Capítulo X
El Maestro Codificado
Maestro Codificado, aún imperceptible para la mayor parte de vuestro
mundo, entra en la mente de las masas sólo cuando un número
suficiente de vosotros os hayáis depurado como para poder mantener
su patrón vibratorio en vuestra frecuencia, lo que podemos decir que
empieza a suceder en vuestro año terrestre de 2010.
No se trata del
«Mesías», ni tampoco tenemos la intención de presentarla como
vuestro salvador, así que os pedimos que no entreguéis vuestro poder
a esa posibilidad, pues ello significaría que habéis tergiversado
por completo nuestro mensaje. Aquellos de vosotros que iniciasteis
la tarea de depurar vuestro campo y os estáis liberando del miedo,
habéis entendido que os encamináis en la dirección correcta, que os
guía vuestra conciencia más elevada y que no hay nada externo que
pueda hacerlo por vosotros.
Vuestra concentración mental y la pureza de vuestra intención os
guiarán por el desierto del invierno gaiano; vuestros sentimientos
de comunidad y vuestro sentido de la totalidad permitirán que el
planeta se sostenga durante la noche sin estrellas. Ya podéis
descartar los sueños del Mesías y otros salvadores y ceder el paso
al saber interior (vuestra fortaleza y sentido de propósito), con el
cual cada uno de vosotros mantiene su propia frecuencia, mientras
asumís la responsabilidad de todos los pensamientos que enviáis en las
ondas, así como de cada una de vuestras obras, actos y palabras.
Los trabajadores físicamente presentes están ahora a vuestra
disposición para asistiros en el cambio y la depuración de las
energías, y los verdaderos maestros están transmitiendo el mensaje.
¿Habéis sentido las ondas centelleantes de luz que pasan por
vosotros?
Sin duda, estáis sorprendidos de la aceleración que se
está experimentando en muchos niveles, pues vuestra familia de
cuerpos celestes no había conocido nunca una intensidad vibratoria
semejante y, a su vez,
todos los planetas de vuestro sistema solar
han iniciado su metamorfosis. Todo está interrelacionado; cada
criatura viva de vuestra Deidad Solar lo experimenta todo, desde los
confines más lejanos de las órbitas exteriores hasta las esferas más
recónditas del ser, y también allí, en la explosiva masa de la
estrella gaseosa: vuestro Sol central.
Actualmente, están pasando a primer plano nuevos pensadores
revolucionarios en los campos de la astronomía y la astrología,
quienes tendrán la lucidez necesaria para cartografiar las nuevas
rutas, pues dentro de poco las relaciones de los cuerpos celestes
asumirán proporciones alteradas, a medida que los planetas inicien
sus agudos estados de transmutación, y los viejos paradigmas pierdan
su vigencia. Los arquetipos se están transformando en entidades más
complejas, y están surgiendo nuevos cuerpos de la oscuridad de lo
inexplorado.
A medida que vuestro Sol empieza su colapso, todo es
atraído hacia dentro, y lo que aún no ha sido descubierto saldrá a
la luz y luego viajará por el vórtice junto con vosotros.
Hay líderes nuevos, iconos fuertes en quienes podéis depositar
vuestra confianza; ellos os guiarán a través de los cataclismos de
las realidades que se desmoronan y os llevarán a la calma. Hay
madres y grupos de curación para nutrir y restituir las energías;
hay visionarios e instrumentos dotados que traen la sabiduría. Otros
se desempeñarán como guardianes de los registros y serán quienes
lleven los
códigos genéticos a la próxima dimensión.
Están los Guardianes de la
Tierra, quienes mantendrán la vibración de Gaia y facilitarán
vuestra activación cuando vayáis a los sitios. Pero no os engañéis
con imaginaciones de un gran salvador, pues ésa es simplemente una
alegoría mítica. Como seres de luz, os congregaréis, y en los
círculos sagrados de vuestra unión encontraréis protección y un
refugio seguro en vuestro amor por Gaia y por todo lo que palpita
con el latido del corazón del universo.
Cuando en las páginas precedentes os presentamos al Maestro
Codificado como aquel cuya misión es ayudar a guiaros de regreso a
la luz, no fue nuestra intención dar a entender que se trata de un
ser físico, aunque hay muchos a quienes les encantaría reclamar el
título. Por este motivo, sólo nos referiremos a Ella de esa manera
cuando sea necesario para cumplir con nuestro propósito en estas
transmisiones, el cual consiste en iniciar la percepción de su
presencia en esta difícil fase de vuestra evolución planetaria, y
transmitir dicha conciencia a tantos seres humanos como sea posible
para que podáis recibirla en vuestros corazones y aceptarla en la
mente
colectiva.
Cuando hablamos del Maestro Codificado, nos referimos a un Maestro
Ascendido que ha prestado sus servicios en muchos intervalos de
conciencia del Ser Universal. Ella llega a vuestro reino como una
especie de «partera» galáctica, cuya misión es ayudar en el
renacimiento de vuestra Deidad Solar. Ya ha descendido desde más
allá de la galaxia de Andrómeda, la décima dimensión, en preparación
para lo que se requerirá de su parte: la tarea monumental de
establecer los puntos de anclaje de los cuerpos celestes de vuestra
Deidad Solar.
Esto exige poderes mentales conscientes tan ajenos a
nuestras capacidades, que nos sentimos un tanto sobrecogidos ante su
magnitud, pues estamos hablando de una entidad cuya influencia
afecta el curso de todo un sistema solar, a medida que éste pasa de
un contexto dimensional a otro.
Esta es una misión inimaginable, aun desde nuestra perspectiva, de
modo que es inútil que tratemos de describirla en este punto de
nuestro desarrollo común. Os podemos decir, no obstante, que Ella
viene con el fin de abrir los portales de todos los cuerpos celestes
en vuestro sistema solar y para establecer el enlace gravitatorio
interplanetario necesario para el viaje por el gran vórtice de los
cordones astrales del Ser Universal.
Esto sucederá cuando las
alineaciones galácticas y las conjunciones planetarias
correspondientes coincidan con las coordenadas mayas. Ello involucra
universos paralelos, seres celestes multidimensionales, y vuestra
amada familia solar de planetas, lunas y asteroides, todos los
cuales habrán llegado a la posición óptima en el punto de proyección
maya del
21 de diciembre de 2012.
En cuanto al descenso del Maestro Codificado, no deseamos insinuar
que asume forma humana o que se cristaliza como materia; en verdad,
una esencia vibratoria de semejante intensidad no puede condensarse
en un cuerpo físico. Solamente, digamos, que sería como tratar de
mantener un litro de uranio puro en una botella de plástico. Su
esencia ya impregna vuestra atmósfera y está concentrada
especialmente sobre los vórtices, pues es desde la Tierra que
coordinará el enlace planetario.
Dado que no experimentaréis al Maestro Codificado como una deidad
física, os aconsejamos que no os fiéis de quienes alegarán ser
testigos de su imagen en las formas abstractas de las nubes y los
árboles. Ella está más allá de la forma, un ser de una magnitud
vibratoria tan monumental que no puede haber una referencia visual
específica o una palabra que la describa.
Ella es esencia, una
conciencia de la más pura intensidad en el desempeño de una misión:
prestar asistencia en el renacimiento de una Deidad.
Algunos de vosotros habéis empezado a conectaros con Ella en el
nivel de la energía primaria, el primero de una serie de etapas de
comunicación de creciente intensidad que pueden alcanzarse mediante un proceso gradual de alineaciones, pues tal es la inmensidad
de su luz. La presencia llega hasta vuestra conciencia como un
brillo extremadamente intenso, una iridiscencia radiante inexistente
en vuestro actual espectro de la luz, pero tened la certeza de que
cuando pase por vosotros lo reconoceréis.
Muchos más se harán conscientes de su presencia a comienzos del
nuevo milenio, y será ese propio brillo lo que despertará vuestra
conciencia, una señal de que habréis llegado al Nivel Uno de
aclimatación. Se trata de un color que percibiréis profundamente en
vuestro interior, el cual penetra con el fin de crear las
alteraciones necesarias a nivel subatómico; tal como en otras
circunstancias de vuestra evolución habéis absorbido frecuencias de
otras dimensiones que os han puesto en resonancia. El resplandor del
Maestro Codificado penetra hasta la estructura subatómica de todos
los seres del planeta y más allá, por todo el cuerpo de vuestra
Deidad Solar, el preludio eufórico de vuestra transición final al
próximo nivel.
Si hoy, por medio de estas enseñanzas, tenéis conocimiento de esta
entidad, entonces en este momento iniciáis vuestra percepción
consciente de Ella, un paso preliminar para recibir los ajustes
vibratorios, los cuales se iniciarán una vez que, simplemente, os
permitáis considerar la posibilidad de tener a un ser semejante en
vuestros pensamientos conscientes. Vuestra mente racional no
aceptará esto de buena gana, pues aún es inconcebible para vosotros
que pueda existir un ser de tal magnitud.
Estamos describiendo a un
Maestro Ascendido que resuena como una Deidad, y sabemos lo
extremadamente difícil que es para la cultura occidental, aún
esclavizada por sus religiones de raza blanca y dominio masculino,
aceptar a la Diosa.
Todos los seres se hacen más divinos en su proceso de ascensión por
la espiral. Os pedimos que consideréis esta afirmación como un hecho
en cuanto a lo espiritual. Así como transitáis el karma a medida que
se manifiesta en vuestra vida física, de igual manera, como seres
espirituales, evolucionáis y os convertís finalmente en
esa incontenible vibración de luz de la luminaria: el alma
evolucionada. Larga es la travesía hasta la iniciación; más larga
aún hasta la maestría y más allá..., hasta la ascensión. Es el mismo
sendero para todas las almas; el camino de regreso al Ser Supremo.
Toda la creación está en ese estado de movilidad ascendente de
transformación y de regreso a la Fuente. El Maestro Codificado ha
llegado a ese punto de fusión; sin embargo, primero tiene que
consagrar este acto final como conciencia individual: su
contribución a la Gran Obra de alquimia.
Éste es un proceso de
curaciones y alineaciones gravitatorias que llevarán a vuestra
Deidad Solar a través del túnel y, en la transición, el sistema
solar entero se convierte en oro.
Trydjya, nuestro instrumento, en este momento está siendo preparada
para el Nivel Tres de aclimatación, lo cual aumentará su sinergia
con las reverberaciones de la energía del Maestro. Esto facilitará
aún más su interacción con este Consejo y con seres de dimensiones
aún más elevadas, quienes iniciarán su comunicación con la Tierra en
un futuro muy cercano.
Esto forma parte del proceso continuo de
armonización necesario para su futura labor como el instrumento de
nuestra voz colectiva y oradora de los Días del Desierto. El Maestro
Codificado viene para definir las alineaciones apropiadas que se
requieren para garantizar que el tránsito se realice a salvo,
restableciendo en el cuerpo de la Deidad Solar las frecuencias de
sonido que ayudarán a mantener la cohesión de vuestro sistema solar,
tal como los Seres Delfín han sostenido vuestros mares.
Ella tiene
los códigos de todos los vórtices clave de cada cuerpo celeste en
vuestro sistema solar, y su misión consta de tres partes: purificará
los meridianos de energía de la Deidad Solar, establecerá el enlace
gravitatorio correcto entre los campos de fuerza de todos los
cuerpos y, en cierto sentido, dirigirá la orquesta de esta sinfonía
final.
Entendemos que sin su intervención vuestro sistema solar se
desintegraría, pues, a no ser que los cuerpos celestes hayan sido
integrados dinámicamente, el efecto de sifón de ese paso magnético podría hacer que los planetas, lunas y grupos de asteroides se
estrellen entre sí en una gran colisión galáctica, o lanzarlos a los
cuadrantes más lejanos del espacio hiperdimensíonal. Otros,
simplemente, podrían desaparecer en la zona gris «entre»
dimensiones, la suerte más indeseable para todas las almas en
transición.
La zona gris se puede comparar con la niebla más densa, una nebulosa
impenetrable entre la vida y la muerte, donde el alma que no ha
tenido resolución puede quedar atrapada entre la materia y el
espíritu durante las fases de transición del proceso de la muerte.
Tened la certeza de que no os gustaría estar en este lugar, ni como
unidades individuales en vuestros propios ciclos de vida y muerte,
ni como un cuerpo celeste en tránsito hacia su próxima dimensión. Es
aquí donde residen los infames «grises», vuestro estereotipo de los
villanos extraterrestres.
Desde estos turbios vapores se han
escabullido a múltiples entornos del universo material, y su
presencia perturba siempre la armonía de los seres tridimensionales.
No pertenecen ni a lo físico ni a lo espiritual, y por eso ocasionan
mucho miedo y molestias cuando aparecen en vuestra realidad. Como
nota al margen, queremos enfatizar que
éstos no son seres de luz, y
que vuestro creciente encaprichamiento con ellos —libros, películas,
figurillas, camisetas y demás parafernalia— los mantiene presentes
en vuestra conciencia.
Eso es insensato, especialmente en este
momento delicado, cuando hay tantas cosas en juego.
Sois mucho más perspicaces cuando centráis vuestras visiones
creativas de seres de otros planetas en imágenes que proporcionan
luz a vuestra aura, que cuando llenáis los espacios entre ellos y
vosotros con ilusiones del mundo gris, pues sabemos que entendéis
que el pensamiento puede manifestarse —y lo hace— cuando lo
proyectáis en vuestro entorno. Y, creednos, ésta es una realidad
que, sinceramente, es preferible que dejéis en paz.
El Maestro Codificado se convertirá en una fuerza predominante
durante el año 2010, cuando el tiempo inicie la fase extrema de su
curvatura antes de hacer un alto a partir del solsticio de invierno
de 2012.
Os enfrentaréis a muchas incongruencias a medida que el
tiempo lineal empiece a cerrarse a vuestro alrededor. Por más raros
que ahora os parezcan los acontecimientos, no podéis imaginar lo que
os aguarda una vez que lleguéis a ese punto de la rueda.
Presenciaréis la reaparición de especies extintas, la manifestación
de seres multidimensionales que atraviesan las capas, la repetición
de sucesos específicos de vuestro pasado y veréis que las barreras
de la realidad empiezan a abrirse de par en par.
Habrá una infinidad
de imágenes conflictivas, toda suerte de contradicciones, y reinará
la confusión en esta fase de la transformación, cuando seres de
todas las procedencias se enfrenten a la disonancia de las
realidades en proceso de fusionarse.
A medida que los efectos del cambio vibratorio intensifican vuestro
cuerpo emocional, mental y físico, también se intensifican las
condiciones geológicas de la Tierra. Con la aceleración del tiempo y
las crecientes rasgaduras y roturas en la estructuración del
espacio-tiempo, os veréis forzados a confrontar un sinnúmero de
«no-realidades». Serán muchos los que buscarán frenéticamente las
explicaciones lógicas y sencillamente «perderán la cabeza» (en
vuestros términos); otros, que han venido acelerando su cuerpo de
luz y cuya evolución los está sacando de la limitación, verán el
desmoronamiento de las murallas del tiempo como una expansión que
trasciende los límites de la tercera dimensión, y pasarán por todo
ello situados en un punto de equilibrio.
Aquéllos capaces de entender y de resonar con la frecuencia del
poderoso aumento vibratorio que se aproxima a vosotros con el
Maestro Codificado, tenéis un don. Habéis depurado vuestro campo y
ya os habéis enfrentado a los residuos de vuestro miedo, de tal
forma que realmente deseáis que llegue el cambio y sabéis que será
glorioso: el refinamiento de la polaridad, el fin del tiempo y la
liberación de la ilusión.
Sus emanaciones serán una parte sumamente
significativa de vuestra aceleración, una fuente de inspiración
consciente, y estáis listos, emprendiendo el vuelo en alas de la
expectativa.
El Maestro Codificado se halla personificado en las efigies de la
diosa egipcia Hator, donde se la representa con el disco solar entre
sus cuernos, pues los egipcios sabían que Ella mantenía el
equilibrio de Ra, vuestra Deidad Solar. Os recordamos que todo está
escrito en el Akasha, todo está previsto en el no-tiempo, y muchos
miembros de la clase sacerdotal de Egipto eran videntes de talento y
contaban con la guía de seres estelares de las Pléyades y Sirio,
quienes se encontraban entre ellos.
Al igual que Sotis —Sirio, la Estrella Perro—, ella asciende
simbólicamente en vuestro amanecer, tal como en los tiempos antiguos
de Egipto, cuando la salida de Sotis en el horizonte del Este (antes
del alba) anunciaba la crecida del río Nilo, lo cual proporcionaba
fertilidad y vida a las áridas tierras del Valle de Egipto.
Lamentablemente, no se puede comparar el desbordamiento de las aguas
del nuevo milenio con la inundación cíclica del Valle del Nilo, la
gran arteria fluvial de Egipto, pues las aguas rugientes y los mares
embravecidos que habéis empezado a experimentar en éstos, vuestros
tiempos, señalan apenas el comienzo de la furia desatada de la
naturaleza: la respuesta de Gaia ante el desequilibrio y la
desarmonía que han ocasionado vuestro descuido e indiferencia.
Se os ha advertido y puesto en aviso, con respecto a los cambios de
la Tierra que ya han empezado a manifestarse con furia en todo el
globo, y no tenemos el propósito de castigaros constantemente con
informes de las crisis que enfrenta vuestro planeta hoy en día. No
podemos enfatizar lo suficiente; sin embargo, tenéis el poder
de alterar los pronósticos actuales, aun cuando las profecías
tiendan a negaros un resultado positivo.
No es demasiado tarde para que pongáis en marcha la resolución. Ésta
es la jugada crucial; el momento del jaque mate lo tenéis frente a
vosotros. No obstante, regresando a nuestra observación de «los ojos
que no ven», nos preguntamos si vosotros, la raza, os movilizaréis a
tiempo para ganar la partida, para revertir los efectos de vuestros
errores y establecer un nuevo paradigma para la Tierra
tetradimensional.
En su transición a una dimensión más elevada, Gaia verdaderamente
pasa por una muerte planetaria natural, por cuanto ésa es la
naturaleza de la transición. Si este concepto os parece inquietante,
ello se debe a que aún os asusta la maravilla desconocida del viaje
de salida del reino físico. Recordad, sin embargo, que conocéis la
muerte, ya que la gran mayoría de vosotros habéis hecho la
transición personal muchos cientos de veces anteriormente. Como lo
hemos dicho reiteradamente, la información está contenida en vuestro
material genético, enterrada en la memoria subconsciente.
La crisis ecológica actual de Gaia es un preludio antinatural de su
transmutación, un síntoma de la alienación que separa a la humanidad
de la naturaleza y la Tierra. Estáis exacerbando el proceso de su
transición con vuestra destrucción indiscriminada de los
ecosistemas, pero no tiene por qué ser así. Al igual que la
experiencia humana de la muerte, puede darse una transición dulce y
suave.
Vuestro propio karma y el planteamiento individual de la
salud del cuerpo dictaminan si vuestra transición personal es como
el soplo de un viento suave o una violenta tormenta. De igual forma
sucede con Gaia, cuya enfermedad y malestar son el producto de
vuestra conciencia colectiva. Así como todos habéis contribuido a su
sufrimiento, de la misma forma podéis aunar vuestras fuerzas para
sanarla en preparación para la etapa final de su transición.
Grandes facciones de vuestra población y la mayor parte de la
clase dirigente, quienes aún niegan lo que sucede, se rehúsan
categóricamente a aceptar que haya una crisis ecológica. Esto, según
el humo que observamos elevarse por encima de los árboles de
vuestros bosques tropicales agonizantes, así como los tentáculos del
petróleo crudo que atraviesan vuestros océanos, hará que la transición
sea una travesía muy dolorosa.
Observar a la Tierra desde nuestra
posición estratégica es una experiencia aleccionadora, pues una vez
el habitat de Gaia fue uno de los más espectaculares del universo,
un paraíso y una belleza de connotaciones sin precedentes.
¡Y qué
música!
Su wam le cantaba a los cielos, como las sirenas a Ulises, y
muchos fueron los viajeros del espacio atraídos hacia la atmósfera
de la Tierra en esos días de antaño de vuestra coexistencia
armoniosa con las energías elementales. El hombre conocía su lugar
entre los vivos y era humilde ante las fuerzas invisibles del
universo, los dioses primordiales y los animales. Todo estaba en
equilibrio y reinaba el amor; todo era armonioso en el Jardín del
Edén.
Hemos observado a vuestros líderes gubernamentales durante su
trabajo en la Cumbre de Kyoto, donde se reunieron recientemente con
el fin de debatir el calentamiento global, y en la cual resolvieron
que para el año 2008 reducirían en un ocho por ciento las emisiones
tóxicas: excesivamente poco, demasiado tarde.
Quien gana en esta
perspectiva es la industria, Gaia pierde, y también vosotros.
Habéis
visto los comienzos de la disolución de
la Antártica (el último de
los ecosistemas sin estropear). Cuando llegue el momento de que
vuestros gobiernos cumplan con sus compromisos de poner en vigencia
los inadecuados planes de reducción prometidos en 1998, muchas de
vuestras ciudades y regiones costeras estarán bajo las aguas. La
masa glaciar entera se habrá partido, formando grandes islas que se
dirigirán hacia porciones de América del Sur y se derretirán en las
aguas más templadas.
Sabed que no es simple profecía lo que decimos aquí. Ya está
sucediendo; ya era una realidad que venía manifestándose desde 1998.
En caso de que no os hayáis enterado de estas noticias «devastadoras
para la Tierra» cuando aparecieron brevemente en vuestros medios de
comunicación, sabed que una enorme isla de hielo se desprendió del
polo e inició su migración hacia aguas más templadas en el extremo
sur de Argentina.
Este suceso, por sí solo, será la causa de grandes inundaciones,
pues se trata de toda una isla de hielo que se derrite lentamente en
esas aguas, y hay otros glaciares y muros de hielo que se están
desprendiendo constantemente. Podéis esperar una extensión del
fenómeno de El Niño (ya no la excepción esporádica), el cual es el
resultado directo del calentamiento global de la tierra, así como lo
es el deshielo de la Antártica.
Ya están ocurriendo inundaciones de
gigantescas proporciones en muchas áreas del mundo, pero hasta el
momento no habéis conocido lo que es la verdadera furia. El aumento
del nivel de las aguas, combinado con vuestra asfixia del suelo de Gaia bajo el cemento, serán la causa de una devastación
inconcebible.
Se redefinirá una gran porción de vuestras costas actuales, en tanto
que muchas ciudades y pueblos costeros, efectivamente, desaparecerán
para siempre, tragados por el crecimiento de las mareas, el desborde
de las aguas y los ríos embravecidos. Sin duda habéis empezado a
presentir que muchos emigrarán hacia zonas más seguras en los
próximos años, forzados a dejar sus hogares y comunidades en
búsqueda de tierra seca y terreno más elevado.
Tenéis otro asunto apremiante, producto de la crisis de
inundaciones, que ya se está experimentando en este momento. A
medida que las aguas desbordadas de vuestros océanos y ríos arrasan
vuestras tierras agrícolas y campos fértiles, destruyen gran parte
de vuestras provisiones alimenticias y extienden el envenenamiento.
Los desperdicios y escombros son barridos por las aguas
embravecidas,
y cuando éstas se retiran, encontráis que la tierra se halla
saturada de la inmundicia de los desechos humanos y desperdicios
tóxicos arrastrados por la inundación, lo cual contaminará el suelo
durante muchos años en el futuro.
Gaia no puede esperar hasta 2008 para la exigua reducción de un ocho
por ciento, ni tampoco vosotros, como seres que respiráis en el
planeta. Vais a tener que congregaros y aunar fuerzas para persuadir
a vuestros líderes mundiales y ordenarles que aborden el colapso
ecológico de la Tierra con la mayor urgencia, pues si bien los
titiriteros les ordenan que centren su atención en las relaciones
internacionales, la carrera armamentista, la economía global y el
avance de la tecnología, os decimos que actualmente no hay
preocupación más apremiante para la humanidad que la del medio
ambiente.
La ecología tiene que pasar al primer plano de vuestra conciencia y
convertirse en la preocupación primordial de todos los seres del
planeta. Se puede ejercer presión en los gobiernos para que
respondan, y aquellas industrias que insisten en sofocar la vida de
Gaia se pueden supervisar y finalmente frenar. Vosotros sois los
consumidores; controláis la industria a través de vuestro poder
adquisitivo, pues el dios del dinero determina la plataforma de
vuestras políticas globales.
Si lisa y llanamente rechazáis los
productos que no se adhieren a estrictas leyes medioambientales y
también repudiáis aquellos que crean enfermedades en vosotros (tales
como los productos agrícolas irradiados que ahora están apareciendo
en vuestros almacenes), el gobierno no tendrá más remedio que crear
la legislación que vosotros, el pueblo, exigís.
En consecuencia, la
industria se verá obligada a atenerse a los estándares y exigencias
de la población o cerrar sus operaciones. Cualquiera de estas dos
opciones es una solución positiva para el problema de la supremacía
absoluta de la industria en la Tierra.
En cuanto a lo demás, tendréis que hacer sacrificios; tal vez os
cause molestias y, ocasionalmente, gastéis más en productos
inofensivos para el medio ambiente, pues la industria argumenta que
poner en vigencia estándares ecológicos sencillamente no es
rentable; sin embargo, podría serlo si vosotros, como pueblo, como
el poder adquisitivo, optaseis por aquellos productos compatibles
con el medio ambiente y dejarais los otros.
-
¿Entendéis el poder de
vuestra unidad, y por qué os manipulan para que os separéis?
-
¿Dónde estáis, hijos e hijas de Gaia?
-
¿Estáis preparados para poner
en acción vuestra voluntad, para uniros como una conciencia
colectiva e ir al rescate de la Gran Madre Tierra?
Al aunar fuerzas
con aquellos que tienen el valor de arriesgar su seguridad personal
por el bien de la Tierra, podéis mover montañas.
-
¿Qué se ha hecho de
vuestra capacidad de discernir lo que es justo para vuestro planeta?
Debéis tener el valor de defender vuestras convicciones, de ir en
contra de la corriente, de rendir homenaje a la Verdad.
-
¿Cuándo vais
a insistir en las soluciones?
-
¿Cuándo pondréis la legislación en
vigencia y haréis vuestra parte para sanar al planeta, mientras aún
podéis efectuar el cambio?
-
¿Qué hay de los animales, las grandes
aves y los peces?
-
¿Os dais cuenta de que están desapareciendo
lentamente de la faz del planeta?
-
¿Qué tendrá que suceder para que
abandonéis vuestra resignación e iniciéis la pelea, uniendo fuerzas
para proteger y salvar a vuestra tierra, los mares y el mismo aire
que respiráis?
Las autoridades, las principales voces encargadas de la toma de
decisiones, siguen desoyendo vuestra voz, pues es demasiado suave,
demasiado endeble. Os hacemos un llamamiento para que vayáis a
impartir el conocimiento a las masas, de modo que, en cantidad
abrumadora, subáis el volumen y los obliguéis a escucharos.
No basta
con indignarse ante los crímenes que se cometen en contra de la
Madre Tierra; tenéis que hacer un aporte a la comunidad para
instigar el cambio. Vuestro frente unido es vitalidad, es la fuerza
de acción, como también lo es vuestro compromiso individual de
reducir el consumo, eliminar los desperdicios de manera cuidadosa y
correcta, y conduciros conscientemente en todo aquello que
contribuya a que Gaia recupere armoniosamente su equilibrio.
Nuestras advertencias pronto llegarán a su fin, pues será muy tarde
y no habrá vuelta atrás si hacéis caso omiso del mensaje y no os
ponéis decididamente en acción.
Ahora depende de vosotros; haceros
cargo, por amor a vuestro planeta y a todo el esplendor de vida que
ha conocido a lo largo de su historia inconmensurable. Y no olvidéis
que seguiréis centrados en la Tierra en la nueva dimensión; eso
quiere decir que la Tierra hace su travesía, y vosotros junto con
ella, pues sois sus hijos.
De modo que si pensáis en un final feliz
al estilo de Disneylandia, donde no importa lo que pase porque todo
se rectifica en lo nuevo, recordad que el karma debe resolverse, y
que los males de Gaia serán igualmente reales en la cuarta
dimensión, si bien el proceso de ascensión habrá alterado su
manifestación.
Habéis aprendido que sólo podéis liberaros mediante la resolución de
vuestras deudas kármicas, y lo mismo es válido para vuestro planeta.
Queremos daros tema para pensar en cuanto a lo que le esperaría a
Gaia en la realidad tetradimensional si no ponéis manos a la obra de
inmediato, pues estáis a punto de entrar en la etapa irreversible,
cuando todo sea atraído hacia el interior del vórtice a una
velocidad mayor que la de la luz.
El Maestro Codificado no tiene jurisdicción en materia de salud y
equilibrio de los ecosistemas de la Tierra, dado que ésa es una
responsabilidad kármica que tiene que resolverse por medio de
vuestra conciencia de raza. Ésta está enlazada con la totalidad y,
por lo tanto, constituye un aspecto de la función de curación del
Maestro Codificado, pero no creáis que llega un salvador en último
momento y libera al mundo de la calamidad, pues ésta es la
conciencia de la víctima: la antítesis de lo que en este momento se
requiere de vosotros.
Os podemos decir que Gaia es actualmente el cuerpo celeste más
inestable de vuestro sistema solar, y se la considera el eslabón
débil de la Deidad Solar por muchas razones. Paradójicamente, es
también el más dinámico, pues el potencial de la conciencia humana
es inmenso e inagotable y, según la lectura del Registro Akásico,
nos consta que los seres de la Tierra son capaces de inimaginables
obras de amor y compasión, especialmente en los momentos culminantes
de una crisis. Después de todo, vuestra gran capacidad de sentir
intensa emoción es un aspecto sumamente vital de vuestra condición
humana, y os animamos a que conozcáis vuestro cuerpo emocional en
toda su complejidad.
Nos fascina vuestra emotividad, pues cuando estáis llenos de amor
sois capaces de sentir extrema alegría, placer y el éxtasis de la
vida, y es un deleite para nosotros experimentar esas ondas
arrolladuras que pasan por nuestros reinos. Estamos agradecidos con
vosotros. Vuestras emociones, cuando las exalta el amor, son un
aspecto extremadamente poderoso de vuestra humanidad, aquello que os
lleva a la grandeza. Vuestro éxtasis se siente a lo largo y a lo
ancho de los cielos.
Esta es una de las razones principales que explican por qué se ha
puesto tanta atención en vosotros, por qué son tantos los ojos que
están observando y por qué el Maestro Codificado ha decidido
realizar su Gran Obra desde vuestro ámbito planetario.
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