Los Dioses de Edén
LA IDEA que los seres humanos son una raza esclava, poseída por una
sociedad extraterrestre, no es un nueva.
Fue expresada hace miles de años, en las civilizaciones humanas
registradas como más tempranas. La primera de esas civilizaciones
fue Sumeria: una sociedad notablemente avanzada que surgió en el
valle de los ríos Tigris-Eufrates, entre 5000 y 4000 A.C., y
floreció como una civilización importante alrededor de 3500 A.C.
*
*
Hasta recientemente, se pensaba que la antigua Sumeria era el sitio
de la ciudad más temprana de la humanidad. La excavación ha revelado
una ciudad en Jericó (cerca de la moderna Jerusalén) construida hace
tanto tiempo como 7000 A.C. Casi nada es conocido acerca de esa
ciudad.
Como otras sociedades antiguas que surgieron en la región de
Mesopotamia,
Sumeria dejó registros declarando que criaturas
parecidas a humanos de origen extraterrestre habían gobernado la
temprana sociedad humana, como los primeros monarcas de la Tierra. A
menudo se pensó a esas personas alienígenas como “Dioses.” Algunos
“Dioses” Sumerios, se decía que viajaban por los cielos y a través
de los cielos, volando “globos” y cohetes como vehículos. Antiguas
inscripciones pintan varios “Dioses” llevando gafas como
indumentaria sobre sus ojos. Los sacerdotes humanos actuaban como
meros intermediarios entre “Dioses” alienígenas y la población
humana.
No todos los Dioses de Mesopotamia eran extraterrestres humanoides.
Algunos eran fabricaciones obvias, y muchas veces se les atribuyeron
atributos ficticios a los Dioses humanoides extraterrestres. Una vez
se apartan las evidentes ficciones y se descartan, sin embargo,
nosotros descubrimos, dentro del panteón de Mesopotamia, una clase
distinta de seres que encajan, de hecho, con el molde de los
“antiguos astronautas”.
Para poder discutir mejor estos “Dioses” de “alta tecnología,”
* será
necesario para mí inventar un nuevo término.
*
Para un análisis detallado de la
naturaleza de esta aparente “alta tecnología” de muchos antiguos
Dioses Sumerios, yo recomiendo
los cinco libros de Zecharia Sitchin,
El Decimosegundo Planeta, La Escalera al Cielo, Las Guerras de
Dioses y Hombres, Los Reinos Perdidos, y Génesis Revisado.
Sólo la palabra “Dios" contiene demasiado temor inmerecido. Los
testimonios históricos y los de hoy en día indican que estos
“Dioses” es comportan como “humanos”, como usted y como yo. El
término “antiguo astronauta” los encasilla en el pasado distante,
cuando, de hecho, ellos parecen haber mantenido una presencia
continua todo el tiempo, hasta hoy. La etiqueta “extraterrestre” es
demasiado ancha.
Yo no puedo nombrar los “Dioses” según alguna estrella o planeta
desde donde pudieran haber llegado, porque no voy a especular acerca
de su lugar de origen. Además, es concebible que la supuesta
propiedad de la Tierra puede haber cambiado de manos en el
transcurso de los milenios, del mismo modo que la propiedad de una
corporación puede pasar entre diferentes dueños, sin que el público
sea consciente de ello.
Eso me deja inventar una nueva etiqueta basada en la aparente
relación de los “Dioses” con la raza humana, por falta de algo
mejor, me referiré a ellos simplemente como
la sociedad “Custodial”,
significando esa específica sociedad extraterrestre (o sucesión de
sociedades) que parece haber tenido la propiedad y custodia de la
Tierra desde la prehistoria. Por brevedad, me referiré a menudo a
ellos simplemente como “Custodios.” ¿Que clase de criaturas eran
éstos recientemente-etiquetados “Custodios?”
Registros históricos y el testimonio moderno los describen como
físicamente parecidos a los humanos, racialmente diversos, y, más
pretenciosamente, muy similares a los seres humanos en su
comportamiento. Por ejemplo, algunos OVNIs de la era moderna han
exhibido travesuras juveniles corriendo hacia aviones como si fueran
a colisionar, y luego, abruptamente, virando justo cuando el impacto
parecía inminente: un claro juego de “pollo” aéreo. Por lo menos un
testigo moderno, según se alega, ha sido “desintegrado” por un OVNI
sin ninguna otra razón clara que la malicia.
Los escritores antiguos
describen sus “Dioses” extraterrestres como capaces de amar, odiar,
divertirse, enojarse, ser honestos, y ser depravados. Los antiguos
registros y el testimonio moderno indicarían que las personalidades
Custodios presentaban la gama entera, desde santos hasta pecadores,
desde los más degradados déspotas a los corazones más llenos de
verdad y humanitarismo. Tristemente, es el elemento brutal y
despótico de su sociedad parecería haber sido los más influyentes en
los asuntos de Tierra, como nosotros lo documentaremos.
Las antiguas civilizaciones de Mesopotamia registraron mucha de su
historia en lápidas de arcilla. Sólo un fragmento de esas lápidas ha
sobrevivido, sin embargo, ellos se las arreglan para contar una
notable historia sobre los “Dioses” Custodios y su relación con el
Homo sapiens.
Según la historia inscrita en las lápidas de Mesopotamia, hubo un
tiempo cuando los seres humanos no existían en absoluto. En cambio,
la Tierra estaba habitada por miembros de la civilización Custodial.
La vida custodial en la Tierra no era agradable, sin embargo. Los
esfuerzos de los Custodios por explotar los ricos minerales y los
recursos naturales de la Tierra demostraron ser quebrador de
espaldas.
Como nos dice una lápida:
Cuando los Dioses, como los hombres,
se aburrieron del trabajo y
sufrieron agotamiento—
El trabajo de los Dioses era grande,
El
trabajo era pesado, el dolor era mucho—
Las lápidas describían vidas de interminable trabajo pesado,
mientras “Dioses” llevaban a cabo operaciones de construcción,
excavación, y minería en la Tierra. Los “Dioses” no estaban nada
contentos con su parte. Ellos eran proclives a quejarse, a golpear
por la espalda, y rebelarse contra sus líderes. Se necesitaba una
solución, y fue encontrada: de crear una nueva criatura capaz de
realizar las mismas labores en la Tierra como los Custodios. Con
este propósito en la mente, los “Dioses” Custodios crearon al Homo
sapiens (el hombre).
Las lápidas de Mesopotamia cuentan una historia de la creación en la
cual un “Dios” es puesto a la muerte por otros “Dioses,” y el cuerpo
y sangre son, entonces, mezcladas con arcilla. De esta mezcla fue
hecho el ser humano. La nueva criatura de la Tierra es muy similar
en apariencia a sus creadores Custodios.
En su libro,
El Decimosegundo Planeta, escritor
Zecharia Sitchin
analiza exhaustivamente las historias sumerias de la creación. El
concluye que el cuento del cuerpo del Dios que fue mezclado con
arcilla puede haberse referido a la ingeniería biológica. El Sr.
Sitchin apoya su sorprendente conclusión apuntando a esas lápidas
Sumerias que declaran que los primeros humanos fueron engendrados
(concebidos) en los úteros de “Diosas", hembras Custodios. Según las
lápidas, los Custodios tenían cuerpos femeninos y masculinos, pero
ellos engendraban (concebían) por medio de la relación sexual.
De
hecho, los antiguos Mesopotámicos declararon que ellos proveían a
los “Dioses” custodios con prostitutas humanas. El Sr. Sitchin
sostiene que “la arcilla” era una sustancia especial que podría
insertarse en un útero Custodio. Esa sustancia sostenía las células
genéticamente-diseñadas de la nueva criatura esclava, el Homo sapiens. Aparentemente, los humanos podían ser engendrados
(concebidos) de este modo porque eran físicamente muy similares a
los Custodios. Interesantemente, los científicos modernos han
engendrado animales de un modo similar, como una zebra en el útero
de un caballo.
Las lápidas Mesopotámicas antiguas acreditan a un “Dios” en
particular de dirigir la fabricación genética del Homo sapiens. El
nombre de ese “Dios” era Ea. Ea fue registrado ser el hijo de un rey
Custodio, que se decía, gobernaba otro planeta dentro del lejano
imperio Custodio. El Príncipe Ea era conocido con el título,
“EN.KI,” que significa “el señor [o príncipe] de la Tierra.” Los
textos Antiguos sumerios revelan que el título de Ea no era
completamente exacto porque se decía que Ea había perdido su dominio
sobre grandes porciones de la Tierra a su medio hermano, Enlil,
durante una de las innumerables rivalidades e intrigas que parecían
preocupar por siempre a los gobernantes Custodios.
Además de diseñar al Homo sapiens, al Príncipe Ea se da le el
crédito en las lápidas de Mesopotámicas de muchos otros logros. Si
el fuera una persona real, entonces Ea podría describirse como el
mejor científico e ingeniero civil de considerable talento. Se dice
que secó los pantanos por el Golfo Pérsico y los reemplazó con
tierra agrícola fecunda. El dirigió la construcción de embalses y
diques. Ea amaba navegar y construyó naves para navegar por los
mares. Cuando llegó el momento para crear el Homo sapiens, Ea
demostró un buen conocimiento de ingeniería genética, pero, según
las lápidas, no sin ensayos y errores. Más importante es que Ea fue
descrito como de buen corazón, por lo menos respecto a su creación,
el Homo sapiens.
Los textos de Mesopotámicos retratan a Ea como un abogado que habló
ante los concilios de Custodios en nombre de la nueva raza
terrestre. El se opuso a muchas de las crueldades que otros
gobernantes Custodios, incluyendo su hermanastro, Enlil, infligían a
los seres humanos. Aparecería de las lápidas Sumerias, que Ea no
pensó en tratar duramente al Homo sapiens, pero sus deseos a ese
respecto fueron rechazados por otros líderes Custodios.
Como acabamos de ver, nuestros antiguos y altamente civilizados
ancestros contaban una muy diferente historia del surgimiento de la
humanidad en la Tierra de la que contamos hoy en día. ¡Los
Mesopotámicos claramente no estaban adiestrados en teorías de la
evolución! No obstante, hay alguna sorprendente evidencia
antropológica para apoyar la versión Sumeria de la prehistoria.
Según los análisis modernos de registros fósiles, los Homo sapiens
surgieron en alguna parte como una especie animal distinta, entre
300,000 A.C. y 700,000 A.C. Al progresar el tiempo, surgieron varias
subespecies de Homo sapiens, incluso aquella subespecie a la que
todos los seres humanos pertenecen hoy: El Homo sapiens sapiens.
Los Homo sapiens sapiens aparecieron hasta hace unos 30,000
años—algunos dicen que solo hace de 10,000 a 20,000 años. Esto
plantea una importante pregunta: ¿estaban los sumerios refiriéndose
al Homo sapiens o al Homo sapiens sapiens en sus historias de la
creación? Allí parece no haber una respuesta firme. Excelentes
argumentos han sido hechos de que ellos estaban refiriéndose al Homo
sapiens original.
Yo tiendo a favorecer el argumento que ellos
probablemente estaban refiriéndose al Homo sapiens sapiens moderno,
por las siguientes razones:
-
Las historias sobrevivientes más antiguas de la creación fueron
escritas alrededor de 4000-5000 A.C. Es más probable que un
verdadero registro de la creación de la humanidad sobreviviera de
5000 a 25,000 años, a que sobreviviera 295,000 años o más.
-
Si los sumerios estuvieran describiendo la creación de Homo sapien sapiens, eventos más tardíos descritos en las lápidas
Mesopotámicas caen dentro de un marco de tiempo más plausible.
-
Los Mesopotámicos eran miembros de la subespecie Homo sapiens sapiens. Ellos estaban principalmente interesados en cómo habían
entrado ellos en existencia. En sus varios trabajos, los antiguos
sumerios pintaron animales peludos, hombres parecidos a animales,
quienes parecían ser una subespecie más primitiva del Homo sapiens.
Los sumerios claramente vieron a estos hombres primitivos como una
completamente diferente raza de criaturas.
Si las historias Mesopotámicas de la creación están basadas en
eventos reales, y si esas historias se refieren a la creación de
Homo sapiens sapiens, esperaríamos que el Homo sapiens sapiens
apareciera muy de repente en la historia. Notablemente, eso es
precisamente lo que pasó. El registro antropológico revela que el
Homo sapiens sapiens, apareció abruptamente en la Tierra, y no
gradualmente. F. Clark Howell y T. D. White, de la Universidad de
Berkeley en California tenían esto que decir:
Estas personas [el Homo sapiens, sapiens] y su cultura material
inicial aparecieron con mucha rapidez hace solo unos 30,000 años,
probablemente más temprano en el oriente que en Europa occidental 2
El misterio de esta abrupta aparición se ahonda por otro enigma:
¿por que el hombre de Neandertal más primitivo (el Homo sapiens
neandertalensis) de repente desapareció al mismo tiempo que apareció
el Homo sapiens sapiens moderno? La evolución no es tan rápida. Los
Sres. Howell y White ponderaron esta pregunta y concluyeron:
. . . la desaparición absoluta, casi abrupta de los Neandertales
sigue siendo uno de los enigmas y problemas críticos en los estudios
de la evolución humana. 3
La Enciclopedia Británica concurre:
Los factores responsables para la desaparición de los Neandertales
es un problema importante al que, lamentablemente, no hay todavía
ninguna solución clara.4
Las historias sumerias de la creación ofrecen una clara solución al
enigma, pero para mucha gente será difícil de aceptar: la súbita
aparición del Homo sapiens, sapiens, acompañada por la abrupta
desaparición del hombre Neandertal fue causada por intervención
inteligente. Podría conjeturarse que el hombre Neandertal, o fue
exterminado o arrastrado fuera de la Tierra para hacer sitio para la
nueva raza de esclavos, y quizás para prevenir cruces entre las dos
subespecies. Cualquiera que fuese la verdad precisa de esto,
nosotros sabemos dos hechos con certeza: la antropología moderna ha
descubierto un reemplazo súbito del hombre Neandertal con el hombre
moderno, y los registros Mesopotámicos declaran que detrás de ese
dramático evento, hubo una planificación inteligente hecha por una
raza extraterrestre,.
En el Capítulo 2, discutimos el hecho de que los humanos parecen ser
seres espirituales en control de cuerpos físicos. El espíritu parece
ser la verdadera fuente del conocimiento, personalidad, e
inteligencia. Sin una entidad espiritual para animarlos, un cuerpo
humano sería un poco más que un animal reactivo, o muerto. La gente
de la antigua Mesopotamia entendió completamente este crítico hecho,
cuando mencionaron a un ser espiritual con relación a la creación
del Homo sapiens:
Usted ha masacrado a un Dios junto con su personalidad [el ser
espiritual] Yo le he quitado su trabajo pesado, y he impuesto su
trabajo al hombre.5
Los gobernantes Custodios sabían que ellos necesitaban mantener a
seres espirituales atados a los cuerpos humanos para poder animar
esos cuerpos y hacerlos lo suficientemente inteligentes como para
realizar sus labores permanentemente:
En la arcilla, el Dios [una entidad espiritual] y el Hombre [el
cuerpo físico de Homo sapiens] serán ligados, a una unidad puesta
junta; para que al final de los días, la Carne y el Alma que han
madurado en un Dios — esa Alma sea ligada en un parentesco de
sangre.
Las lápidas callan sobre que “personalidades” fueron escogidas para
animar los nuevos cuerpos esclavos. Basado en cómo se hacen las
cosas en la sociedad humana, podríamos suponer que
la sociedad Custodial usó a delincuentes, desviados, prisioneros de guerra,
grupos sociales y raciales detestables, anticonformistas, y otros
indeseables para obtener a los seres espirituales necesitados para
animar la nueva raza esclava de la Tierra. Ciertamente se trataron a
los humanos como convictos sentenciados al trabajo forzado:
Con picos y espadas ellos [los seres humanos] construyeron
santuarios, construyeron los grandes bancos de canales. Alimento
para las personas, para el sustento [de los Dioses].
Como bestias de carga, los humanos fueron brutalmente tratados por
sus amos extraterrestres. Las lápidas de arcilla cuentan de una
inmensa y catastrófica crueldad perpetrada por los Custodios contra
sus sirvientes humanos. Frecuentemente llevaban a cabo medidas de
control de población a sangre fría:
Mil doscientos años no habían pasado todavía Cuando la tierra se
extendió y las gentes se multiplicaron. La tierra estaba bramando
como un toro, El Dios fue perturbado con su alboroto. Enlil
[hermanastro y rival de Ea] oyó su ruido *
Y se dirigió los grandes Dioses, “El ruido de humanidad se ha puesto
demasiado intenso para mí, Con su alboroto me privo del sueño. Corten los suministros para las
gentes, que haya una escasez de vida vegetal para satisfacer su
hambre. Adad [otro Custodio] debe detener su lluvia, Y debajo, el flujo de
agua [la inundación regular de la tierra que la hizo fecunda] no
debe surgir del abismo. Permitan al viento soplar y resecar la tierra, Permitan que las
nubes se espesen pero no descarguen aguaceros, Permitan que los
campos disminuyan sus rendimientos, no debe haber ningún regocijo
entre ellos.” *
* Estas líneas sugieren que Enlil había vivido más de 1200 años. Una
longevidad similar es atribuida a Ea y a otros gobernantes
Custodios. Muchas personas lo encuentran difícil de creer, que
cualquier criatura, incluso un extraterrestre, pueda vivir tanto.
La sorprendente longevidad atribuida a los gobernantes Custodios
puede ser explicada quizás por las creencias espirituales sumerias.
Los sumerios creyeron que una “personalidad” (ser espiritual)
sobrevive a la muerte de un cuerpo físico, y que es posible
identificar a la “personalidad” después de que haya abandonado un
cuerpo y haya asumido uno nuevo (del mismo modo que uno puede
identificar a un chofer que salta de un automóvil y se sube a otro).
Por eso, una “personalidad” podría, por consiguiente, sostener la
misma posición social o política cuerpo tras cuerpo, mientras
pudiera ser identificada la “personalidad”. Como los sumerios les
daban una extensa longevidad a los Custodios, no necesariamente
estaban sugiriendo que un solo cuerpo Custodio sobreviviera durante
siglos; en muchos casos, ellos parecen haber estado diciendo que una
“personalidad” Custodio sostenía una posición política durante un
tiempo muy largo, aunque puede haber hecho esto a través de una
sucesión de cuerpos.
Una lápida Asiria agrega:
“Ordena que haya una plaga,
Permite a Namtar disminuir su ruido.
Permite que sople sobre ellos
como un tornado la enfermedad,
epidemia, plaga y la pestilencia.”
Ellos ordenaron y hubo una plaga
para que Namtar disminuyera su ruido.
Enfermedad, epidemias, plagas
y pestilencia
sopló sobre ellos como un tronado.
Las lápidas describen condiciones horribles en que los suministros
de comida fueron cortados, en que las enfermedades fueron puestas
sobre las personas, que les estrecharon los úteros y les evitaron el
nacimiento de niños, y en que la hambruna se volvió tan desenfrenada
que los humanos fueron forzados a recurrir al canibalismo. Epidemias
menos graves, como una parecida a la influenza visitaron al Homo
sapiens, sugiriendo que los “Dioses” custodios comprendieron y
estaban comprometidos con una guerra biológica.
Cuando este genocidio no produjo una gota suficiente sobre la
población humana, los Custodios lo reasumieron. Eventualmente, se
tomó la decisión de destruir completamente la raza humana, con un
gran diluvio.
Muchos arqueólogos hoy creen que hubo un diluvio cataclísmico hace
miles de años en el Medio Oriente. Se encontró una descripción del
“Gran Diluvio” en la “Épica de Gilgamesh - Epic of Gilgamesh”, en Babilonia, que predata
a la Biblia.
Según la Épica, un babilónico llamado Utnapishtim fue abordado por
el Príncipe Ea, quien se opuso a la decisión de destruir su
creación, el Homo sapiens. Ea le dijo a Utnapishtim que otros
“Dioses” planeaban causar un diluvio para barrer fuera la raza
humana. Ea, quien es descrito en otras escrituras como maestro
constructor de buques y marinero, le dio instrucciones a Utnapishtim
de cómo construir un barco que podría sobrevivir el diluvio.
Utnapishtim siguió las direcciones de Ea y, con la ayuda de amigos,
completó el navío antes que comenzara la inundación. Utnapishtim,
entonces, cargó el barco con su oro, familia, y ganado, junto con
artesanos y animales salvajes, y salió al mar.
Las lápidas babilónicas y Asirias relatan que justamente antes de
inundar la tierra, los Custodios chamuscaron con fuego. Luego
inundaron la región, causando una larga tormenta de lluvia, y
rompiendo el intrincado sistema de diques y embalses que habían sido
construidos en Mesopotamia para controlar las erráticas inundaciones
de los ríos Tigris y Eufrates.
La Épica de Gilgamesh relata que Utnapishtim y su tripulación
sobrevivieron la prueba. Cuando terminó, buscaron tierra seca,
soltando una serie de tres pájaros; si un pájaro no regresara al
barco, Utnapishtim sabría que había encontrado tierra seca cerca
donde posarse.
Una vez de regreso en tierra sólida, a Utnapishtim se le unieron
varios Custodios que regresaron del cielo. En vez de destruir a los
sobrevivientes, prevaleció un grado de indulgencia, y los Custodios
transportaron a los humanos sobrevivientes a otra región para vivir.
El relato de Utnapishtim debe hacerle sonar una campanilla a
cualquiera que esté familiarizado con la historia Bíblica de Noé y
el Arca. Eso es porque el cuento de Noé, que entrelaza muchas otras
historias en el Antiguo Testamento, es tomado de escrituras
Mesopotámicas más antiguas. Los autores bíblicos simplemente
alteraron los nombres y cambiaron muchos “Dioses” de las escrituras
originales en un solo “Dios” o “Señor” de la religión hebrea. El
último cambio fue uno muy desafortunado, porque causó que un Ser
Supremo fuera culpado de los brutales actos que escritores
asalariados atribuyeran a los mismos Custodios-como Dios.
Las escrituras Mesopotámicas tempranas nos dieron otra famosa
historia del Antiguo Testamento: el cuento de Adán y Eva. La
narrativa de Adán y Eva también es derivada de fuentes Mesopotámicas
más tempranas, que describen la vida bajo los “Dioses” Custodios.
El
“Dios” o “Señor Dios” de la historia de Adán y Eva de la Biblia
puede, por consiguiente, ser traducida para significar los
gobernantes Custodios de la Tierra. La historia de Adán y Eva es
única en que es enteramente simbólica, y a través de sus símbolos
proporciona una intrigante narración de historia humana temprana.
Según la Biblia, Adán, que simboliza al primer hombre creado por
“Dios” del “el polvo de la tierra.” Esta idea refleja la más antigua
creencia de Mesopotamia, de que el Homo sapiens fue creado
parcialmente de “arcilla”. La esposa de Adán, Eva, también fue
creada artificialmente. Ellos los dos vivieron en un abundante
paraíso conocido como el Jardín de Edén. Las versiones modernas de
la Biblia ponen el Jardín de Edén en la región del Tigris-Eufrates,
en Mesopotamia.
El Antiguo Testamento nos dice que Adán (el primer hombre) fue
diseñado para ser un sirviente. Su función era cultivar la tierra y
cuidar de los lujuriantes jardines y cosechas, propiedades de su
“Dios.” Mientras Adán y Eva aceptaran su estado de servidumbre y
obedecieran a sus siempre-presentes amos, todas sus necesidades
físicas se satisfarían y se les permitiría permanecer
indefinidamente en su “paraíso”.
Había, sin embargo, un pecado
imperdonable que ellos nunca deberían cometer. Ellos nunca debían
intentar buscar ciertos tipos de conocimiento. Estas formas
prohibidas de conocimiento están simbolizadas en la historia como
dos árboles: el “árbol del conocimiento del bien y el mal” y el “el
árbol de la vida.” El primer “árbol” simboliza una comprensión de
ética y justicia. El segundo “árbol” simboliza el conocimiento de
cómo recobrar y retener la identidad espiritual de uno, y la
inmortalidad.
Adán y Eva obedecieron los mandatos de sus amos y vivieron en dicha
material hasta que un tercero entró en escena. El interventor está
simbolizado en la historia como una serpiente. La serpiente
convenció a Eva de compartir la “fruta” * del “árbol del
conocimiento del bien y el mal.” Eva siguió la sugerencia de la
serpiente, y así lo hizo también Adán.
*
Esta fruta normalmente es retratada como
una manzana, pero ésa es la invención de artistas, más tarde. La
misma Biblia no menciona una fruta específica porque la “fruta” era
sólo un símbolo para representar el conocimiento.
“Dios” (es decir, la
dirección Custodial) inmediatamente se alarmó:
Y el Señor Dios dijo. Vean, el hombre se ha vuelto como uno de
nosotros, conociendo el bien y el mal: y ahora, ¿que hay si alarga
su mano, y también toma del árbol de la vida, y come, y vive para
siempre?
GÉNESIS 3:22
El pasaje anterior revela una verdad importante que hace eco en
muchas religiones. Una verdadera comprensión de ética, integridad, y
justicia es un requisito previo para recobrar la libertad espiritual
y la inmortalidad de uno. Sin un fundamento en las éticas, la plena
recuperación espiritual se vuelve nada más que un sueño de opio.
Los Custodios, obviamente no querían que la humanidad comenzara el
camino de la recuperación espiritual. La razón es obvia. La sociedad
Custodial quería esclavos. Es difícil hacer esclavos de personas que
mantienen su integridad y sentido de ética. Se vuelve imposible
cuando esos mismos individuos son intimidados por amenazas físicas,
debido a un vislumbre de re-despertar a su inmortalidad espiritual.
Más importante, si los seres espirituales ya no pudieran ser
atrapados en cuerpos humanos, sino que, a cambio, pudieran usar y
abandonar sus cuerpos a voluntad, no habría ningún ser espiritual
disponible para animar los cuerpos de los esclavos.
Las lápidas Sumerias revelaron la intención Custodial de atar
permanentemente los seres espirituales a los cuerpos humanos. El
esfuerzo del hombre temprano por escapar de esta esclavitud
espiritual “comiendo” de “árboles” Bíblicos, por consiguiente, tuvo
que ser detenido... ¡y rápido!
Por consiguiente, el Señor Dios lo expulsó [a Adán] lejos del jardín
de Edén,
para cultivar la tierra de la que había sido tomado.
Así
que expulsó fuera al hombre; y puso al este del jardín de Edén
querubines [ ángeles],
y una espada encendida que se volvía hacia
todos lados
para guardar el camino [prevenir el acceso] al árbol de
vida.
GENESIS 3:23-24
La “espada flameante” simboliza las medidas, no sin sentido, que
emprendieron los Custodios para asegurar que ese genuino
conocimiento espiritual nunca se pusiera disponible a la raza
humana.
Para prevenir acceso más allá a tal conocimiento, el Homo sapiens
fue condenado a un destino adicional:
Y a Adán, El [Dios] dijo,
Por cuanto obedeciste a la voz de tu
mujer,
y comiste del árbol del que te mandé diciendo:
No comerás de
él;
maldita será la tierra por tu causa;
con dolor comerás de ella
todos los días de tu vida.
Espinos y cardos te producirá, y comerás
plantas del campo.
Con el sudor de tu rostro comerás el pan
hasta
que vuelvas a la tierra,
porque de ella fuiste tomado;
pues polvo
eres, y al polvo volverás.
GÉNESIS 3:17-19
Ésta era una manera muy eficaz de lidiar con el “pecado original” de
Adán y Eva. El pasaje anterior indica que los gobernantes Custodios
intentaban hacer que los humanos vivieran sus vidas enteras y
murieran sin siquiera levantarse del nivel de ardua existencia
material. Esto les dejaría poco tiempo a los humanos para buscar la
comprensión que necesitaban para volverse espiritualmente libres.
Una mala interpretación común de la historia de Adán y Eva es la de
que el “pecado original” tenía algo que ver con el sexo o la
desnudez. Esta confusión viene de aquella parte de la historia en
que Adán y Eva comen del “árbol del conocimiento del bien y el mal”
e inmediatamente se avergüenzan de su desnudez. Sin embargo, no era
desnudez lo que los avergonzó. Adán y Eva fueron mortificadas por lo
que representaba su desnudez. Los antiguos registros Mesopotámicos
pintan a los seres humanos totalmente desnudos al realizar las
tareas para sus amos Custodios. Los Custodios, por otra parte,
fueron pintados totalmente vestidos. La implicación es que Adán y
Eva se sintieron degradados por su desnudez, porque era señal de su
esclavitud—no porque estando desnudo en sí mismo fuera malo.
Como hemos visto, los humanos tempranos fueron registrados ser un
constante dolor de cabeza para sus amos Custodios. Las criaturas
esclavas no sólo desobedecieron a sus gobernantes, ellos a menudo se
unían y se rebelaban. Esto hizo que la unidad humana fuera
indeseable a los gobernantes Custodios— era mejor que los humanos
estuvieran desunidos. Una de las maneras en que el problema de la
unidad humana fue descrita es en la historia bíblica de la Torre de
Babel— que también tiene sus raíces en las tempranas escrituras
Mesopotámicas.
Según la Biblia, esto es lo que pasó después del Gran Diluvio:
Y la tierra entera habló un idioma, y usó las mismas palabras.
Y
vino a pasar, cuando ellos emigraron del este,
que ellos encontraron
una llanura en la tierra de Sh'nar [Babilonia: una región en
Mesopotamia]
y se establecieron allí. Y ellos dijeron,
Vengan construyamos una ciudad y una torre cuya
cima alcanzará los cielos;
y permítanos hacer un nombre para
nosotros,
de otro modo seremos esparcidos por toda la faz de la
tierra.
Y el Señor bajó para ver la ciudad y la torre que los
hombres estaban construyendo.
Y el Señor dijo, Miren, las personas
están unidas, y ellos tienen todos una lengua;
y esto empezaron a
hacer;
y ahora nada los detendrá de hacer lo que ellos alojan en sus
mentes hacer.
Vengan, permítanos bajar, y allí confundir su idioma,
para que ellos no puedan entender las lenguas entre si. Así que el Señor los esparció en el extranjero de allí por toda la
faz de la tierra:
y ellos pararon de construir la ciudad. Por consiguiente, el nombre es Babel:
porque el Señor confundió las
lenguas de toda la tierra allí:
y de allí, el Señor los esparció en
el extranjero por sobre toda la cara de la Tierra.
GÉNESIS 11:1-9
En El Decimosegundo Planeta, el Sr. Sitchin ofrece un intrigante
análisis de la historia de la Torre de Babel. De acuerdo con su
investigación, la palabra “nombre” en el pasaje anterior
(“permítanos hacer un nombre para nosotros”) era una traducción de
la antigua palabra shem. La traducción de la Biblia de shem puede
ser un error, dice el Sr. Sitchin, porque el shem viene de la
palabra raíz shamah, que significa “aquello que está en lo alto.”
Los antiguos shems son los monumentos de obelisco, que eran tan
prevalecientes en muchas sociedades antiguas. Esos shems, u
obeliscos, fueron copiados de los vehículos en-forma-de-cohete en
que los “Dioses” Custodios se decía que volaban. Por consiguiente,
el Sr. Sitchin cree que la palabra shem, en los textos
Mesopotámicos, debe traducirse como “vehículo del cielo,”
significando cohete.
Cuando esta traducción se pone en el anterior pasaje Bíblico,
nosotros encontramos que los antiguos babilónicos no estaban
intentando hacer un nombre (es decir, reputación) para ellos; ellos
estaban intentando hacer un “vehículo del cielo” ¡o cohete! La
implicación es que ellos quisieron emparejar el poderío tecnológico
de sus odiados amos Custodios, y con eso acabar con su esclavitud.
La propia torre puede haberse pensado como la base de lanzamiento
para un shem humano.
Si el análisis provocativo del Sr. Sitchin es exacto, nosotros
entenderíamos mejor porqué las entidades Custodios se alarmaron
tanto con la Torre de Babel y sintieron tal apremiante necesidad de
desunir completamente a la raza humana.
Las antiguas leyendas e historias de otras partes del mundo,
indirectamente apoyan la historia de la Torre de Babel. Los
japoneses, los Esquimales de Alaska, suramericanos, y egipcios
tendrán tradiciones que declaran que sus antepasados más tempranos o
habían sido transportados por “Dioses” parecidos a los humanos a
donde viven hoy los descendientes modernos, o que aquellos “Dioses”
había sido la fuente de los idiomas y escritura locales.
Puede ser difícil de aceptar las declaraciones Bíblicas y
Mesopotámicas de que la antigua sociedad humana había sido hace años
desunida y dividida por extraterrestres voladores, en un esfuerzo de
“divida y conquiste”, aunque la técnica de “divida y conquiste” es
frecuentemente usada por el ejército y los líderes políticos en la
Tierra durante los tiempos de guerra. Interesantemente, el uso de
esta técnica fue defendido hace varios años por un distinguido
profesor de Yale, si la Tierra alguna vez colonizara otros planetas.
El buen profesor sugirió que la Tierra pudiera controlar otro
planeta habitado, oponiendo a un grupo nativo contra otro. 6
Si comparamos las ideas antiguas y modernas sobre que cómo la
humanidad entró en existencia, encontramos dos versiones muy
diferentes. La versión antigua es que una sociedad extraterrestre
había venido a poseer la Tierra y había buscado aprovecharse de los
recursos del planeta. Para hacer la explotación más fácil, fue
creada una raza trabajadora: El Homo sapiens. Se trataron a los
humanos como ganado, y eran frecuentemente asesinados cuando se
volvían demasiado numerosos o molestos. Para conservar al Homo
sapiens como una raza esclava y prevenir una futura rebelión, se
reprimió el conocimiento espiritual, se esparcieron geográficamente
los seres humanos en diferentes grupos lingüísticos, y se crearon
las condiciones para hacer de la supervivencia física en la Tierra
un quehacer que-todo-lo-consume, desde el nacimiento hasta la
muerte.
Este arreglo sería indefinidamente mantenido mientras la sociedad
Custodial poseyera la Tierra. En contraste, el punto de vista
moderno es que los seres humanos habían evolucionado accidentalmente
del “material estelar” a fango o liga, a peces, monos, y finalmente
a personas. El punto de vista moderno realmente parece más
imaginativo y vistoso que el antiguo.
En la
historia de Adán y Eva, nosotros notamos la aparición de una
serpiente. Se decía que la serpiente era el enemigo de “Dios”,
Satanás, que literalmente se había transformado en un reptil. La
Biblia sugiere que hoy en día, las serpientes son temidas y
detestadas, debido a la supuesta transformación de Satanás en el
Jardín de Edén. Sin embargo, debe recordarse que la historia bíblica
de Adán y Eva es completamente simbólica. La serpiente, también, era
un símbolo, no un reptil real.
Para determinar lo que la serpiente Bíblica representaba, debemos
regresar una vez más a las más antiguas fuentes pre-bíblicas. Al
hacer esto, descubrimos que el símbolo de la serpiente tiene dos
significados importantes en el mundo antiguo: estaba asociada con el
“Dios” Custodio Ea, reputado creador y bienhechor de la humanidad, y
también representaba una influyente organización con que Ea era
asociado.
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