New Dawn Special Issue 8 Septiembre 22, 2009 del Sitio Web NewDawnMagazine traducción de Editorial-Streicher 20 Diciembre 2014 del Sitio Web Editorial-Streicher
Enoc y los Vigilantes
- La Verdadera Historia de
los Ángeles y los Demonios -
Ésta era una tentativa de contrarrestar la influencia de grupos anónimos New Age que estaban supuestamente reclutando a nuevos miembros dentro de la Iglesia Católica.
En el futuro, los rezos eran sólo para ser dirigidos a los tres únicos arcángeles que son mencionados en la Biblia (Miguel, Gabriel y Rafael). Según el apócrifo y prohibido Libro de Enoc éstos fueron los seres angelicales responsables de encadenar a los malvados ángeles caídos, o Vigilantes, que habían transgredido la ley de Dios.
El reporte noticioso decía que la
Iglesia primitiva había excluido dicho libro, atribuido al profeta
del Antiguo Testamento y patriarca Enoc, de la versión autorizada de
la Biblia, porque describía a estos ángeles caídos y sus
actividades.
Tradicionalmente los Ben Elohim o "hijos de Dios" eran varios cientos, y ellos descendieron a la Tierra sobre el monte Hermón [entre el Líbano y Siria]. Significativamente, aquél era un lugar sagrado tanto para los cananeos como para los hebreos que invadieron su tierra.
En tiempos posteriores, en sus laderas
fueron construidos lugares consagrados a los dioses Baal, Zeus,
Helios y Pan, y a la diosa Astarté.
El título
"Vigilante" simplemente significa "el que vigila", "aquellos que
cuidan", "aquellos que están despiertos" o "aquellos que no
duermen". Estos títulos reflejan la relación única entre los
Vigilantes y la raza humana desde antiguos tiempos.
Su tarea era observar
y vigilar a la emergente especie humana e informar acerca de su
progreso. Sin embargo, ellos se vieron limitados por la principal
directriz divina de no interferir en la evolución humana.
Lamentablemente ellos decidieron ignorar la orden de Dios y desafiar
sus órdenes, y convertirse en maestros de la raza humana, con
desafortunadas repercusiones tanto para ellos como para la
Humanidad.
En la Biblia ortodoxa el profeta Enoc (del hebreo "hanoj" = instructor) es una figura misteriosa. En Génesis 4:16-23 él es descrito como hijo de Caín, el labrador, y la primera ciudad construída por su padre es bautizada en honor de Enoc.
Posteriormente en Génesis 5:18-19, y
varias generaciones más tarde, Enoc es llamado hijo de Jared, y es
durante su vida que los Vigilantes llegan o encarnan en cuerpos
humanos.
También dice que Enoc puso por escrito "los signos del Cielo" (los signos zodiacales) según sus meses en un libro. Esto fue para que los seres humanos pudieran conocer las estaciones de los años en relación al orden de los meses y sus respectivas influencias estelares y planetarias.
La indicación
es que Enoc recibió esta información de fuentes extraterrestres
angelicales, es decir, de los Vigilantes, y por lo tanto él era un
ejemplo cultural.
Esto
posteriormente provocó la
ira de Yahvé y, según la Biblia, la
consecuencia de este mestizaje entre los Caídos y los mortales
condujo a la creación de una descendencia semi-angélica y semi-humana
(Génesis 6:4).
Los ángeles caídos enseñaron a sus mujeres e hijos una variedad de nuevas habilidades tecnológicas, conocimiento mágico y sabiduría oculta. Esto sugiere que las capacidades psíquicas y los poderes mágicos fueron originalmente una herencia antigua del reino angelical dado a los primeros humanos.
En la tradición luciferina
esto es conocido en términos espirituales y metafóricos como tener
"sangre de bruja", "sangre de elfos" o "sangre de hadas", la cual es
poseída por brujas y magos.
Él enseñó a los hombres a forjar espadas y a hacer escudos y armaduras. Azazel también les enseñó la metalurgia y cómo sacar metales de la tierra y a usar metales diferentes. A las mujeres él les enseñó el arte de hacer pulseras, ornamentos, anillos y collares de metales y piedras preciosos.
Él también les mostró cómo "embellecer sus párpados" con kohl y el uso de trucos cosméticos para atraer y seducir al sexo
opuesto. De estas prácticas Enoc dice que provino mucha "impiedad",
y que hombres y mujeres cometieron fornicación, se extraviaron y
corrompieron sus caminos.
Esto
era porque se suponía que los ángeles caídos eran atraídos hacia las
mujeres humanas con cabello largo y suelto. La costumbre de las
mujeres de cubrir su pelo en las iglesias todavía se encuentra en el
catolicismo romano y también en las costumbres del Islam.
Es obvio, a partir de estas descripciones de las capacidades educativas de los Vigilantes, que ellos fueron ejemplos culturales y los portadores de la civilización para la raza humana temprana.
Es
por lo tanto extraño que en los textos religiosos ortodoxos
judeo-cristianos ellos sean representados falsamente como malvados
corruptores de la Humanidad.
Por ejemplo, Kokabiel es descrito como,
En los Oráculos
Sibilinos, Araquiel es uno de los ángeles caídos que guía las almas
de los muertos hacia el juicio en el inframundo.
Esta referencia
puede ser a los tesoros espirituales más bien que al oro físico y
joyas. En el Zohar judío él es llamado como el principal ayudante
del poderoso arcángel Uriel y como el que lleva su estandarte en la
batalla.
Él
gobernaba el signo marcial del Zodiaco, Aries el Carnero, y era
invocado por su protección contra el poder maléfico del mal de ojo.
En el Corán se dice que Lucifer-Lumiel (Iblis) se rebeló contra Alá porque se le dijo que se inclinara y adorara al "hombre de la tierra" nacido del barro, Adán, lo cual rechazó. Él fue obligado a luchar en el Cielo con el arcángel Mikael o Miguel y su Ejército del Señor.
Como resultado, Lumiel y sus ángeles rebeldes fueron expulsados del Cielo y cayeron a la Tierra. Aquí Lumiel se convirtió en el "Señor del Mundo", y en la mitología cristiana él fue falsamente identificado con el monstruo imaginario Satán (hebreo ha-Satán = el adversario, el acusador).
Sin embargo, esotéricamente en la tradición luciferina, Lumiel o Lumial no es una figura satánica malvada que atrae a la especie humana a la tentación y a malas acciones, como la Iglesia lo representa, sino que él es,
Es posible que Lumiel pueda haberse originado en Canaán como Shahar, el dios de la estrella de la mañana (Venus).
Él tenía un gemelo llamado Shalem, quien también era simbolizado por el planeta Venus, pero como la estrella vespertina. Estos divinos gemelos brillantes y oscuros representaban la luz solar que emerge desde la oscuridad de la noche al amanecer y que desciende a ella al anochecer.
Ellos eran los hijos de la diosa Ashera [o Astarté o Astarot], y hay pruebas arqueológicas del Oriente Medio de que los hebreos adoptaron la adoración de aquélla cuando se establecieron en Canaán y de que practicaron su adoración junto a la reverencia hacia el tribal dios de la tormenta Yahvé.
El Antiguo Testamento contiene varias referencias a la continua adoración de Ashera como "Reina del Cielo" por los supuestamente monoteístas hebreos. Aquello tenía lugar en santuarios en arboledas sagradas en las colinas, donde hacían ofrecimientos de pasteles e incienso a la diosa. En la mitología cananea, Shahar, como el Señor de la Estrella de la Mañana, fue echado del Cielo por desafiar al alto dios El en la forma de un rayo.
En aquella forma él fertilizó a la Madre Tierra con su fuerza
fálica divina.
En el apócrifo Apocalipsis de Abraham, él es llamado "el señor de los paganos", sugiriéndose que él había sido al principio un dios pagano.
Él también ha sido identificado con la serpiente del mito de Edén que sedujo a la primera mujer y "Madre de Todos los Vivientes", Eva. En un texto persa conocido como el Urm al-Jibab o el Libro Primordial, que data del siglo VIII d.C., se dice que el ángel Azazil o Azazel rechazó reconocer la superioridad de Adán sobre los ángeles.
Por lo tanto Alá lo expulsó a él y a sus ángeles rebeldes
del reino celestial para que viviera en la Tierra. Más generalmente
en el folklore islámico Azazel o Azrael es el ángel de la muerte, y
actúa como un guía para las almas de los muertos.
Allí se dice que el sumo sacerdote Aarón tomó dos cabras del rebaño y echó suertes (adivinación practicada) para elegir cuál sería el chivo expiatorio y sacrificado como una "ofrenda por el pecado".
Los Rollos del Mar Muerto dicen que el sumo sacerdote confesaba todas las "impurezas de los hijos de Israel" sobre la cabeza de la cabra Azazel.
Mediante este acto ritualmente simbólico
él transfería al infortunado animal toda la culpa y pecados de
ellos, de manera que pudieran ser absueltos de los mismos. La cabra
era entonces echada al desierto para morir o arrojada por un
precipicio para que se rompiera en pedazos en las rocas debajo.
En una leyenda judía el sabio rey Salomón, un poderoso mago que podía invocar y controlar a los demonios, cayó de la gracia porque él "se prostituyó en pos de dioses extranjeros".
Él fue
obligado por Yahvé a dejar Jerusalén y a vagar en el desierto
disfrazado como un mendigo.
En el Nuevo Testamento Jesús deambuló en el desierto durante cuarenta días y cuarenta noches.
Él no fue aceptado como maestro en
su propia ciudad de Nazaret, y fue rechazado como el Mesías
prometido por su gente. Cuando Jesús fue crucificado, él
simbólicamente asumió el papel del chivo expiatorio sacrificial que
muere para limpiar los pecados de la raza humana.
Originalmente una cabra habría sido seleccionada por medio de un ritual de adivinación y luego ofrecida a un dios o demonio del desierto que tenía que ser aplacado mediante derramamiento de sangre.
Finalmente el sacrificio fue hecho a Yahvé como una petición para que perdonara los pecados de sus seguidores.
Se creía popularmente que Azazel tenía un séquito
de demonios en forma de peludos machos cabríos conocidos como los se'irim, los cuales, tal como los Vigilantes, deseaban a las mujeres
humanas. No puede ser una coincidencia total el que la Iglesia haya
imaginado al Diablo o Satán bajo la forma de un peludo semi-humano
macho cabrío con un gran falo erguido y que tenía relaciones
sexuales con sus adoradoras en el sabbath de las brujas.
Él no sólo se enamoró de las mujeres humanas, sino también de la deidad babilónica Ishtar, la diosa del amor y la guerra. Ella prometió tener sexo con él si éste a cambio le revelaba el nombre secreto de Dios. Cuando Semyaza se lo dijo, Ishtar usó ese conocimiento prohibido para subir a las estrellas, y ella reinó sobre la constelación de las Pléyades o las Siete Hermanas.
Mientras los otros Vigilantes fueron acorralados por los arcángeles y castigados por Yahvé, Semyaza voluntariamente se arrepintió de su error y se condenó a sí mismo a colgar cabeza abajo en la constelación de Orión el Cazador, con quien él es a veces identificado en la tradición luciferina.
En la tradición kabalística,
Naamah, la hermana del primer herrero bíblico Tubal-Caín, sedujo a
Azazel, y ha sido asociada con Ishtar [Michael Howard y Nigel
Jackson, The Pillars of Tubal Cain, 2003, p. 65; Michael Howard, The
Book of Fallen Angels, 2004].
En Génesis 6:4 se los describe menos dramáticamente como "los poderosos hombres de antaño, los varones de renombre". Al principio ellos fueron alimentados por Yahvé con maná (¿ambrosía, el alimento de los Dioses?) para que dejaran de consumir carne humana, pero ellos lo rechazaron.
Ellos en cambio mataron animales como
comida, y luego comenzaron a perseguir y a comer presas humanas.
Abel, "un pastor de ovejas" o pastor nómada, ofreció "las primicias del rebaño", y Caín, que era "un labrador de la tierra" o agricultor-jardinero, ofreció "los frutos de la tierra" (Génesis 4:2-4).
Los ofrecimientos quemados de Abel de carne de animal y
sangre complacieron a Yahvé, pero éste rechazó las verduras, los
cereales y frutos ofrecidos por su hermano. En un nivel puramente
material, a diferencia de una metáfora mítica y espiritual, esta
historia puede reflejar la lucha por el dominio entre los pastores
nómadas y los primeros agricultores de la Era Neolítica en el
Oriente Medio.
En los Rollos del Mar Muerto los terribles Nephilim comedores de humanos son de hecho descritos como los guardianes del conocimiento arcano que,
Hay también referencias indirectas a
las técnicas de reproducción que ellos enseñaban, lo que sugiere que
ellos instruyeron a los primeros humanos en la domesticación y
crianza de animales.
En el ocultismo teosófico moderno hay leyendas acerca del continente perdido de Atlántida que afirman que sus científicos criaron híbridos semi-humanos y semi-animales como una raza esclava.
En nuestro propio tiempo los científicos están experimentando con investigación genética y experimentos de clonación animal.
Se rumorea ampliamente que en China hubo recientemente intentos abortados de crear una nueva especie híbrida mitad humana y mitad animal. Estos experimentos antinaturales condujeron al desastre cataclísmico que destruyó la Atlántida.
Esto también está relacionado con la destrucción de los Nephilim y la temprana raza humana en el Diluvio bíblico.
Los registros de tal acontecimiento también pueden ser encontrados en la mitología de los pueblos antiguos de todo el mundo, y especialmente entre los babilónicos en Oriente Medio.
De hecho, se ha sostenido que la
historia de Noé y el Diluvio en el Antiguo Testamento tuvo su origen
en mitos babilónicos y sumerios.
Al final de última Era Glacial aparecieron los primeros signos de la agricultura en Oriente Medio, con un cambio desde un estilo de vida nómade de cazadores-recolectores al de la agricultura establecida.
Esto marcó el comienzo de la civilización en esta área. Tan pronto como en 9500 a.C., la cebada, el trigo y el centeno, y la avena, los guisantes y las lentejas, estaban siendo cultivados por nuestros antepasados neolíticos en lo que es ahora el moderno Kurdistán, entre Turquía e Irak. Al mismo tiempo los perros, las cabras y las ovejas también fueron domesticados.
Dentro de mil años se estaba practicando la fusión de cobre y de plomo en Anatolia (moderna Turquía), y los arqueólogos creen que ese proceso fue descubierto primeramente en Kurdistán, junto con la fabricación de cerámica y el tejido.
La antigua cultura kurda fue también la primera en
desarrollar una escritura, y fue una de las sociedades alfabetizadas
más tempranas en el Oriente Medio.
Aunque los
antropólogos creen que ellos pueden ser de antiguos ancestros
europeos, la creencia del folklore popular entre los kurdos dice que
ellos son descendientes de los "Hijos de los Genios", que en tiempos
antiguos trajeron la civilización a la temprana Humanidad.
Los babilónicos y los asirios los
siguieron, y en la mitología de todas estas razas hay historias de
cómo los dioses descendieron a la Tierra y les enseñaron las artes
de la civilización.
Él ordenó que Rafael atara a Azazel de manos y pies, como a una cabra de sacrificio, y que lo arrojara en un barranco profundo en el desierto.
Gabriel fue enviado a una misión divina para destruir a,
El
arcángel Miguel, comandante del Ejército de Dios, fue enviado a
arrestar a Semyaza y a encadenarlo "bajo la tierra" hasta el Día del
Juicio Final. Como hemos visto, el ángel caído se arrepintió de sus
pecados y se condenó él mismo al exilio cósmico entre las estrellas.
Sin embargo, también se dice que algunos de estos "poderosos
guerreros" tienen reservado un lugar especial para ellos en el Sheol,
el Inframundo según los judíos. Allí se dice que ellos están en un
estado "con escudo y lanza intactos".
Esta raza de antiguos magos descendió a la Tierra en la sagrada colina de Tara en la Irlanda prehistórica. Con la llegada del cristianismo, los Tuatha De Danann fueron desterrados a las "colinas huecas" y se convirtieron en los Sidhe (Shee) o los "Brillantes", los elfos y las hadas del folklore irlandés.
Siempre ha existido una fuerte creencia entre la
clase campesina de Irlanda en cuanto a que la Gente Buena o hadas
fueron originalmente los ángeles caídos que se pusieron de parte de
Lucifer en la Batalla del Cielo.
En años recientes, ha sido publicada una considerable cantidad de literatura especulativa sugiriendo que en cambio ellos eran de origen terrenal. Populares autores éxitos de ventas, como Andrew Collins [From the Ashes of Angels, 1996; Los Dioses del Edén, 1998], Graham Hancock e Ian Lawson, han afirmado que el mito bíblico de los Vigilantes representa los recuerdos de una primigenia "raza antigua" de súper-humanos que pertenecían a una perdida civilización, que enseñó su tecnología a gente más primitiva.
Lawson ha afirmado que
esta (desconocida) raza antigua pueden haber sido almas
espiritualmente avanzadas que se encarnaron para ayudar a la
temprana especie humana, y que fueron corrompidas por ésta en el
proceso.
Los mitos babilónicos, hititas, cananeos, iranios, egipcios, griegos y nórdicos, todos describen en diversas formas una lucha entre el supremo dios-padre, que representa el orden cósmico y la armonía, y un dios rebelde más joven que desafía y trata de derrocar la autoridad divina.
Aunque estos conflictos por lo general han tenido
lugar en una época pre-humana, ellos también son a veces
representados como ocurriendo en la Historia mundial, y a menudo
están relacionados con la creación y el desarrollo temprano de la
especie humana y la aparición de las civilizaciones antiguas.
Él representa la activa energía cósmica del universo, y ha sido identificado con el fuego, la luz, el poder fálico, el pensamiento independiente, la conciencia, el progreso, la libertad y la independencia.
La fundadora de la moderna Sociedad Teosófica, Helena Blavatsky, describió al Portador de la Luz como,
En la Biblia, Lucifer (o Satán como lo llaman equivocadamente) a menudo es representado en una forma reptiliana como un dragón o una serpiente.
En las mitologías occidentales esa criatura es comúnmente tergiversada como un símbolo de los poderes de la oscuridad, el caos y mal. Por contraste, en la mitología de Oriente el dragón es un buen presagio que representa la fertilidad y la buena fortuna. Lumiel-Lucifer a menudo es identificado con la serpiente del mito edénico descrito en el Génesis.
En la tradición luciferina, la serpiente bíblica es considerada como la personificación del conocimiento, la sabiduría y la iluminación que liberó a los primeros humanos de la ignorancia espiritual impuesta a ellos por Yahvé.
La serpiente es vista como el símbolo de una fuerza de
liberación exterior que literalmente abrió los ojos de Adán y Eva a
la realidad del universo creado y a las maravillas del mundo
material.
Su primera comprensión fue que sus "envolturas de carne" estaban desnudas.
Ellos se apresuraron a cubrir sus genitales cuando se dieron cuenta del llamado "poder de la serpiente" o kundalini, que puede ser incrementado mediante las relaciones sexuales y actos sexuales no reproductivos.
Ellos también
comieron del Árbol de la Vida que inició el ciclo de nacimiento,
vida, muerte y renacimiento, y de las almas humanas encarnándose en
la forma física.
Él tuvo una visión de un barco con un dragón en la proa con una tripulación de humanos con cabezas de ave.
Él luego encontró una antigua raza de entidades reptilianas que cree existe dentro de cada ser humano en el tronco cerebral, en la base del cráneo y en la cima de la columna vertebral.
Estas formas de vida reptilianas le dijeron al doctor Harner que ellas habían llegado hace eternidades a la Tierra desde las estrellas. Supuestamente, ellos crearon la vida aquí, de manera que ellos tuvieran algún lugar donde esconderse y fueran los verdaderos amos del planeta.
El
antropólogo mencionó esto a un viejo chamán indio y éste le dijo que
él ya sabía sobre esas entidades y que las llamaba los "Amos de la
Oscuridad Exterior" [Michael Harner, The Way of the Shaman, 1980].
Es la destrucción física simbólica o real de este paraíso celeste o terrenal, donde la gente y los animales vivían juntos y se comunicaban por medio de una lengua universal, la que es reflejada en tales mitos y leyendas. En términos chamánicos esto es conocido como la Gran Separación, cuando los humanos ya no supieron o no entendieron el lenguaje de los animales.
Ése fue
también un tiempo en que los humanos comenzaron a comunicarse en
diferentes lenguas, y esto es representado por la historia bíblica
de la Torre de Babel.
En un nivel simbólico y metafórico, así como en uno físico, también está relacionado con la separación de los humanos desde la Naturaleza y su medioambiente natural, que se está manifestando en nuestros tiempos modernos.
Fue la deliberada intervención de Lucifer y los ángeles caídos en la evolución humana, más bien que algún desafío a la autoridad cósmica, lo que en último término condujo a su caída desde la gracia divina. El único "crimen" de los Vigilantes consistió en que ellos quisieron ayudar al progreso de su rebaño humano.
Sin embargo, el rechazo de
Lucifer-Iblis a reconocer la creación de los seres humanos significa
que la Caída desde la gracia celestial era inevitable.
La relación
entre la Humanidad y el líder de los Caídos es por lo tanto en gran
parte simbiótica, por cuanto ellos se necesitan unos a otros.
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