09 Febrero 2000 New Dawn Nº 58
Enero-Febrero 2000
traducción de
Adela Kaufmann
Lejos al norte, en algún lugar cerca de las regiones heladas del Polo Norte, la leyenda habla de una civilización antigua y casi olvidada.
Mítica en carácter, se dice que la civilización hiperbórea floreció en la región más septentrional del planeta Tierra en un tiempo en que la zona era apta para la vida humana.
Según
ciertos sistemas esotéricos y tradiciones espirituales, Hiperbórea
fue el principio terrestre y celeste de la civilización. El
hogar del hombre original. Algunas
teorías postulan que Hiperbórea era el Jardín del Edén original, el
punto donde se encuentran los planos terrenales y los planos
celestiales.
Y se dice que el hombre transgredió la ley divina en esta civilización de la Edad Dorada, siendo el precio final su destierro al mundo exterior. El hombre se aventuró en otras regiones de la Tierra, estableciendo nuevas civilizaciones, poniendo fin a esta gran y gloriosa edad de oro.
La Edad de Oro es central para coleccionar las tradiciones y mitos antiguos. Significativamente, la Edad de Oro aparece más frecuente en las tradiciones de las culturas desde la India hasta el norte de Europa - el área directamente debajo de las regiones polares.
Joscelyn Godwin, en Arktos, El Mito Polar en Ciencia, Simbolismo y Supervivencia Nazi, dice:
La teoría más desarrollada de este tipo, y probablemente la más antigua, es la doctrina hindú de los cuatro yugas.
Las cuatro edades en este sistema son,
...todo el período de diez que compone una Mayayuga.
El Kritayuga corresponde a la Edad de Oro, el Kali Yuga al actual período de tiempo.
Madame Blavatsky, la fundadora de la Sociedad Teosófica, afirmó que la ‘segunda raza raíz’ se originó en Hiperbórea, antes de que las ‘posteriores razas raíces’ de Lemuria y la Atlántida.
El metafísico ruso Alexandre Dugin dice que era el hogar de la "gente solares", conectados a lo que hoy es el norte de Rusia.
Los antiguos griegos tenían una leyenda de Hiperbórea, una tierra de sol perpetuo más allá del "viento del norte".
Hecateo (aprox. 500 AC) dice que el lugar sagrado de los hiperbóreos, que fue construido,
Según los relatos populares, templo del Dios Apolo en Delfos fue fundado por individuos de Hiperbórea.
El poeta lírico griego Alceo (600 AC) cantó del viaje real o místico de Apolo a la tierra de los hiperbóreos:
El uso de un traje de estrellas bordadas por el Rey y 'Rey del Mundo' - la esfera celeste que sirve como símbolo de lo terrenal - es una costumbre que se remonta a los hiperbóreos.
Bordado en oro sobre seda azul estaban las figuras del sol, la luna y las estrellas.
Tales ropas fueron usadas por los reyes de la antigua Roma y Julio César, así como Augusto y los emperadores romanos.
Estatuillas de barro encontradas en una tumba en Yugoslavia muestran
al 'Apolo hiperbóreo' en un carro tirado por cisnes. El
dios lleva, en el cuello y el pecho, figuras amarillas del sol y las
estrellas; en
la cabeza tiene una corona de rayos con una cinta que tiene un
patrón de zig-zag.
Su túnica, que llega al suelo, es de color azul oscuro con diseños amarillos.
El Colapso de Hiperbórea
Julius Evola, el renombrado metafísico italiano explica que en este punto, el primer ciclo de la historia se cerró, y aquel de la segunda, el Atlante, empezó:
La memoria de una Edad de Oro, aunque dada de forma arquetípica o mitológica, sirve a un propósito super-histórico.
Esta es la razón por la cual el recuerdo de la antigua civilización de la Atlántida es a veces enredado con el de Hiperbórea. No podemos esperar "probar" la existencia física de estas civilizaciones.
Es sabido que todos los mitos tienen una base histórica. Transmitidos principalmente por tradición oral, están envueltos en una historia pegadiza y simple que asegura su supervivencia y su transmisión a través de las edades.
El mito cumple una función muy importante - un recuerdo de nuestros orígenes, un conocimiento de hacia dónde nos dirigimos y qué se supone que debemos hacer.
Es sólo ahora en el Kali Yuga que nos hemos desconectado de la tradiciónperdiendo la capacidad de interpretar correctamente y comprender los mitos con los núcleos históricos de la verdad.
La teoría popular del día postula que los llamados 'arios' (los europeos) eran superiores y más inteligentes que los semitas (los pueblos del Medio Oriente).
Por lo tanto, lógicamente, la civilización no podría haberse originado en el Oriente Medio y el hebreo probablemente no fe la primera lengua.
Con nuevas fuentes de conocimiento del antiguo Egipto, Caldea, China y la India, los investigadores estaban pisando terreno peligroso en cuanto a cuestionar los orígenes del hombre.
La historia bíblica aún era estrictamente sostenida, y moverse demasiado lejos de esta frontera histórica podría haber silenciado a cualquiera.
Tilak estaba convencido que los antiguos textos védicos de la India apuntan inequívocamente a un "reino de los dioses" donde el sol sale y se pone una vez al año, demostrando que sus escritores podían entender las condiciones astronómicas en el Polo Norte.
Tilak, que tenía un perfecto dominio de la lengua védica, colocó el hogar original del Ártico que existió alrededor de alrededor de 10,000 antes de Cristo, justo antes de su destrucción y el comienzo de la última edad de hielo.
Cuando el sabio de Zoroastro H.S. Spencer escribió su libro El Eclíptico Ciclo Ario (1965), un desarrollo de la obra de Tilak, fue capaz de obtener el respaldo de Sir S. Radhakrishna, entonces Presidente de la India. Así como de dignatarios de la Sociedad Teosófica en Adyar y del Ashram Sri Aurobindo en Pondichary.
Los 'arios' de Spencer hicieron sentir su presencia después de que
viajaron a lo largo y ancho. Ellos
moldearon las religiones y las culturas de Egipto, Sumeria,
Babilonia, y de los semitas, hasta entonces adoradores de deidades
lunares femeninas.
Se postulan numerosas teorías que ofrecen "evidencia" contradictoria o tendenciosa que sólo han servido para desacreditar la noción de Hiperbórea. Lo mismo podría decirse de las teorías que tratan de probar la existencia del 'continente perdido de la Atlántida'.
La campaña para demostrar la realidad de una Hiperbórea terrestre ha eclipsado su importancia oculta y simbólica.
¿Qué hay si la verdad detrás de la leyenda era esotérica, y no exotérica como algunos aún hoy siguen manteniendo?
El 'país supremo', comúnmente considerado como "polar" en la orientación, simbólicamente es siempre representado como en el "eje del mundo" - y en la mayoría de los casos es referido como una "montaña sagrada".
René Guénon en su libro El Señor del Mundo dice:
Los textos védicos dicen que el ‘país supremo’ es conocido como Paradesha, también llamado el ‘Corazón del Mundo’. Es la palabra de la que los caldeos hicieron Pardes y los occidentales Paraíso.
Hay notablemente otro nombre para él, probablemente, aún más antiguo que Paradesha.
Este nombre es Tula,
llamado por los griegos Thule. Común
a las regiones desde Rusia hasta América Central, Tula representa el estado
primordial del que emanaba el poder espiritual.
Ellos trajeron el nombre de Tula desde su país de origen y se lo
dieron a un centro que por consecuencia debe haber reemplazado, en
cierta medida, el del continente perdido. Por
otra parte, la Tula Atlante debe distinguirse de la Tula Hiperbórea,
esta última representando el primer y supremo centro. 4
Guénon afirma que el ciclo atlante, sucesor del ciclo de Hiperbórea, está asociado con Tula. El Tula Atlante es una imagen del estado primordial original que se encuentra en una ubicación norte o Polar. A medida que progresan hacia adelante los ciclos mundiales, el asiento supremo del poder espiritual retrocede más y más a la clandestinidad y la oscuridad.
Esto, por supuesto, es deliberado y predecible a medida que la
humanidad desciende al fin del mundo (Kali Yuga), progresivamente
enredándose en sí en el plano material hasta que se impone la
reversión del orden mundial establecido.
En la tradición budista 'Chakravarti' literalmente significa "El que hace girar la rueda", es decir, aquel que, estando en el centro de todas las cosas, dirige todos los movimientos sin participar él mismo, o quien es, en palabras de Aristóteles, el "movedor inmóvil".
El giro del mundo, el 'Polo' y el eje, se combinan para representar una rueda en las tradiciones Celtas, caldeas e hindúes.
Tal es el verdadero significado de la
esvástica,
vista en todo el mundo desde el Lejano Oriente hasta el Lejano
Oeste, que es intrínsecamente el 'signo del Polo'.
El Polo y la Iluminación Mística
Los sufíes iraníes, basados, no sólo en el Islam, sino que también en las tradiciones mazdea, maniquea, hermética, gnóstica y tradiciones platónicas, mezclan un conocimiento sagrado que dice ser una práctica "científica", mística y filosófica.
El buscador, a través de profunda meditación sobre asuntos espirituales, logra entrar en un mundo de experiencia mística, y hace una peregrinación a Hiperbórea que no puede ser descubierto a partir de mapas.
Aristeas,
el poeta griego, en éxtasis chamánico, se dice que viajó a
Hiperbórea mientras estuvo "poseído por Apolo". El
viaje místico del alma a Hiperbórea es común en la literatura griega
antigua.
La montaña, que es referida como una 'isla', "permanece inmóvil en medio de la agitación incesante de las olas, una perturbación que refleja aquella del mundo externo.
Por consiguiente, es necesario cruzar el 'mar de pasiones' con el fin de alcanzar el ‘Monte de Salvación’, el ‘Santuario de la Paz'
Buscar Hiperbórea es la búsqueda de la iluminación espiritual. La Montaqña, la isla, la roca inmóvil, fija en una orientación polar, transmite una representación simbólica de nuestra búsqueda de la Última Realidad.
Su inmovilidad nos ancla a esta importante tarea.
Notas al pie
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