por John Lash traducción de Editorial-Streicher
25 Mayo 2012
En este diálogo, el agente Smith habla en favor de lo que lo ha creado: el poder de la Inteligencia Artificial (IA).
En otra escena donde Morfeo inicia a Neo, un nuevo recluta para el equipo de rebeldes, él dice:
Esta frase encapsula la actitud de muchos tecnócratas que creen que la avanzada ciencia computacional producirá milagros asombrosos de un género beneficioso.
La confianza en las posibilidades milagrosas de la IA es una de varias creencias tecnocráticas en juego en el complejo argumento de la trilogía de The Matrix. Morfeo explica a Neo, a quien él ha extraído de la Matriz, que algún día a comienzos del siglo veintiuno estalló una guerra entre la Humanidad y una raza de máquinas engendrada por la avanzada tecnología de la IA, ella misma producto de las mentes humanas.
Así la Humanidad, en vez de
usar la IA para diseñar un nuevo mundo, se ha hecho esclava de su
propia invención.
(Este tema no es nuevo, por supuesto. Desempeña un papel central en 2001 - Una Odisea Espacial, de Stanley Kubrick, escrita por Arthur C. Clarke, en la cual HAL, un computador súper-inteligente, se rebela contra sus fabricantes y secuestra una misión interplanetaria).
Las Máquinas mismas son
insectos gigantescos horribles, representados con caparazones tipo
mecano, tentáculos como de pulpo y sensores de alta tecnología, que
pululan como langostas sobre la superficie de la Tierra. El planeta
ha sido demolido por la guerra nuclear, y la atmósfera está
sumergida en perpetua oscuridad.
Cada cuerpo individual de un humano vivo está en un estado comatoso, sumergido en un gel pegajoso, y espantosamente conectado por cables coaxiales a un invisible computador central que simula un mundo semejante a la vida urbana corriente a finales del siglo veinte.
Neo, quien es "el"
predestinado para liberar a la Humanidad de la ilusión de vivir en
un mundo verdadero, debe primero comprender que el mundo desde el
cual él fue extraído, y que él tomaba como algo totalmente real, es
"una simulación neuronal interactiva que llamamos la Matriz".
En esta réplica perfecta de la vida urbana corriente, un mensaje aparece en la pantalla del computador de Neo que le dice:
Al
momento en que leemos estas palabras, nosotros los espectadores
somos también atrapados en la misma ilusión.
Con este propósito, Morfeo y su equipo de rebeldes,
que han extraído a Neo de la Matriz, voluntariamente retornan con él
a ésta, de modo que ellos puedan probar sus poderes mentales humanos
contra la IA que acciona la simulación. Muchas escenas en la
película se despliegan como si los personajes estuvieran funcionando
en un juego de video.
Aunque los actores que interpretan a estos dos amantes sean casi
totalmente carentes de emoción, este ángulo romántico es quizás el
rasgo más atractivo de la película.
Esta escena contiene algunos de los momentos más profundos en la película. (Hay que hacer notar que hay mucho diálogos intensos en The Matrix - en la primera parte, de todas maneras). Toma algún trabajo intelectual durante y después de la película comprender que agentes como Smith son réplicas humanas sin homólogos humanos.
Ellos no están vinculados a la gente real mantenida cautiva en los tanques contenedores, sino que son meros constructos de la IA, como Lara Croft y otros "avatares" de videojuegos. Como tales, ellos están investidos con poderes sobrehumanos: los agentes pueden matar réplicas humanas en la Matriz, y cuando ellos lo hacen, el verdadero cuerpo humano atado a la réplica muere.
Los humanos que aparecen en la Matriz, incluyendo la gente común y corriente en la calle así como los rebeldes escapados, todos tienen sus dobles fuera de ella.
La diferencia está en que los
rebeldes viven como seres libres en el verdadero pero devastado
mundo más allá de la Matriz, conscientes de que la Matriz es una
ilusión; pero todos los otros humanos desenchufados que parecen
vivir normalmente en la Matriz son ciegos ante la ilusión.
La trilogía de The Matrix ha sido llamada la primera película de acción de ciencia ficción para intelectuales. Sus creadores, los hermanos Wachowski, fueron inspirados por las audaces imágenes conceptuales del sociólogo francés Jean Baudrillard, quien ha escrito extensamente sobre la "simulación".
El material en Internet dedicado a las teorías de Baudrillard como están representadas en las películas, abunda por cientos de páginas. Los Wachowski reconocen a Baudrillard como una influencia principal, insertando un indicio visual de uno de sus libros, Simulación y Simulacros (Simulation and Simulacra), en la escena que abre la primera película.
Baudrillard mismo,
Él dice que ninguna película
puede explorar totalmente sus ideas y que los intentos de hacerlo en
estas películas están "desinformados y descaminados" (Tomando la
Píldora Roja - Taking
the Red Pill - editado por Glenn Yeffeth, p. 290)
Si el mensaje aquí es "seamos de verdad" y despertemos de la Matriz, es decir, del mundo artificialmente simulado de la tecnología electrónica en la cual la especie humana está rápidamente encapullándose a sí misma, entonces la pregunta sigue en pie:
La vida de los rebeldes escapados se desenvuelve completamente en la nave de Morfeo, el Nabucodonosor, que navega continuamente a través de innumerables túneles de alcantarilla perforados en la tierra.
Los rebeldes hablan de un lugar llamado Sión, el último refugio para la Humanidad, en alguna parte en el interior del planeta, pero Sión nunca es mostrado en la primera película. La vida de los rebeldes a bordo de su tunelera nave espacial es todo menos cálida y cómoda. Uno de ellos, Cypher, hace el papel del Judas que prefiere retornar a la Matriz.
Él hace
un trato con el agente Smith, quien le promete, cuando Cypher sea
insertado de nuevo en el computador central de simulación, proveerlo
con una vida de "alguien importante, como un actor".
Las opciones de la película son extremas: aceptar la ilusión proporcionada por la IA, que enmascara una realidad horrorosa, o aceptar la miseria de vivir en un mundo devastado por el conflicto entre la Humanidad y la IA.
Miles de páginas con comentarios sobre The Matrix han sido publicados en Internet, y varios libros están dedicados a detallados análisis del argumento y sus ramificaciones metafísicas.
Todo este escrutinio deja de plantear una pregunta
esencial, sin embargo, ¿cuál es el destino del mundo natural, el
hábitat original de la especie humana?.
La vida en Sión es representada en la segunda película como una escena de una fiesta rave de un submundo poblado principalmente por gente de color investida con un gran encanto tribal. ("Negro es hermoso" es claramente un subtexto de las películas de The Matrix).
Los muy
blancos amantes, Neo y Trinity (Keanu Reeves y Carrie-Anne Moss),
caminan con paso majestuoso usando presuntuosos lentes de sol y
andando por el mundo como jesuítas vestidos de cuero diseñado por
Armani. Casi nadie sonríe excepto los siniestros agentes y Cypher,
el traidor.
Esto recuerda cómo se espera que la realidad virtual trabaje según la visión profética de muchos tecnófilos de hoy. Los cautivos de la Matriz pueden disfrutar de simulaciones de la Naturaleza y nunca saber lo que ellos se están perdiendo.
Teóricamente, los escapados de la Matriz podrían volver a la Naturaleza, pero no hay ninguna motivación para hacerlo si el mundo natural está devastado o puesto en un estado casi inhabitable. Las Máquinas no requieren las condiciones necesarias para la supervivencia humana en la superficie del planeta: oxígeno para respirar, por ejemplo.
Según el agente Smith, estas Máquinas piensan
que la raza humana es algo como un virus, una plaga para la cual la
IA es la cura.
Ésta es tal vez la línea más decidora en la primera película.
En este punto, el argumento de la película presenta un comentario sobre el auditorio: nosotros, la especie humana, no nos comportamos como mamíferos corrientes, y por ello podríamos perder permanentemente nuestro lugar en la Naturaleza.
En vez de habitar el mundo natural, lo infestamos, como una plaga.
En efecto, esto puede representar la fase final del juego.
Algunos escritores de ciencia ficción han insertado en sus historias la creencia de que nuestra especie ha desarrollado la IA de modo que podamos "descargarnos a nosotros mismos en el hardware" y así eliminarnos como humanos perecederos. Uno podría decir que la IA es un medio para terminar con la narrativa humana.
La Matriz lleva esta creencia a su
consecuencia extrema: no habrá vida humana más allá o aparte de la
simulación producida por las Máquinas, la ciber-especie no-humana.
El héroe exhibe capacidades sobrehumanas en la Matriz, pero él permanece completamente humano en su existencia extra-Matriz.
(Durante sus intervenciones en la Matriz, los rebeldes
parecen como réplicas humanas, pero permanecen en sus cuerpos
físicos humanos a bordo del Nabucodonosor, atados a sillas
reclinables y temporalmente enchufados a la Matriz, de modo que
ellos puedan acceder a ella y subvertirla. Sin embargo, si ellos son
muertos en la Matriz, ellos pueden morir realmente en forma física,
como un soñador asesinado en una pesadilla que realmente muere en la
cama).
Esto recuerda la práctica esotérica de desarrollar siddhis, facultades mágicas poseídas por yoguis, maestros Zen y monjes guerreros budistas. Permanecer un humano liberado y al mismo tiempo penetrar a voluntad en la Matriz es en sí misma una hazaña sobrenatural del más alto orden: la bilocación.
(La completa bilocación física no es mera fantasía. Los casos reales están certificados: vea Supernature de Lyall Watson).
Una especie de bilocación ocurre espontáneamente en
las experiencias de salirse del cuerpo así como en el soñar lúcido,
cuando alguien se despierta en un sueño sabiendo que está
simultáneamente dormido en la cama.
En un largo artículo titulado "Gnosticismo Renacido: The Matrix como Viaje Chamánico - Gnosticism Reborn - The Matrix as Shamanic Journey", el autor Jake Horsely considera cómo las películas de The Matrix reflejan el mito gnóstico de los Arcontes, entidades alienígenas que intentan engañar a la Humanidad simulando sus pensamientos y su conducta.
Aunque Horsley explora la mitología gnóstica sólo superficialmente, y no menciona a los Arcontes excepto en una nota a pie de página, su ensayo introduce una perspectiva completamente nueva en la trama de la trilogía de The Matrix.
Hasta el descubrimiento de los documentos de Nag Hammadi en 1945, casi nada era conocido de las enseñanzas principales del gnosticismo. La palabra gnóstico quiere decir simplemente "alguien que sabe", pero lleva la implicación de la profunda y especial comprensión que penetra el núcleo oculto de la experiencia humana. Ciertos gnósticos enseñaban que los humanos están desviados de su apropiado curso de evolución por una extraña especie de seres inorgánicos que habitan el Sistema Solar más allá de la Tierra, y llamaron a esta especie los Arcontes.
La palabra griega arconte significa "autoridad", y los Arcontes son a veces llamados "las Autoridades".
En la Matriz, los Agentes son las autoridades que vigilan el mundo simulado, buscando réplicas humanas como Neo, que muestran signos del despertar del engaño.
Horsely explica la idea gnóstica de que los Arcontes tratan de imponer,
Una perspectiva gnóstica sugiere así que el argumento de The Matrix presenta una versión ciberpunk de un dilema espiritual genuino, un desafío verdadero y atemorizador que afronta la Humanidad, quizás su último desafío.
En sus advertencias sobre el engaño realizado por los Arcontes, los gnósticos pueden haber previsto los riesgos de la IA dos mil años antes de que surgiera. Sin embargo, la manera en la cual los Arcontes funcionan, su estrategia de simulación, por decirlo así, como está descrita en ciertos textos gnósticos, no implica dispositivos tecnológicos avanzados sino ideología religiosa. (Horsely no explora este punto).
Según los textos gnósticos, la desviación arcóntica de la especie humana es una forma de modificación del comportamiento de masas lograda mediante la conformidad ciega a ciertas creencias religiosas falsas, como la creencia en la salvación desde una condición pecadora por la intervención de Dios o del único representante de Dios.
En resumen,
los gnósticos rechazaron la ideología salvacionista
común al
judaísmo y al cristianismo (y más tarde, después de la eliminación
de los gnósticos, propia del Islam).
Esta caracterización de las ideas gnósticas es sugerida por el académico Richard Smith en el epílogo a la edición de The Nag Hammadi Library in English:
En Valis y otras obras, Dick desarrolló la idea de que la gente vive en un "holograma de dos mundos", una parte del cual es auténticamente real, y la otra parte es la proyección engañosa de una mentalidad alienígena que distorsiona nuestra humanidad.
Este modelo esquizofrénico es
consecuente con el mythos gnóstico.
En particular, hay una enorme desinformación acerca de los puntos de vista gnósticos sobre la realidad y el valor del mundo físico. Muchos estudiosos declaran que los gnósticos "condenaban la materia" y consideraban el mundo natural como malo y como simplemente un producto del engaño arcóntico.
Aun así, unas cuantas voces discrepantes sostienen que los gnósticos rechazaban no el mundo físico en sí sino nuestra percepción distorsionada de él.
Esta
opinión confirma la extraña apreciación del agente Smith: el
comportamiento de la especie humana es inconsecuente con la sana
actividad de los mamíferos. ¿Podría ser una percepción distorsionada
de la Naturaleza la que nos hace actuar como una plaga sobre la
Tierra?.
Cosmos en griego antiguo no significaba el mundo natural o el universo físico en general. Significaba "sistema", recordando el uso de aquella palabra en la terminología computacional: "sistema operativo".
Es quizá una
justa coincidencia que la palabra copta para "simulación" encontrada
en los textos gnósticos sea "hal", recordando a HAL, el computador
rebelde en la película
2001 de Clarke y Kubrick.
Pero si esto es así, ¿cómo es que la simulación que amenaza con absorber a la Humanidad es tecnológica más bien que ideológica, como los gnósticos creían que era?
La respuesta puede ser que la apropiación por parte de la tecnología de nuestra especie realmente ha sido preparada de antemano durante mucho tiempo por desviaciones ideológicas en nuestros sistemas de creencias religiosas, sobre todo aquellas creencias que determinan nuestra respuesta frente al mundo natural.
Esto implica una intrusión profunda en el territorio
psíquico de la Humanidad, pero es totalmente consecuente con el
argumento gnóstico de que la ideología religiosa errónea es una
especie de virus insinuado en la mente humana por una inteligencia
alienígena, una especie no-humana comparable a las Máquinas en la
Matriz.
Esta observación nos devuelve a la pregunta
central, aquí dicha con otras palabras: Si escapar del mundo
simulado de la Matriz no nos devuelve al mundo natural, donde somos
como una especie originada, ¿dónde nos llevará?.
Perdurará para ser vista si la imaginación de los creadores de la trilogía de The Matrix está a la altura de este alto standard de logro. Cualquiera sea el caso, esta historia cinematográfica nos desafía para escaparnos del feroz hechizo tecnológico de la simulación y recuperar nuestra humanidad mediante la realización de nuestros poderes imaginativos.
Los
gnósticos sostenían que la imaginación era parte de nuestro atributo
divino, que nos distingue de otros mamíferos.
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