4 - La maestra y su alumno

12 Abril 2009

He sido enviado para la Potencia… Soy la primera y la última. Se me honra y se me desprecia, soy la prostituta y la santa. Soy la esposa y la virgen, soy la madre y la doncella. Soy los miembros de mi madre. Soy la estéril, y numerosos son mis hijos. Soy la grandiosamente casada y la soltera. Soy la partera y aquella que no procreó… Yo soy la paz, pero la guerra vino hacia mí… Soy la sustancia y la que no tiene sustancia. Los que no están asociados a mi son ignorantes de mi, y los que están en mi sustancia son los que me conocen”
Manuscrito gnóstico de Nag-Hammadi 37, “Trueno, Espíritu Perfecto”, Códice 6,2


37. En diciembre de 1945 se descubrió en el Alto Egipto, en Shenesêt, cerca de Nag-Hammadi, una gran jarra conteniendo toda una biblioteca compuesta de 13 volúmenes sobre papiro, implicando 55 Tratados, en un total de 1196 páginas. Se trata de documentos gnósticos, término procedente del griego Gnôsis “conocimiento”. Estos manuscritos se redactan en lengua cóptica y su composición se evalúa entre los siglos 3 ' y 5 “de nuestra era. Incluso hoy en día, se discute la identidad precisa de quienes ocultaron estos preciosos documentos, seguramente con fines de protección y difusión para las futuras generaciones. Algunos piensan que se trataría de la comunidad Séthienne. Es fácil imaginar que las comunidades gnósticas de Egipto hayan ocultado estos textos, y estas mismas agrupaciones fueron progresivamente desapareciendo durante las numerosas persecuciones infligidas por los primeros cristianos.

 

Las numerosas aventuras que acompañaron la difusión de esos manuscritos puede explicar el hecho de que durante décadas fueron totalmente desconocido a los no-científico. Tras muchos debates y transacciones, este lote de manuscritos se encuentra de nuevo agrupado hoy en el Museo cóptico de El Cairo. A pesar de algunos esfuerzos de traducción, sobre todo al idioma inglés, los textos de Nag-Hammadi son, hasta ahora, poco accesibles. Una especie de conspiración de silencio rodea esta impresionante colección de antiguos textos gnósticos, para la gran mayoría enteramente desconocidos hasta su descubrimiento.

 

Se ha hecho toda una historia del descubrimiento, dos años más tarde, de los escritos esenios del Mar Muerto, demostrando grandes semejanzas entre la secta esenia y la primitiva Iglesia cristiana, donde se destacan las mismas expectativas mesiánicas, los mismos ritos, así como también el mismo ideal moral, pero nada respecto a los manuscritos de Nag-Hammadi… Es necesario decir que el contenido de los textos gnósticos y especialmente de los de Nag-Hammadi apenas concuerdan con la idea propagada por la religión judeo-cristiana. En efecto, existe una deidad comparada con el dios creador de la Tierra, llamado Demiurgo o Arconte, pero es considerado como dios inferior, un torpe creador del mundo y del cuerpo humano actual.

 

El Demiurgo es tomado como Dios, sin embargo no es el verdadero Dios, sino que más bien un ángel malo. El Demiurgo está rodeado de una multitud de ángeles a su servicio, con el nombre de Arcontes, pero ellos son sólo malas potencias. ¡Así como su jefe, estos últimos no conocen al verdadero Dios (la Fuente Original) dado que ellos se toman a ellos mismos como dioses!

 

Uno aprende allí que una emanación divina de tipo femenino, llamada Sophia existe, en Griego “Sabiduría”, o también Barbèlô, que condujo al proceso de la creación original compuesta de la humanidad original y más tarde, del suministro espiritual con el cual debe revestirse a los cuerpos de animales, una humanidad precipitada hacia un mundo cruel, bajo las garras e influencia del Demiurgo y su codiciosos y hostiles Arcontes celestiales . En cuanto al Cristo, también muy presente entre los gnósticos, existe, supuesto, una especie de salvador, pero sobre todo un desarrollador, que es el que reveló al mundo el verdadero Dios y también la imposición del Demiurgo y su Arcontes, que dirigen el mundo.

 

Al compás de nuestra exploración, volveremos de nuevo regularmente a los textos de Nag-Hammadi que aportarán con notable precisión detalles sobre las sacerdotisas de Tiamata, asimiladas a Sophia “la Sabiduría”, o también al Anunna, transformados en Arcontes “malas potencias” que rodean al Demiurgo, al “falso dios”….
 


Gîrkù-Tila Nudimmud / Min-ME-Limmu


“¡No hay nada que ofrecer! ”, esta frase me atormentó un buen tiempo, hasta que una aterradora y espantosa perspectiva vino a atacarme la mente. La planificadora de Uras lo había indicado de una manera encantadora, que siendo ahora amo del Abzu, yo era poseedor de numerosos dominios.

 

Ella tenía razón: el hecho de haber eliminado a Abzu-Abba, me convertía, en contra mi voluntad, su sucesor, heredando todo el Abzu de nuestras múltiples colonias. Yo sabía esto perfectamente bien, y no estaba preocupado absolutamente. Sin embargo, este hecho no le había escapado. ¿Se preocupaba de mis asuntos por pasión o por propio interés?

 

Al volverse mi Ûgunu (maestra), Mamitu iba heredar la totalidad de mis bienes y poseerlos en el mismo concepto que yo. Carecía de garantía para poder hacerme una opinión precisa sobre este asunto, diciéndome a mí mismo que, en cuanto nos encontráramos, iba a utilizar el Niama para explorarla y tranquilizarme. El estado de intranquilidad en el cual me encontraba me hizo trabajar sin descanso para olvidar mis tormentos. El tiempo giraba a una velocidad vertiginosa.

 

Después de tres días, había conseguido 1418 Nungal suplementarios. No había tenido ninguna noticia de Mamitu y tampoco había intentado conocer el resultado de su entrevista con nuestra reina. Estaba dispuesto a enfrentar mi destino y a asumir la sentencia de Tiamata.

Al final del día, cuando las sombras se apoderaron progresivamente de Ankida, se presentó ante mi una sacerdotisa, quien me invitó a que me reuniera con lal gran Mamitu-Nammu en sus apartamentos. El momento tan temido finalmente había llegado.


Dejé en el crepúsculo naciente, y elevé la mirada hacia el firmamento. Las estrellas se extendían suavemente en nuestro cielo, mientras que la luz ya se levantaba detrás de mi, lejos en el horizonte. Los ojos clavados hacia lo infinitamente grande, observé el Ubsu' ukkinna, la quinta estrella de la constelación Mulmul (las Pléyades). Hacían ya varios días que no había intentado reanudar contacto con mi creador, pero viendo cómo habían evolucionado los acontecimientos, no tenía ningún remordimiento de no repetir maniobra.

Antes de entrar a los apartamentos de la planificadora, me aseguré de tener mis èagra (chakras) siempre herméticamente cerrados a toda intrusión exterior. Lo que tendría lugar en los aposentos de Mamitu debía seguir siendo secreto.

 

¿Qué es lo que realmente habría de pasar, exactamente?

 

Al cruzar la puerta de la planificadora, recuerdo haber tenido el desesperado deseo de verme inmediatamente encarcelado, en lugar de hacerle frente a lo insuperable. Pasada la entrada, un fino olor a incienso, escapándose de un recipiente de barro, colocada al pie de la entrada, me llegó a la nariz y me dejó predecir que el encarcelamiento o el Zirzi no estaban al orden del día.


Mamitu esbozó una amplia sonrisa, de pie, imperial, y me invitó a entrar. Le hice reverencia y me le acerqué, efectuando, al mismo tiempo, lo que me había prometido realizar secretamente: explorar sus verdaderas intenciones... ¡un pánico frío se apoderó de todo mi cuerpo!

 

De nuevo, yo debí volverme evidentemente hacia Mamitu, quien no tenía la menor idea perniciosa sobre mi aspecto; Ella simplemente quería amarme. Sus èagra eran de un color azulado y se arremolinaban suavemente, en total sincronía. Sólo una desinteresada ternura la invadía, una sensación que me era completamente desconocida y que ella deseaba hacerme compartir.

 

La planificadora estaba llena de este fuego interior que él había descubierto en la sala de creación.

– Acércate, hijo mío. Tu eres el Barag (rey) de nuestros Nungales, vena empezar tu aprendizaje y a experimentar la esencia de la planificación
- Que pasó cuando…

Al verme dudar en seguir adelante, Mamitu se acercó mi y colocó su delicada mano sobre mi boca:

¡“Shh! Tu no te preocupes de Tiamata, hablaremos más tarde, todo está bien…”.

Me acarició la cara, tomó una de mis manos y me invitó a que le tocara sus párpados que brillaban siempre sutilmente del fulgor del kùsig. Mamitu no había cambiado absolutamente desde nuestro último encuentro, llevaba asiduamente su pompa de sacerdotisa apasionada y un hechizador ungüento que centellaba siempre sobre sus hombros y sus pies.

 

Solo su perfume era diferente, me pareció reconocer esencia de lirio de agua. Mamitu me tomó en sus brazos abrazándome; era ligeramente más pequeña que yo, y debía ponerse de puntillas para abarcarme. Se acercó a mi, torpe y poco emprendedor, dirigiendo lentamente mis dedos al ir descubriendo las formas de su cuerpo. En el aire recalentado de su apartamento, colocó, a continuación, mis dos manos sobre su espalda, para indicarme el lugar donde debía desabrochar su manto blanco. Nervioso, lo desabroché trabajosamente, pero una vez liberados los botones, el manto no quería descender suavemente y liberar sus pechos.

 

De un gesto calmado, fijándome, al mismo tiempo la mirada cautivante, lo hizo descender suavemente, liberando su pecho. Me hice cargo de la delicada operación. Su prenda de vestir la apretaba tanto que yo no pude evitar rozar su piel, centellando ligeramente mis dedos.

 

Fue solamente en este momento que me di cuenta de que todo su cuerpo estaba cubierto del ungüento brillante; el divino adorno era bastante discreto, pero se podía observar notablemente. Al llegar a sus rodillas, el manto cayó repentinamente a sus pies.

Cuando me levanté, Mamitu apretó su cuerpo desnudado contra el mío, apretando su mejilla sobre mi cara. Practicó de nuevo en mi boca el extraño hábito de las planificadoras. Tomada de un súbito e incontrolable deseo, su lengua pasó vigorosamente dentro de mi boca, dando cinco veces la vuelta mientras que nuestras salivas se mezclaban. Oí repentinamente lo que yo creí que eran las pulsaciones de su corazón, pero realmente se trataba de la sorda pulsación de mi sangre en mis sienes.


De un gesto sensual, Mamitu desabrochó a continuación mi túnica verde que voló por la habitación. Apenas tuve tiempo de quitarme los zapatos, cuando ella me atrajo con flexibilidad sobre su cama y me colocó al revés sobre los cojines.

 

Sus delicados labios rozaron mi piel como una pluma, haciendo un recorrido sobre mi cuerpo desnudo. Estaba completamente de su merced, sin embargo, la planificadora tuvo la cortesía de no tocar la parte baja de mi cuerpo, sino que, delicadamente, me fijó la mirada, tocándome suavemente el rostro.

 

Se acercó entonces a mi cara y me susurró suavemente al oído:

- ¡Eres indudablemente asexual, pero yo haré de ti un Nungal, el más grande de todos!

Después de estas confusas palabras, Mamitu tomó mis manos, y, realizando al mismo tiempo movimientos lentos, me mostró una a una las zonas dónde están alojados los diversos Sagra principales. Yo no tenía sexo, pero Mamitu deseaba hacer de mis manos, manos expertas y sensuales, listas para favorecer el intercambio de energía.

 

Después de algunas pruebas que me hicieron sonreír, proseguí a realizar meticulosamente los movimientos y caricias que me había enseñado.

- No podrás practicar el Téskug (la sexualidad sagrada) sin despertar aquello que los Usumgal llaman Kundalini38. Tienes que conocerlo. ¿Seguramente tendrás el hábito de despertarlo mientras meditas?

- Sí, conozco el Kundalini. Es el principio que regula la energía latente que está en cada uno de nosotros. Esta energía es la conciencia suprema e infinita. Sin ella, no se podría utilizar el Niama. Mientras el Kundalini está inactivo, se es similar a un animal y no emerge el verdadero entendimiento.

- ¡Bravo hijo mío! Como lo sabes, entonces, el Kundalini está enrollado como un Mus (serpiente) al nivel del primero de los siete èagra principales, el Muladhara39. Lo que seguramente no sabes, es que el Kundalini es un principio femenino, la energía-madre, la matriz de todas las cosas; por último, aquí se pone de manifiesto la razón principal de nuestra asimilación al Uga-Mus (Pueblo de la Serpiente). Cada uno de entre nosotros posee la ciencia de la subida del Kundalini. También la practicamos por la vía mística, que ya conoces en parte, y la vía tangible que implica el uso de los dos sexos. El Kundalini, energiza o dinamiza nuestro Èagra, administrando a la vez las vibraciones y la energía que influyen sobre la composición química de nuestras secreciones glandulares. A continuación, esta energía se une al resto de fluidos que fluyen hacia nuestro orificio genital. Como lo ves, el Kundalini nos aporta a nosotros también la potencia, pero que no tiene nada que ver con el Niama. A nosotras, las Amasutum, nos gusta más bien pronunciarlo como Kundalimi, ¿sabes tu por qué? Al descomponer la palabra Kundalimi en KUN-DA-LIMI, da: “la potente escala de miles!?”.

38. En el hinduismo, el Kundalinî “que forma anillos”, cuya base se localiza en los órganos genitales, se divide en dos sutiles corrientes, tales IDA y Pingalâ, elevándose en dos movimientos sinusoidales, a dos serpientes a lo largo de la columna vertebral. Estas dos corrientes van curveando en sentido opuesto, creando una especie de escalera que cruza los siete chakras principales, lo cual permite que el practicante pueda hacer subir esta energía, para obtener la iluminación y del creador universal, y también acceder a su propio divinidad interior. La descomposición sumeria de Kundalinî va a aportarles su sentido original y profundo: KUN4 (escala, escalera); DA (potente); L (encender, brillar); Ni (cuerpo), sea KUN4-DA-LI-Ni: “la potente escalera que ilumina el cuerpo”.

 
39. El nombre sánscrito del primero de los siete chakras es Muladhara “el lugar de la raíz”. Se coloca en el nivel más bajo, por debajo de la base de la columna vertebral. Con todo respeto para los lingüistas, este término se codifica en la lengua de los “dioses” y se traduce a MUL-AD- HARA5, literalmente. “resplandor que se propaga en la corte”. Una vez abierto, el Muladhara sirve de trampolín y ofrece una apertura progresiva hacia los otros centros de energía. El significado de corte será tratado en el capítulo 6, titulado “la unión sagrada con la Diosa-Madre” en la 3ª parte. Este tema está relacionado con el símbolo del caduceo, una verdadera representación esotérica del Kundalinî.

 

No entiendo lo que la cifra mil tiene que hacer allí.

 

Pero, repentinamente, me acordé que esta cifra simboliza la eternidad: “la potente escala de la eternidad”.

- Muy bien, pero debes saber que esta cifra simboliza para nosotros el Taltal (la sabiduría). Kundalimi es la potente escala de Taltal.
- Así pues, Mamitu y yo empezamos una larga serie de ejercicios de meditación. Tuve que desaprender todo. Mis meditaciones nunca requerían la potencialidad en cadena del conjunto de los siete Sagra. En realidad, no tenía el hábito de hacer subir la energía a lo largo del Kundalini para meditar, sino solamente para obtener la potencialidad completa del Niama. Este reflejo automático innato, que quema en mis genes me daba la posibilidad de irradiar mis èagra brevemente, allí residía la clave de la fuerza del Usumgal, y también su debilidad, ya que este método cansa rápidamente.

El proceso de meditación que me inculcaba Mamitu me hizo darme cuenta que nuestras hembras no vivían en el mismo espacio-tiempo que nosotros, los varones; que tenían un severo hábito de preparación.

 

El hecho de tener que tomarme el tiempo me colocó en un concepto temporal totalmente nuevo. Luego de un trabajo exploratorio preliminar, fui repentinamente atacado por un torbellino de imágenes y sensaciones. Chorros de luz acompañaban las visiones que me sitiaron por todas partes. Era a la vez increíble e indescriptible.

 

En mis raros intervalos de lucidez, vivo el cuerpo flexible de Mamitu sincronizarse con el mío, y concluí dolorosamente que el trabajo de planificación era operativo. Pensaba que este ejercicio se practicaba solamente en contacto de ambos sexos, pero lo increíble tuvo lugar, la transferencia de energía, la transmisión de información funcionó eficazmente.

 

¿Cómo era posible? 40


40. Mamitu y Sa'am se dedican a la sexualidad sagrada practicada en la India, tal como es expresada en las obras nombradas Tantra. Estos textos tratan de la cosmología, el Yoga y las normas de conducta hacia la Diosa-Madre. En pocas palabras, el Tantrismo apoya el culto de la feminidad a través de métodos espirituales eróticos que asimilan la naturaleza del cosmos a las estructuras sutiles del ser humano. Existe dos métodos tántricos, la “mística” que se efectúa gracias a la meditación, practicada solo o a varios y el “tangible” que implica a la unión de los dos sexos, pero todos sólo tienen un único objetivo: el de hacer subir la energía sexual a lo largo de la médula espinal (Kundalini) al cruzar los siete chakras principales, con el fin de llevar las prácticas hacia un nivel superior de conciencia. La exaltación prolongada así producida despierta el estado de identidad absoluta que prefigura la iluminación divina. Crea una sensación compulsiva de luz que fluye desde la parte superior de la cabeza. Es por otra parte, es interesante traducir el término Tantra al sumerio: TÀN-TA-RÂ “lo que aporta una naturaleza luminosa” M o también “lo que aporta una naturaleza libre (o pura)”.

 

 

Al final de nuestros extraños e inhabituales ejercicios, Mamitu me apretó una última vez en sus brazos.

 

Todavía bajo el shock de la imágenes que había recibido, algunas de las cuales fueron enviadas por la misma Mamitu, y deslumbrado por tanta gracia y dulzura, no podía dejar de olvidar todas mis dudas respecto a ella.

- Suave y deseable Nindigir (sacerdotisa), te ruego aceptes mis más humildes excusas, ya que demasiado a menudo he dudadote ti. Posees una inigualable bondad. No soy más que un miserable Alagni, me pongo a tu servicio y al servicio de las Amasutum, a cualquier costo.
- Noble Am, no esperaba menos de tí, pero de gracia, deja, pues, de subestimarte. Eres un ser sabio y sensible, y también una pálida copia de tu creador. Tranquilízate, no deseo te hacerte mi esclavo, sino que mi Nitahlam (amante) y divino apoyo. Las Amasutum verán que un varón puede ser tan sensible que una Nindigir. Eres el augusto que así, a menudo, he visto en mis sueños. Aún no sé porqué, pero las Amasutum te estarán eternamente agradecidas.

¿De qué me hablaba? ¿Mamitu estaba dotaba con la doble visión?

- Tu eres dotado Sa'am. An te ha programado para que jamás te dieras cuenta. Se aseguró de crearte como Anunna para hacer de ti el instrumento de sus innombrables intenciones. ¡Todo el mundo sabe que un ser incompleto servirá mejor a su creador!

Mamitu se puso de rodillas sobre la cama con una gracia y una elegancia desconcertante, y colocó delicadamente mi cabeza sobre su pecho. La planificadora era casi maternal, al menos es la mejor definición que pueda dar hoy a este gesto.

- Conozco tus dudas, hijo mío. Te protegeré de las garras de tu padre. Ahora que tienes confianza en mi, sabremos trabajar juntos y hacer las buenas elecciones para la paz.
- ¿Cómo luego ser un instrumento para la paz mientras que he exterminado a nuestro Barag (rey)?
- Tiamata conocía bien las debilidades de su esposo. ¡Está entristecida por su desaparición, y es terrible que no ha escuchado, que por una vez, tenía razón!

Pero lo sabíamos completamente loco e inestable. Nuestra Eras (reina) bien sospechaba bien que un Ud (día) u otro sus poderes se dieran la vuelta contra él y que un ser tomaría su lugar.

- Siempre hemos temido que sea un Usumgal, y Tiamata más bien está tranquila de saber que el nuevo Barag (rey) del Abzu es mi Nitahlam (amante). Te sabe seguro a mi lado y tiene una confianza sin límites en mi juicio. Pensamos también que mi unión contigo suavizaría a los espíritus. Gracias a tus revelaciones, Tiamata y yo contactamos a los Sukkal 41. Estos últimos se dirigen actualmente hacia Mulmul (las Pléyades) en misión de reconocimiento para observar a los Dukù. Se pondrán en contacto con los pocos Nindigir que todavía se encuentran allí.
Yo salté.
- Van a hacer matanza y también van a destrozar nuestro Nindigir si llegan a comunicarse. Es necesario recordarlos a toda costa…

- No temas nada, mi tierno Nitahlam, aquí está todavía el resultado de una de las numerosas programaciones que tu creador se divirtió implantándote. Retira rápidamente esta horrible forma de pensamiento de tu cabeza, ya que sabes bien que podrías fácilmente crearla si no dejas de estar proyectándola en tu espíritu. Tu posees el control del Niama, nútrete de el, no como un instrumento que se daría la vuelta contra ti… contra nosotros. ¡Mi encantador varón, no seas el esclavo de tus pensamientos!

41. Sukkal quiere decir mensajero en sumerio. Los Sukkal pertenecen al Kadistu. En las tradiciones sumerias y asirio-babilonias, los Sukkal son humanoides con cuerpo de pájaro y con amplias alas sobre la espalda. Es interesante tener en cuenta que el término griego Angelos (Ángel) quiere decir también mensajero y que los Sukkal poseen funciones similares a las de los ángeles bíblicos como, por ejemplo, la de custodiar los árboles del “Paraíso”.

 

Mamitu era definitivamente muy iluminada y lista, aunque era también testaruda sobre un punto.

- No soy un hombrecillo, suave Nammu (hembra responsable de los destinos) y menos aún un Kadistu.

La sacerdotisa elevó los ojos al cielo, sacudió la cabeza y me hizo una pequeña mueca exasperada.

- Desengáñate Sa'am. Por el momento, tu estás en plena fase de aprendizaje, y esto que vi, te sacó bien muy. ¡Parece que has conseguido canalizar las imágenes que te envié, y esto sin otro contacto más que tus manos, es muy sorprendente! Serás un gran Kadistu.

 

En cuanto a tu anatomía, pareces olvidar que ambos somos genetistas. Soy también cirujano y te aportaré un sexo a su debido tiempo. Cuando tenga uno (un (pene), haré de ti un Nungal y mi Barag (rey). Entonces, de lo que se te habrá enterado, lo practicarás sobre mi y lo enseñarás a otros.

 

Pero te tranquilizo, no nos veremos obligados a trabajar constantemente, y pensaremos también en Namkiâgna (el amor), a Nuestro Namkiâgna. 42 Entonces, me honrarás y disfrutaremos también del simple placer de fusionarnos uno con el otro, verás que es muy agradable.

¿Namkiâgna? ¿Qué significaba este término? No le planteé otras preguntas, ya que estábamos muy cansados.

 

Nos entrelazamos afectuosamente y Mamitu se durmió, un brazo y una pierna envolviendo suavemente en torno a mi cuerpo. Así se selló mi indefectible alianza con las Amasutum, el orgulloso Pueblo de la Serpiente, acompañada de su eterno símbolo del dos Mus entrelazados. A partir de este día, la gran Mamitu-Nammu me tomó como Nitahlam (amante) y me concedió consideración plena confianza y estima.

 

¿Estaba relacionada con esta palabra llamada Namkiâgna (amor)?

 

Al día siguiente, Mamitu y yo ganamos ell Abzu de Nalulkâra, nuestra nueva residencia. Por lo tanto, con su aprobación, dejé de llamarle sistemáticamente Mamitu y la llamé también Mami o generalmente por su diminutivo, Mam.

Para nosotros, en la hermandad de las sacerdotisas y los Nungal, estos dos términos simbolizaban los atributos de la maternidad y el afecto. Sobre Uras, aún hoy, esta palabra ha guardado el mismo sentido en numerosas lenguas del planeta. 43
 


42. Es interesante observar que en sánscrito amor y deseo se expresan con el término Kama. En sumerio eso da KA-MA, literalmente. “el testimonio del compromiso” o también KAM-A (o KAM2-A), literalmente “la fuente del abrazo (o del deseo)”.

43. En sumerio los nombres Mami, Mami o Marna expresan claramente a la madre. Se encuentran regularmente sobre los estantes y designan cada vez a la Diosa-Madre, a la madre de la Tierra o también a la diosa de la fertilidad…

 

 

14 - Iniciación de un hombre por una sacerdotisa “Estrella Oscura” según el Códice Borgia, tablero 57.

El concepto de Estrella Oscura es expresado dos veces sobre esta figura: una primera vez en la parte superior,

donde se ven claramente una estrella y su lado oscuro y una segunda vez en cada mano de la sacerdotisa,

donde aparecen una estrella y un jaguar (símbolo de la noche).

Tenga en cuenta que los símbolos lunares sobre la sacerdotisa mencionan el fluido menstrual.

Entre los dos personajes se encuentran dos serpientes que esquematizan a IDA y Pingalâ,

las dos corrientes sutiles del Kundalinî que permiten hacer subir la energía a lo largo de la columna vertebral.

Como lo muestra el dibujo, la ascensión de estas corrientes sutiles

ofrecen la posibilidad de alcanzar el mundo de las estrellas

y el movimiento opuesto (descendiente) aporta una “pequeña muerte”

figurada por el cráneo colocado en el pote, donde la copa simboliza el primer chakra

y cuyo significado se da en la nota 84.



15 - Figurita femenina Amasutum llamada “cabeza de lagarto” en alta arcilla cocinada de 15 cm.

Procedencia: Ur, período de Obeid (5.o milenio antes de JC).

Esta estatuilla presenta una peluca en betún de tipo alargado, como lo llevaban algunas Amasutum.

Se colocan “algunas pelotillas” sobre los hombros.

Se encuentran estas mismas pelotillas o círculos sobre los hombros de los altos dignatarios mayas (véase abajo).

Para los Maya, estos círculos simbolizan el OL, es decir, “la percepción” o “la conciencia”, “la vía” y “el recuerdo”.

El OL Maya es, a la vez, el equivalente del UL sumerio, que menciona “el pasado”, “un ornamento”, “una estrella”, “el esplendor”

y el verbo “brillar” así como del UL5 “privilegio” y “protección”.

Estos círculos o pelotillas colocados sobre los hombros de los dioses sumerios y de los personajes maya de alto nivel

 simbolizan cristales o a ME, en los cuales se almacenaban los conocimientos de los “dioses”.

Hemos visto en la nota 32 que los cristales como el cuarzo son transmisores-receptor, o radios de dos vías,

que almacenan y envían información… (véase también figurita masculina en el próximo capítulo).
 


16 - Sacerdote Maya que lleva el OL o UL sobre los hombros, simbolizado por cristales de cuarzo.

Sólo los “dioses” o los altos dignatarios tenían este privilegio en el pasado.

 

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