Agosto 2002 del Sitio Web MundoMisterioso recuperado a treves del Sitio Web WayBackMachine
Civilizaciones intraterrestres
Tampoco es desdeñable el número de personas que dan testimonio de una "realidad fantástica" con zonas cálidas, llenas de vida vegetal y valles perdidos e en lugares inhóspitos de nuestro subsuelo.
Incluso autores de la talla de,
...han hablado de estos reinos subterráneos a través de sus
novelas.
Como algunos autores afirman, es
posible que la Tierra este, totalmente hueca y que el pueblo intraterrestre posea su propio sol central.
En realidad, todas las tradiciones
antiguas se basan en ésta supuesta existencia de ciudades intraterrenas conectadas mediante una vasta red de pasadizos, más
que en la - no menos fantástica - creencia de una "tierra hueca" que
algunos autores como
Raymond Bernard proponen.
Exploradores como Juan Moriaz, y sacerdotes como Carlos Crespi, habrían encontrado en estos túneles perdidos del Ecuador ("Cueva de Los Tayos"), láminas de piedra y oro con signos ideográficos grabados que describen los orígenes de la historia humana, según recoge fielmente Erik Von Däniken en El oro de los dioses.
A este enclave sudamericano, que aún hoy día constituye un misterio por descifrar, se vincula una interesante leyenda sobre la mítica Shambalah o Agharta, y las historias que de ella se desprenden.
Historias sobre una ciudad santa oculta en los Himalayas…
Incluso en Colombia se conoce de túneles extensos, en el municipio de Vélez, Santander, por ejemplo, existe una cueva de dimensiones desconocidas, llamada, “cueva de los indios”, los habitantes del pueblo relatan como allí niños traviesos han terminado desaparecidos y como algunos sobrevivientes a la aventura después de varias horas e incluso algunos días en el oscuro lugar afirman que mide kilómetros y que en un punto de dicha cueva, hay un abismo del que se desconoce su fondo…
Tanto en oriente como en occidente se
suceden las descripciones sobre los integrantes de estas enigmáticas
sociedades, y no faltan los testigos que dan crédito a la existencia
de seres dorados de los que emana una intensa luz blanquecina.
Por si fuera
poco, unas supuestas fotografías de una abertura en el polo norte
tomada por los satélites
ESSA-3 el 6 de enero de 1967 y
ESSA-7 el 23
de noviembre de 1968, parecen facilitar esta teoría.
La primera persona en escribir un trabajo entero sobre la tierra hueca era el famoso Astrónomo ingles y el Matemático Edmundo Halley (sí, el mismo del cometa).
En 1692 él publicó su teoría acerca de una tierra hueca. Su teoría se evolucionó a partir de trabajar con en fluctuaciones de magnetismo de tierra y las causas posibles. Su solución, la tierra era hueca.
El creyó había tres conos
concéntricos con un centro fundido de la lava, que sirvió como un
"sol interior".
Leonard Euler, matemático del siglo XVIII, "dedujo" que la tierra era hueca y contenía un Sol central.
Claves Symnes (ex-capitán de infantería de Ohio) se mantenía convencido de que nuestro mundo consistía en realidad en un sistema de esferas huecas concéntricas.
El escritor Raymond Bernard (antes mencionado), en su libro La tierra hueca lanzó la complicada - y absurda para muchos - teoría de que el centro de gravedad del planeta no estaría en el núcleo sino en la corteza terrestre, y que las auroras polares estarían causadas por los rayos provenientes de un,
En 1926, Richard Evelyn Byrd, capitán de la marina americana, navegó en línea recta hacia el polo norte y continuó viajando unos 2.730 Km. en esa misma dirección sin alcanzarlo, arribando, por el contrario, a una costa de aguas templadas llenas de vegetación. ¿El Reino de Hiperbórea?
Entre 1946-47, Byrd revive una experiencia semejante, esta vez volando en dirección al polo sur, en una expedición denominada "High Jump", patrocinada por los EE.UU.
Se cree que las expediciones del capitán fueron objeto de desinformación, ya que existe gente que afirma haber visto imágenes en "noticieros" narrados por el propio Byrd en el que describía y mostraba imágenes "de esas tierras más allá del polo" con sus montañas, árboles, ríos y un gran animal identificado como un mamut.
Estos documentales, de existir, parece que se han evaporado. Para los defensores de la Tierra hueca, el capitán habría encontrado la apertura polar y se habría introducido en ella.
El que fuera operador de radio en las expediciones, Lloyd K. Grenlie, reafirmó la existencia de una cinta grabada con todo lo mencionado por Byrd.
Sus detractores insinúan que sus afirmaciones no son más que recuerdos falsos y sus comentarios como "una tierra más allá del polo" o "el gran enigma", eran formas de aludir a regiones aún inexploradas más que a continentes escondidos en su interior.
La ciencia tiene la palabra
Con estas cifras, admitir la idea sobre
la oquedad de la tierra parece bastante disparatado.
Una hipótesis - aparecida en la revista Science - del doctor Ronald Cohen llevaría a examinar algunos planteamientos de ser cierta:
Lo que parece fuera de toda duda par la comunidad científica es que de existir seres intraterrestres tendrían una estructura física y atómica diferente, y así podría estar "habitado" el interior del planeta por criaturas basadas en la química del silicio en lugar de la del carbono, tal y como propuso en su día el astrónomo norteamericano Thomas Gold (profesor emérito de Astronomía de la Universidad americana de Cornell).
Evidentemente se tratarían de organismos
microscópicos capaces de desarrollarse a enormes presiones y
temperaturas en el interior de la corteza terrestre, residiendo en
los pequeños poros que se encuentran en las rocas y obteniendo la
energía necesaria para vivir de diversos minerales y gases
disueltos.
Pero según Thomas Gold, en el interior
de algunos laboratorios geológicos se han conseguido muestras de
gran profundidad y se han observado como diferentes rocas
presentaban señales de la acción de estos organismos basados en el
silicio que habrían pasado inadvertidos hasta ahora.
Constituyen auténticos fósiles
vivientes, pues han permanecido casi sin cambios a lo largo de miles
de millones de años.
En Oriente este mundo idílico oculto es
conocido como
Agartha o Sambalah y en América del
Sur como la ciudad del Disco Solar. Muchos sitúan este reino en
valles perdidos de las cordilleras al norte del Himalaya, y otros en
cavernas inaccesibles de los desiertos próximos al Gobi. Este pueblo
subterráneo estaría regido por los designios de un misterioso
personaje: el Rey del Mundo.
Para otros, este tipo de mito entronca con todas las historias "fabulosas" que circulaban por occidente a propósito del reino del Preste Juan, misterioso soberano de quien según Marco Polo hablaban todos en el gran imperio y recibía tributos de la mayor parte de los gobernantes asiáticos.
Al parecer, en los archivos del
Vaticano se encontraría parte de la correspondencia que
mantuvo el mítico rey-sacerdote de Oriente con algunos monarcas y
prelados de la Iglesia.
Las salidas del continente ya habían
sido promovidas por el papado en las cruzadas, y el Preste Juan (o
el Rey del Mundo) sería la "idea" que movilizaría a los hombres.
Representaba la figura de un rey con un enorme imperio, situado tras
las líneas musulmanas en el que abundarían enormes riquezas.
H. Blavatsky declararía en más de una ocasión estar en contacto con los Mahatmas (misteriosos personajes del Asia Central que detentaban poderes sobrenaturales) que le transmitían a menudo mensajes de fraternidad y misteriosas profecías destinadas a aviso y cuidado de un mundo en eminente peligro de autodestrucción. Según ella, Moisés, Platón, San Pablo... habrían sido teósofos iniciados por miembros de este Gobierno oculto.
No fue hasta 1933 cuando James Hilton popularizó en Occidente la leyenda de Sambalah en su novela Horizontes Perdidos, donde narra como una comunidad de grandes sabios, llamados Rishis o Mahatmas (grandes almas) viven en un paraíso de ciencia mística, oculto en algún lugar al norte del Tíbet, entre los macizos de Altin-Tag y Kum-Lum, Altai en Mongolia, Tsaidan y China.
Habitantes de estas regiones
atestiguaron la presencia de seres luminosos vestidos con simples
túnicas blancas en medio del duro invierno tibetano.
Con estas revelaciones, Saint-Yves escribió un libro de 200 páginas que mandó editar; pero apenas había salido la obra de la imprenta, el marqués ordenó su destrucción, ya que al parecer "contenía terribles secretos".
Un solo ejemplar se escapó a la
destrucción del que se haría una reedición fotomecánica, y que según
cuentan, los nazis, durante la ocupación alemana, acabarían por
destruir.
Durante su huída por Siberia y Mongolia, perseguido por el ejército rojo, alcanzó tierras casi desconocidas en torno al desierto de Gobi, Manchuria y las inmediaciones del Tíbet - supuesto enclave del reino perdido.
Contactó en sus investigaciones con privilegiadas fuentes de información:
Dejó memoria de todo en el último capítulo del libro Bestias, hombres, Dioses.
El libro daría cierto cariz de
credibilidad a la existencia de Agartha, aunque muchos lo tacharían
de sensacionalista y muy poco o nada riguroso.
Juan Parellada de Cardellac
cuenta en su libro Reinos perdidos y claves secretas que el
explorador ruso habría dejado constancia en sus escritos del
avistamiento de un
OVNI - lo definiría como un ingenio
metálico - que vio elevarse de un valle del Gobi en dirección al
Tíbet.
Ligado a la leyenda de El Dorado aflora
la historia del coronel Fawcett, viajero inglés que descubrió
en la Biblioteca Nacional de Río de Janeiro una carta (enviada por
el bandeirante Francisco Raposo al vicerrey, 1754) en la que se
describía el hallazgo un año antes de una extraña ciudad de piedra
en el noroeste del estado de Bahía, mientras Raposo buscaba las
minas de plata de Muribeca.
Fawcett, acompañado de su hijo Jack,
penetró en la selva amazónica en busca de la ciudad perdida. Nunca
volvieron.
Contados como Eugenio Siragusa
afirman que hoy día, en el subsuelo, existen bases de "hermanos del
cielo" construidas con inmensas placas de cristal, supuestamente
guiadas por maestros interplanetarios de la 4ª y 5ª dimensión.
¿Envió el führer expediciones especiales
en busca de la entrada a... con la intención de aliarse con
civilizaciones internas?
Sin embargo, debemos admitir un desconocimiento importante de los lugares donde se centran estas tradiciones, pues en territorios tan vastos e inhóspitos, TODO parece ser posible.
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