por Mrs. Tigersoap
31 Julio 2012

del Sitio Web Sott

Versión en francés
 

 

 

 

 

 

 

 

Las enfermedades autoinmunes están en constante aumento, el número de personas con diabetes en Francia prácticamente se ha duplicado en 10 años y la obesidad causa estragos en todas las capas de la población.

 

La medicina y la industria farmacéutica, si ofrecen ayuda para estas enfermedades y afecciones a menudo no son capaces de ofrecer una solución real. Por tanto, es necesario buscar en otro lugar.

 

¿Y si la solución estaba justo debajo de nuestras narices? Literalmente hablando, es decir, en nuestros platos. Después de todo ¿Es acaso una locura decir que la dieta tiene una influencia en la salud? Sí, contaminación, genes, etc., sin duda pueden influir en la misma.

 

Pero ¿Y si esta influencia era sólo secundaria en comparación con la que ejerce la alimentación? De hecho ¿El tipo de combustible usado en un coche no tiene ninguna influencia directa en el funcionamiento de este?

 

Ver el cuerpo humano como una máquina parecerá extremo para algunos, pero la comparación es útil.

Si consideramos al cuerpo humano como una máquina, preguntémonos entonces cuál sería su combustible ideal. ¿Podemos decir que la dieta moderna es ideal? Si usted vuelve a leer cuidadosamente la primera frase de este artículo, esto parece difícil de creer.

 

Obviamente, no comemos lo que se supone que debemos comer. ¿Y quién puede culparnos?

 

Entre la gran cantidad de información contradictoria sobre el tema, la industria agro-alimentaria que puja por nuestra atención y nuestra billetera, y que está dispuesta a hacer cualquier cosa para acceder a la misma (incluyendo mentirnos y ponernos en peligro), y el rango alimentos ofrecidos cada vez más amplio, hay algo a lo que prenderse.

 

Por lo menos aprender sobre el tema. La mayoría de las veces, elegiremos basarnos en la famosa (o debería decir la esfumada) pirámide de los alimentos, o en el último éxito de ventas sobre alimentación que se encuentra en las librerías, o en la dieta leída en nuestra revista favorita.

 

También podemos leer libros que no necesariamente se encuentran en la góndola y podemos hacer más investigaciones en Internet. Por último, iremos a ver a un nutricionista o hablaremos con nuestro médico.

 

Quien, a menudo, nos referirá a la pirámide de alimentos o la industria farmacéutica...
 

 

 

 

Buscar (y, sobre todo, encontrar) la información pertinente sobre los alimentos es una carrera llena de obstáculos, e incluso una expedición arqueológica.

 

Cavando, cavando, cavando, usted encontrará casi cualquier cosa... y su contradicción. Como suele suceder en estos casos, la única solución es volver a lo básico. ¿Y entonces qué comíamos hace varios miles de años?

Esta es la pregunta que cada vez más personas se preguntan todos los días, de acuerdo con el número de sitios Web, foros y libros dedicados al tema que hacen el zumbido en la cuestión de la alimentos: la dieta paleolítica.

 

Una búsqueda en Google en francés ofrece alrededor de 80.000 resultados. Una búsqueda en Inglés, unos 9.000.000. Los estadounidenses tomaron el tren antes que nosotros, y éste se ha lanzado a toda velocidad.

Algunos autores se han convertido en promotores estrellas del movimiento, entre ellos el Dr. S. Boyd Eaton, Loren Cordain, o en Francia, el Dr. Seignalet.

Estos autores hablan de un regreso a los orígenes, de una alimentación basada en lo que comían nuestros antepasados cazadores-recolectores, es decir, carne, frutas y verduras, grasas buenas y ningún producto cereal.

 

Y sí, aquí estamos hablando de la alimentación precedente a la introducción de la agricultura. Dado que la agricultura y los granos que produce, a pesar de lo que se nos ha inculcado desde hace décadas, no es el milagro que salvó al hombre, sino todo lo contrario.

 

Los productos lácteos, por su parte, son una fuente de controversia entre los especialistas de la paleodieta.

 

Algunos los recomiendan y otros no. En efecto, si bien proporcionan una buena grasa esencial y algunos nutrientes que necesitamos, los productos lácteos, y sobretodo la caseína y la lactosa que contienen, son peligrosos para los seres humanos (véase más adelante).

Y aquí es donde vemos que incluso el regreso a los orígenes es objeto de controversia.

 

Sin embargo, estas controversias se pueden evitar si uno se basa en elementos simples: los coprolitos que dejan nuestros antepasados, los huesos (humanos y animales) encontrados durante las excavaciones, las pinturas rupestres descubiertas en cuevas, pero también la historia de la alimentación humana y su fisiología.

  • Podremos hacer lectura de los autores/investigadores imparciales, que a menudo deben hacer frente a que sus colegas los ataquen y los pongan en ridículo (a menudo una señal de que estamos en el camino correcto)

     

  • Leer informes científicos más difíciles de acceder (es interesante ver cómo, en términos de alimentación, las investigaciones más mediatizadas van sistemáticamente hacia la dirección de los grupos de presión (lobbies) - después de todo, los grupos de presión los financian, a estos estudios - y esos que realmente benefician al hombre y que generan pocas ganancias son rápidamente enterrados y nunca llegan hasta nosotros)

     

  • Finalmente terminaremos con una enorme puesta en practica por cientos de personas que reportarán sobre su salud física, mental y emocional luego de hacer esta dieta de "Cro-Magnon"

Afortunadamente, usted no tiene que hacer todo esto porque ya lo hemos hecho por usted.

 

Y aquí está lo que salió de estas investigaciones y experiencias a gran escala.
 

 

 


La Paleodieta - Un Resumen

Nuestros antepasados cazadores-recolectores efectivamente comían proteínas, grasas y algunos carbohidratos en temporada. Ellos no comían productos lácteos o cereales.

 

Así que estos son los elementos básicos de esta dieta.

 

Por lo tanto, hay que precisar muchas cosas, ya que, como siempre, el diablo está en los detalles.
 

 


Las proteínas

 

 

 

 

Sí, la parte bella está en las proteínas en esta dieta, PERO éstas no son la fuente principal de combustible. Las grasas harán este trabajo.

 

Y puesto que las grasas son esenciales en este tipo de alimentación - y vamos a ver por qué a continuación - las proteínas no serán entonces "magras", al contrario de lo que la mayoría de autores de la paleodieta proponen.

 

De hecho, los animales que nuestros antepasados cazaban no eran delgados en absoluto. Más bien, eso es característico de los animales de crianza y principalmente de estas últimas décadas. Hoy en día, cada vez es más difícil encontrar carnes grasas, e incluso cuando se supone que lo son, en realidad son muy magras.

 

Visite cualquier carnicería y todo lo que verá será rojo. O sea, músculos, no grasa. La grasa ha sido demonizada por décadas, y en ninguna parte es esto más evidente que en la carne.

 

Sin embargo, la carne alta en grasa saturada sería ideal para nuestro cuerpo. Eso quiere decir que los animales criados al aire libre, que eran capaces de comer lo que tenían que comer, es decir, hierba para el ganado y bellotas para los cerdos, por ejemplo (y por lo tanto ningún grano o harina).

 

La carne de cerdo, cordero y pato será preferida antes que la vacuna, por su contenido en grasa más importante. Obviamente, también podemos comer pescados grasos, mariscos, etc. Generalmente, los peces más pequeños tienen un menor contenido de mercurio y, por lo tanto, son preferibles. De todas formas, comer atún u otro pescado de mayor tamaño no está prohibido si es que moderamos su consumo.

Un lugar especial también está reservado para las menudencias y los huesos.

 

Su consumo ha caído un poco en desuso, pero fue probablemente una parte importante de la dieta de los primeros humanos, si uno cree en las investigaciones del Dr. Weston Price.

 

Él estudió la alimentación de una tribu que vive en el norte de Canadá, que come casi exactamente lo que sus antepasados comieron allí durante miles de años. Su dieta consiste en carne (de animales que comen hierba solamente), menudencias y grasa. Eso es todo.

 

Estas personas ni siquiera comen pescado porque sus ríos están congelados la mayor parte del tiempo. El acceso a las frutas y verduras es prácticamente inexistente. Weston Price encontró que esta tribu no conoce ninguna de las enfermedades mencionadas en el principio del artículo, ni el cáncer!

 

Las mujeres dan a luz de forma rápida y sin complicaciones, y todos están llenos de energía y les resulta fácil soportar temperaturas de alrededor de -70°C.

 

Eso hace pensar...
 

 


Las grasas
Somos víctimas ya desde hace décadas de un gran engaño con respecto a la grasa.

 

La grasa se ha convertido en el enemigo público número uno, supuestamente porque causaría enfermedades cardiovasculares. De manera muy interesante, sin embargo, el hecho de comer carne magra y sin grasas durante todos estos años de embargo no ha impedido en absoluto el avance de las enfermedades cardiovasculares. Al contrario, están constantemente en aumento.

 

Mientras tanto, la grasa ha sido sustituida por el azúcar, y éste es quizás el verdadero culpable.

 

A diferencia del azúcar, las grasas son esenciales para el hombre, son esenciales para nuestro cuerpo:

  • Constituyen la base de nuestras células.

  • Forman la base de colesterol, del cual un cuarto se encuentra en el cerebro. Un nivel de colesterol bajo en el cerebro aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Un nivel de colesterol bajo en los niños suele estar relacionado con problemas de aprendizaje, y también se asocia con una esperanza de vida más corta. Las grasas son esenciales para el buen funcionamiento del cerebro.

  • Actúan como un antioxidante.

  • Forman todas las membranas del cuerpo y es gracias a ellas que éstas son selladas.

  • Protegen las articulaciones.

  • Constituyen una reserva de energía importante.

  • Permiten una mejor absorción de vitaminas (cuando se consumen con los vegetales, por ejemplo).

  • Entran en la composición de las hormonas.

 

 

 

Usted lo ha comprendido: ¡La grasa en realidad protege de protege de las enfermedades de las cuales la culpan!

 

Y lo ha adivinado: ¡No son la grasas las que lo hacen engordar, sino más bien los carbohidratos!


Evidentemente, el tipo y la calidad de la grasa consumida también son importantes. Los seres humanos necesitan grasas saturadas, omega-3, y no aceite vegetal o margarina.

De hecho, las grasas entran al cuerpo y se utilizan sin ser alteradas. La grasa que come se convierte en "su" grasa. Si usted sólo come aceite de oliva, sus células estarán formadas por los ácidos grasos que se encuentran en el mismo.

 

A la luz de este hecho, ¿es tan insensato inferir que como un ser humano, la grasa que es más similar a la que se encuentra naturalmente en nuestro cuerpo es la de los animales, y no la de las plantas?

Sin embargo, algunas personas inicialmente tendrán algunas dificultades para aumentar su ingesta de grasas buenas.

 

Hay dos razones principales para ello:

  • En primer lugar, porque han sufrido décadas de lavado de cerebro que nos dice que la grasa es el enemigo de la salud. Esta programación es extremadamente fuerte y resistente y puede incluso afectar a la digestión.

     

  • Por otro lado, después de años de seguir una dieta baja en grasa (alimentación por defecto de la mayoría de la gente), su hígado ya no está acostumbrado a digerir la grasa en grandes cantidades, y las toxinas que han sido acumuladas hacen que el proceso sea aún más difícil.

Por lo tanto, se requiere una transición lenta, y ciertos suplementos dietéticos y enzimas digestivos pueden ayudarlo (ver más abajo).

 



Los carbohidratos

 

  • El azúcar

     

     

     

    ¡Nuestro consumo de azúcar ha aumentado en 100 años de 1 kg a 35 kg!

     

    En nuestro tiempo, época de la prohibición de la grasa, el azúcar ha superado a la mayoría de los otros alimentos. Sin embargo, su uso no está exento de problemas, está lejos de ser así. El consumo de carbohidratos promueve el desarrollo de la grasa abdominal (especialmente a causa de la amilopectina A).

     

    Esta grasa abdominal aumenta los niveles de estrógeno, que tiene el efecto de inhibir los efectos de la testosterona y de este modo causar depresión, aumento de peso y pérdida de la libido.

     

    Los hidratos de carbono también aumentan el nivel de azúcar en la sangre. Provocan la liberación de insulina, la cual, cuando se repite día a día (¡y varias veces al día!), disminuye la sensibilidad de los receptores celulares y provoca de este modo la resistencia a la insulina, causa del aumento de peso.

     

    La resistencia a la insulina provoca en cierto plazo la diabetes, aumenta los triglicéridos, la presión arterial y los niveles de glucosa en la sangre.

     

    Estas reacciones aumentan la presencia de radicales libres que, a su vez, causan daño a las células, lo que acelera el proceso de envejecimiento, y por lo tanto la susceptibilidad a la enfermedad. La fermentación del azúcar también parece ser el medio preferido de las células cancerosas para replicarse y dividirse.


    El azúcar (como el trigo también), crea además un estado de dependencia.

     

    Quien sea que alguna vez haya hecho dieta sabe que los primeros días sin azúcar son una verdadera pesadilla.

     

     

  • El trigo, los cereales y las leguminosas
    El trigo contiene muchas proteínas y factores antinutricionales perjudiciales para los seres humanos y es probablemente el peor gluten. Contrariamente a la creencia popular, los celíacos no son los únicos que tienen inconvenientes por el gluten.

     

    Algunas de las enzimas, proteínas y lectinas que se encuentran en los cereales (y los granos) son la defensa de la planta contra los "depredadores" (usted).

     

    Se supone que desalientan su consumo, dándoles así la oportunidad de "reproducirse". Los cereales y granos no son aptos para el consumo humano (algunos producen factores antinutricionales que son capaces de destruir ciertas enzimas humanas, lo que le impide digerir ciertos alimentos.

     

    Tal es el caso de la soja, que inhibe las enzimas responsables de la la digestión de proteínas).

     

    El trigo también causa el síndrome del intestino poroso. La permeabilidad del intestino impide que el cuerpo absorba los nutrientes necesarios (que se eliminan) y, en su lugar, absorbe elementos tóxicos en vez de deshacerse de éstos. No es sorprendente que este síndrome está relacionado con las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y las enfermedades autoinmunes.

     

    Además, el gluten es una proteína que se une a los receptores opiáceos en nuestro cuerpo. Esto significa que causa un efecto similar al opio en nuestro organismo.

     

    Si alguna vez se preguntó por qué su sándwich o pasta parecen tan deliciosos, y, sobre todo, por qué siente ganas de dormir justo después, ahora tiene la respuesta.

     

    Ésta también es la razón por la cual dejar el gluten provoca síntomas de abstinencia que no tienen nada que envidiar a las drogas duras. Y es una droga que es consumida en casi todas las comidas, todos los días, por la mayoría de la gente en el mundo...

     

    Y cuando, además, sabemos lo que la agricultura significa para los seres humanos y el planeta, es escalofriante en más de un aspecto.

     

  • Las frutas y verduras
    Con las frutas y verduras es también la presencia de fibras la que ocasiona problemas.

     

    Se trata de una idea revolucionaria todavía (a pesar de que muchos médicos lo saben, pero no lo admiten sino obligadamente), pero las fibras no serían, de hecho, tan beneficiosas como nos pudieron hacer creer.

     

    Éstas irritan las paredes intestinales, ya que lentifican la digestión, crean la fermentación de los alimentos y aumentan el tiempo de absorción de los nutrientes. Por otro lado, muchas frutas y verduras también causan una inflamación en algunas personas (¿en todos?), debido, en parte, a los famosos factores antinutricionales mencionados anteriormente.

     

    Este es el caso de los tomates, las patatas, las berenjenas, los pimientos, etc.

    El problema de las frutas es que éstas se componen de azúcar y el azúcar, que se llama sacarosa o fructosa, es mala para el hombre por las razones mencionadas anteriormente. Algunos argumentan que los frutos están permitidos en la dieta paleo, porque estaban disponibles (y, por lo tanto, probablemente eran consumidos) en esa época.

     

    Esto no es del todo cierto. No olvidemos que las frutas que nuestros antepasados comían de tanto en tanto eran muy diferentes (y mucho menos dulces) que las que están disponibles en la actualidad, sobre todo debido a las técnicas de hibridación.

     

    Además, las frutas estaban disponibles sólo durante períodos cortos, y el páncreas (y la insulina) no era estimulado más que por una estación.

     

    Por otro lado, los hombres del Paleolítico eran ciertamente más capaces de hacer frente a este tipo de "exceso" comparados a nuestros organismos de seres humanos modernos que están constantemente tensos.

     

     

  • Los productos lácteos
    No, los productos lácteos no son sus amigos de por vida. Otra mentira de la industria agro-alimentaria.

     

    El hombre es la única especie que se "alimenta" de la leche de otra especie. Esta leche, si bien trae algunos nutrientes, contiene algunos elementos muy perjudiciales para los seres humanos, como la caseína. Los productos lácteos promueven el desarrollo del intestino poroso y la candida albicans.

     

    Además, llevan a un estado de dependencia, tal como el trigo y el azúcar.

 

 

 

Puesta en práctica

Es probable que haya una gran diferencia entre la forma en que usted come hoy en día y la manera paleolítica de comer.

 

Así que será necesario acostumbrar a su cuerpo poco a poco para llegar allí y proceder por etapa. El propósito de la dieta paleolítica es pasar de la quema de hidratos de carbono a la quema de grasas.

 

Nora Gedgaudas, autora de Primal Body, Primal Mind, compara la quema de carbohidratos a la quema de cientos de hojas de papel. Este sistema hace que la chimenea (nuestro cuerpo) funcione razonablemente bien, pero no es lo más económico. La cetosis (quema de grasas), a su vez, es equivalente a quemar un tronco. Ambos hacen funcionar la chimenea, pero la segunda es más eficiente y económica a largo plazo.

 

También es menos agotadora para el cuerpo:

cuando quema grasa, el cuerpo ya no está en constante corte de energía y ya no es necesario realimentarlo cada dos horas.

Se acaban las ansias de las 10h y el corte de energía de las 17h, síntomas de que el azúcar en la sangre cae y falta.

 

La cantidad de carbohidratos permitidos para alcanzar este estado óptimo en el cual el cuerpo quema las grasas y no los carbohidratos varía de un individuo a otro, pero con un consumo en torno a los 25g de carbohidratos por día, debe hacerlo en pocas semanas. Usted puede comenzar sirviéndose de una calculadora de carbohidratos (en Internet), pero después de un tiempo, no será necesario.

 

Al reducir progresivamente su ingesta de hidratos de carbono, usted pasará naturalmente al sistema óptimo.
 

 


La transición a la paleodieta
Tenga cuidado, si usted es mayor en edad o tiene algún problema de salud (problemas de presión arterial, problemas cardiovasculares), haga una transición muy lenta a la paleodieta.

 

Su máquina ha estado funcionando durante muchos años con un tipo de combustible, por lo que sería peligroso tratar de cambiar demasiado rápido.

 

A pesar de que generalmente la transición toma una a dos semanas en los jóvenes, puede tomar meses, incluso años, para las personas mayores (especialmente si tienen problemas de salud).

 

En algunos casos, puede no darse en absoluto, porque el sistema simplemente está demasiado enfermo para cambiar de combustible, el hígado se ha hecho demasiado lento, los intestinos menos eficaces. En este último caso, sin embargo, la dieta paleo permitirá de impedir que se produzcan otros daños adicionales.

 

Si este es su caso, coma entonces más carbohidratos (principalmente en forma de verduras) que los 25g recomendados.

 

  • Día 1
    Elimine todos los rastros de gluten de su dieta. Todos los granos contienen una u otra forma de esta proteína perjudicial para los seres humanos (el peor es gluten del trigo y el menos grave el del arroz).

     

    Por lo tanto, puede eliminar el arroz en último lugar.

     

    Después de 10 días, todos los granos deben ser eliminados. Los alimentos etiquetados como "sin gluten" no son aceptables, ya que contienen distintos tipos de harinas que la de trigo que son igualmente problemáticas (harina de arroz, de maíz, que no sólo contiene gluten pero lectinas, harina de mandioca o de patatas, que son inflamatorias).

     

    Durante los primeros tiempos, facilite la tarea comiendo más vegetales y proteínas, y aumentando un poco la ingesta de grasa (grasa de pato y mantequilla clarificada, por ejemplo), coma carne grasa y coma la grasa que se encuentra en ésta. Estas grasas le ayudarán a destetarse de los hidratos de carbono y le aportarán los nutrientes necesarios durante esta transición.

     

    Asimismo, recuerde aplicar el principio de su abuela:

"Coma como un rey por la mañana, como un príncipe en el almuerzo y como un mendigo a la noche".

El desayuno puede consistir en huevos, tocino, jamón.

 

El almuerzo, de proteínas, grasas y vegetales (judías verdes, patatas dulces, calabacín, ensalada, posiblemente acompañados de arroz o legumbres). Coma tanto como lo desee. El objetivo es eliminar todo lo que pueda afectar negativamente a su cuerpo sin causar reacciones adversas al detener todo de una vez.

 

De hecho, dejar un alimento provoca una desintoxicación del organismo en relación a este alimento, y dejar todo al mismo tiempo puede ser peligroso, especialmente si usted es mayor.

 

Su cuerpo funciona con estos alimentos desde hace años, incluso décadas, y es necesario proceder con mucha delicadeza y precaución.

 

  • Día 11
    Retire el arroz, las legumbres (garbanzos, lentejas, frijoles) y la soja (muy dañina para la salud).

     

    Su dieta en esta etapa ya no contiene ningún tipo de grano. Ninguna excepción debe ser toleradas; lea las etiquetas de todos los productos que usted compra - siendo lo ideal consumir un máximo de productos frescos adquiridos "en la fuente", es decir, que no están preparados o cocidos: ¡deje las latas y otros platos industriales!

    Su cuerpo está tratando de desintoxicarse de los diferentes tipos de gluten y otros factores anti-nutricionales, y este trabajo puede llevar meses.

     

    La menor cantidad de gluten, corta el proceso de desintoxicación y entonces los beneficios se pierden. Y, sí, hay que tener en cuenta a TODAS las formas de gluten.

     

    Si su champú o crema hidratante son a base de cereales (de leche de avena, o de germen de trigo, etc.) dificultarán su desintoxicación y tiene que dejar de usarlos. No podemos eliminar "casi" todo el gluten: debemos eliminar todas las fuentes posibles, lo que incluye comprobar las etiquetas de los cosméticos.

    Cocine con grasa de pato, mantequilla clarificada, manteca de cerdo, aceite de nuez de coco si usted lo tolera, o grasa de vaca. El aceite de oliva o de semillas de uva se permiten para sus preparaciones frías (mayonesa, aderezo de ensalada, etc.) Pero no deben ser utilizados para cocinar porque no pueden soportar altas temperaturas.

     

    Y suprima completamente y simplemente los aceites de girasol, soja, cacahuete y, el horror de los horrores, la margarina (que tiene sólo unas pocas moléculas de diferencia con el plástico...!).

     

    Haga esto durante diez días y vaya a la etapa siguiente.

     

  • Día 21
    Elimine por completo el azúcar de su dieta. Eso también significa las frutas.

     

    No reemplace todo el azúcar con edulcorantes artificiales (como el aspartamo) o "naturales" (fructosa, jarabe de agave, miel, jarabe de arce). Estos azúcares pueden ser peligrosos (por la presencia de excitotoxinas en los azúcares artificiales, y los azúcares naturales, a su vez, hacen que se eleven los picos de insulina).

     

    Prefiera entonces el xylitol (un azúcar hecha de corteza de abedul ¡y que tiene propiedades anti-candida y anti-caries!), sorbitol y la stevia si realmente le hace falta (para el té o el café, por ejemplo). Aumentar su ingesta de grasa también le ayudará a no sentir antojos de azúcar.

     

    Siga estas recomendaciones durante diez días antes de pasar a la siguiente etapa.

     

  • Día 31
    Elimine los productos lácteos y los frutos secos (nueces, avellanas, almendras, pistachos, etc.) de su dieta.

     

    Así que usted no debe comer más que grasas, proteínas y vegetales. Es preferible comer verduras cocidas antes que crudas (por lo general, en contra de lo que algunos llamados expertos dicen, en la paleodieta no es la dieta de "todo crudo.") De hecho, el hombre obtiene más ventajas de los alimentos cocinados.

     

    Además, los vegetales, si no se cocinan, a menudo contienen elementos tóxicos, como se explicó anteriormente. Coma las verduras cocinadas con grasa (grasa de pato, manteca, etc...)


    Los productos lácteos son suprimidos a lo último, ya que
    pueden hacer que la transición sin gluten sea más fácil.

     

  • Día 41
    Elimine el café, que estimula el páncreas y altera los niveles de azúcar en la sangre.

     

    Reemplácelos con té negro o verde y té de hierbas. Reduzca gradualmente la cantidad de verduras que consume mediante la sustitución con grasas buenas.

     

    La carne que come debe ser tan grasa como sea posible, y la presencia de grasa debe ser igual o superior a la de la carne.

 

Seguir el programa en orden es muy importante.

 

Aumentar su ingesta de grasa antes de haber disminuido apropiadamente los hidratos de carbono equivale a poner gasolina y diesel en el coche a la vez: ¡esto no puede terminar bien!

Esta alimentación le permitirá a su cuerpo desintoxicarse, pero también reparar su intestino. Si usted tiene un intestino permeable (y este es el caso más probable si usted come gluten de trigo), evite la mantequilla durante los primeros tiempos, y remplácela con mantequilla clarificada.

 

También considere tomar un suplemento de L-glutamina (con el estómago vacío, preferentemente en el desayuno o en caso de antojos de hidratos de carbono), que ayudará a reparar la pared intestinal. Al no comer gluten, azúcar y productos lácteos también tiene la ventaja de no alimentar a la candida albicans, que probablemente está en sus intestinos.

 

A medida que repara su intestino (y elimina la candida albicans), puede ser que algunos de sus síntomas ya desaparezcan.

 

El síndrome del intestino poroso impide la correcta absorción de los nutrientes, su reparación es vital y clave para el bienestar. Este es un paso que se olvida sistemáticamente en las numerosas versiones de la dieta paleo.

 

Esta transición jamás es sugerida y peor aún, al alentar los productos lácteos en algunos casos, evitan completamente esta reparación.

  • Quién dice productos lácteos, dice candida.

  • Quién dice candida, dice intestino permeable.

  • Quién dice intestino permeable, dice imposibilidad de estar sano.

Así que se alimentará principalmente de grasas, proteínas y algunas verduras.

 

Las verduras son principalmente una forma de consumir más grasas (por ejemplo, salteando generosamente sus porotos verdes en grasa de pato derretida).
 

 


Los suplementos
Vea aquí una lista de los suplementos alimentarios útiles durante la transición a la paleodieta:

  • Vitamina C - Ayuda contra el estreñimiento, ayuda a la desintoxicación, antiséptico, bactericida, virucida, ayuda a la absorción de hierro, etc.

     

  • Vitamina D - Controla el nivel de calcio en la sangre, lo que reduce el riesgo de cataratas, es un antioxidante, mejora la inmunidad, protege contra la osteoporosis, apoya la producción de estrógenos, lucha contra la depresión estacional, la obesidad, etc.

     

  • Magnesio (malato, citrato o glicinato) - El hombre moderno sufre de deficiencia de magnesio. Relaja los músculos, ayuda para dormir, ayuda en caso de cólicos, estreñimiento, etc.

     

  • Potasio - Ayuda a los músculos y nervios a funcionar de manera óptima, ayuda contra la confusión mental, irritabilidad, debilidad muscular y contra el efecto diurético de paleo.

     

  • L-Carnitina - Si hay espasmos musculares, ayuda a liberar la energía de las grasas.

     

  • L-Glutamina - Ayuda en la reparación del intestino, ayuda a sintetizar proteínas.

     

  • Enzimas digestivas; silimarina, bilis de buey, ácido clorhídrico, vinagre de sidra de manzana - Ayudan en la digestión, especialmente de las grasas.

     

  • Omega-3 - Ácidos grasos esenciales, ayudan en la reparación, son anti-inflamatorios.

     

  • Spirella y Chlorella - Ayudan a desintoxicar el cuerpo (especialmente los metales pesados).

     

  • Agua y sal - La dieta paleo es un diurético natural, es esencial no perder estos dos elementos. Si usted sufre de debilidad, estreñimiento, dolores de cabeza, fatiga, calambres, mareos al ponerse de pie, añada sal (natural, sin aditivos, no fluorados) a su dieta. Complementarse con electrolitos o beber caldo de huesos también es recomendable.

  •  

     

     

    Beneficios de la paleodieta

    La Paleodieta destaca lo que sucede en el cuerpo.

     

    Si observa reacciones adversas, estos no son los síntomas de la dieta en sí misma. ¡Hay una diferencia entre la correlación y la causa!

     

    En efecto, al estar la caseína y el gluten enlazados a los receptores opiáceos en el cuerpo, eliminarlos provoca necesariamente una reaparición de los síntomas que estos elementos, como narcóticos potentes, estaban enmascarado.

    Después de algún tiempo (diferente para cada uno) con esta dieta, su cuerpo va a entrar en cetosis.

     

    Usted podrá encontrar los siguientes síntomas:

    • un aliento "alcoholizado"

    • fatiga

    • insomnio

    • calambres

    • espasmos musculares

    • náuseas

    • dolores de cabeza, etc.

    Estos son signos de desintoxicación y la transición a la cetosis.

     

    Los mismos son pasajeros, y algunos de estos síntomas se pueden evitar (vea la lista de los suplementos). Una vez en cetosis, sin embargo, usted experimentará una energía renovada y su mente estará mucho más clara.

     

    A continuación se beneficiará de,

    • una mejor presión arterial

    • mayor sensibilidad a la insulina

    • pérdida de peso (o aumento de peso si usted es flaco)

    • aumento de la masa muscular

    • pérdida de masa grasosa

    • disminución o desaparición de sus síntomas de inflamación, notablemente a nivel de las articulaciones

    • una mejora de la calidad de la piel y, en particular, la psoriasis, el acné, la desaparición de la hinchazón

    • disminución del hambre

    • una mejora de los estados depresivos

    • mejor digestión

    • una mejora en los síntomas de alergia e intolerancia

    • disminución de la migrañas

    Si, como muchos, usted ha pasado una gran parte de su vida pensando sólo en comida, puede ser que esto fue simplemente porque su cuerpo no tenía los verdaderos nutrientes que necesitaba, es decir, la grasa, y ahora eso será una cosa del pasado.

    Si después de unos meses de esta dieta, puede comer mantequilla sin experimentar una reacción negativa, es porque su intestino se ha reparado, y podrá comer este alimento.

     

    La mantequilla de hecho es un alimento extremadamente beneficioso, ya que contiene vitamina A, ácido butírico, antioxidantes, vitamina E y K, selenio, vitamina D, ácido linoleico conjugado, grasas saturadas, lecitina (ayuda en el metabolismo del colesterol), etc. También contiene caseína, pero, una vez reparado el intestino, esto no debería ser un problema, especialmente en comparación con lo que la mantequilla puede aportar.

    Si lo desea, puede reintroducir ciertos alimentos de vez en cuando por placer - siempre en pequeñas cantidades, para no salir de la cetosis y que algunos factores antinutricionales que contienen no le afecten demasiado

     

    Pequeña lista:

    • algunos frutos secos (las nueces de caju parecen ser las frutas oleaginosas generalmente mejor toleradas)

    • bayas (fresas, frambuesas, moras, arándanos, grosellas negras, etc.)

    • zizania

    • chocolate negro a base de xylitol

     

     

     


    Perspectivas de la paleodieta

    Algunos leerán este programa con horror, preguntándose cómo podemos pasar el resto de nuestras vidas comiendo sólo grasas, proteínas y algunas verduras; diciendo que la variedad es la vida, etc.

     

    Por otro lado, estas son a menudo las mismas personas que de hecho comen todo el tiempo lo mismo sin darse cuenta (cereal para el desayuno, cereales en forma de pan para el almuerzo, cereales en forma de pastas para la cena).

     

    La alimentación moderna solo proporciona la ilusión de la elección. Por otra parte, tal vez en realidad deberíamos empezar a pensar en la alimentación de manera diferente. Tal vez nos hayamos engañado al pensar que la gran cantidad de especies de todo tipo que está en la tierra está allí solamente para satisfacer al hombre y su apetito insaciable...

     

    Nuestros antepasados, a pesar de que tal vez disfrutaban de su alimentación, probablemente la consideraban más como un combustible.

     

    Esta es una idea que puede parecer bastante extraña ahora, en un momento en que la comida es una obsesión para los seres humanos:

    ¿Cuántas veces al día piensa en la comida?

    ¿Le ha pasado alguna vez que recordó una comida o alimento con agua en la boca?

    ¿Tiene usted ansias tan intensas por lo que le es absolutamente necesario comer ciertos alimentos (hidratos de carbono, probablemente) tan pronto como sea posible?

    Si este es el caso, usted no está solo, todo el mundo está obsesionado con la comida, basta sólo con ver el número de programas de televisión, libros, revistas, artículos, páginas Web y blogs dedicados al tema.

     

    Y en un mundo cada vez más duro y triste, la comida se ha convertido en el máximo reconfortante.

    Vaya a un supermercado y observe con nuevos ojos los estantes llenos de alimentos a base de hidratos de carbono y azúcares que no aportan nada (salvo problemas de salud) y compárelos a los alimentos paleolíticos que curan, protegen y sanan. Esta enorme variedad entre carbohidratos, carbohidratos y carbohidratos... Esta elección es una ilusión enorme.

     

    ¡En realidad come todos los días la misma cosa!

    Es evidente que la dieta paleo es una manera completamente diferente de ver a la alimentación. Incluso si comer continúa siendo agradable y las comidas son igualmente deliciosas, la alimentación es sin duda considerada de otra manera: como un combustible antes que como un placer.

     

    Lejos del exceso y la obsesión por la comida, este regreso al origen es también un retorno a la simplicidad y da la comida su lugar apropiado en nuestras vidas. Su vida no girará alrededor de la alimentación, la próxima comida o su próxima "dosis". Las compras y la preparación de sus comidas también se simplificarán. ¡Qué liberación de tiempo, de energía y de pensamiento!

    Por último, la paleodieta puede ser una forma muy especial de protesta.

     

    Una contestación frente a la industria alimentaria, que ha hecho un buen trabajo de lobbying con el fin de seguir haciendo ganancias, arruinar su salud y luego dirigirlo a la industria farmacéutica para reparar el daño - o más bien, 'ponerle yeso en una pierna de madera', con el objetivo de mantenerlo con vida durante mucho tiempo, pero enfermo, para que la Big Agra siga extrayendo tranquilamente su dinero, durante el mayor tiempo que sea posible.

     

    Estas dos industrias nos meten terror desde hace décadas para llenar sus bolsillos a costa de nuestra salud.

     

    Este retorno al origen es un desaire enorme para este sistema que nos ha convertido en sus vaca lecheras.

     

    Advertencia: Haga un seguimiento con su 'médico' en paralelo, lo que ayudará a asegurarse regularmente que se encuentra en buen estado de salud.

     

    Generalmente, cuanto mayor sea la persona, la adaptación será más lenta... si se hace. Algunas personas serán siempre sensibles y deberán tener más atención que otros.


    Es absolutamente necesario que siga las etapas enumeradas en este artículo. No hacerlo podría ser peligroso. Los consejos incluidos en este artículo son indicativos. Siempre consulte a su médico.

     

     

     

    Bibliografía

    Estos libros proporcionan información valiosa acerca de los seres humanos y su dieta.

     

    Lamentablemente, ninguno de estos autores tiene razón en todos los puntos, y algunos por lo tanto recomiendan algunos alimentos que no se recomiendan en este artículo.