por Ricardo González Alocilla del Sitio Web LegadoCosmico
En el artículo anterior hablamos que la preparación para el contacto - y fundamentalmente, para mantenerlo - requiere de una base sensitiva. Como vimos, ello involucra técnicas de meditación, percepción de energías y comprensión de las dimensiones sutiles de la naturaleza.
No es extraño, por cuanto los seres que nos contactan no sólo han evolucionado tecnológicamente, sino también psíquicamente. No en vano emplearon sus facultades mentales para generar los primeros acercamientos y contactos.
En este artículo, ofreceremos un breve
repaso de lo que significa el contacto con “ellos”, recordando las
características que debe tener todo canal o antena, cómo confirmar
los presuntos mensajes recibidos, los tipos de encuentros cercanos
de acuerdo a la ufología, y la diferencia que existe entre el
contacto con
seres extraterrestres y la denominada
Hermandad Blanca.
En este caso, ante la posibilidad de entrar en contacto con formas
de vida superior, el conocimiento y enseñanza que se desprendería de
este encuentro es invalorable. Es como hallarnos ante un gran portal
de oportunidades que podría redimensionar nuestra comprensión del
Universo y de nosotros mismos.
Nuestra accidentada historia humana les da la razón.
De lo único que tenemos certeza quienes sostenemos haber vivido la experiencia, es que nos observan desde hace mucho y que no vienen con malas intenciones. El plan de contacto, según lo que hemos vivido y estudiado, parece apuntar a la elevación de la conciencia humana ante su inexorable destino cósmico. A prepararnos. A generar un puente que nos lleve de regreso al corazón del Universo.
El contacto sería solo un medio, y no un fin, para alcanzar el siguiente nivel de evolución.
¿Estamos listos? Pienso que estamos en el camino.
Pero hay que observar
detenidamente la experiencia que significa relacionarse con formas
de vida superiores. Debo subrayar que el contacto con ellos requiere
una gran responsabilidad. Si bien es cierto lo extraterrestres
conocen muy bien cuándo, con quiénes y por qué, es nuestra la
responsabilidad de mantener el balance y la preparación para
sobrellevar de la mejor manera una experiencia semejante.
Suelen optar por conexiones mentales o, incluso, a través del mundo de los sueños, antes de concertar una “prueba física”, como lo puede ser un avistamiento señalado previamente, con lugar, día y hora exactos, o el mismísimo encuentro cara a cara con ellos, aunque debo añadir que no en todos los casos la relación con estos seres deba seguir ese paso.
Lo cierto es que la conexión mental o telepática es la piedra cimiento del “modus operandi” de los Guías o Hermanos Mayores, como les llamamos en nuestra experiencia de contacto.
Podríamos decir que estos seres (y vale para otro tipo de entidades, como seres de luz) que toman contacto con nosotros asumen el papel de emisor - lo cual no es improbable dados los altos niveles psíquicos que han desarrollado - y el contactado en la Tierra asume una función de receptor o antena, estando totalmente consciente antes, durante y después de la recepción.
Este último punto es muy importante de
aclarar para no confundir las prácticas de recepción telepáticas con
espiritismo o mediumnismo.
¿A quién no le ocurrió? El tema pasa por desarrollarlo.
Y no es difícil abrir la mente cuando uno adquiere una técnica de adiestramiento basada en la respiración consciente y la concentración. La meditación, como afirmamos en el artículo anterior, es la base de toda preparación psíquica.
Y la telepatía no es un tema poco serio.
Recordemos que hay numerosas investigaciones científicas al respecto. Quizá el caso más célebre sea el del astronauta Edgar Mitchel, que a bordo del Apolo XIV en el momento de su paso detrás de la Luna, inició un experimento de telepatía con un receptor que se hallaba en la Tierra, específicamente en la ciudad de Chicago, en los Estados Unidos - el receptor era nada más y nada menos que el gran psíquico e ingeniero sueco Olof Johnson.
Según la comunicación de la Universidad de Massachusset, los aciertos de Mitchel fueron notables (cerca de un 80%) a pesar de estar separado de nuestro planeta por más de 400.000 Km.
La experiencia que vivió Mitchel en este viaje espacial cambió su vida como científico y militar norteamericano, dedicando sendos esfuerzos a comprender la mente humana, tarea que lleva en la actualidad en su Instituto de investigación en San Francisco, California. Mitchell también piensa que todos los seres humanos podemos desarrollar la comunicación mente a mente.
Y sin duda, los seres que nos contactan ya lo
lograron.
Uno de ellos fue el Dr. J.A. Hynek, quien luego de participar en varios proyectos de la USAF norteamericana, entre ellos el célebre Blue Book, elaboró una clasificación de los encuentros cercanos de acuerdo a la mecánica de la experiencia.
Su tipología, conocida por todo investigador de
los OVNIs, se hizo conocida para el público común gracias al film
“Encuentros Cercanos”.
Actualmente, en el campo del estudio del fenómeno de los no
identificados, se considera un Cuarto Tipo de encuentro, que
involucra el ingreso físico al interior del objeto.
Para quienes escuchan hablar por primera vez del contacto con
los intraterrestres de la Hermandad Blanca, haré un pequeño resumen.
Allí se desarrolló la “ciudad matriz”, el “foco de la Iluminación”
que más tarde será recordado a través de la leyenda de Shamballa,
centro espiritual del mundo intraterrestre de Agharta.
Esta información es llamada simbólicamente “El Libro de los de las
Vestiduras Blancas”, aunque realmente se trata de una suerte de
biblioteca cósmica que consiste en extraños cristales de roca y
planchas metálicas con ideogramas. Esta información, en su momento,
será revelada para que el ser humano escuche su verdadero pasado y
origen, comprenda su presente, y sobre esta base construya un futuro
de paz y armonía en la Tierra de la mano de otras civilizaciones del
Universo.
Actualmente, los descendientes de aquellos que sobrevivieron a la destrucción de la legendaria Poseidonis de Platón, aún continúan viviendo en el mundo subterráneo, custodiando y protegiendo los archivos que hablan de la verdadera historia de la humanidad.
...son algunos de los puntos en el mundo donde
se encuentran los
Retiros Interiores de la Hermandad Blanca.
Esto es debido a dos razones:
La Hermandad Blanca trabaja intensivamente con los sueños, las sincronicidades y la naturaleza, por lo tanto deberemos estar atentos a cada señal que podría conducirnos ante la presencia de los Maestros que visten de Blanco. Espero que este artículo haya podido transmitir cómo vivimos el contacto con los Hermanos Mayores y los Guardianes de la Tierra.
Y lo más importante: nunca olvidar que el
verdadero encuentro cercano, es con uno mismo.
por Ricardo González Alocilla del Sitio Web LegadoCosmico
Al margen de la realidad del contacto y su mensaje de alternativa, muchas veces el comportamiento del testigo puede poner en jaque la importancia de sus afirmaciones.
Nos hallamos ante un tema más que resbaladizo, en donde la duda, las críticas desmesuradas y opiniones peregrinas se deslizan permanentemente. Y es inevitable que ello siempre sea así, ya que nos hallamos ante un hecho controvertido, discutido y al mismo tiempo apasionante. Sin embargo, ello no debe permitir dejar de lado una visión constructiva y objetiva sobre todo el proceso que involucra estrechar lazos con inteligencias no humanas.
Por ello
espero que este humilde aporte nos ayude a ser más responsables
dentro del gran entramado que significa el mal llamado fenómeno ovni.
De acuerdo a la Real Academia de la Lengua Española, Evidencia es “la certeza clara y manifiesta de la que no se puede dudar”.
Y me pregunto: ¿Existe algo así dentro del fenómeno ovni? Para más de uno sí, pero la mayoría de los científicos contestará un no a boca jarro.
Y no es de extrañarse, pues en ciencia aquello que no se puede repetir o estudiar detenidamente en el laboratorio no es considerado como una verdad fuera de discusión. Muchos investigadores han decidido reemplazar entonces el término “evidencia” por el de “indicio”, palabra que se entiende como un “fenómeno que permite conocer o inferir la existencia de otro no percibido”.
Al parecer, es una definición que se acerca más a la realidad del contactismo. Sin embargo, no todos los casos de contacto cuentan con un mínimo de posibles indicios o evidencias.
Y ello despierta dudas en quienes se acercan al testimonio.
Uno de los aspectos más importantes dentro del contacto es la presencia adicional de otros testigos - para muchos investigadores son más importantes que una filmación o una fotografía - pues ellos podrían corroborar la experiencia o aportar datos complementarios sobre el fenómeno que se vivió.
No obstante, la creciente aparición de testigos de contacto que no tienen testigos de sus experiencias o avistamientos, que no disponen de alguna fotografía, filmación o elemento adicional de apoyo, terminan convirtiendo su caso de contacto en un completo “acto de fe”.
Debo decir que no cuestiono la
posibilidad de casos reales ausentes de todos estos elementos, pero
cuando se procura proyectar al público un testimonio, solitario y
aislado, sin el más mínimo indicio de su posible veracidad, los
investigadores y el público en general - el más racional
fundamentalmente - dudarán.
Generalmente, se trata de un solo testigo que canaliza a la supuesta entidad no humana, y al ser todo etéreo o telepático, cualquier manifestación física que despeje dudas se halla al margen. Obviamente, esto no ocurre en todos los casos ni con todos los canalizadores. Pero hay una tendencia a creer que un testigo de contacto sin indicios de su experiencia pero con buena información es suficiente.
Como veremos en el segundo punto,
aquello de la información también tiene sus traspiés.
Un mentalismo es una
“interferencia” del canal o testigo en el posible mensaje
extraterrestre.
Es decir, es más un mensaje del individuo - o de su inconciente - que
del supuesto extraterrestre.
Más tarde, Bloossom Goodchild (arriba), la canalizadora australiana que difundió el mensaje, reconoció que todo había sido una mentira.
No obstante, otros grupos de canalizadores se vieron “influidos” por la carta de Goodchild y empezaron a recibir mensajes de sus “fuentes extraterrestres” que confirmaban la llegada de “Alabama”, la presunta nave alienígena. Estamos ante un asunto grave, pues de una pseudo comunicación se terminó aglutinando a otros canalizadores que cayeron mansos en el mismo error.
Este tema lo veremos
más adelante.
Más de un testigo de contacto - y aquí me incluyo - ha decidido ir más allá de su experiencia e investigar todo lo que rodea el fenómeno de los ovnis. Estas informaciones complementarias ayudan a enmarcar la experiencia con los no identificados.
Pero, ¿qué sucede cuando se cita una información que está probada se trata de un fraude?
Más de un contactado - e investigador - defendió la famosa “autopsia de Roswell” como la evidencia definitiva de que los extraterrestres existían. A pesar de que desde un principio se sospechaba de un montaje, muchos defendieron a capa y espada la prueba, un film en blanco y negro presuntamente videograbado en una base militar secreta en Nuevo México. Cuando Ray Santilli, el “descubridor” de esos perdidos rollos de 16mm de la US Air Force reconoció que la autopsia había sido un “muñeco”, la controversia no hizo más que levantarse.
Igual ocurre con algunas imágenes de los Crop Circles que muestran ovnis trazando las figuras y supuestamente, en realidad, esas filmaciones habrían sido creadas en programas 3D de computadora, timando a más de un estudioso de los ovnis.
Si bien es cierto existen campañas muy bien urdidas para
desacreditar el fenómeno de los ovnis, también hay que reconocer que
en más de una ocasión, por no ser preciso con las fuentes, profundo
con la investigación, y objetivo con las posibles evidencias, uno
peca de ligerezas. Ligerezas que terminan creando un marco de duda
en torno al contactado o al investigador.
Por ejemplo, hoy en día en que se habla de la profecía de 2012 he escuchado cada barbaridad que nunca dijeron los mayas y he visto como se termina confundiendo a la gente. Y he allí el punto: la credibilidad del contactado que cita desordenadamente estas informaciones. Lo preocupante es el marco de desinformación que él mismo podría crear.
Esto sucede por varias cosas: Por un lado, una investigación que no fue profunda, y por otro, tomar datos de aquí y de allá para engatusar al público.
Lo primero se enmienda siendo mas
riguroso. En el segundo caso, uno de los grandes males de la
difusión.
El significado de secta es “conjunto de seguidores de un parcialidad religiosa o ideológica”.
Si nos apegamos a la definición, ni siquiera la Iglesia Católica escapa. Pero todo es diferente cuando la secta en cuestión es considerada “peligrosa”, y ello puede darse así por diversos factores. Uno de ellos, son los líderes y la dependencia de sus seguidores.
Marshall “Bo” Applewhite, líder de la secta contactista “Heavens
Gate”. Él y sus seguidores se suicidaron en California en 1997
esperando ser “llevados” a una nave extraterrestre oculta en la cola
del
cometa Hale-Bopp.
Aunque el líder argumente en su discurso que es uno más y que promueve el trabajo en equipo, lo que en realidad genera la dependencia no son sus palabras, sino la forma en que se conduce como cabeza de grupo. Hay buenos y malos liderazgos en todas las organizaciones humanas. Y todo aquel que procure mantener un grupo girando en torno a sí mismo está condenando a los miembros de la organización a que sean sus eternos “discípulos”.
También resulta complicada la interacción humana al interior de un grupo, más aún si es de contacto extraterrestre. Malos entendidos, cuestionamientos, divisiones, posturas, es propio de la experiencia humana en organizaciones, aunque más visible y hasta veces desagradable en grupos contactistas o espiritualistas.
Lo
ideal es fomentar la ausencia de estructuras, sean estas visibles o
“invisibles”, alentar la comunicación y el real trabajo en equipo de
la mano de una visión autocrítica y responsable.
He escuchado afirmar que Jesús es
uno de “ellos” y que viaja en OVNI. También he visto gente pedir a
los seres de las estrellas favores espirituales o protección, como
si fuesen ángeles y no cosmonautas de otros mundos. Al margen de que
estos seres puedan ejercer algún tipo de influencia positiva en
torno a algunos testigos, y de la incuestionable importancia de
grandes seres como
Jesús, todo lo que cité anteriormente resulta
demasiado.
Entonces se le empieza a considerar especial. Deja de ser un testigo. Estar con él es casi como estar con los seres del espacio.
De estos casos, hay muchos.
Un contacto real está más allá de todo eso. El “fenómeno ovni” escapa a nuestro marco cultural y religioso. Su mala interpretación podría generar nuevas doctrinas. No en vano - aunque esto suene controvertido - no pocos estudiosos argumentan que más de una religión se formó por una posible visita extraterrestre en el pasado al interpretarse equivocadamente la experiencia, que con el transcurrir del tiempo enterró el mensaje original.
Sin muy lejos, Asthar Sheran, una presunta entidad extraterrestre que contactó con Eugenio Siragusa en Italia en 1962, se convirtió en la actualidad en una suerte de “Maestro Acendido”.
Hay que evitar estas confusiones.
Las invitaciones al exterior para dar conferencias continuaban y acepté todo ello. Sentía que era importante y, aunque esto no se entienda, formaba parte de mi compromiso con la experiencia de contacto que había vivido. Los grupos que me invitaban y me organizaban conferencias cubrían los costos de mi boleto de avión, hospedaje, la renta de los salones para las actividades, entre otras cosas, y se pedía una colaboración económica en las conferencias para cubrir esos costos.
Lo que quedaba al margen, era lo que me entregaban para mis gastos personales. Con el transcurrir de los años, siendo mi actividad permanente en la difusión del mensaje del contacto a escala internacional, ese “modus operandi” se ha mantenido en casi todos los lugares donde soy invitado. Desde luego, no se “cobra por el mensaje”, sino por todo lo anteriormente expuesto.
Y para que el mensaje llegue a más personas decidí abrir este sitio Web, que contiene información, imágenes y artículos sobre todo cuanto hemos vivido, y de libre acceso para cualquier persona que ingrese en él.
Cuento esto no como “descargo”, sino para que se comprenda todo lo que involucra dedicarse a tiempo completo a tamaña tarea.
Lamentablemente, hay casos en que se cobran cantidades exorbitantes por presenciar una canalización de entidades no humanas - y se puede pagar con tarjeta de crédito - o consultas personales con el contactado que brinda consejos al individuo previo pago de otra cantidad importante de dinero.
Todo esto ha confundido las cosas y
ha hecho que más de un crítico ponga a todos en “el mismo saco”.
O si se relaciona más con personas o grupos que le garanticen una buena recaudación que por amistad o simpatía de trabajo. Podría convertirse todo esto en un negocio si se pierde el horizonte. Incluso, puede pasar que si el conferencista recibe menos dinero de lo que esperaba estalla en enojo, entre otras actitudes que terminan abriendo comillas a la situación.
Es verdad que más allá el contacto
uno tiene familia y responsabilidades, pero se debería cuidar este
punto y no obsesionarse con el dinero.
Y ello habla de un preconcepto cultural en donde los fenómenos “no humanos” no pueden ir de la mano de la vida material. Ser investigador de ovnis, o escribir sobre parapsicología, o hablar de “ángeles”, no es serio.
Gracias a Dios esto ha cambiado en los últimos años, también debido a que se dispone de mayor información. Pero no deja de ser una advertencia.
Insisto: la esencia de este problema se encuentra en la actitud y la honestidad de la persona. Y debo decir finalmente que el hecho de que no se cobre por un libro o una conferencia no es garantía de nada. Lo que hace a la persona es su integridad, al margen de todo este tema.
Es verdad que hay gente que ha aprovechado el fenómeno ovni para montar un negocio. Pero también es cierto que hay otras personas que procuramos hacer lo mejor de nosotros y llegar a un público mayor a nivel mundial. Nunca hay que perder el camino.
La recomendación es saber conducirse con
transparencia y equilibrio, y recordar que el Universo todo lo
ordena.
Si logró cierto reconocimiento, ya sea por sus libros, entrevistas en televisión, viajes a diversos países para dar conferencias, entre otras situaciones, podría terminar asumiendo un “personaje” frente a toda la gente que espera cosas de él. Y es que todos, en algún momento de nuestra vida, creemos ser importantes por nuestros “logros”.
Cada testigo potencial de contacto tiene un ego - me incluyo, obviamente - que debe trabajar para no creer que es el protagonista de la experiencia. En realidad, ¡la experiencia y su enseñanza es la protagonista!
El contactado es solo circunstancial, es el mensaje el que permanece. Y aunque el propio testigo reconozca todo esto, a veces sus acciones le contradicen, como el hecho de subestimar otras experiencias de contacto y sólo tener en cuenta lo que él hizo, vivió, escribió o investigó, omitiendo inclusive detalles de su experiencia al lado de otros pues esa situación podría quitarle protagonismo.
También hay casos donde uno se confunde y se proclama “mensajero exclusivo” de alguna entidad extraterrestre…
A lo largo de estos años he conocido, por lo menos, a cuatro “discípulos de cristo” encarnados y que ahora son testigos de contacto. Considero la reencarnación como posibilidad, pero de allí a seguir “viviendo” una supuesta vida pasada, es un delirio. Esto lo he experimentado, sobretodo, en los Congresos Ovni donde he sido invitado. Es otra de las situaciones que terminan quitando credibilidad al tema.
Podría añadir muchas cosas más, pero todo se
resume en ser ejemplo de lo que se dice.
Entre más se viva, se aprenda, o se “logre” en la difusión del testimonio de contacto, más humilde se debería ser. Pero una humildad sincera, que escape al discurso y la diplomacia para dar una “buena imagen”. Hablo de ser tal como uno es, sin mascaras, poses o actitudes que creamos dentro de algún perfil. La mayor fuerza del testimonio de contacto es la sinceridad.
Y comprender finalmente que el mensaje está por encima de nosotros.
Cuidémoslo.
El problema no es si ocurrió o no, sino la dramatización del mensaje, que en su naturaleza no es catastrofista o apocalíptico, sino de alternativa. Soy un convencido de que las profecías son advertencias para corregir.
Pero el miedo, o la pésima interpretación de los mensajes recibidos, podrían conducirnos a esgrimir advertencias terribles que no tienen el más mínimo sustento. Lo estoy viendo, por ejemplo, con el año 2012 y la supuesta extinción de la humanidad o el salto a la cuarta dimensión. No obstante, en la medida en que nos acercamos a esa fecha - una profecía real, mal interpretada, y que hablo detalladamente en uno de mis libros - algunos canalizadores han cambiado el discurso para “estirar” la fecha más adelante y seguir con la historia que montaron.
Sé que puedo sonar duro, pero en este
punto debo ser claro: un mensaje de seres superiores no tiene porque
estar insistiendo con el fin de la humanidad para una fecha.
Yo he vivido esto cuando hablé de un incidente en Nueva York y su relación con un conflicto posterior en Irak antes de que se diera el extraño atentado en las Torres Gemelas. Lo mencioné en medios de EE.UU. antes de que ocurriese. Fue un golpe tremendo el que no se haya podido evitar. Pero también en ese año mencioné que en agosto de 2007 podría desencadenarse una importante tensión bélica con China, situación que gracias al trabajo de mucha gente comprometida con el mensaje no prosperó llegada esa fecha.
En
otras palabras, los seres que nos contactan quieren que nos hagamos
responsables de nuestro futuro, y que co-creemos nuestra propia
realidad favoreciendo circunstancias positivas y polarizando
aquellas que se insinúan indóciles para la raza humana.
Ninguno está libre de cometer estos errores.
Por ello es siempre positivo recordar de que estamos en el
filo de la navaja, y que el contacto con los hermanos mayores de las
estrellas es una gran responsabilidad.
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