por Rodrigo Duarte
Corresponsal en México
07 Enero 2024
del Sitio Web
SputnikNews
Donald Trump,
ex-presidente de EE.UU.
© AP Photo / Andrew Harnik
De Rusia a Estados Unidos, pasando por zonas de gran importancia
estratégica y económica como,
-
Taiwán
-
India
-
el Reino Unido
-
México,
...76 países celebrarán elecciones este
año, eligiendo representantes a los más altos niveles y definiendo
las alianzas en un mundo
cada vez más multipolar.
En total, serán 40 los países que irán a las urnas para seleccionar
al hombre o mujer que guiará sus destinos los próximos años,
mientras que decenas de otras naciones votarán en elecciones
municipales, legislativas y hasta transnacionales.
Este es el caso del Parlamento Europeo,
que deberá renovar a todos sus miembros.
Este calendario electoral desbordante dará la oportunidad de
vislumbrar con claridad las tendencias políticas alrededor del
mundo, como sucediera el pasado año con una serie de fenómenos que
asombraron a los analistas.
Mientras en Europa los partidos políticos
críticos de Bruselas y de Kiev triunfaron sobre el establishment
logrando grandes victorias electorales (Países Bajos, Eslovaquia),
en América Latina se consolidó el sentimiento anti-oficialismos (en
17 de los últimos 19 comicios los partidos gobernantes perdieron sus
elecciones) con el inesperado triunfo del outsider
Javier Milei en Argentina.
Si bien es imposible saber cuáles serán los resultados que arrojarán
estos comicios, se puede señalar que muchos de los países que irán a
las urnas, como en los casos de,
-
Estados Unidos
-
Sudáfrica
-
el Reino Unido,
...lo harán sumidos en un clima de malestar
generalizado por los numerosos escándalos de corrupción y malos
resultados económicos de sus actuales gobiernos.
Mientras que otros, como,
...lo harán en un contexto en que sus mandatarios
registran números récords de aprobación.
Las grandes potencias
En los últimos años, el
caos político y el deterioro institucional de
EE.UU. ha sido una de las grandes historias alrededor del
mundo, por lo que las elecciones presidenciales de noviembre serán
posiblemente una nueva oportunidad para confirmar la profunda
disfuncionalidad del país que tras la Segunda Guerra Mundial emergió
como la gran potencia mundial y que en las últimas dos décadas se ha
comportado como un imperio en decadencia...
En la boleta, el escenario más probable es un nuevo enfrentamiento
entre el actual presidente
Joe Biden y el ex-mandatario
Donald Trump, quienes ya se
enfrentaron en el 2020 y son los favoritos en sus respectivos
partidos para ser los abanderados en estos comicios.
Una aclaración:
si bien el Partido Republicano realizará una
interna, que iniciará en dos semanas, el establishment demócrata
cerró filas en torno a Biden y bloqueó la aparición de cualquier
candidato que pueda disputarle la nominación...
De acuerdo a las últimas encuestas, Donald Trump
se impone sobre Joe Biden a nivel general y en la mayoría de los
estados más peleados (conocidos como swing states).
El magnate republicano se beneficia de,
-
la baja popularidad del actual mandatario
-
cuya alta edad, manejo mediocre de la
economía y una serie de escándalos de corrupción vinculados
al trabajo como lobista internacional de su hijo Hunter
Biden
...han hecho mella en sus números de aprobación.
Sin embargo, hay distintas iniciativas impulsadas por grupos de
presión ligados al Partido Demócrata para evitar que Trump acceda a
la boleta.
Dos de ellas, en los estados de Maine y Colorado,
ya han tenido éxito, aunque serán apeladas y revisadas.
Varios procesos judiciales llevados adelante por
funcionarios de Biden y en jurisdicciones demócratas han hecho que
todavía no sea seguro que el magnate pueda ser el nominado
republicano en los comicios, una noticia que Biden sin duda festeja.
"En este momento, Biden es el presidente de
EE.UU. que busca su reelección más débil desde Jimmy Carter en
1980.
El desastre que ha causado en Oriente Medio,
dándole un
cheque en blanco a Israel para
su guerra con Hamás, y el apoyo irrestricto a Kiev para impulsar
una guerra proxy con Rusia han
sido dos jugadas que han fracasado y que están alienando a
bloques muy importantes del electorado demócrata, como los
jóvenes y los independientes, históricamente los más reacios a
favorecer a candidatos que impulsan conflictos bélicos", explica
el internacionalista Demián Bia, egresado de la
Universidad de Buenos Aires.
En el otro extremo de los bajos números de Biden
se encuentra el presidente ruso
Vladímir Putin, quien buscará
en las próximas elecciones, que se realizarán del 15 al 17 de marzo,
obtener su quinto mandato, tras la aprobación de una reforma
constitucional que lo habilita a ejercer dos mandatos más de seis
años cada uno.
Según el centro
Levada, organización
demoscópica independiente, la aprobación de Putin se encontraba en
85% en el pasado mes de noviembre, consecuencia de
la fuerte performance de la economía rusa - a
pesar de las sanciones impuestas por Occidente - y el éxito del
Ejército ruso en el conflicto con Ucrania.
De esta manera, Putin se encamina a obtener un
nuevo triunfo en las urnas frente a rivales como el veterano
legislador Nikolái Jaritónov, de 75 años, quien será el
candidato del Partido Comunista Ruso, y quien ya obtuvo el
segundo lugar en las elecciones del 2004.
Otro líder que se espera vuelva a imponerse es el
primer ministro indio Narendra Modi, en la que se espera sean
las elecciones más concurridas del año, con 900 millones de
ciudadanos habilitados para votar, aunque la fecha de los comicios
aún no ha sido determinada.
De acuerdo a las encuestas, Modi, quien registra una aprobación del
70%, es el favorito para ganar un tercer término y continuar una
gestión que comenzó en el 2014 y que puso fin a la hegemonía del
Congreso Nacional Indio y de la dinastía política de la
familia Gandhi.
Su formación, el Partido Popular Indio, acaba de vencer en
tres elecciones regionales, y se espera que se imponga con comodidad
frente a la coalición opositora, bautizada como la Alianza
Nacional Inclusiva para el Desarrollo de la India (INDIA),
y que pese a nuclear a más de 20 grupos políticos no ha logrado
todavía hacer pie.
Otras elecciones claves alrededor
del mundo
Si bien se trata de un territorio con menos de 24 millones de
habitaciones, los comicios presidenciales de Taiwán, a
realizarse el sábado 13 de enero, serán uno de los más cruciales del
calendario electoral.
El motivo es la creciente tensión entre China y EE.UU. por el
archipiélago, al que Washington considera una pieza fundamental en
su estrategia para aumentar su influencia en la región Indo-Pacífica
y su política de confrontación con Pekín, quien impulsa su
reunificación con Taiwán.
Rompiendo con la tradición de EE.UU. de adherir a la política de
Una Sola China, el presidente Joe Biden, cuyo gobierno ha
enviado en el último año a Taipei miles de millones de dólares en
armas, declaró que su administración intervendría en caso de una
operación militar china en el territorio.
Es en este contexto es que se realizarán los comicios presidenciales
en Taiwán, donde la influencia de EE.UU. se percibe claramente en la
fórmula del gobernante Partido Progresista Democrático,
encabezada por el actual vicepresidente Lai Ching-te y con
Hsiao Bi-khim como su número dos.
Hsiao es la ex-representante de Taiwán en EE.UU., una política con
fuertes lazos con el país norteamericano (su madre es estadounidense
y ella estudió en la Universidad de Columbia).
Si bien el binomio oficialista se encuentra por
delante en las encuestas, el abanderado del opositor Kuomintang
(KMT), Hou Yu-ih, alcalde de la ciudad de Nueva Taipei y con
una postura más conciliadora con Pekín, viene recortando esta
ventaja, por lo que un regreso al poder del tradicional KMT no se
puede descartar.
"Taiwán es una apuesta de EE.UU. en cada vez
más frentes:
-
el geopolítico, por su rol como
antagonistas de China
-
el tecnológico, por el rol clave en
la industria de semiconductores avanzados que Taipei
tiene en el mundo, con un Washington cada vez más
abocado a frenar al avance tecnológico de Pekín
-
pero también por su presunto peso
simbólico, ya que la administración Biden posiciona a
Taiwán como un faro de los valores occidentales que es
necesario defender,
...pese a que es solo una excusa para la
dominación hegemónica que impulsa EE.UU. en la región y que,
además, la isla ha sido una democracia desde hace apenas unas
décadas", opinó Bia.
"Por todo esto, EE.UU. necesita cada vez más control político
sobre Taiwán, como en el pasado lo necesitó sobre América Latina
o Ucrania.
Es otro peón en su plan imperialista".
Otras elecciones que podrían representar un
cambio de signo político en el poder son las que se realizarán en el
Reino Unido, donde todos los sondeos indican que el
Partido Conservador, que ha gobernado la isla desde el 2010, será
desalojado de Downing Street.
El primer ministro
Rishi Sunak, el tercer
gobernante en menos de 15 meses tras la escandalosa salida de
Boris Johnson por las fiestas
realizadas en la sede del gobierno durante el confinamiento por
el Covid y la breve y ampliamente ridiculizada gestión de
Liz Truss, caería derrotado
contra el líder laborista Keir Starmer.
Según las últimas encuestas, Starmer duplica en intención de voto a
Sunak, quien apenas cosecharía poco más del 20% de los apoyos del
electorado, en lo que podría ser una de las caídas electorales más
estrepitosas de la historia de los conservadores.
Para Bia,
"el clásico desgaste que conlleva gobernar
tantos años - en el caso de los conservadores más de una década,
pese a que han pasado 5 primeros ministros en ese tiempo - se
une a un aumento récord del costo de vida, a la mala imagen que
dejaron Boris Johnson y Liz Truss, lo que ha generado un
profundo malestar entre el electorado británico y una gran
antipatía hacia el oficialismo.
Si bien los tories buscarán alargar lo más
que puedan el llamado a elecciones, para intentar revertir sus
malos números en las encuestas con una serie de medidas anti-inmigrantes
que buscan el voto anti-Brexit más duro, lo más factible es que
las primeras elecciones generales a las que se enfrente al
primer ministro Sunak, quien gobierna sin tener votos propios,
vayan a ser las últimas a las que se presente".
La situación opuesta parece registrarse en
México, donde el oficialismo, representado por el partido
Morena, de apenas una década de
vida, y su líder, el presidente Andrés Manuel López Obrador,
parecen destinados a ganar con relativa comodidad las elecciones
presidenciales de junio, que coronarían además a la primera
presidenta mujer en la historia del país latinoamericano, la
candidata Claudia Sheinbaum.
Si bien los principales partidos de oposición se han unido alrededor
de una sola candidatura, personificada en la empresaria y
ex-senadora Xóchitl Gálvez, esto no ha sido suficiente para
poner freno al poderío electoral de Morena, que se ha
convertido en apenas unos años en la fuerza política principal de
México.
"La fortaleza de López Obrador y Morena
se puede explicar por varios factores, entre ellos la mala
imagen que tienen los partidos de oposición y el propio carisma
de AMLO, quien es un personaje con mucha llegada popular y una
agenda nacionalista y con mirada social.
Pero tal vez la razón más importante sea la
estabilidad económica que se ha vivido durante su gestión,
marcada por la apreciación del peso mexicano frente al dólar,
una reducción del crecimiento de la deuda y un rápido control de
la inflación tras el pico provocado por la pandemia.
Creo que más allá de focos rojos como lo
pueden ser la violencia, la mayoría de los ciudadanos están
satisfechos y confían en López Obrador y quien él ha designado
como su sucesora, la doctora Claudia Sheinbaum, que todo indica
será la primera presidenta mujer de México", apunta Bia.
Siguiendo en el continente, está previsto que
Venezuela celebre este año nuevas elecciones
presidenciales, donde se espera que Nicolás Maduro busque
revalidar su mandato como
presidente y abanderado del chavismo.
Si bien Estados Unidos ha impulsado un acercamiento con Caracas,
levantando algunas sanciones económicas el pasado mes de octubre y
realizando un intercambio de presos de alto perfil, Washington
continúa su política de injerencia fomentando la candidatura de la
conservadora María Corina Machado, descendiente de una de las
familias más ricas del país.
Sin embargo, cabe recordar que Machado fue inhabilitada por el
gobierno venezolano por sus vínculos con agentes de EE.UU. y
operaciones de desestabilización interna, por lo cual todavía no
está claro si la ex diputada podrá ser la candidata del frente
opositor, que volverá a presentarse a unas elecciones tras su boicot
a los comicios del 2018.
"En el caso de Venezuela, EE.UU. ha jugado su
carta por Machado, una conocida de la época de
George W. Bush.
Si bien buscarán darle todo el respaldo como
ya lo hicieron con [Juan] Guaidó y Leopoldo López, fomentados
por Washington para ponerle fin a la experiencia socialista en
Venezuela, como ya lo hicieran con Allende en Chile y en tantos
otro países, se trata de una política con mucha aceptación entre
las élites y clases medias altas, pero no entre las clases
populares.
Por lo cual incluso si su inhabilitación es
levantada por alguna negociación con EE.UU., no parece ser una
candidata con buenas chances para triunfar y una victoria de
Maduro es lo más probable", opina Bia.
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