Prefacio
«¡Oh hombres!, no fue la mezcla de sangre y respiración el comienzo
y la sustancia de vuestras almas, aunque vuestro cuerpo terrenal
esté formado de esas cosas. Vuestra alma procede de otro lugar.»
EMPEDOCLES
Desde los días más tempranos del registro de la historia de la
Tierra, existe una emoción dulce y amarga al mismo tiempo que surge
dentro de nosotros cuando elevamos la mirada a la inmensidad del
cielo nocturno. Algunos de nosotros anhelan que llegue el día en el
que la raza humana pueda viajar más allá de la estrellas.
¿Es esto
realmente una esperanza futura o es un recuerdo de nuestro pasado?
La conciencia humana aún retiene misterios sin explorar.
¿Qué es lo
que nos mueve a espolear la evolución hasta sus límites?
¿Qué nos
lleva a crear discordia entre las razas que habitan nuestro planeta?
Tal vez estemos escenificando un drama cósmico y hemos perdido
temporalmente el guión. Sabemos que lo que hace un país o una raza
de esta Tierra afecta a todos. Esta idea también se puede llevar más
allá, se puede llevar hasta el universo. Puede que lo que estemos
haciendo ahí afecte a innumerables civilizaciones que viven en
otros planetas.
¿Es posible que estemos tan ligados los unos a los
otros?
La información presentada en este libro es una recopilación de años
de interiorización, deducciones razonadas y canalizaciones. Para
ello, se han utilizado referencias meticulosamente cruzadas de
varias canalizaciones (sobretodo el material proporcionado
por la coautora Lyssa Royal), al igual que la investigación de
trabajos autorizados de antroposofía y metafísica.
El lector puede considerar esas ideas literalmente o simbólicamente, ya que la
historia es la misma. No hay una reclamación de que esto sea la
indiscutible verdad con respecto a la aparición de nuestra Familia
Galáctica en esta realidad. Si a usted le parece bien, utilice las
ideas aquí propuestas como un catalizador para su propio crecimiento.
En el caso contrario, tal vez, este material le pueda llevar un paso
adelante hacia su propia evolución personal.
Una de las ideas más importantes para acelerar el potencial humano
es permitirse que todas las verdades sean la manifestación de la
Verdad Única, sea ésta la que sea. Gracias a este permiso emerge la
unificación. Aunque no sea más que esto, deje que este libro sea
divertido e interesante de leer y que estimule su imaginación, ¡Está
claro que no hace falla que crea en lo que proponemos, pero sí
hacen falta sus ganas de explorar!
Este es un libro de introducción. Se ha oreado un extenso glosario
al final de la obra para aclarar términos poco familiares que se han
utilizado. Cada capítulo representa una faceta de un complejo
tapiz y cómo ese tapiz afecta a la Tierra. A lo largo de muchos
debates, esta información ha obtenido un formato que presentará al
lector una selección de caracteres. Esta selección no es completa.
Existen innumerables miembros diferentes y dramas que se están
escenificando en todo el universo. Los caracteres presentados aquí
parecen haber surgido como los más importantes con respecto al
drama humano en esta llena.
A lo largo de todo este material se utilizan ciertas presunciones
que son el fundamento para el resto de la información. Una de ellas
es el concepto de la reencarnación y la naturaleza infinita de la
conciencia. No es necesario comulgar con ese concepto para poder
entender este material pero sí permitirá al lector una visión más
amplia del cuadro más grande.
Otra suposición presentada es la idea que cada ser tiene una
conciencia superior. Se supone que, independientemente del nivel
de existencia que ha elegido cualquier ser para un tiempo determinado de
vida, retiene una conciencia (consciente o inconscientemente) de su
conexión con el Todo y de su identidad divina. Ese concepto nos
conecta con la idea de que nosotros somos únicamente los que controlamos nuestros destinos. Es decir,
la evolución está en
nuestras manos.
A lo largo de todo este libro también se mantiene la presunción que
el «Todo», o la conciencia colectiva integrada de nuestra Familia
Galáctica, ha existido siempre. Para el propósito de poder presentar
esta información hacen falta unos parámetros. Dichos parámetros
harán referencia alegóricamente al «comienzo» de la historia corno
infusión dimensional, y cuando se habla del «final» hablaremos de
integración.
En muchos casos se han utilizado etiquetas para describir lugares o
gente (como por ejemplo, Sirios, o Sirianos). Por regla general
estas etiquetas son variables y denominan más bien un reino o una
conciencia vibracional y no tanto una idea fija. En el caso de Lira,
por ejemplo, se reconoce perfectamente que las estrellas de las que
se habla, se hayan convertido una y otra vez en agujeros negros y
agujeros blancos. Por ello se habla más bien de ideas que de puntos
concretos en el espacio y en el tiempo.
Esas ideas tienen un peso
específico; eso, además, es bastante obvio ya que se habla de ello
en nuestras leyendas que dan importancia a otros sistemas estelares.
Las leyendas de
la tribu de los Dogon, los
textos de Sumeria, y los
escritos antiguos de
Egipto, lodos ellos hablan de contactos con
seres de otros sistemas estelares. Esas leyendas, se supone, que
proceden de algún lugar. Aunque su lenguaje y estilo de expresión
contemporáneo eran ligeramente diferentes, la solidez de su
contenido está fuera de todo argumento.
La información sobre el pasado de nuestra raza, puede enriquecer
nuestras vidas aquí en la Tierra.
Si realmente nos transformamos,
será gracias a la conciencia que tengamos con respecto a nuestro
mundo, pero no se trata de utilizar esa conciencia para escapar de
nuestras responsabilidades como ciudadanos de la Tierra y miembros
de la Familia Galáctica.
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1 -
La infusión dimensional
«Con sus llaves celestiales, sus acordes del aire, sus inquietantes
fuegos, la gran lira eólica de Samian, elevándose a través de las
barras dobladas siete veces, desde la Tierra hasta las estrellas
fijas.» Longfellow sobre Lira en
Occultation of Orion
Toda conciencia y toda energía estaban, en su día, fusionadas en un
Todo integrado. Ese Todo era consciente de algunos aspectos suyos,
pero de manera diferente de una conciencia individualizada. En el
actual estado de evolución de la Tierra, el sí mismo es reconocido
primero, después la sociedad y por fin el Todo, Todo Lo Que Es, o
Dios. Aún se hace una separación. Esa separación de la Fuente es una
ilusión. Esa ilusión es una herramienta que aporta al Todo todas
las lecciones necesarias y reta su necesidad para experimentar
cosas para reintegrarlo luego en la Fuente.
Antes de esta fragmentación de la Fuente, el Todo existía en otra
octava de la realidad dimensional. Desde ese lugar de unificación,
el Todo lo Que Es pensó qué pasaría si se separaba y se olvidaba
temporalmente de la existencia integrada. La fuerza de semejante
pensamiento a un nivel tan masivo, comenzó a crear la fragmentación.
La ilusión creada debido a la fragmentación iba a ser el olvido en
el que la conciencia tendría que crear (de su propia naturaleza
divina) un recuerdo para volver a unificarse.
Lo que se ha denominado «la creación» en realidad es esta
fragmentación, o si se quiere, la infusión dimensional. La
curiosidad inicial del Todo con respecto a la existencia fragmentada
creó esa misma realidad. Hizo falta un cambio de perspectiva, de
focalización o de frecuencia. Como parte del Todo, los aspectos de
la
Familia Galáctica fueron parcialmente responsables a la hora de
diseñar la heliografía que debía guiar su desarrollo.
Por ello,
decir que «somos Dios» tiene, de hecho, un significado real.
La heliografía que fue diseñada contenía muchas ideas diferentes.
Al principio, contuvo la noción de que la polaridad y la
fragmentación eran la norma. El código de la heliografía contenía la
opción del «Libre Albedrío» de cada uno de los fragmentos o almas. El
reto consistía en recordar que cada conciencia lo poseía. Cuanto más
se ejerce el Libre Albedrío, más memoria divina se evoca. Enfrentado
con la realidad polarizada, el Libre Albedrío es liberador. Cuando un alma olvida que posee el Libre Albedrío, las
lecciones se vuelven más arduas pero al mismo tiempo tienen una
mayor recompensa.
Otra idea que está presente en la heliografía elegida, es que los
fragmentos del Todo son completamente responsables de sus acciones,
aun en estado de amnesia. Siendo conscientes o no, cada acción
generaría una respuesta por parte del universo. Algunos han
denominado esto karma; no obstante, es mucho más que un «ojo por ojo».
En lugar de castigo por una conducta negativa, existe siempre la
opción de ampliar la conciencia de uno.
Por ello, la sabiduría borra,
de algún modo,
el karma.
Aunque pueden parecer reglas de algún tipo de juego cruel del
cosmos, el resultado ya está decidido. Teniendo esto en cuenta, no
es necesariamente el destino lo que cuenta, sino más bien el viaje
en sí. Lo que cuenta es cómo se juega este juego.
Otro aspecto de la heliografía consensuada fue el código etérico
generado en el conjunto del tapiz universal. Este código permitiría
que las formas humanoides bípedas y basadas en el carbono sirviesen
como vehículos normales y naturales para la encarnación de
conciencias humanas dentro de la estructuras planetarias. Este código existe a un nivel meta-atómico que la ciencia acaba
de empezar a ser capaz de medir. La simbología de la polaridad se
manifiesta en forma de un cuerpo humano. El ser humano terrestre es
simétrico, tiene dos brazos, dos piernas, dos ojos, dos orejas,
etcétera. El cuerpo se convierte en un conjunto completo gracias al
torso y la cabeza.
También se decidió que durante el desarrollo evolutivo de las formas
humanoides (dentro de la Familia Galáctica) las polaridades
femenina y masculina se manifestarían en cuerpos diferentes pero
complementarios. Esto debía servir de recordatorio para poder crear,
ya que las polaridades siempre deben unirse y ser integradas. Esa
noción se entiende mejor cuando se tiene en cuenta que el individuo
tiene la tendencia a sentirse «Uno» cuando él/ella se unen en el
amor.
¿Cuál fue el verdadero proceso de la infusión dimensional?
Dentro
del tejido del tiempo/espacio de la constelación de Lira existe algo
que se podría denominar agujero blanco.1 Se puede comparar este
agujero blanco con un prisma. Al pasar un rayo a través de un
prisma, se obtiene un espectro de luz fragmentada en siete
frecuencias de colores visibles. Cuando una parte del Todo pasó por
el Prisma de Lira (el agujero blanco), la conciencia fue fragmentada
en siete frecuencias vibratorias que representan la conciencia
colectiva de la Familia Galáctica de la Tierra.
1 Un foco de luz y energía muy intenso.
En este caso, un lugar de
nacimiento.
Cada fragmento
obtuvo conciencia de todas esas frecuencias o densidades diferentes.
Anteriormente se experimentaban las frecuencias como algo integrado
en el Todo (como luz blanca). Guando esa parte del Todo pasó por el
prisma, se manifestó en siete frecuencias conscientes. También la
conciencia se fragmentó, y los fragmentos se «apartaron» el uno del
otro tal como se sugiere simbólicamente en la teoría del «Big
Bang». De este modo surgió la ilusión de que cada fragmento estaba
muy, muy sólo.
El Todo comprendió que el propósito de esta experiencia era aprender
a reintegrarse a partir de un punto de la separación. Pero ¿cómo?
Como almas individuales o en grupos, los fragmentos investigaron el
universo que se acababa de crear. La infusión dimensional no sólo
creó una fragmentación de la conciencia, sino también creó
estrellas, planetas, gases y moléculas que configuran la realidad
física. No obstante, la realidad física representa solamente algunas
pocas frecuencias energéticas que surgieron debido a la
fragmentación.
Tal como descubrió la ciencia, la materia es vibración energética
densificada que se mueve a un ritmo específico. Cada aspecto del
universo está hecho de energía. Según la tecnología terrestre aún no
se ha descubierto cómo medir ciertas partes de la realidad. Si la
tecnología tuviera semejante habilidad se podría distinguir un
número infinito de portales hacia el tiempo, el espacio y la dimensión.
De momento, se explorarán los siete niveles de frecuencias de la
Familia Galáctica de la Tierra que se fragmentaron al pasar por el
Prisma de Lira.
De ahora en adelante, el término
«densidad» será utilizado para hacer referencia a estos siete
niveles de frecuencias:2
2 Véase el
glosario de términos para la diferencia entre
«densidad»
y «dimensión».
-
densidad 1:
Conciencia en forma de punto; materia física. Este nivel
de frecuencia es el más básico. Aporta la materia y la energía para
la creación de átomos y moléculas. Todas las formas básicas de
minerales y agua, por ejemplo, funcionan de acuerdo con las
frecuencias de la primera densidad. También los humanos contienen
estas frecuencias básicas. Ellas configuran los códigos genéticos
básicos.
-
densidad 2:
Conciencia en forma de línea; materia biológica;
desarrollo de identidad de grupo o especie. La conciencia expresada
por la vibración de la segunda densidad no posee conciencia de sí mismo (o ego). Aquí existen la mayoría de las especies
del reino vegetal y animal; no obstante, su emplazamiento dentro de
una densidad u otra depende de muchos factores adicionales,
incluidos la presencia o ausencia de ego.
-
densidad 3:
Conciencia volumétrica; ego; pérdida de la identidad
de grupo, desarrollo de la identidad individual habilidad de
recordar el pasado y percibir el futuro, reteniendo la conciencia
presente. En esta densidad surgen los seres humanos. Es una
vibración que crea la ilusión de separación y, por ello, supone un
reto para el despertar. El ser humano está pasando actualmente por
un periodo de transición hacia la realidad de la cuarta dimensión,
que es la causante de los muchos cambios rápidos que está
experimentando la raza humana. Ésta es la frecuencia que expresa la
máxima separación del Todo.
Desde aquí se aprenden la mayoría de las
lecciones con respecto a la integración. Es el nivel más intenso de
todos ellos en la cultivación del crecimiento del sí mismo. Los
cetáceos (delfines y ballenas) existen actualmente simultáneamente
en la tercera y cuarta densidad y están saliendo de la tercera junto
con la humanidad.
La conciencia de los primates también existe en la
tercera densidad. La evolución de los primates es cada vez más
evidente cuando uno observa las diferentes características que van
desplegando y de las cuales se pensó que eran inherentes sólo a los
seres humanos (como la adquisición del lenguaje o la conducta
patológica).
-
densidad 4:
Dominio de la conciencia volumétrica; conciencia
superior, reintegración de la identidad de grupo sin pérdida de la
identidad del ego; conforme aumenta la vibración, la percepción del
pasado, presente y futuro se vuelve más fluida junto con la
habilidad de relacionarse con las realidades multidimensionales
y las multidensidades; cada vez es más difícil mantener una conciencia orientada negativamente. En la Tierra se están
solapando actualmente las realidades de la cuarta y de la tercera
densidad.
En el caso de la humanidad, esto podría sor la razón por
la cual los deseos de unidad, paz y amor universal son cada vez más
presentes. Estos deseos son diametralmente opuestos a la ilusión de
separación que caracteriza a la tercera densidad. El ritmo
vibratorio se acelera y, por ello, puede que uno se encuentre cara a
cara con temas personales de manera más rápida y también más
intensa.
Es fácil entender cómo esto está sucediendo, ya que miles
de individuos en la Tierra se someten a algún tipo de terapia, se
suman a programas para desengancharse de ciertas sustancias y están
emprendiendo actuaciones para la mejora del planeta.
Ésta es la
frecuencia de la responsabilidad. Es la frecuencia que permite
recordar el código del Libre Albedrío; la última frecuencia con la
cual se utiliza un cuerpo físico para expresar la conciencia. Es por
ello que muchas civilizaciones eligen pasar mucho tiempo en esta
densidad.
-
densidad 5:
Conciencia experimental del «yo» en forma de identidad
de grupo; no está ligada al tiempo lineal. En esta densidad la
conciencia sensitiva comienza a recobrar su herencia. Esta es la
densidad de la sabiduría. Los que van despiertan y reconocen la
sabiduría inherente, con frecuencia quieren compartirla con aquellos
que todavía están afianzados en densidades inferiores.
Muchos seres
que vibran en la quinta dimensión eligen convertirse en guías para
los demás. El ser que vibra en la quinta dimensión, se funde con su
familia de conciencias («alma superior» o «yo superior», si se
prefiere) y comienza a recordar. Ésta es la primera densidad en la
que se experimenta una orientación no física.
(Nota: No existe una
distinción tajante en la transición de la quinta a la sexta y de la sexta a la séptima densidad. Debido a que
estas densidades no son físicas se produce mucha fusión durante las
transiciones.)
-
densidad 6:
La conciencia como dimensión en si misma. Con
frecuencia, esta densidad ha sido llamada «Conciencia Cristica», ya
que existe un nivel de frecuencia igual a la de Cristo o de
Buda. A
partir de esta frecuencia, se produce una rememorización total, y
uno empieza a asumir la responsabilidad del Todo en lugar del sí
mismo. El proceso de perfeccionamiento del sí mismo y del Todo se
convierte en la misma cosa.
-
densidad 7:
Contienda de la experiencia
multidimensional; identidad de matriz de grupo; (conjunto de memoria social). Esta es
la densidad de unión total o integración. Los que vibran en esta
frecuencia se fusionan y se convierten en un todo dentro de la
conciencia colectiva. Ellos magnetizan a aquellos que están en otras
frecuencias y proporcionan la corriente necesaria para un Huir
natural hacia la integración. Una vez que los seres de la séptima
densidad lleguen a la masa crítica, pasarán por el Prisma de Lira
(desde nuestro punto de vista se tratará entonces de una experiencia
de salida a través de un agujero negro) y llegarán a la siguiente
octava donde les espera una nueva aventura.
Es importante tener en cuenta que como partes del Todo que se
fragmentaron al atravesar el Prisma de Lira, cada conciencia retuvo
el recuerdo de todos los niveles de densidad.
No obstante, parte del
olvido perduró. Desde niveles más centrales de densidad (como pueden
ser la tercera y cuarta, pueden darse ausencias de recuerdo con
respecto a la coexistencia de otros niveles. Conforme tiene lugar la
integración, uno se va dando cuenta de estos otros aspectos.
El microcosmo siempre refleja al macrocosmo. Esto se puede apreciar
claramente viendo la «coincidencia» de cómo la estructura atómica
refleja la estructura del sistema solar. Ocurre lo mismo con la
fragmentación de las partes del Todo en seres individuales o grupos
del alma. El hecho de encarnarse en un cuerpo físico se puede
comparar con un minipasaje por el Prisma de Lira.
El proceso de fragmentación del alma cuando se encama en un cuerpo
físico puede ser comparado, de alguna manera, con las teorías de
Freud cuando habla del id, del ego o del superego. Como feto, el
alma demuestra una conciencia de primera densidad. En ese punto uno
se percibe a sí mismo como algo intrínsecamente conectado con el
entorno. Físicamente, uno es una masa de códigos de ADN con el
potencial de convenirse en un ser humano consciente.
Debido a que Freud no tomó en cuenta el desarrollo prenatal, a ese nivel no
existe ninguna correlación. Si él hubiera creado una etiqueta para
describir la relación del feto con su entorno, se hubiera servido
de una descripción de la primera densidad.
Cuando el niño está en la fase entre su nacimiento y los dos
primeros años de vida comienza a demostrar una conciencia
correspondiente a la segunda densidad. El niño empieza a percibir
una separación entre él y el entorno, y sus deseos se orientan hacia
el exterior. Todavía conserva un cierto egocentrismo, que hace que
este nivel se corresponda con el nivel del id. Lo que distingue la
orientación de un niño de la segunda densidad a la tercera densidad
es la falta de determinadas habilidades para diferenciar entre sí
mismo y el entorno.
A partir del segundo año de vida, aproximadamente, la conciencia de
la tercera densidad se convierte en el principal marco ya
demostrado. Es la fase del desarrollo del ego y la toma de
conciencia por parte del niño de ser un individuo separado. Son
años cruciales en el desarrollo; se puede apreciar claramente que
si ese desarrollo se interrumpe (debido a abusos) la personalidad
se puede fragmentar y crear tal vez una disfunción en un futuro.
Muchos
individuos retienen esta orientación del ego correspondiente a la
tercera densidad a lo largo de toda su vida.
El desarrollo del super-ego, o conciencia superior, es una
característica típica de la cuarta densidad. Los humanos tienen la
opción de desarrollar ellos mismos este aspecto, es una
reintegración de la fragmentación de la personalidad que ocurre a lo
largo del proceso del nacimiento, pero también es una integración a
nivel espiritual.
A medida que la raza humana se establece más
sólidamente dentro de la conciencia de la cuarta densidad se supone
que ese proceso de fragmentación de la personalidad se notará cada
vez menos, y quizá los niños comiencen a mostrar mucho antes
características de la cuarta densidad en su desarrollo, y las
retengan a lo largo de toda su vida.
Durante la infancia uno tiene que aprender a adaptarse e integrarse
en un marco factible. Si esto no se logra (cuando hay abusos
durante la infancia), empezarán a mostrarse con frecuencia
disfunciones psicológicas al alcanzar la edad adulta. Patologías
como la personalidad múltiple (Trastorno
de Identidad Disociativo) pueden surgir debido a que el proceso
natural de integración de la tercera densidad no tuvo lugar durante
la infancia. Algunas civilizaciones extraterrestres han aprendido a
detectar y transmutar las semillas de las disfunciones patológicas
durante la infancia y por lo tanto no tienen incidentes de
patologías adultas.
Si se llega a entender que no importa hasta qué punto un individuo
se puede fragmentar (ya sea a nivel del alma o de la personalidad)
y que el regreso a casa siempre será debido a la integración, esa
persona no perderá nunca de vista su meta.
En este caso, realmente
podemos volver a casa.
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2 -
La creación
de la Familia Galáctica
«Yo soy Ra, con quien comentó el tiempo. Yo soy el centro de la
rueda, una estrella que cubre el mar infinito. Yo no soy la cosecha;
yo soy la semilla. Yo no soy la lira; yo soy la canción. Yo no
moriré.» El Libro egipcio de
los muertos
Traducción de Ellis
Al pasar a través del Prisma de Lira, el
primer fragmento creó un grupo de seres que se pueden llamar
«Fundadores».3 Fundadores
representan la conciencia colectiva de lo que eventualmente iba a
ser la humanidad. Ellos tienen la capacidad de dirigir incluso en un
nivel tan alto como es la cuarta dimensión, pero su estado natural
es el estado no físico.
Al separarse de la parte del Todo que pasó
por el Prisma de Lira, siguen reteniendo una memoria, similar a un
sueño, de la idea de la integración y del propósito de la
fragmentación. Ellos son los que supervisan la evolución de la
humanidad. Asumen el rol del arquetipo Padre, pero con la polaridad
masculina y femenina equilibrada.
3 Otros
términos como observadores (the
Watchers), los eternos, los reflectores y
los que siembran han sido utilizados por otros y son igualmente
apropiados.
Los Fundadores se dieron cuenta de la heliografía elegida cuando se
separaron del Todo. Sabían que los «hijos» son portadores de los
códigos de los «padres» en esa heliografía. Debido a que ellos
juegan el rol de padres es su responsabilidad guiar el crecimiento de la nueva conciencia que se acababa de crear.
Al
asumirlo, se convirtieron en la heliografía, comenzaron a
comprenderla y vivirla, sabiendo que esto iba a proporcionar
códigos para futuros fragmentos.
Los Fundadores empezaron a comprender el patrón energético natural
de la realidad polarizada que se acababa de crear. Se dieron cuenta
claramente de que la conciencia colectiva recientemente fragmentada
interactúa con determinadas realidades (es decir, densidades)
dentro de un marco de tres aspectos principales:
-
un punto de positividad pura
-
un punto de negatividad pura
-
el punto de integración de ambos
Toda interacción ocurre dentro de esa línea que conecta cada punto.
con muy pocos aspectos de conciencia dentro de cada punto de
pureza. Darse cuenta de ello, les inspiró a entender un paradigma
de realidad polarizada. Eso era algo nuevo en su mundo y amplió su
comprensión.
El paradigma, tal como surgió para ellos, se muestra
abajo en forma de diagrama en dos dimensiones.
Conforme estudiaron el paradigma, comprendieron la mecánica de cómo
las conciencias fragmentadas iban a fundirse nuevamente al volver a
pasar por el Prisma de Lira. El modelo lineal arriba mencionado
puede cambiarse para crear una relación dentro del patrón de un
triángulo.
He aquí una ilustración:
Este triángulo representa las probabilidades del proceso de
integración. Las civilizaciones se mueven naturalmente y al azar
(de acuerdo con las leyes del caos) dentro del patrón de ese
triángulo hasta llegar a un equilibrio energético.
Si una civilización o conciencia elige la integración (la
disposición de crecer desde ambas polaridades), naturalmente se
movería en la dirección hacia el punto de integración, empujada por
ambas polaridades. Esto se puede entender como una manera de
permitir la integración. Por otro lado, si una civilización o un
individuo niegan la integración, el patrón se expande para acomodar
su negación de las polaridades opuestas. En este lugar no se
describirá el patrón expandido.
Cuando los Fundadores creyeron que estaban listos para ello, crearon
una nueva fragmentación. Al igual que cuando la parte del Todo tenía
curiosidad y creó ese reino a partir de sus pensamientos, los
Fundadores imitaron a sus «padres» utilizando energía del
pensamiento para crear una fragmentación de sí mismos. Esa
fragmentación sucedió a lo largo y a lo ancho; conciencias
individualizadas surgieron de la toma de conciencia del grupo de
Fundadores y comenzaron a explorar el universo. Gracias a esa
fragmentación, cada ser que existe dentro de la Familia Galáctica
aquí presentada es parte de los Fundadores.
Existe un número infinito de fragmentos y viajes de exploración.
Algunos de estos fragmentos se convirtieron en civilizaciones que
han tomado parte activa del desarrollo de la Tierra. Algunos de los
que tienen un punto de referencia en la realidad conocida de la
Tierra serán investigados más a fondo en los próximos capítulos.
Cuando los Fundadores se fragmentaron, algunos permitieron que se
densificara su energía lo suficiente para poder entrar en la
realidad física. Los Fundadores ya habían elegido planetas que
podían sostener vida humana. Suavemente guiaron a esos fragmentos
hacia una existencia física en la tercera o cuarta densidad. Al cabo
de un tiempo, los fragmentos se acostumbraban a una existencia física
y la ayuda (que todavía estaba presente, aunque en menor medida) de
los Fundadores cada vez era menos necesaria.
La primera zona elegida para ser colonizada eventualmente después
de la fragmentación de los Fundadores se encontraba en la vecindad
de la constelación de Lira. La mayoría de los miembros de la Familia
Galáctica que tienen una conexión genética con la Tierra tiene sus
raíces en el sistema de Lira. Es aquí donde tuvo lugar el primer
intento de integración.
Los Fundadores creyeron que iba a ser fácil
y previsible; pero, en lugar de ello, las formas humanoides se
extendieron hasta crear el tejido de un tapiz muy complejo. Los
hilos del tapiz se enredaron de tal manera que se perdieron sus
orígenes en una maraña de colores en el diseño del cortinaje.
A continuación se describen, desde la perspectiva de la Tierra, los
principales caracteres implícitos en ese tapiz.
-
Lira. La principal zona del «nacimiento» de la raza humanoide.
Todas las razas humanoides que forman parte de la Familia Galáctica
tienen raíces genéticas conectadas con Lira.
-
Vega. Es una estrella dentro de la constelación de Lira. Siendo
descendientes de Lira, los seres de Vega dieron a luz a una raza de
seres que manifestaron, tanto en sus creencias como
en sus actuaciones, la polaridad opuesta de Lira. Hubo frecuentes
conflictos entre las razas de Lira y las de Vega.
-
El planeta Ápex. Es un planeta
perteneciente al sistema de Lira y fue el lugar donde hubo el
primer intento de crear una sociedad integrada.
-
Sirio. Un grupo de tres estrellas, conocido en la mitología de la
Tierra como «el Can»,
Sirio fue una de las primeras zonas colonizada
por seres procedentes del grupo de estrellas de Lira. Representó la
energía del patrón triangular y perpetuó el impulso hacia la
integración. Existe una gran variedad de diferentes tipos de
conciencias que encaman en este sistema.
-
Orión. Es el principal «frente de batalla» para el reto de la
integración de la polaridad.
Orión fue sembrado desde Sirio, al
igual que Lira y Vega. Existe una conexión directa con la Tierra,
tal como se verá en otros capítulos.
-
Las Pléyades. Fueron colonizadas por descendientes de Lira.
Este
grupo es la conexión genética principal de la Tierra con fuentes
extraterrestres,
-
Arcturus. Es un arquetipo o futuro «sí mismo» ideal de la Tierra. Arcturus
ayuda a sanar las conciencias personales y planetarias. Su
vibración, perteneciente básicamente a la sexta densidad, ha sido
atribuida al reino angelical.
-
Zeta Retículi. Esta civilización está íntimamente conectada con la
Tierra.
Los Retículi son el principal grupo que lleva a cabo las
abducciones (o dicho más correctamente, las «detenciones
temporales», ya que ese grupo siempre devuelve a
los abducidos). Se
hablará más detenidamente de este grupo en los próximos capítulos.
Aunque algunas de estas civilizaciones se solapan en el tiempo y
pueden parecer no lineales, más abajo se hace una traducción lineal
de la progresión de varias culturas comprándolas entre sí.
Debate
Cuando uno se recupera del susto inicial que supone la noción de que
los extra terrestres tuvieron algo que ver con la herencia de la
Tierra, todo ello parece realmente una explicación muy lógica.
¿Por
qué debería creer la raza humana egoístamente que ella es la única
responsable del pasado genético de la Tierra? En la Tierra, razas
han «descubierto» a nuevas razas y han comenzado a integrarlas.
Tal
vez, y antes de que esto ocurriese, esas razas sencillamente nunca supieron que las otras existían. Ese modelo de pensamiento puede
ser plausible tanto para el universo como para el planeta Tierra.
¿Cuántos más dibujos de antiguos cohetes con sus correspondientes
pilotos se tienen que descubrir para que el ser humano rompa con sus
miedos respecto del descubrimiento del pasado de la Tierra?
La pregunta más obvia es: ¿Si los extraterrestres están allí fuera,
porqué no se dan a conocer?
Se puede encontrar una respuesta en esa
forma en que la humanidad se acerca a los estudios antropológicos con respecto a la
Tierra.
Los científicos no van caminando
directamente hacia una cultura «primitiva» enarbolando sus cámaras
y su equipamiento.
Ese tipo de modificación cultural, a veces, les
lleva décadas. A sus ojos, puede que la humanidad ya les parezca lo
suficientemente «civilizada». No obstante, una raza que ha logrado
viajar por el espacio, incluso ha logrado una unidad global, puede
considerar que la humanidad es muy primitiva. Tal vez estén
esperando, escondiéndose entre los arbustos, permitiendo que tan
sólo unos pocos humanos les vean hasta que se dé la señal a toda la
sociedad de que ellos no suponen ninguna amenaza.
¿Qué pasaría si la señal de que ellos están aquí no se diera nunca?
¿Qué pasa si la humanidad sigue ignorando la evidencia, esperando
que todo esto desaparezca?
A muchos extraterrestres les parece que
éste seria el caso. Todos los métodos no amenazantes parecen no
haber logrado nada hasta el momento. El plan básico del juego de las
últimas décadas parece mucho más intenso en lo que se refiere a su
potencial para despenar a la humanidad. Algunos de los que visitan
la Tierra están utilizando ahora el miedo.
A veces, la sociedad se
apresura en validar la negatividad, en lugar de reconocer la parte
positiva que supone que el marco propio de la humanidad pueda ser
utilizado para asimilar la realidad de la Tierra negada
anteriormente. El miedo hace que uno despierte, desafortunadamente,
de forma bastante brusca. Puede que esto explique la cada vez más
frecuente observación de
experiencias de abducción utilizadas como
método para despertar a la humanidad, para que ésta se dé cuenta de
una realidad más amplia.
A estas alturas del desarrollo de la humanidad, aún no se ha
formulado un modelo natural de evolución de un planeta. Parece
obvio que una civilización no estará preparada para alcanzar el
cosmos y doblar las dimensiones del tiempo/espacio si antes no es
capaz de resolver sus conflictos a nivel planetario. La expansión de
conciencia que necesita semejante salto puede que dependa de un Todo
unificado.
Si el Todo no está integrado y equilibrado, los
intentos pueden ser en vano. Puede que la humanidad esté
experimentando ahora mismo esa limitación. Conviene tener en cuenta
los diversos lanzamientos fallidos al espacio y los recortes
económicos para los programas espaciales. Puede que la Tierra aún
no esté preparada. I-a humanidad pretende alcanzar las estrellas,
pero con frecuencia ni siquiera es capaz de alcanzar la mano de su
vecino.
La conexión extraterrestre es importante, pero lo que es todavía
más importante es el desarrollo de una perspectiva global. La
expansión tendrá lugar gracias a la acción, el reclamo de la propia
humanidad de asumir la responsabilidad que tiene para con la
Tierra. Los extra terrestres no intervendrán para limpiar los
escombros dejados atrás por los seres humanos.
La Tierra está
entrando en la fase adulta y ha sido sacudida de su nido. Seria
bueno para la humanidad olvidarse de su victimismo, asumir su divino
derecho natal y crear el Cielo aquí en la Tierra. Lo único que
pueden hacer los extraterrestres es recordar a la humanidad su
ilimitado potencial. La comunicación con ellos (y nuestra toma de
conciencia de la herencia de la Tierra) puede compararse a la famosa
zanahoria colgada delante de la nariz.
Si la raza humana quiere esta
zanahoria, quizá primero tenga que hacer lo necesario para
obtenerla: unificar e integrar.
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3 -
El útero de Lira
«Cuando yo fui», dijo él, «comenzó el comienzo. Yo me he convertido
en el comienzo. Yo me veo a mi mismo, dividido. Yo soy dos y cuatro y
ocho. Yo soy el universo en su diversidad. Yo soy mi
transformación. Este es mi encuentro. Aquí mis mi mismos se convierten en uno
solo.» El libro egipcio de los muertos
Traducción de Ellis
Desde el punto de vista de una realidad que puede ser percibida por
seres físicos, el cuerpo de los Fundadores tiene dos brazos, dos
piernas, una cabeza y un torso. Tienen grandes ojos inquisidores
que representan simbólicamente su deseo de adquirir conocimiento y
reflejan también las viejas memorias que contienen.
Seres físicos
los percibirían como insectos, muy altos y con largas y elegantes
piernas. Los humanos de la tercera densidad pueden verles si entran
en una versión acelerada de la cuarta densidad. Las interactuaciones
con ellos normalmente suceden en un estado alterado de conciencia.
Desde esta perspectiva parecen etéreos y como salidos de un sueño.4
4. En la simbología de los sueños, los Fundadores se pueden convenir
en figuras que parecen grandes insectos similares a las mantis.
zancos para caminar, incluso, saltamontes.
Una vez fragmentada su conciencia más allá, los Fundadores
comenzaron a convertir la energía en materia. Esto creó un
prototipo de raza física según el cual la mayoría de las
conciencias humanoides se encarnarían. A niveles meta-atómicos,
existen códigos de organización que crean un cuerpo humanoide consistente y
basado en el carbono como vehículo para la representación física de
la concienciad.5
Los Fundadores utilizaron esos códigos, que se dan de
forma natural para crear versiones de sí mismos, tanto en un estado
físico como en un estado no físico. Esa forma refleja simbólicamente
los aspectos del universo polarizado en el cual había entrado. De
nuevo podemos decir que los «padres» crean a los «hijos» según su
propia imagen.
5. Esta idea es reflejada en el trabajo de
Rupert Sheldrake que
trata de las resonancias módicas, que indican la existencia de
campos energéticos que organizan a toda forma. lisos campos pueden
transferir características a aspectos «no relacionados» de la misma
especie y que no necesariamente tienen que existir en una proximidad
física.
Los Fundadores son los abuelos energéticos de la raza humana. Su
deseo fue manifestar diferentes aspectos dimensionales de ellos
mismos. Eso originó formas básicas de vida, que, a su vez,
facilitarían el proceso de crear diversidad dentro de una nueva
realidad que acababa de nacer Ellos son ambas cosas, son la Fuente
y son el prototipo.
Conforme surgieron con esta forma de luz debido a la densificación
de energía, se dieron cuenta de que toda vida evolucionará para
volver a convertirse en los Fundadores y, posteriormente, en la
Fuente. La conciencia se fragmentará y se dispersará, a veces más
allá de lo reconocible, pero siempre evolucionará de tal forma para
volver a ser la Fuente, tanto física como mental, emocional y
espiritual mente.
De modo que los Fundadores acometieron el siguiente paso del proceso
de fragmentación. Su primer acto consistía en comenzar a elaborar
los planes necesarios para esparcir vida por todo el sistema de
Lira. Supieron que a lo largo del tiempo, las formas de vida
gravitarían de forma natural, convirtiéndose en civilizaciones
planetarias debido a la ley de atracción.
Dentro del grupo de estrellas se eligieron planetas para que
acogiesen estas nuevas razas. A medida que estos planetas comenzaron a desarrollar de forma natural vida primaria, los
Fundadores
implantaron en aquellos primates en vía de desarrollo energía de
plasma6 a niveles meta-atómicos dentro de su estructura de
ADN. Esto
pasaba a lo largo de muchas generaciones hasta que los
primates/humanoides poseyeron la genética necesaria para sostener
una vibración tan alta como la de la conciencia de la tercera densidad. Con pequeñas alteraciones, el proceso de encarnación iba
a comenzar pronto en varios cuerpos planetarios.
Los Fundadores se fragmentaron aún más para liberar la conciencia
necesaria para encarnar en esos planetas. Durante esa fragmentación,
cada conciencia fue trasladada a un planeta específico en el cual la
vibración era más compatible con el fragmento individual.
Como ya se ha expresado en capítulos anteriores, el patrón base de
la conciencia que se fragmentó a través del Prisma de Lira se puede
considerar como una tríada, es decir una polaridad, su opuesto y el
punto de integración. Los Fundadores observaron cómo surgió este
flujo natural de la energía de la base de las especies en vías de
desarrollo. Esos diferentes grupos planetarios fueron, al
principio, homogéneos; todavía no manifestaron claramente ningún
aspecto especial del patrón.
Conforme el tiempo pasaba y la interacción entre los individuos y
grupos aumentaba, muchos grupos se polarizaron en su orientación
negativa o positiva.7 Algunos de ellos empezaron a mostrar diferentes
grados de integración. Era un escenario esperado por los
Fundadores. No obstante, esta fase comenzó a tener vida propia.
Cuando el proceso creció exponencialmente los Fundadores comenzaron
a ver los infinitos reflejos del Todo y algo que, hasta cierto
punto, les inquietó.
6. Energía altamente condensada que se manifiesta como luz.
7. Esas
orientaciones negativas/positivas no suponen un inicio. Es la representación de polos, siendo éstos igualen pero de signo opuesto.
Mientras esos grupos evolucionaron, logrando viajar por el espacio,
se expusieron al desarrollo de otros grupos planetarios de la zona.
Las culturas comenzaron a mezclarse y a crecer. Nacieron nuevas
filosofías. Durante una época, las razas liranas desarrollaron
rápidamente una tecnología avanzada, una filosofía de expansión y
un fuerte desarrollo social debido a la interacción entre esas
culturas planetarias. Fue entonces cuando se podían apreciar
claramente las dinámicas de los patrones.
La polaridad comenzó a solidificarse generando su propia
polarización, que a su vez continuó polarizando exponencialmente.
Las polaridades negativas se astillaron y manifestaron sus propios
polos negativos/positivos. Los polos positivos hicieron lo mismo. Lo
femenino expresó su parte masculina y lo masculino su parte femenina.
Las polaridades estallaron, como si fuesen un virus, en las
civilizaciones anteriormente florecientes.
El sencillo juego de espejos que habían creado los Fundadores se
hizo añicos y dio lugar a un número infinito de fragmentos. Habían
perdido el contacto directo con muchas «ventanas» genéticas (seres
físicos) que ellos mismos habían creado. Esos seres físicos habían
adquirido vida propia, aunque los programas originales seguían
siendo un factor soterrado que influenciaba su desarrollo.
El primer
grupo en desarrollarse específicamente como especie no lirana fue
la civilización de Vega.8 Esta creó una filosofía altamente
distintiva y también una orientación espiritual diferente y,
además, comenzó a aislarse de las razas liranas. Inicialmente fue
una civilización de orientación negativa, expresándose como polo
negativo de Lira, ya que había adoptado una
filosofía de servirse a
sí misma (contracción). La propia Lira puede ser considerada como el
polo positivo, puesto que todas las demás civilizaciones «nacieron»
de ella (expansión).
8. Vega es
la estrella alfa (la más brillante) de la constelación de
Lira.
Pasado el tiempo, la fricción entre la gente de raza lirana y la
civilización de Vega aumentó. Ningún grupo estaba progresando en su
camino de integración. Ambos albergaron dentro de sí el conflicto de
la polaridad. Ningún grupo estaba en lo correcto o en lo equivocado;
todos representaban las mismas ideas, sólo que las veían desde
perspectivas diferentes. Sencillamente no fueron capaces de
interpretar cómo equilibrar sus energías. La polaridad seguía
creciendo exponencialmente mientras rivalizaban con sus
civilizaciones y con ellos mismos.
Una tercera civilización comenzó a surgir de las razas de Lira.
Debido a que ese planeta era el ápice de un triángulo simbólico de
integración (representando ambas polaridades, la negativa y la
positiva), ese planeta podría denominarse «Apex» en esa fase de
desarrollo. Más tarde, todo esto se convertirá en una pieza mucho
más compleja dentro del puzzle galáctico,
El planeta Apex comenzó su civilización atrayendo características
de las polaridades tanto de Lira como de Vega. Genéticamente,
fueron una mezcla. En sus razas, la diversidad fue aún mayor que en
nuestra Tierra actual. Hubo gente de piel oscura y clara, pacifistas
y conquistadores, artistas, músicos y soldados. Incluso, en
comparación con nuestra raza terrestre, ellos no coexistieron para
nada pacíficamente. En el seno de esa cultura empezaron a darse
separaciones hasta que el planeta entero estuvo envuelto en la
fricción de las polaridades. No se veía solución alguna. El futuro
de ese planeta Apex parecía no albergar ninguna posibilidad de
esperanza - eventualmente permitieron que la polución y las armas
casi destruyeran su mundo.
Cuando se fuerzan las polaridades opuestas- no se integran sino que
causan una fusión. Esa fusión se manifestó en el planeta Apex como
una guerra nuclear Un pequeño grupo de habitantes se salvaron bajo
tierra, pero los demás murieron debido a su propia incapacidad de
integración. Lo que sucedió a nivel planetario es bastante
interesante. Desde un punto de observación en el espacio, parecía que
el propio planeta se estaba autodestruyendo.
Desde el punto de vista
de los supervivientes que se habían escondido bajo tierra, ellos se
sintieron muy vivos. Como resultado de las explosiones nucleares su
planeta fue catapultado eventualmente a otra dimensión.
Después del cataclismo, la radiación se mantuvo bastante alta en su
mundo, obligando a los supervivientes a seguir viviendo bajo
tierra. Cuando se recuperaron de su trauma emocional, llegó el
momento de recoger las piezas rotas de sus vidas. Su desarrollo y
su increíble transformación serán descritas en futuros capítulos, ya
que juegan una parte importante no sólo en la transformación del
planeta Tierra, sino en la de toda la Familia Galáctica, inclusive
los Fundadores.
Entretanto, las razas de Lira y Vega siguieron su desarrollo. Grupos
de liranos desearon desaparecer ante la fricción con Vega, de modo
que buscaron otras áreas para colonizarlas. También grupos de
habitantes de Vega escaparon de los conflictos de su planeta y
fundaron unas cuantas civilizaciones, incluidas la civilización de
Altaír y la de Centauri (de la ultima no se hablará en este libro).
De modo que desaparecieron las líneas claras de una filosofía
determinada y de una historia genética. La humanidad fue rápidamente esparcida, llevando consigo las semillas de experiencia
y polaridad. La meta siempre estuvo presente, aunque muy enterrada,
en las almas de cada ser, y esa meta les empujaba suavemente hacia
delante.
La meta era y sigue siendo la integración.
Queda claro que los comienzos de la entrada en la polaridad no
fueron nada fáciles para los Fundadores. Ellos habían creado una
ecuación que esperaban que diese unos resultados según sus
cálculos. Al igual que sucede con la nueva ciencia del caos, el
movimiento de energía entre esas tres civilizaciones, (Lira, Vega y Apex) se volvió impredecible para los
Fundadores, y toda la
Familia
Galáctica no pudo hacer otra cosa que quedarse quieta y observar,
sabiendo que aun dentro del caos existe un orden, un orden divino.
Estas tempranas lecciones han sido impresas en la memoria etérea de
la humanidad para servir de recordatorio de todo lo que
ha sido y todo lo que puede ser en el futuro. La humanidad jamás está
sola en su lucha. Los Fundadores aún están esperando
silenciosamente. No sólo existen «ahí fuera» sino también dentro
del alma de la humanidad como arquetipo más básico.
El ciclo de la
vida y existencia es meramente un círculo; el principio y el final
son lo mismo. Cuando la humanidad siente la llamada de la evolución, lo que siente es el susurro de los
Fundadores a través
de la expansión del tiempo y de la dimensión. Ellos son una parte
de la humanidad que se habla a sí misma.
Tal vez haya llegado el
momento de escuchar.
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4 -
El factor sirio
«Radiante como el astro que aparece a la hora de la recolecta,
brillando entre el cúmulo de estrellas en lo más oscuro de la noche,
la estrella a la que los hombres llaman el Can de Orión. La más
luminosa, pero interpretada como una señal malévola, trayendo mucha
fiebre para el hombre imposibilitado...»
La Ilíada
«Él viene vestido exquisitamente, en muchos colores,. .>
M. MARTIN, 1907
El reino de
Sirio fue el primero en ser explorado por las
conciencias curiosas que habían pasado por el Prisma de Lira y se
habían separado de los Fundadores. Sirio representa un símbolo muy
importante para toda la Familia Galáctica, el símbolo de la tríada.
Aunque aún no ha sido confirmado científicamente por la mayoría de
los astrónomos, Sirio es un grupo trinario de estrellas.9
Ese
grupo representa simbólicamente el patrón - dos polaridades en la
base del triángulo, uniendo o integrando esas polaridades en el
ápice. De ese modo, se refleja el fundamento básico del deseo de la
Familia Galáctica, fundirse nuevamente gracias a la unión de las
polaridades.
9. Algunos astrónomos como
Van Der Bos y Finsen del Union Observatory
especularon ya en 1920 que Sirio verdaderamente era un grupo
trinario de estrellas. También lo hizo más recientemente, D. Lauterborn. No obstante aún no ha aportado ningún dato apto para
confirmar dicha especulación.
Después del comienzo, muchas conciencias que eligieron quedarse en
un estado no físico se sintieron atraídas hacía el reino de Sirio.
Fue aquí donde realizaron el trabajo de base, tanto físico corno no
físico, para el papel vital que Sirio iba a jugar en el drama que se
estaba desplegando. Ellos se convirtieron en los primeros ingenieros
genéticos y etéricos que siguieron los pasos de los Fundadores.
Anticipándose a lo que iba a suceder, estos Sirios no físicos
comenzaron a crear (mediante la transmutación de energía en materia)
un mundo de tercera densidad que eventualmente seria capaz de
albergar vida física. También crearon otros dominios con una
vibración enfocada para las conciencias que iban a elegir existir
ahí en estados no físicos. Debido a esto, gracias a su habilidad de
crear feudos adecuados para todas las manifestaciones de
conciencias, se les conoce como los Ancianos de Sirio.
Durante los conflictos entre los liranos y los habitantes de Vega
representantes de ambas polaridades moraron en los campos de Sirio
con el deseo de lograr una integración allí. Los Ancianos de Sirio
se prepararon para una fuerte afluencia, tanto de energía positiva
como negativa. Tenían bastante claro qué tipo de situaciones iban a
presentarse.
Los habitantes de Vega que eligieron vivir en los dominios sirios
decidieron encarnarse físicamente en un marco de realidad de la tercera densidad. Culturalmente estaban muy anclados en la
polaridad masculina y su filosofía era dominante, lo cual en la
cuarta densidad era cada vez más difícil de sostener Ellos sentían
que tenían que dominar a su entorno y controlar la evolución. Según
ellos, eso les permitiría obtener una maestría sobre su terreno y
desde ese punto de vista, su evolución progresaría a ritmo
acelerado.
Debido a ese deseo, los habitantes de Vega comenzaron sus planes
para colonizar un planeta que órbita uno de los soles de Sirio. Si
querían mantener su filosofía dominante, la polarización natural
inherente a ésta, sólo podía perpetuarse en una existencia de la
tercera densidad. Iban a estar estrechamente ligados a lo físico,
creando un velo de ilusión y de olvido más denso aun que el que existe
actualmente en la Tierra.
Estaban tan seguros de sus propias
habilidades (y tan poco conscientes de la trampa de la separación
existente en la tercera densidad) que comenzaron a acelerar apresuradamente el proceso evolutivo de la especie parecida a los
primates que se desarrollaba en el mundo que ellos habían elegido.
En el momento que el ADN de la especie indígena era compatible con
sus deseos, ellos empezaron a encarnarse.
Casi inmediatamente, estos nuevos sirios perdieron su memoria con
respecto de la conexión con Vega. El velo era demasiado tupido. Sus
deseos de crear el olvido fueron tan fuertes que no recordaron nada
de sus orígenes. Ellos no estaban interesados en perseguir
actividades creativas, sólo querían mantener su estructura de
autoridad. Cuando su afán se tradujo en una realidad física, éste
creó una cultura aguijoneada por el deseo de dominar, sobre los
otros y sobre todo el universo que les rodeaba.
Cuando el planeta negativo Sirio estaba en pleno desarrollo, un
grupo de Lira decidió aventurarse al sistema de Sirio. Estos seres
eligieron quedarse en ámbitos no físicos. Su orientación estaba
polarizada hacia la idea del
servicio a los demás. Estaban
particularmente interesados en la sanación física de aquellos que
sufrían. La combinación de sirios negativos (que negaron su sí mismo
espiritual) y los sirios positivos, no físicos, de origen lirano
(que entendieron que era su deber sanar a los que sufrían) creó una
dinámica de tensión que resonó en todo el sistema Sirio e incluso
más allá.
Así comenzó la saga.
Los positivos comenzaron a bombardear
a los negativos a niveles inconscientes y subconscientes con energía
amorosa y sanadora. Debido a que los negativos estaban tan estrechamente dirigidos, esto les creó un malestar psicológico.
Cuanto más se resistían los negativos, más energía sanadora mandaban
los positivos. La fricción que se produjo debido a esta interacción
fue muy incómoda para todas las conciencias arraigadas dentro del
sistema de Sirio.
Finalmente intervinieron los Ancianos de Sirio.
Se decidió trasladar de nuevo el conflicto a otro lugar. Esta vez se
iba a intentar lograr la integración desde una perspectiva un poco
menos polarizada. Los Ancianos buscaron un hogar para este conflicto. No les llevó mucho tiempo descubrir las propiedades
electromagnéticas del entorno llamado Orión. Es así como
empezó el
mito de cómo Sirio, el astro Can, muestra el camino al Cazador
- Orión.
Una vez eliminado el conflicto inicial del sistema de Sirio, la
civilización física se quedó. Ellos se habían alejado tanto del
espíritu, incluso hasta la muerte, después de la cual ocurría una
reencarnación inmediata en el sistema, alejándoles de cualquier
forma de existencia no física. Por ello, la mayoría de la sociedad
negativa ni siquiera se percató de la existencia de un conflicto y,
por tanto, no se dio cuenta de su acercamiento al sistema de Orión.
Su sociedad seguía envuelta en la bruma del olvido. Aquellos que
desearon una integración de los opuestos negativo/positivo, se iban
ahora desde Lira/Vega a Orión en lugar de ir a Sirio. Algunas veces,
poco frecuentes, un alma del mundo negativo de Sirio despertaba y
avanzaba hacia la arena de Orión.
Desde la perspectiva positiva (no física) de Sirio, ahora se estaba
en condiciones de influenciar directamente a los negativos que
sufrían. Hubo muchos que alegremente se aventuraron a visitar Orión
para llevar a cabo esa tarea. Otros prefirieron quedarse en el
dominio de Sirio, concentrando sus habilidades sanadoras en otros
objetivos. Otros seres positivos de Lira se unieron a la lucha de
Orión.
Así nació la Historia Galáctica.
Debido al deseo de los sirios positivos de facilitar una sanación
física (su deseo de servir a lo físico en lugar de elegir una
encamación) se aliaron con las energías de Arcturus. Arcturus está
encaminado hacia la idea de la sanación emocional. Juntos forman la
matriz Sirio/Arcturus. Esa matriz ha ido encontrando su camino hacia
casi cada planeta físico dentro de la Familia Galáctica en forma de
energía holística, que representa la sanación del cuerpo, de la
mente y del espíritu.
El planeta Tierra ha conocido la matriz Sirio/Arcturus de muchas
maneras. Es una energía arquetípica que utiliza un individuo o una
sociedad para muchos propósitos. Esta energía arquetípica es
maleable y puede ser plasmada en cualquier definición. Sea cual sea
la forma, siempre estará al servicio de lo físico. La matriz
Sirio/Arcturus recuerda a los fragmentos su conexión con el Todo y
sus habilidades naturales de autosanación.
Aunque sólo se trata de un pequeño porcentaje, un grupo de sirios
positivos decidió también encarnarse en lo físico. No obstante ellos
rechazaron la forma humanoide por otra más representativa de su
propia naturaleza. Esa forma es la forma de los cetáceos. Delfines y
ballenas representan una traducción de la energía Siria a un mundo
físico y polarizado. En la simbología arquetípica, el agua
representa el subconsciente. Los cetáceos están ahí, silenciosamente
- en los océanos de la Tierra y en el mar del subconsciente de la
humanidad.
Ellos permanecen ahí para recordamos el potencial que
tiene la humanidad para la integración. De todas las energías que
son parte de la Familia Galáctica inmediata, la energía de Sirio es
la más utilizada en la Tierra.
La palabra
Sirio
significa «el que
brilla» o «el que calienta», también llamada «Estrella Can» y
«Estrella del Nilo». Tal vez porque sea la estrella más brillante y
la segunda estrella más cercana visible desde la Tierra (su
distancia es de 8,7 años luz), muchas culturas antiguas, pero sobre
todo la egipcia, reconocieron la importancia de la energía de Sirio.
A veces, la conciencia de Sirio puede elegir densificar su
frecuencia para que ésta sea visible para los humanos de la tercera
densidad. Durante muchas dinastías egipcias era bastante común
recibir una visita de un sirio bajo el disfraz de uno de sus dioses
(como por ejemplo Isis, Osiris y Anubis). Estas «costumbres»
facilitaban a los egipcios honrar su presencia y, a menudo, estas
visitas evocaban memorias de tiempos muy antiguos, cuando los
«dioses» caminaban abiertamente sobre la Tierra.
Esos sirios proporcionaron a los egipcios (al igual que a muchas otras culturas
terrestres) información muy avanzada sobre astronomía y medicina.
Incluso hoy en día, los estudiosos de este tema se preguntan por el
origen de esta información.
Al otro lado del globo, la cultura maya tuvo su propia relación con
Sirio.
Avanzadas prácticas médicas e información astronómica
galáctica les fue impartida. Aun hoy en día los investigadores
modernos no han sido capaces de descifrar dicha información. Su
relación con Sirio era mucho más personal. Aquellos mayas fueron,
por decirlo de alguna manera, turistas procedentes de los dominios
de Sirio (encarnados aquí en la Tierra) que querían experimentar lo
físico desde un sitio más ventajoso.
Su relación con los sirios fue
tan íntima que, de hecho, estos últimos compartieron con ellos la
tecnología de la transmutación - convertir materia en
energía/conciencia pura. Cuando hubieron aprendido sus lecciones, la
raza maya desapareció (se transmutó), dejando detrás de sí una senda
para que los humanos les pudieran seguir.
Esos sirios dejaron muchas cápsulas de tiempo y puzzles detrás de sí
para las futuras generaciones. Uno de estos puzzles es el
cráneo de
cristal.
El cráneo de cristal podría representar la naturaleza
infinita del hombre y de la conciencia. Reparando en sus
profundidades, uno puede divisar el pasado y el futuro. Los humanos
aún no han aprendido a traducir los datos y emociones que se
disparan cuando uno observa fijamente su esfera. Puede que algún día
los códigos contenidos dentro de ese cráneo originen chispas de
memoria en la humanidad, tal como fue, probablemente, la intención
de los sirios. Ellos son
el principal grupo que, disfrazado de muchas formas, ha dejado
pistas sobre el pasado de la Tierra.
Es importante darse cuenta de que uno no debe referirse a los sirios
como un grupo de extraterrestres, más bien se les debe entender
como un grupo de conciencias expresándose a sí mismas tanto
físicamente como en lo no físico. Ellos han sido una fuerza
inspiradora para las civilizaciones en desarrollo en la Tierra.
Tal
como veremos más adelante, ellos son los caracteres principales en
la creación de la especie humana de la Tierra.
Volviendo ahora al planeta negativo de Sirio, la Tierra tiene una
traducción análoga de aquella filosofía. La práctica que se denomina
«magia negra» o «arte negro» tiene sus raíces en la filosofía de
los sirios negativos. En la cultura egipcia, la organizada devoción
de las fuerzas negativas tuvo lugar en los templos de Set, donde
existían también sacerdotes específicos dedicados a esas artes
negras.
Esta filosofía rechaza la idea de una nueva inserción en el
tejido universal. Aquellos que practican esta filosofía se
consideran únicos, separados de los demás y egocéntricos. La
ilusión que han creado es la no aceptación de la responsabilidad de
sus actos. Con frecuencia, les cuesta muchas lecciones y, a veces,
muchas vidas para reconocer que sus actos y sus creencias crean la
propia realidad de la cual intentan escapar.
Otra manifestación de la influencia de Sirio aquí en la Tierra,
aunque desde una perspectiva ligeramente negativa, son
los Illuminati. Los Illuminati son un grupo de extraterrestres físicos y
no físicos encaminados negativamente (incluso hay algunos que están
orientados positivamente) que vinieron a la Tierra como seres
físicos durante la infusión de las dimensiones.10
Estos seres sintieron en un momento dado que no recibían el
reconocimiento (o el poder) que pensaban merecer.11 Muchas de estas
tempranas conciencias, procedentes de fuera del planeta, que
interactuaron con la humanidad habían permitido que sus energías y
sus «historias» evolucionasen hasta convertirse en arquetipos,
ayudando así a la Tierra.
10. El
grupo los Illuminati no sólo se compone de sirios. Otros
colectivos, tales como los habitantes de Orión, forman parte de la
estructura del grupo de los Illuminati.
11. Estos seres representan únicamente un
pequeño porcentaje de la
conciencia de Sirio. Desde los Comienzos de la Tierra, el planeta ha
desarrollado unas relaciones fuertes y positiva con los seres de
Sirio, siendo éstos uno de los soportes mas importantes de la
humanidad.
Su identidad es el control. Si no pueden
controlar a otros, se sienten como si no existiesen... y les aterroriza la no existencia. Por este motivo han intentado
interferir en el desarrollo de la Tierra desde el principio. Al
igual que insectos molestos, son un estorbo, pero raramente causan
problemas serios. Sólo se encontrarán individuos que no tienen
ningún sentido de su propio poder en aquellas estructuras de poder
de la Tierra que se basan en el miedo o la impotencia. Ellos no
tienen ninguna influencia si uno no se lo permite. Al final, todo se
resume en reconocer el propio poder.
La última representación concerniente a manifestaciones contemporáneas de la energía de Sirio tiene que ver con la
aparición de extraterrestres tal como se explica en la literatura
sobre ovnis. En la mayoría de los casos, las experiencias extra
terrestres severamente negativas como la mutilación de ganado y los
«Hombres de Negro», están conectadas con el grupo negativo de Sirio
(y Orión) y, en realidad, generan más miedo que daños.
Hay momentos
que los sirios físicos (y los de Orión) pueden traspasar las capas
de protección del sistema solar intentando provocar el caos.
¿Cuál
es
su motivación?
Al explorar
antiguos textos sumerios que hacen referencia a la
historia antigua y a la naturaleza de los conflictos entre los
dioses, uno percibe claramente que la Tierra (en conjunto o en
parte) estaba involucrada en las disputas territoriales con diversos
grupos en diferentes épocas. Con frecuencia se ha planteado la
pregunta de por qué los sirios estaban tan implicados en el
desarrollo de la Tierra.
Si realmente es cierto que Sirio es un
grupo trinario de estrellas (tal como sugiere la tradición
astronómica de
los Dogon) ¿es posible que Sol (el sol de la Tierra)
sea o fuese en algún momento la tercera estrella?
Si fuera cierto,
la Tierra podría haber sido parte de la disputa territorial entre
los sirios desde el mismísimo comienzo. Esto explicaría por qué los
sirios negativos consideran que es su derecho hacer lo que les
plazca en la Tierra y por qué
levantan un dedo acusador a otros extraterrestres que interfieren
erróneamente en los asuntos internos de Sirio, creando, de este
modo, muchas peleas históricas. Actualmente, el Sol sólo está unos
8,7 años luz del sistema Sirio y ha sido considerado por los
astrónomos parte de nuestra familia estelar local.
Muchos de los antiguos sirios eran bastante hábiles en el manejo de
la ingeniería genética. Durante la infusión de la Tierra, los sirios
físicos implantaron un código de ADN oculto en los primeros
humanos. Cuando los seres de la Tierra, como raza, llegan a una
determinada frecuencia vibratoria, este código se dispara.
Ese
código ayudará a aquellos que viven en la Tierra a recordar el
pasado galáctico de la humanidad. Los sirios negativos
contemporáneos han evitado estoicamente pasar a la cuarta densidad
debido al miedo de la no existencia. Temen que si la Tierra logra
esta transición, ellos también tendrán que pasar y dejarán de
existir.
Creen que si mantienen a la sociedad encerrada en el miedo,
la Tierra no será capaz de conseguir este cambio. Como un todo, no
pueden determinar el destino de la humanidad, ya que los habitantes
terrestres tienen más poder de lo que sospechan los sirios
negativos. No obstante, continuarán en esta tesitura. No conocen
otra manera.
No importa si se trata de extraterrestres físicos o energías
arquetípicas, la identidad de los sirios está entrelazada con la de
la humanidad. Esta es rica en conocimiento y también en retos.
Uno
siempre debe recordar que Sirio es una tríada, y no hay que olvidar
lo que esto representa - la integración de las polaridades - y ése es
el destino de la Tierra.
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