18 Septiembre 2008
del Sitio Web
ElProyectoMatriz
“Pedir prestado no es mucho mejor que mendigar,
así como el prestar con usura no es gran cosa menos que robar”
Gotthold Ephraim Lessing
…PARA DESPERTAR CONCIENCIAS
Ya se le conoce como el Robin Hood de las finanzas.
El activista antistema Enric Duran, de 32 años, afirma haber obtenido 492.000 euros en préstamos de
diversas entidades bancarias, y dice que no piensa devolverlos. En casa,
asegura que le llueven las cartas de Asnef y Experian, dos listas de morosos.
Duran explica cómo llevó a cabo su acción, a la que llama “expropiación”, en
una publicación gratuita que él mismo ha editado y que ayer se repartió en
varias ciudades catalanas, denominada
Crisi.
El activista, supuestamente huido de España, asegura haber empleado la mayor
parte del dinero en la edición del panfleto y en donaciones a “movimientos
sociales”.
La publicación ADN ofrece una breve entrevista con él.
Escribo en estas páginas para hacer público que he expropiado 492.000 euros
a 39 entidades bancarias a través de 68 operaciones de crédito.
Si incluimos
los intereses de demora, la cifra actual de la deuda es de más de 500.000
euros que no pagaré.
Ha sido una acción individual de insumisión a la banca que he llevado a
cabo premeditadamente para denunciar al sistema bancario y para destinar el
dinero a iniciativas que alerten de la crisis sistémica que estamos
empezando a vivir y que intenten construir una alternativa de sociedad.
Se trata de una acción ajena a cualquier tipo de violencia, que reivindico
como una nueva forma de desobediencia civil, a la altura de los tiempos que
corren.
Cuando la financiación al consumo y la especulación son dominantes
en nuestra sociedad, ¿qué mejor que robar a los que nos roban y repartir el
dinero entre los grupos que denuncian esta situación y construyen
alternativas?
Lista de entidades bancarias afectadas
¿Cómo he podido conseguir tanto dinero sin propiedades ni avales?
Tras algunas investigaciones y pruebas, en la primavera del 2006, empecé a
llevar adelante de manera definitiva esta idea haciendo creer, según el caso,
a los diversos bancos, cajas y establecimientos financieros de crédito que
me quería reformar el piso o comprar un coche. En algunos casos, también a
través de una empresa creada con el propósito de poder justificar
determinadas inversiones como la compra de material audiovisual para una
productora.
La ventaja de pedir un préstamo desde una empresa es que la
deuda como empresa, aunque sea una empresa unipersonal, no aparece en tu
historial de deuda personal, de modo que puedes ir aumentando tu
endeudamiento indefinidamente sin que el CIRBE (sistema de información sobre
deudas del Banco de España) lo detecte.
Existen otras maneras de engañar al CIRBE que explicaré a quien quiera realizar una acción con una finalidad
similar a la de la mía.
Estos préstamos eran solicitados sin ninguna garantía ni de otra persona ni
de ninguna propiedad, simplemente con mi firma. Con una profesión inventada
y una buena nómina falsa que hacía creer que ganaba de sobras para acceder a
la financiación. El quid de la cuestión es que los bancos no tienen manera
alguna de comprobar si una nómina que les presentes es real o no, siempre y
cuando la empresa y la persona existan realmente.
También había que presentar los extractos bancarios adecuados, que conseguía
haciendo circular el dinero de cuentas de empresa a cuentas personales a
través de transferencias de nóminas para simular ingresos personales, que
los bancos se creían. En algunos casos me pedían el contrato de trabajo, la
declaración de la renta o la vida laboral.
A mis empresas les pedían las
declaraciones del IVA trimestral y, cuando ya tenían más de un año, el
impuesto de sociedades. A todo esto se puede responder adecuadamente, y a
veces con información real. Si no, con una impresora, fotocopiadora, tijeras
y celo, ¡se hacen maravillas!
En algunos casos, tuve que comprar el coche
para el que había solicitado el préstamo, y después me lo tuve que vender
todo antes de dejar de pagar para que no me lo pudiesen embargar i así tener
más fondos para financiar las luchas.
Sorprenderá que haya conseguido esto, 492.000 euros sin avales ni garantías,
en un contexto de contracción del crédito.
Es una demostración de cómo la
banca promueve el endeudamiento de las familias por encima de cualquier
control y de cualquier medida de prevención de riesgos y de sentido común.
Como conclusión, hay un hecho que nos puede ayudar a entender las
posibilidades y oportunidades que hay para este tipo de acción: los bancos y
las entidades financieras necesitan conceder créditos, porque es una de sus
maneras principales de obtener beneficios y porque, como ya hemos explicado
en otro artículo anterior, el sistema financiero necesita que cada vez se
firmen más créditos para poder crear cada vez más dinero.
Es una rueda que
no se detendrá hasta que colapse el sistema.
Nosotras, en lugar de seguir
ayudando a que la rueda gire pidiendo créditos para producir o para consumir,
tenemos la oportunidad y la responsabilidad de ponerle trabas, haciéndoles
creer que queremos créditos y que así podrán crear este dinero gracias a
nosotras. Después, al no devolver los préstamos, hacemos desaparecer este
dinero y el que se había creado de la nada, con la garantía que habíamos
firmado de devolución de las deudas.
Este sistema funciona a partir de la
confianza y si mediante formas de actuación como estas, conseguimos sembrar
desconfianza, podremos abolirlo (destruirlo?)!
¿Por qué esta acción?
Esta crisis que se ha explicado en artículos anteriores, especialmente en su
vertiente energética, era de prever.
Hace tres años conocí las reflexiones
acerca del cénit del petróleo y pensé que en el momento en que se
desencadenara la crisis sería fundamental que estuviésemos preparados. Ésta
podría ser una oportunidad para el cambio social, un momento que se tenía
que aprovechar. Pero si no nos preparábamos, el futuro podría llegar a ser
incluso mucho peor de lo que tenemos ahora, dado que la gestión de la
escasez dirigida desde poderes económicos y políticos podría llevarnos hacia
un nuevo fascismo.
A menudo, uno de los inconvenientes que encontramos cuando hablamos de
transformación social en la actualidad es que nos cuesta identificar a los
enemigos principales. No en vano, ya juegan bien sus cartas para que cueste
identificarlos.
Como hemos visto en el artículo que hablaba del sistema
financiero, hay mecanismos escondidos y perversos que hacen que una minoría
controle la creación de dinero y, a partir de ello, hacen que el sistema
económico se mueva al ritmo que más les interesa.
Desenmascarar a esta
minoría, a este sistema bancario que nos lleva al colapso ecológico, me
parecía fundamental y fue una motivación clara para llevarme a realizar esta
acción de insumisión financiera y hacerla pública.
Otra razón de peso fue el poder fortalecer a los movimientos sociales para
que se pudiesen preparar para la crisis, ensayando las alternativas que
pueden convertirse en el ejemplo de una forma de vida viable cuando ésta
estalle.
Creía que para esto hacía falta más dinero del que podemos
conseguir por otros medios, ya que, según mi experiencia en los movimientos
sociales, uno de los factores limitadores importantes de los proyectos
transformadores ha sido siempre la falta de capacidad económica para echar
adelante proyectos estratégicos que se puedan iniciar cuando se crea
conveniente y mantener con el tiempo.
Hay alternativas de sociedad que empiezan a ponerse en marcha desde la
práctica y sin ideas demasiado preestablecidas. Hay muchas iniciativas que,
desde la autonomía y la autogestión, están empezando a practicar formas de
vida en las que creen como alternativa al sistema capitalista actual. Hay
esfuerzos claros y decididos para coordinarse y organizarse conjuntamente en
red, para empezar a poner en práctica otro modelo de sociedad.
El camino ya
ha empezado, ahora hay que mantenerlo y darle fuerza.
¿A quién ha ido el dinero?
Una vez pagadas comisiones, intereses, notarios, impuestos y gastos varios
relacionados con la acción y que no forman parte del dinero disponible para
el cambio social, quedaron unos 360.000 euros que se han destinado, entre
otros, a la publicación que tienes entre tus manos.
Los demás destinos han
sido diversas acciones e iniciativas destinadas tanto a concienciar sobre la
crisis sistémica (energética, alimentaria, económica…) como, especialmente,
a impulsar un amplio movimiento social que ponga en marcha otras maneras de
vivir en sociedad mientras se enfrenta al modelo capitalista actual,
teniendo como objetivo el de sustituirlo.
No daré detalles en este escrito para no poner en problemas a los proyectos
que han recibido este dinero sin ser responsables de ello, pero confío que
la memoria de las personas con quien he compartido momentos en los últimos
tiempos activará el boca-oreja que hará que mucha gente pueda saber con
seguridad que el destino de los fondos ha sido orientado en este sentido.
Un llamamiento a la acción
Esta acción quiere ser sobre todo un llamamiento para que cada una se
plantee qué es lo que puede y lo que quiere hacer para cambiar el estado de
las cosas dentro de lo que sea posible o incluso de lo que podría parecer
imposible…
Si yo he llevado a cabo esta insumisión financiera, arriesgando
mi libertad para demostrar que el sistema económico es más vulnerable de lo
que parece y para conseguir todo este dinero para la construcción de
alternativas, quizás muchas otras personas podrán hacer alguna cosa más si
creen en sí mismas, si saben librarse de los falsos miedos en que se nos
educa premeditadamente dentro del sistema y si piensan decididamente que
sólo la gente, desde abajo, podemos cambiar el estado de las cosas.
Poniendo como ejemplo el estilo de acción que yo he llevado a cabo, quizás
cada uno, según su contexto personal y económico, pueda darse cuenta de que
hay cosas que están a su alcance:
Los arrendatarios, que padecéis el encarecimiento de los precios (que
acostumbra a venir tras el encarecimiento de los precios de compra) podéis
juntaros para iniciar una huelga de alquileres como la de los años 1930 y
31; me consta que ya hay gente que está pensando en ello…
- Foro social -
Si estáis pagando una hipoteca desde hace pocos años y os queda mucho tiempo
de trabajo en un puesto que no os gusta, quizás podéis dejar de pagar la
hipoteca y ocupar vuestra casa.
Si lo hacéis solos quizás tendréis un
problema (aunque no más grande que el que ya teníais y además os podréis
plantear dedicaros a lo que os guste y que sea coherente con vuestras ideas
y vocaciones) pero si mucha gente se organiza, será la banca la que tendrá
el problema…
Si sois personas comprometidas y queréis colaborar con los movimientos
sociales, ahora ya sabéis que tenéis la opción de solicitar algunos
préstamos y no pagarlos para así financiar las luchas, a la vez que ponéis
trabas al sistema financiero. Hay maneras de hacerlo sin recibir por ello
ninguna acusación penal, sería cuestión de hacerlo a una escala más pequeña
que la mía y de no hacerlo público. En esto os puedo echar una mano, jeje.
Si ya vais camino de tener que vivir sin cuentas bancarias porque os han
puesto una pena-multa (de esas que tanto abundan actualmente) que no queréis
pagar, ¿por qué no expropiáis algo de dinero a la banca antes de que llegue
el momento de dejar de tener cuentas corrientes?
Eso sí, con estas diversas opciones y otras que se os puedan ocurrir seréis
morosos toda la vida (o mientras aguante este sistema financiero en
crisis…), de modo que sería aconsejable que os lo pensaseis como idea
acompañada de un plan personal para vivir de otra manera, sin cuentas
corrientes ni propiedades.
De todos modos, si no podéis o no queréis llevar a cabo ninguna de las
acciones anteriores, hay dos cosas más sencillas que todo el mundo puede y
debería hacer lo antes posible: no solicitar ningún crédito y sacar el
dinero del banco.
Al mantener préstamos, tarjetas de crédito y cuentas corrientes, estamos
siendo cómplices de unos bancos que representan el corazón de un sistema
capitalista que está sembrando la destrucción del planeta, la pobreza y la
esclavitud de nuestras vidas por doquier. Sacar el dinero del banco es una
cosa que cualquier persona puede hacer si simplemente se organiza un poco
para gestionar sus pagos y cobros de otro modo.
Y si este llamamiento te llega tarde porque hay deudas que no has podido
pagar y ya apareces en listas de morosidad de los bancos… por qué no te
pones en contacto conmigo y montamos un sindicato de morosos?
Que hay más
personas inscritas en las listas de morosos que en las del paro… ¡y vivir
sin cuentas corrientes es un arte que valdría la pena compartir!
Lo que voy a hacer a partir de ahora
Mientras escribo este comunicado público aún no hay ninguna acusación penal
contra mi persona, hecho que prueba que he podido llevar a cabo la acción
hasta el final afuera de cualquier control o sospecha policial.
De todos
modos, según el sistema judicial del estado español (y sin contar con su
motivación ética), a partir de esta confesión se me tendría que acusar de
estafa mayor (que se considera a partir de 50.000 euros) y de insolvencia
punible (también denominada levantamiento de bienes).
Por la primera
acusación se me pueden pedir entre 2 y 6 años, y por la segunda entre 1 y 3
años. Así que he preferido reivindicar esta acción públicamente como
desobediencia civil para que todo el mundo pueda saber lo que se puede hacer
y para cuestionar al mismo sistema financiero en vez de esconderlo como me
recomendaría cualquier persona que pensase primero en su integridad
personal.
Pero dado que mi postura es claramente de reconocimiento y de defensa moral
y política de los hechos y dado que no pienso que el sistema judicial está
legitimado para juzgarme (como parte de un sistema político totalmente
antidemocrático en cuanto a dependencia de los mismos poderes económicos a
los que denuncio con mi acción), he decidido acompañar esta explicación
pública de los hechos con mi desaparición física.
De ese modo evitaré que
posibles represalias contra mi libertad o mi cuerpo me impidan seguir
defendiendo y explicando estos hechos públicamente y seguiré activo en los
movimientos sociales catalanes a partir de la participación virtual mientras
me encuentre físicamente en algún otro lugar del mundo desde el que pueda
también participar en las luchas sociales.
Más adelante, me reservo la posibilidad de volver a aparecer físicamente en
territorio catalán, si se demuestra que la sociedad civil catalana está
preparada para defender la libertad de aquellas personas que nos enfrentamos
públicamente a los poderes económicos y políticos de nuestra sociedad.
Y si algún día, por voluntad propia o no, soy juzgado, aviso que el único
veredicto que aceptaré será la absolución por consideración del tribunal de
que mi acción no es constitutiva de delito, a causa de su motivación ética y
solidaria en contra de los actores que más daño hacen a esta sociedad y en pro del bien común. Aparte de esto, no negociaré penas menores para evitar
cumplir condena, ni pagaré una fianza, ni multa, ni negociaré la deuda.
Si
el estado es incapaz de salir de la presión de los poderes fácticos, que
todo el mundo lo vea manteniendo a una persona como yo en prisión.
Desde este momento, podréis conocer mi identidad y contactar conmigo a
través de la Web
http://www.17-s.info donde también podréis encontrar
información más detallada.
La fusión entre dos tradiciones activistas
Esta acción de Enric, aún siendo innovadora, no sale de la nada;
históricamente, activistas de muchas tendencias se han arriesgado por el
bien común desde afuera de la legalidad vigente, ya sea realizando acciones
contra la banca para financiar las luchas, ya sea realizando acciones
públicas de desobediencia civil para transformar algo.
En el campo de las
expropiaciones bancarias, la tradición arranca a principios del siglo XX, en
países como Francia e Italia, y también en el estado español, por ejemplo
con el espectacular atraco al Banco de España en Gijón por el grupo de los
solidarios, en 1923.
Personajes míticos de nuestra historia como Durruti, Quico Sabaté o Salvador
Puigantich han participado en acciones de este tipo, las cuales siempre son
peligrosas ya que se pone en juego la vida tanto de los participantes como
de los trabajadores de las sucursales.
Otros métodos clandestinos, más
seguros para las personas pero complicados han sido la falsificación de
moneda o de cheques de viaje, por esta última acción contra el Citibank se
dio a conocer al mundo Lucio Urtubia, quien todavía vive y recientemente ha
realizado varias conferencias en el territorio catalán para presentar el
documental Lucio, el anarquista irreductible.
La estrategia de la desobediencia civil arranca en el siglo XIX de la mano
de Henry Thoreau y se hace conocida mundialmente a través de figuras como
las de Gandhi y Martin Luther King.
En el estado español no empieza a
valorarse la desobediencia pacífica como posibilidad hasta después de la
muerte del dictador Franco, dado que cuando la violencia del estado goza de
completa inmunidad, la desobediencia no violenta se hace imposible.
Desde
los 70 hasta ahora, algunos de los movimientos sociales más reconocidos como
la exitosa insumisión al servicio militar y el movimiento de ocupaciones se
basan en esta premisa desobediente.
Una de las dificultades del punto de encuentro radica en que parten de
situaciones opuestas.
La primera necesita de clandestinidad; la segunda es
una acción pública que basa su fuerza en su apoyo social y en la legitimidad
de sus acciones. La acción que nos ocupa hoy las puede fusionar porque tiene
dos partes: la parte de acción directa (ya se ha llevado a cabo y su
carácter secreto ha permitido el éxito de la acción) con la parte de
desobediencia civil (que empieza hoy, con la confesión y defensa pública que
hace el autor, cuestionando seriamente la legitimidad moral de la banca).
Si este ejemplo quedará como un caso aislado o si será la semilla para una
nueva estrategia de acción, ya sea pública o escondida, el tiempo nos lo
revelará. La palabra la tenemos cada una de las personas que queremos
cambiar las cosas.
It Is Coming...
Subtitulado en Español
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