
por Redacción
27 Febrero 2025
del Sitio Web
MPR21

Rusia impone las reglas del juego
en Europa por una razón bien
simple:
ha ganado la guerra, y por eso el lunes
Putin abrió la puerta para que los europeos puedan
participar en las negociaciones de paz.
En otras palabras:
si los europeos se sientan en la mesa es
porque el Kremlin se lo permite.
La correlación de fuerzas ha cambiado.
El otoño pasado, dos días después de la
victoria de Trump en las elecciones,
Putin habló del comienzo de un Nuevo Orden Mundial.
Hace unos meses el New York Times
sorprendía a los europeos cuando
le daba la razón a Putin:
ha llegado un
Nuevo Orden Mundial...
A Rusia no le han regalado nada y sale victoriosa
en todos los frentes.
La resolución de la crisis ucraniana tiene que
tener en cuenta las exigencias de Moscú.
"Los europeos, pero también otros países,
tienen el derecho y la oportunidad de participar en el proceso
de solución del conflicto en Ucrania.
Y respetamos eso", dijo Putin en una
entrevista televisada.
El presidente ruso explicó otra evidencia:
fueron los países europeos quienes rompieron
con Rusia hace tres años y desde entonces se han negado a
mantener cualquier tipo de contacto diplomático.
Cada parte debería ser Consciente
de sus Límites
Europa es un continente en el que
priman,
La realidad parece algo ¡secundario...!
Pero en una balanza solo pesan los intereses y
los hechos consumados. La victoria de Rusia en la Guerra de Ucrania
es uno de ellos.
En la otra orilla del Atlántico no tienen ese vicio tan arraigado y
por eso la
Casa Blanca ha cambiado de retórica.
Ahora la Guerra de Ucrania es un "conflicto"
y Zelensky es un "dictador" que debe responder por
haberlo desencadenado y prolongado.
Las nuevas palabras expresan muchas cosas
nuevas, entre ellas un cambio de estrategia.
El frente antirruso de Washington y sus secuaces
europeos se ha roto.
Putin tiene a sus enemigos divididos.
Muchos en Europa empiezan a dudar incluso de
que Estados Unidos
mantenga sus tropas en el Viejo
Continente...
Antes del inicio de la guerra hace tres años, Putin presentó a
Estados Unidos y sus aliados europeos varias demandas.
Sobre todo, exigió el fin de la expansión de
la OTAN
hacia sus fronteras orientales y, desde luego, que Ucrania
quedara fuera de la Alianza transatlántica.
También exigió que Estados Unidos y sus secuaces europeos no
desplegaran tropas y sistemas de armas en Europa central y
oriental.
Los países occidentales rechazaron las exigencias
del Kremlin y abrieron el camino a la guerra.
Lo que no quisieron ceder por las buenas,
deberán cederlo ahora por las malas...
Para poner fin a la guerra, ambas partes deben
acordar un alto el fuego.
Si no sientan en la mesa negociadora, es poco
probable que Ucrania y sus partidarios europeos acepten el acuerdo
que Trump pueda firmar con Putin, a pesar de las
presiones que ejerza Washington sobre ellos.
La gran baza son las divisiones internas.
Trump y Putin van a activar a quienes en
Europa se oponen a la políticas dominantes de
Von der Layen, Kaja
Kallas, Macron, Merz y demás compinches...
Ahora es a ellos a quien más les interesa agitar
el fantasma de la "extrema derecha"... siempre que no sean títeres
del estilo Meloni.
Bruselas no
tenía un Plan B
Bruselas nunca ha tenido una política propia, diferente de la de
Estados Unidos y, desde luego, nunca se ha planteado la eventualidad
de la derrota de Ucrania en la guerra, que es la suya propia.
No tenía un plan B...
Su política estaba fundamentada en algo
imposible:
la victoria de Ucrania..
Los europeos ni siquiera pensaron en un empate.
La negativa a explorar soluciones diplomáticas
desde el principio de la guerra, así como el rechazo del acuerdo de
paz entre Ucrania y Rusia, que se negoció en Estambul en 2022, han
convertido a Europa en un actor de reparto.
La política europea también se ha fundamentado en otro postulado
falso:
el respaldo de Estados Unidos.
Los caciques europeos se han enfadado porque
creen que
Trump no quiere seguir llevando
a
la Unión Europea de la mano.
Pero no es que no quiera:
¡no puede...!
Ese es el verdadero cambio que se ha producido en
la correlación de fuerzas.
Lo que decimos de Europa lo podemos extender a Ucrania.
En octubre de 2022 Zelensky firmó un
decreto que es un monumento a la estupidez política...:
prohíbe explícitamente cualquier negociación
con Putin...
Hasta la fecha, el decreto sigue vigente.
Además, el mandato de Zelensky expiró en mayo del año pasado y
legalmente no puede firmar ningún acuerdo de paz porque podría estar
sujeto a futuras impugnaciones, o incluso ser anulado.
Reducir a la Mitad los Gastos
Militares
Putin también ha llamado a Estados Unidos y China a reducir
los gastos militares a la mitad.
"Podríamos llegar a un acuerdo con los
Estados Unidos:
Estados Unidos reduciría en un 50% y
nosotros en otro 50%...
China entonces se uniría a nosotros si así lo
deseara.
Creemos que esta propuesta es buena y estamos
abiertos a discutir sobre ella", dijo.
A mediados de febrero Trump sugirió que
las tres potencias más grandes del mundo,
podrían recortar el gasto militar a la
mitad, y que lo discutiría con Moscú y Pekín, una vez que se
resolvieran las guerras en Ucrania y Oriente Medio.
Rusia ha aumentado considerablemente su gasto
militar para sostener su guerra en Ucrania, iniciada hace tres años.
La explosión de gastos ha apoyado el crecimiento
económico ruso, pero también ha alimentado la inflación.
El año pasado el presupuesto de defensa de Rusia
ascendió a cerca del 8,7% del PIB, según Putin, el más elevado de
Rusia desde la caída de la URSS en 1991.
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