8 Mayo 2013
del Sitio Web
BuenaSiembra
Versión
en italiano
El pan que se consume en la actualidad no tiene nada que ver con el
valor nutricional del que fue el símbolo del alimento por
excelencia.
La porquería que se consume bajo el sinónimo de pan es una
combinación artificial de sustancias químicas que solamente son
útiles para los que venden el pan pero que dañan al que lo consume.
Todos hemos oído decir que en la antigüedad se sobrevivía a veces
con pan y cebolla, mas quien pretendiese tal cosa en la actualidad
sería un suicida. Junto con el germen y el salvado, el pan pierde
casi todas sus proteínas, grasas, vitaminas y minerales.
El pan que se ingiere en la actualidad es un engrudo de
almidón que NO NUTRE SINO QUE NOS SOBRECARGA DE CALORÍAS VACÍAS
Y CONDUCE A LA OBESIDAD Y LA DESMINERALIZACIÓN.
¿Quién no sabe que el pan blanco produce estreñimiento?
Lo que no todo el mundo sabe es que además está directamente
implicado en otras muchas enfermedades entre las cuales podemos
citar:
...entre otras afecciones.
Todas ellas tienen por denominador común el verse favorecidas por
una dieta baja en fibra y la falta de las vitaminas y minerales del
trigo entero, especialmente la E y el complejo B.
Cuando uno oye hablar de las enormes ventajas de consumir pan
integral puede caer en la tentación de preguntarse, ¿qué tiene
de malo el pan blanco?
La respuesta es ¡todo!
El pan es conocido desde antes de que apareciese nuestra
civilización. El hombre molía el trigo entre piedras para obtener
primeramente la harina.
Esos granos molidos eran mezclados con levadura (algo que está
vivo, y no algo "químico"), sal y agua para formar una masa que
se dejaba fermentar hasta que "subía" como resultado del dióxido de
carbono que se produce por acción de la levadura.
A continuación se horneaba para formar el pan. Esto era pan.
El engrudo almidonado que compramos hoy en día en las modernas
panaderías o en bolsas de plástico no es verdadero pan, y éticamente
hablando es una atrocidad llamar pan a algo que nutre tan poco y
causa tantos problemas.
Un grano de trigo está compuesto por tres partes:
Si uno quiere realmente nutrirse debe
consumir las tres partes del grano en la proporción que la
naturaleza los combinó.
Desgraciadamente, no existe ninguna relación directa entre la
inteligencia y
la avaricia de la industria de los
molineros y fabricantes de pan.
¿Se ha preguntado alguna vez por qué se refina la harina?
Básicamente el trigo es refinado para garantizar una mayor duración,
puesto que el grano íntegro contiene grasas y es susceptible de
enranciamiento.
Para evitar el deterioro de los granos se prescinde de las partes
susceptibles de deterioración, pero no por ello menos nutritivas.
El resultado final es un polvo blanco que no se enrancia pero
tampoco nutre. Sólo son calorías vacías, es decir, carentes de
proteínas, aceite, vitaminas y minerales. La mayor parte de los
seres humanos no se han dado cuenta de este detalle, pero otros
minúsculos seres sí lo hacen…
A los insectos les gusta comerse el salvado, porque su instinto les
dice que es bueno para ellos, a los insectos también les gusta
comerse el germen de trigo porque les nutre y les hace sanos y
fuertes. Pero cabe preguntarse por qué los insectos no se comen la
harina blanca…
Sencillamente, porque no hay suficiente valor nutritivo en una
tonelada de harina blanca para mantener vivo a un pequeño insecto.
Una dieta basada en pan hecho con harina blanca que no puede
mantener vivos ni a los insectos ni a los animales durante las
pruebas de laboratorio, evidentemente tampoco puede mantener con
salud a nuestros hijos.
El pan blanco y los falsos panes integrales (elaborados con
harina blanca y algo de salvado, levadura artificial y productos
químicos, son igual de nocivos, sin importar la marca famosa o no),
contienen varias de las siguientes sustancias químicas:
yeso blanco, monoglicéridos y
diglicéridos, estearoil-2-lactilato de sodio, azodicarbonamida,
ácido tartárico, diacetilo, glicol propileno, musgo de Irlanda,
harina de arroz, almidón de papa, soya molida (residuos de la
extracción del aceite), dióxido de cloro, harina de pescado,
harina de huesos, lactato de calcio, fosfato de amonio, bromato
de calcio, azodicarbonamida, polisorbato 60 y, por supuesto,
mucha sal…
¿Cree que todo esto se añade pensando en
su salud? Hay que ser muy tonto para creer tal cosa...
El yeso blanco, llamado sulfato de
calcio, no es añadido para quitar las grietas de su estómago,
sino para que sea más fácil amasar hornadas de masa de 250 Kg. en
máquinas gigantescas.
La lista de venenos continúa.
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¿Había pensado alguna vez que
las levaduras químicas que han sustituido a la levadura
natural viva están compuestas de cosas tan sospechosas como
el bromato de potasio, ALUMINIO, cloruro de amonio,
tartrato, cloruro de amilasa, etc.?
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¿Sabía que el blanqueador usado
para purificar las harinas, DIÓXIDO DE CLORO, puede matar la
flora intestinal y es utilizado también en los detergentes?
Todo el mundo busca que el pan esté
"fresco", sin saber que para lograrlo los industriales le añaden
otra sustancia tóxica: etileno. Desde luego usted no leerá el nombre
de esta porquería en la etiqueta sino a los sumo "emulsificante".
También está el glicol propileno. Esta
sustancia mantiene el color del pan, para que no se decolore
mientras espera a que usted lo compre. El glicol propileno tiene
otro uso: como anticongelante.
Se ha comprobado en animales que produce una terrible depresión. Los
panes envasados y que han de permanecer mucho tiempo en una
estantería sin llenarse de moho (es decir, sin permitir que se
desarrolle la vida) están tratados con numerosos ingredientes para
matar bacterias.
Uno de los más usuales es el propionato que tiene la particularidad
de destruir las enzimas que permiten al organismo asimilar el
calcio.
Otro compuesto químico utilizado para "mejorar" la apariencia del
pan aunque haya sido elaborado con harinas de muy baja calidad es el
persulfato, un compuesto químico usado también para niquelar
metales, y que tiene la curiosa propiedad de destruir las pocas
vitaminas que pueden quedar en el pan y de convertir el calcio en
cal no asimilable por el organismo humano.
Quizás haya oído hablar del pan "enriquecido".
Créame, se trata tan sólo de otra tomadura de pelo; al pan blanco se
le quitan más de 22 nutrientes al refinarlo y se le añaden 4 ó 5 en
forma de vitaminas y minerales inorgánicos, pero nada de esto hace
que se parezca al verdadero pan y sigue sin hacer ningún bien al
cuerpo y sí mucho de malo.
La única solución al problema del pan es comer pan de verdad.
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