.
De hecho como dice el gran
Jesús
Huerta de Soto,
la justicia social es violenta e
injusta, no es ni justa ni social ni nada, es una
aberración.
En primer lugar, es injusta porque
implica un trato desigual frente a la ley y la
redistribución que implica la justicia social, robarle a uno
para darle a otro. Lo que hace que la justicia social además
de ser violenta sea injusta.
En el mismo sentido, esto se agrava con
la idea de la democracia ilimitada.
Es decir, la democracia originalmente fue
diseñada para respetar el derecho de las más pequeñas de las
minorías, el individuo.
Pero cuando ingresan las ideas
socialistas e ingresa la idea de la democracia ilimitada,
ingresa el populismo.
Pero para que no quede en algo tan
abstracto les voy a dar un ejemplo.
Supongamos que se juntan cuatro lobos
y una gallina.
Ahora vamos a votar por qué se come
hoy a la noche. Se acaban de comer la gallina.
En el fondo eso también es lo que pasa en
la economía, la gallina de los huevos de oro es el segmento
que genera riqueza, pero por la forma de la distribución del
ingreso, el 80% de la población tiene un ingreso menor que
el ingreso promedio.
Y ahí es cuando aparece el político
populista que dice que hay que sacarles a los ricos para
darle a los pobres.
No solo Venezuela, Argentina y todo el
populismo latinoamericano. Y cuando eso ocurre, se destruye
los beneficios y se destruye el crecimiento económico.
Si lo quieren en términos prácticos,
Argentina es un país que produce alimentos para más de 400
millones de seres humanos y la presión fiscal sobre el
sector productor de alimentos es del 70%.
Es decir que el Estado se queda con el
alimento de 280 millones de seres humanos. A pesar de ello,
hay 5 millones de argentinos que no les alcanza para comer
gracias al maldito Estado.
Otra parte que también discuten los socialistas y que tiene
que ver con la distribución del ingreso, dicen que el
sistema es injusto, hay un hermoso libro de Israel
Kirzner, que se llama 'Creatividad, Capitalismo y
Justicia Distributiva'.
Y ese libro parte de la hipótesis
que Kirzner dice, el sistema capitalista es más productivo
pero que si fuera verdaderamente injusto, no habría motivos
para defenderlo.
En ese sentido, trabaja sobre dos ideas,
trabaja con el principio de apropiación de Locke, el que se
lo descubre se lo queda.
Si ustedes descubren algo, son los dueños
de esos.
Y la otra idea es la de Hayet, que es la
de mercado como proceso de descubrimiento, que implica que
no hay una torta para repartir, sino que esa torta se va
creando cuando se va produciendo.
Por lo tanto, si esa torta se va
descubriendo mientras que ustedes van avanzando en el
proceso productivo, por lo tanto, lo lógico es que esa torta
sea apropiada por aquel que la fue descubriendo.
Por lo tanto, ahora el sistema no solo
que es más productivo, sino que además es el único sistema
que es justo.
Y la verdad es que digamos todo esto a los socialistas los
tenemos más que en jaque mate, ya les diría que… por eso les
voy a dar una más, les voy a dar un bis.
Naturalmente cuando uno regula los
monopolios, regula las empresas, lo que eran los procesos
competitivos y al mismo tiempo introduce en concepto de la
justicia social, evidentemente eso conduce al estancamiento.
Y ese estancamiento dado el crecimiento
de la población lleva al empobrecimiento paulatino de ese
país, ¿y cómo corrigen esto?
Lo corrigen con la agenda
asesina del aborto.
Una agenda asesina que podemos encontrar
sus orígenes ya con los egipcios intentando exterminar a los
judíos o con el caso de Malthus con su tratado sobre la
población y la ley de hierro y salarios que promovía el
control de la natalidad; o más cercano - a fines de la década
del 60 -
el Club de Roma, donde el Club de Roma decía que
como el mundo se movía con energía fósil y como esas
energías no son renovables, predecían que en el año 2000 se
iban a agotar esos recursos.
Y sin embargo, esa situación lo que iba a
generar es que no hubiera alimentos para todos y que nos
íbamos a morir y que solamente quedaríamos mil millones de
personas en el planeta tierra.
Y en base a eso, hoy habiéndose
desclasificado los archivos de Nixon y
Kissinger sabemos que
propusieron esa agenda asesina del aborto; donde, por
ejemplo, (INAUDIBLE) tiene más locales que McDonald's en
todo el mundo.
Pero afortunadamente se equivocaron de
nuevo porque hoy en el mundo viven 8 mil millones de seres
humanos.
Sin embargo, no cesan esa agenda asesina,
de hecho, el postmarxismo frente a su derrota en lo
económico trasladó sus batallas de lucha de clases a otros
aspectos de la vida, por ejemplo, el ecologismo; donde
plantea la lucha del hombre contra la naturaleza, donde
culpan al ser humano del calentamiento global, cuando esto
ya ha pasado cuatros veces en la historia del planeta tierra
y no vivía el ser humano, y donde para corregir este
problema a los
neomarxistas no se le ocurre otra cosa que
exterminar a los humanos, si verdaderamente tuviéramos un
problemas de recursos deberíamos estar esperando colonizar
otros planetas, no condenarnos a la muerte.
De hecho, todos esos análisis en contra
del crecimiento de la población son falsos, entonces le
quiero dejar el caso de un economista muy optimista que se
llamaba Julian Simon, que señalaba que el crecimiento
de la población traía más progreso tecnológico, entonces,
por ejemplo, señalaba que había crecimiento tecnológico
impulsado por la demanda, donde básicamente al haber más
personas y haber problemas de escasez y demás eso afectaba
al sistema de precios y generaba nuevas reformas y nuevos
progresos tecnológicos para resolver dichos problemas, y por
otra parte señalaba el progreso tecnológico impulsado por el
lado de la oferta, donde - por ejemplo - las chances de que
tenga un Mozart en mi población es mucho más grande si vive
1 millón de personas que si viven 10.
En definitiva, el mensaje es el siguiente:
no dejen avanzar al socialismo, no
avalen la regulación, no avalen la idea de los fallos
del mercado, no permitan el avance de la agenda asesina
y no se dejen llevar por los cantos de sirena de la
justicia social.
Yo vengo de un país que compró todas esas
ideas estúpidas y de ser un país de los más ricos del mundo,
está en el lugar 140.
Por lo tanto, no entreguen su libertad,
peleen por su libertad, porque si no pelean por la libertad
los van a llevar a la miseria.
Pero quiero dejarles también un mensaje
de optimismo, Argentina parecía un país de ovejas condenado
a la pobreza que nos marcan los socialistas y recuerdo
cuando inicié mi carrera política para ser diputado Nacional
dije:
que yo no venía a guiar corderos,
venía a despertar leones.
Y fue así que cada día despertamos más
leones y el mensaje de la libertad, no solo nos llevó a la
Presidencia de la Argentina, sino que además estamos
despertando a todo el mundo.
Por lo tanto, no cedan en su lucha contra
el miedo, no cedan frente a la lucha por la libertad, ¡viva
la libertad carajo! ¡viva la libertad carajo!
Muchas gracias.